Quiero abrir mi cerebro y ver si aún queda por ahí alguna historia por escribir, quiero abrirlo como un frasco y ver a mis pensamientos salir flotando, llegar hasta el mar y sumergirse en él, tomar un baño frío.
Quiero que mis pensamientos conozcan el mundo y luego vuelvan a mí para contarme lo que vieron; juntos escribiríamos una novela emocionante, o quizá solo poemas de amor, un guión de película.
Quiero que las novelas dejen de ser tan predecibles, ¿acaso ya se escribieron todas las historias?, ¿una y otra vez?
¿Son mis pensamientos el material reciclado del paso de los años?, ¿de mis ancestros?, ¿acaso puedo tener un pensamiento original?
Quiero abrir los ojos y ver un mundo diferente: donde todo sea al revés, o donde todo esté de cabeza. Quizá irme aún más lejos y ver qué hay en el principio del universo, que mis ojos sean capaces de comprender el por qué, quizá ni siquiera lo entenderían pero al menos reconocerían a las estrellas de donde vinieron.
Quiero que mis dedos dancen en el teclado y cerrando los ojos, viendo con el alma, crear algo mágico, quiero que la inspiración vuelva a su lugar de origen, pero que no se vaya sin antes dejarme una o dos ideas para plasmar por aquí.
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