...y en sus brazos te hará vibrar.
O al menos eso es lo que dicen, y yo les creí por 24 largos años. Y luego: el desamor, pero todo el mundo ya sabe mi historia, y si no la saben, es ésta: me engañaron cuando tenía 19 años y desde ahí, nada más, no más amor, no más romance, solo aventuras de vez en cuando, luego amor otra vez, desamor y ya, no más.
Pero el amor tiene maneras extrañas de demostrar que puede con todo, incluso puede moverse de país en país, hacerme creer que puedo vencer distancias tan grandes como un océano entero, y yo le creo porque soy blandita del corazón, y he leído un montón de novelas de amor, y he visto demasiadas películas y tengo una playlist llamada "El AMOR".
Y un día, cruzando un océano no se detuvo y aquí me tienen, en medio de un país del que ni siquiera puedo pronunciar una palabra para darme a entender esperando para volverme a encontrar con...
El amor está en todos lados, solo es cuestión de creer. Y yo creo demasiado, por eso escribo todos los días contando una historia acerca de una chica que queria encontrarse y ya lo hizo, acerca de una chica que ahora busca su lugar en el mundo, que es feliz pero quiere aún más.
Y sí, suena súper cliché, pero es que el amor no podría haber llegado si yo no hubiera crecido, regado mi corazón, sido paciente. Canto canciones de amor con la esperanza de que llegué a mi ventana un chico que quiera escucharlas, alguien que me emocione, que me llene las manos con palabras para ponerlas en papel, alguien a quien abrazar a media noche. Escribo poemas que hablan de la eterna espera, de los ojos llenos de amor y de los labios que pacientemente besan a los equivocados solo para que cuando prueben los correctos, surja la magia.
El amor te llegará. Un sábado o un domingo, un jueves tal vez, y estarás lista, esta vez sí estarás lista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario