miércoles, 27 de octubre de 2010

You were everything ...


Yo también tengo una historia que contar. Desgraciadamente no es el tipo de historia que me gustaría. No soy interesante, y lo que hago tampoco. Pero hubo una vez, sólo una. En donde me sentí extremadamente feliz. Pensaba "Él es lo que quiero" y luego, así, de la nada; Me partió el corazón. Ha pasado ya tanto tiempo, y aún me duele, aún siento la herida abierta. ¿por qué soy tan patética?, ¿Por qué no lo dejo ir y conservo los sentimientos que dejó en mí?
Porque para mí fue más importante de lo que tenía que ser. Fue una verdadera estupidez, pero así...así con los defectos que tenía, así con las veces que lloré, así con los momentos en que me sentí humillada por su culpa... Aún así lo quería.
Me tomo las cosas muy en serio, supongo.
En cualquier lado lo veía, cualquier cosa me recordaba a él. ¿por qué?
Me encontraba destrozada y feliz, y era por él. Todas mis emociones... y él las controlaba.

Ahora las cosas han cambiado, gracias al paso del tiempo me di cuenta de muchisimas cosas. Que soy más fuerte de lo que pensaba, que él jamás fue lo que yo pensaba que era, que le dejaba pasar tantas cosas...
en fin, no quiero volver a lo mismo. Si hablo de esto ahora es para recordarme que allá afuera, hay demasiada gente, y que en algún lugar, voy a encontrar a la persona que será la indicada.
Sí, voy a cometer muchos, muchos errores. Pero de algo van a servir.
NADA acontece porque sí, tenemos una lección.

Voy a decir NO a seguir pensando en mi ex-Chuck Bass.

lunes, 25 de octubre de 2010

Revienta (parte 2)

Sofocación.

“Si te sofocas, prométeme que no resucitarás, y si cambias de idea, es demasiado tarde. Estás desperdiciando tus días como desperdiciaste tus noches y desperdiciaste tu juventud. Estás… esperando por alguien y esperaste en vano porque no hay nada para ti. Sofocación.”

“¿Dónde estás...?, ¿Dónde estás...?, ¿Dónde estás...?” No paraba de escuchar esa voz en su cabeza. Sentía que ya nada valía la pena. Ni un esfuerzo. Y, ¿por qué estaba allí? Se sentía desesperada, con ganas de gritar. Los extraños pasaban y la miraban, con ojos llenos de lujuria. Ella solo les devolvía la mirada con enojo, con rabia. ¿Por qué tenía que ser así?

“Siempre es lo mismo” pensó.

Y entonces la primera lágrima cayó. No lo podía controlar más. Toda la tristeza, toda la furia, estaban saliendo al fin. Una tras otra las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. “¿Qué estoy haciendo?” sollozo.


-Entonces, ¿qué dices? Vamos, tienes que salir, siempre estás sola.

-Eso no te importa Rosa. No es de tu incumbencia.

-¿De qué hablas?, solo estoy invitándote a salir conmigo; va a ser divertido.

-Dices que es como una cita doble, ¿no?

-Sí. ¡Anímate! No tienes nada que perder…


Los coches seguían pasando, uno tras otro, sin detenerse. Los veía y cada vez se sentía más sola. La espera se volvía más y más sombría. Pero a fin de cuentas, ¿Qué estaba esperando?, no era como si un superhéroe fuera a llegar mágicamente por ella. Claro que no, hace mucho que había dejado de creer que el amor existía, que los milagros eran posibles. ¿Cómo iba a esperar que de la nada alguien la salvara?

Se había secado las lágrimas. Poco a poco dejaron de salir. En vez de ellas, un enojo se apoderaba de ella ahora. Enojo hacía todo; hacía ella misma, por haber sido tan estúpida como para creer que las cosas iban a mejorar, ¡Ni en una simple cita le iba bien! Enojo hacía Leni, por no estar allí cuando más lo necesitaba. ¿Por qué había decidido que lo mejor no era estar cerca de ella? “Es tan simple que no lo quiero aceptar. No puedo hacerlo, si Leni dice que nuestra amistad no es buena, adelante, voy a seguirle el juego.”

¿Pero por qué en ese momento? En el que más sola se sentía; rodeada de tanta gente, y aún así sola. Eso era lo que más la hacía enojar, el hecho de que estuviera rodeada de gente estúpida, sin sentido, llenos de deseos simples y con sueños imposibles.

