Ayer estaba en la playa con dos de mis mejores amigos y por una cosa u otra terminamos teniendo una conversación que consistió básicamente en esto:
-Bueno, es que si soy honesta solo he estado con tres hombres - dijo mi amiga, casi apenada - y es que, bueno, tú has estado con muchos más - terminó diciendo, refiriéndose a mí.
-¿No te sientes mal? -Preguntó mi otro amigo, también refiriéndose a mí.
Y entonces lo volteé a ver con una de esas miradas llenas de sarcasmo y dije "por supuesto que no". Fin de la historia.
También hace algunos meses, quizá semanas, vi la película llamada Cuál es tu número, donde también hablan acerca de la importancia del número.
Y me pregunto, ¿de verdad es que importa tanto?, y si la respuesta es sí, ¿a quién le importa?
Sí, he estado con muchos chicos, pero a ninguno ha parecido importarle en absoluto, es más, ni siquiera me han preguntado acerca de mi número. Entonces, ¿por qué existe este mito, casi esta realidad que se puede tocar, con respecto a la cantidad adecuada o no adecuada de hombres con los cuales está permitido acostarse?
El número es nuestro, sí, pero la sociedad se empeña en decirnos -pero ojo: solo a las mujeres, que entre menor cantidad, mejor. Porque, ¿qué clase de mujer será aquella que se ha acostado con 36 tipos?, ¿qué clase es la que se ha acostado con 5?
Simplemente somos de esta clase: mujeres, sí, seguimos siendo mujeres sin importar la cantidad. Simple.
No tendría por qué importar, pero lo hace, y hay una frase de Marina and the diamonds que es de mis favoritas, dice así: "si las mujeres fueran reconocidas sexualmente en la religión, entonces no sentiríamos la necesidad de mostrar nuestros traseros para sentirnos libres."
¿A quién rayos se le ocurrió la brillante idea de hacer a María virgen?, ¿por qué?
Otra historia viviríamos si Jesús también hubiera sido reconocido como Virgen Jesús, ¿no?
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