viernes, 10 de agosto de 2018

The Love Club: Paul parte 1


Paul y Mauricio se reunieron un jueves en el Bar para despedirse. Ya habían tomado bastantes cervezas y repetían los mismos temas una y otra vez:
-No puedo creer que Tefi ya no está –decía Paul, Mauricio solo asentía y suspiraba. -¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se fue?
Mauricio no respondió y se preguntó qué hora sería en Finlandia. Quizá Tefi ya estuviera despierta, le mandó un mensaje y espero unos minutos pero ella no respondió.
-¿Cuál es el plan entonces? –le preguntó a Paul.
-Trabajar allá por cinco meses, pagar mis deudas y regresar a tiempo para el cumpleaños de Tefi, porque ella va a regresar, ¿no?
Y Mauricio solo se encogió de hombros, en el fondo, de verdad esperaba que Tefi regresara.

*2 meses antes*

Morgan, Mauricio y Tefi se citaron en la Cafetería. Cuando llegaron Mauricio preguntó si debía invitar a Paul, pero Tefi le dijo rápidamente que no.
-Lo vi ayer, está como loco –comentó.
-¿Qué pasó? –preguntó Morgan. Y Tefi les contó cómo ambos habían salido a cenar y de repente Paul de nuevo le había dicho que la quería.
-¿Es que no aprende o qué? –dijo Mauricio.
Estuvieron un rato hablando de otras cosas, Morgan estaba emocionado por regresar a Estados Unidos y quizá volver a la universidad, de nuevo sentía que su vida tenía un propósito. Mauricio se sentía abrumado por la presión de su trabajo y aunque  quería ocultarlo, sentía que su distanciamiento con Tefi se hacía cada vez más notorio para los demás, estaba a punto de decir algo al respecto, cuando ella se le adelantó a hablar:
-Tengo una noticia –Mauricio casi hacía un comentario sarcástico, pero prefirió quedarse callado –ayer Adam y yo fuimos a hablar con mi familia, y, ¡dentro de 4 semanas me voy con él a Europa! –terminó de hablar casi gritando de emoción. Mauricio y Morgan abrieron los ojos como platos. Mauricio sintió como el pecho se le encogía, y todo lo que hizo fue sonreír.

*

Paul estaba a punto de abordar el avión cuando sintió la necesidad de hablar con alguien. Pensó en Tefi pero se dijo que seguramente aún estaría dormida, así que decidió marcarle a  Kenan, su amigo con el que no hablaba desde hacía mucho tiempo.
-¿Hola? –Respondió Kenan -¿de verdad eres tú? –Paul se río nerviosamente.
-Sí, soy yo. Estoy esperando un vuelo y no sabía a quién más hablarle.
Conversaron por un buen rato, poniéndose al tanto de sus vidas. Kenan estaba viviendo en Ohio y estaba a unos días de regresar al Pueblo. Paul le contó que estaba demasiado nervioso por tener que hacer escala en Los Ángeles.
-Todo estará bien –terminó diciendo Kenan al despedirse.
Paul se sentía como todo un perdedor; pensaba en como en el último año lo había perdido todo, primero su novia de toda la vida lo había dejado por otra chica, luego su familia se había enojado con él debido a que había cometido demasiadas estupideces por querer recuperarla y justo cuando creía que tal vez ya era el momento para estar con Tefi, ella se fue, así sin más. También notaba como Mauricio se estaba refugiando en el alcohol y los amores de una noche para no tener que lidiar con la soledad, pues Morgan y Tefi ya no estaban, y ahora tampoco estaría él para consolarlo. ¿Qué sería de Mauricio?
Escuchó como llamaban a los pasajeros de su vuelo para abordar, así que tomó su pequeña maleta y comenzó a caminar.

*1 mes antes*

Mauricio estaba en casa de Tefi, observándola empacar un montón de cosas.
-Siempre has sido la peor para hacer maletas –comentó riendo. Ella también se río. Luego se puso seria y se sentó en el borde de su cama, Mauricio estaba sentado en un sillón pequeñito.
-Ya va a ser un año de que regresé, ¿sabes? –dijo ella –creo que nunca me había sentido tan derrotada: acababa de llegar de la gran Ciudad y había fracasado por completo, pero, ¿sabes quién estuvo a mi lado cuando más lo necesité? –y comenzó a llorar –Mauricio tú siempre has estado a mi lado, y eso te lo voy a agradecer por siempre –le tomó la mano –no importa qué tan lejos estemos, nada nunca nos va a separar, lo sabes, ¿no? –y él dijo que sí con la cabeza, tratando de ocultar sus lágrimas.
-Te quiero –dijo.
-Yo más –contestó Tefi, luego, agarró una almohada y se la aventó. Mauricio gritó y se lanzó sobre ella para hacerle cosquillas, Tefi gritó como loca para hacerlo parar, hasta que ambos quedaron acostados, riéndose.
-Te voy a extrañar –dijo Mauricio con lágrimas en los ojos. Y Tefi no dijo nada, pero lo abrazó por lo que se sintió como una eternidad.

*

Paul llegó a Los Ángeles 4 horas después. Esperó pacientemente por su equipaje. Revisó su celular y vio que tenía mensajes de su mamá, de Mauricio y uno de Tefi, que abrió rápidamente: “Sé que ya debes estar en USA, suerte. Todo saldrá bien, te quiero.”, estaba a punto de contestarlo, pero entonces sus maletas llegaron y tuvo que caminar hasta migración, donde le hicieron las preguntas de rutina.
-¿A qué vienes? –le dijo el oficial, que tenía una placa con su apellido escrito en ella y se veía de aspecto mexicano.
-Solo vengo a celebrar el cumpleaños de un amigo.
-¿Tienes tu boleto de regreso comprado?
-Aún no lo compro.
El oficial lo miró fijamente entonces, Paul no retiró la mirada.
-¿Y eso por qué? –dijo finalmente el oficial.
-Es que quizá me quede un poco más de tiempo porque también es el cumpleaños de un tío. –De nuevo el oficial lo examinó de arriba abajo, Paul se empezó a poner nervioso pero estaba decidido a que no se notara. El oficial hacia movimientos en la computadora, parecía disponer de todo el tiempo del mundo.  Paul se comenzó a desesperar pensando en que quizá perdería su siguiente vuelo.
-Me temo que va a tener que acompañarme –le dijo el oficial, tratando de esconder una sonrisa. Y en ese instante, lo único que Paul pudo pensar fue “y, ¿ahora qué?…”

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