Intento vagamente, quizá mañana tome un camino distinto y no me cruce contigo. Intento de nuevo y me siento desesperada y tonta: descripción perfecta para un amor no correspondido.
Te corresponde ahora mandarme lejos, decir que aunque todo pasó nada recuerdas.
Las copas son las culpables de nuestros encuentros y no tus manos que conocen a la perfección el camino hacia mi placer (o dolor).
Intento ahora no pensarte mientras escribo estas líneas, y me ahogo respirando un aire donde tu perfume no está presente, intenta entenderme:
se me acaban las palabras si no se tratan de ti.
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