Esta manera de verse se copia casi siempre de la madre. Ella transmite la vergüenza por lo que somos.
Quizá sea una herida que no tenga el sistema, o por alguna experiencia de abuso sexual, algo típico en esta herida. El silencio en torno a la experiencia de abuso y la vergüenza que genera en la víctima provocan una herida a nivel individual y no de sistema.
Como cuando comes algo descompuesto, de inmediato debe ser expulsado. El problema es que el
secreto está alojado en la psique y nosotros debemos darle salida. Al no encontrar cómo sacarlo, elaboramos conductas compulsivas que nos hacen sentir alivio o nos dan protección ante eso que tragamos y sabemos desahogar.
Personalidad herida de humillación
Complaciente, generosa y busca ser aceptada y agradable a toda costa. Es como una mamá o un papá protector con sus amigos y familiares. Resuelve problemas, escucha a los demás, pone su atención en todo lo que los demás necesitan y es capaz de hacer cualquier cosa por sus amigos, aunque esto le
genere un conflicto de valores, de tiempo, dinero y esfuerzo para ella.Es el pago para ser aceptada por todos, porque ella se rechaza.
Si alguien tiene algún problema, aunque no se lo pidan, buscará cómo resolverlo.
La codependencia hace a la persona incapaz de mirar sus necesidades.
Sufre un abandono muy significativo, por lo que desarrolla una herida conjunta que es la de abandono.
Otro aspecto de esta personalidad es el desarrollo de hábitos masoquistas. Incapacidad de mirarse y cuidarse, se desconecta de sus necesidades y encuentra una forma de infligirse un dolor que le da cierto placer.
El autocastigo puede estar detrás de hábitos como fumar, aguantarse para tomar agua para hacer pipí, no ir al doctor, soportar relaciones de abuso, pagar las cuentas de otro, comer como desesperado, tener sexo doloroso, ser el payasito de la fiesta, etc.
La relación con su madre suele ser de atadura y poca libertad. La siente como un peso, una responsabilidad, alguien que condiciona su ser y a la cual debe complacer, cumplir sus expectativas.
Características físicas
Un cuerpo graso, sobrepeso en vientre, espalda y abdomen. La combinación con la herida de abandono hace un cuerpo regordete, con partes flácidas y caídas. La cara redonda y la mirada de niño. Cuello grueso, espalda ancha y jorobada. Padecen mucho dolor de espalda por el peso que cargan.
Emocionales
Cuando te mueves desde la culpa, también hay mucho enojo, necesidad de castigarte o sacrificarte.
Odias el control, pero al final lo propicias por falta de límites, actitudes pasivas y relación no resuelta con la madre, quien también te controlaba.
Creencias
Tareas de desarrollo inconclusas
Cuando establecemos alianzas con el sistema familiar, salir de esos hábitos es un reto mucho más fuerte. Es muy importante tener paciencia, salir de la posición de víctima y construir poco a poco, en la relación contigo y el trato con los demás, el respeto y el valor.
Salir del patrón a veces nos hace sentir que ya no somos parte de ellos pero hazlo por ti y por todo tu
sistema, porque en la medida que salgas de ese patrón, cambiarás los modelos de todos los que vienen detrás de ti.
El veneno de tu personalidad es:
- Ignorar tus necesidades
- Hacer por otros lo que no eres capaz de hacer por ti
- No poner límites y permitir abuso
- Sentirte una víctima de los demás sin hacerte responsable de lo que
- permites
- Ayudar a los demás a costa de ti
- Criticarte, humillarte y compararte
- Estar atrapado en tus actividades
- Tus posiciones pasivas de aguantar y aguantar
El antídoto de tu personalidad:
- Generar espacios para disfrutar en libertad
- Aprender a escuchar y respetar tu cuerpo
- Ir al doctor, cuidar tu salud
- Enfocar lo valioso de ti y sentir orgullo por eso
- Ponerte límites y a los otros
- Crear relaciones adultas en libertad.
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