Pensó en Leni, y lo en lo que él significaba. No pudo evitarlo, y comenzó a llorar de nuevo. Esta vez no trató de disimular; estaba en la calle, sentada, con demasiados desconocidos que veían su dolor.

De pronto algo la tomó por sorpresa, era una mujer mayor. La miraba con ternura, y se paró allí, enfrente de ella.

-¿Te puedo ayudar en algo?

No pudo responder, ¿qué necesitaba? Nada. Porque no había algo en el mundo que calmara el dolor, nada en el mundo podría hacerla volver a lo que era antes.

La anciana dejó caer una mano hacía ella, tenía la intención de tocar su mejilla, pero se sobresalto ante un inesperado grito.

-¡No me toqué!

-Lo siento, querida. Yo…

-¿No me ha oído? ¡No me toque! No quiero su compasión. Aléjese.


Estoy sentada, comiendo un helado junto a un imbécil. De todas las personas del mundo, mi amiga Rosa me ha traído como cita a un imbécil. Esto solo me pasa a mí. Pero a quién engaño, en primer lugar; no debería haber venido. No pertenezco a esto…ni a la gente normal, ni a las chicas normales, ni siquiera puedo tener una cita normal. El chico que está junto a mí está hablando acerca de su escuela y de cómo ha peleado ya con algunos chicos, ¿cree que le presto atención?

Me digo mentalmente que toda esta farsa acabará pronto, él tipo regresará su casa, y yo seré miserable de nuevo.

-¿Qué te parece? –me dice.

-¿Disculpa?

-No me prestaste atención, lo ves. Te he contado una historia interesante y tú estabas en otro mundo. ¿Pasa algo?

No le respondo, tal vez así se exaspere ante mi falta de interés y decida marcharse.

-¿Quieres que…nos vayamos?

No digo nada. Esto se ha pasado de la raya. En general, estoy odiando a Rosa por conseguirme la peor cita del mundo.

Me paro y empiezo a caminar lentamente. No creo que me siga; mejor. No estoy dispuesta a dar explicaciones. Camino más rápido y la cabeza me da vueltas, siento pánico. ¿Qué me está pasando? Antes de tener una respuesta en concreto, comienzo a correr, rápido y sin mirar atrás. “¡Espera!” Le oigo decir.

No pienso detenerme, pero las piernas me fallan y en un segundo estoy en el piso. Me siento mal, muy mal, parece como si todo el mundo girara muy rápido, todo está borroso y no puedo dejar de mirar a los lados, en busca de alguna respuesta.

-Así que te ha dado por jugar, ven aquí… -me dice, mientras pone sus labios sobre los míos. Yo lucho, lucho con todas mis fuerzas por liberarme. Pero no puedo. Él es más fuerte, y parece que no me soltará dentro de poco. Tomo una bocanada de aire y solo logro cansarme más. ¿Por qué no puedo liberarme?, ¿qué me está pasando?

En un intento desesperado por librarme de su beso, lo golpeó. Le doy con todas mis fuerzas en su mejilla, y parece funcionar. Mientras está distraído me paró y empiezo a correr de nuevo. No sé a dónde voy, solo pienso en escapar.


Todo se empieza a poner más oscuro, ¿qué hora era? No lo sabía, y tampoco estaba segura de dónde estaba. Parecía haberse quedado hipnotizada por el sonido de los carros, por sus luces, por sus colores. Estaba sentada, pero quería marcharse, y entre más pronto mejor. Tal vez si no le hubiera gritado a la anciana, ahora tendría cómo regresar a casa. Pero estaba demasiado cansada para pedir ayuda. ¿Por qué había salido sin celular? Ni siquiera tenía dinero suficiente para pagar un trasporte. “No hay esperanzas. Estoy aquí, rodeada de tanta gente, pero no soy capaz de hacer algo respecto a mi situación”

Cerró los ojos, y cuando los abrió logró ver un rostro conocido, corría hacía ella y pareció gritarle. Pero no escuchaba nada. Cerró los ojos de nuevo, deseando que todo acabara, que todo desapareciera. Apretó sus parpados, cerrándolos con fuerza. “Todo va a estar mejor si yo muero” pensó, y después, todo a su alrededor se desvaneció.

sábado, 23 de octubre de 2010

How to behave.

