Yo tengo la culpa,
por creer en las mismas promesas que se rompen más rápido que una telaraña de mentiras
no sé por qué sigo confiando,
por qué sigo creyendo canción de amor tras otra
luego despierto y a mi lado ya no está el príncipe azul,
sino la bestia.
¿Alguna vez has tenido un amor al que por más que intentas no puedes decirle adiós?
Esa soy yo,
la que siempre sigue al conejo,
pero es que al final del agujero no está el país de las maravillas,
es simplemente eso:
un pozo sin fondo,
y en vez de buscar una manera de salir,
estoy cavando más profundo.
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