Es el dolor que cargas.
Son las canciones que cantas.
Es la constante falta de cualquier cosa normal.
Es la vida que das,
cuando ellos dicen mi nombre.
Son los problemas serios,
no sé cómo comportarme.

Aunque nunca has tenido que ir,
siempre hay una habitación para dos.
Aunque nunca has caído,
hay una red de seguridad para ti.

Todo lo que tengo es suficiente
para llevar a donde voy.
Todo lo que he visto es suficiente
para recordar dónde he estado.


Es más difícil ahora de lo que solía ser.
Se está haciendo un poco tarde.
Cuando tus ojos deciden lo que deberías ver,
es más de lo que puedes soportar.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Revienta. (Parte 1)

Ella no sabe lo que quiere. Ella esta perdida. Perdida como cada uno de nosotros, en este sendero, el que nos indica que todo está bien, qué no pasa nada. Pero ella sabe bien lo que pasa en realidad. Sabe que hay peligros escondidos y que nadie la va a poder salvar, por que es su turno, y la muerte no juega. Ella viene. Y las miradas, esta vez están perdidas, no hay tiempo para pensar, la salida esta más y más lejana. Y entonces, allí, donde todo y todos tienen miedo; a lo desconocido, a que las cosas salgan mal, sí, esos miedos que son reales, nada de estupideces, porque no va a soportarlo más. Es allí cuando tuvo la visión, de que tenía un destino que cumplir, y si desistía, si abandonaba este mundo, entonces el infierno la estaría esperando.
Pero no lo hizo, se trago sus palabras y regreso a la tierra de los vivos, de los vivos que están muertos, esos que solo piensan en cosas superficiales. Nunca le gusto vivir allí, pero ella tenía algo que hacer, y aquí empieza.

-Quiero algo más que esto Leni. No, no me mires así, quítate de una vez las dudas. Estoy bien, he dejado las ideas de la muerte, estoy aquí, ¿lo ves?
-¿Qué te han hecho?
-Vamos, esta vez quiero escucharte gritar Leni, no te detengas, vamos Leni, vamos. Grítales, a ellos, grítales.
- No estás bien, me voy. Quisiera quedarme aquí. Pero no más.
-¿Qué pasa? Ya no puedo soportar esto, Leni, ¿no lo entiendes? No quiero vivir en un mundo donde todos se interesan por cosas sin importancia. Tienes que ayudarme.

Días antes. Había hecho su plan a la perfección, cada simple detalle, lo había cuidado, no debía dejar nada inconcluso. Estaba segura de que su muerte había llegado.
No tenía a nadie a quien decir adiós. Su único amigo la consideraba una rara chica suicida, así que, cuando se enterara de que ella había tomado la decisión, finalmente, de irse de este mundo, sabía que no se sorprendería en absoluto. Tal vez –pensó, hasta lo va a considerar un alivio, sí, un alivio a la preocupación hacía mí. Leni estará libre cuando termine con esto.
Tomó su chaqueta favorita, y salió a la calle, luciendo despampanante como siempre, con su cabello negro mezclándose con el viento.
Llevaba casi una semana pensando en la manera más fácil de salir de este mundo, pero no lograba pensar nada. Las pastillas eran un método fácil, pero la espera se convertiría en agonía, y tal vez hasta podría arrepentirse. Ahorcarse, eso no era una opción, no. Esperar para ahogarse, eso sería desesperante. Así que cuando pensó que no tenía más opciones, se decidió por una que dejaría a alguien más con la mente llena de culpa, quién sabe, a lo mejor le iba a cambiar la vida a alguien después de muerta.
Se sentó en una pequeña banca, tomó un cigarro, el último –pensó. Atravesó la calle, sin temor alguno, sabía que para una de esas personas, la vida no sería igual. Tomó un último respiro y se paró justo en medio del camino, esperaba que pasara rápido. Que un coche solo pasara y acabara con el dolor, con el sufrimiento que el día a día traía.

-Nunca tuve una sola oportunidad, ¿sabes? Estuve la mayor parte de mi vida sola. Ni siquiera sé qué es la felicidad. Estoy aquí sin una razón. No sé para qué existo, yo no tengo idea.
-¿Qué quieres? Porque no puedes ver lo hermoso de cada día. Eres muy exigente.
-Tú no tienes idea, no tienes ni la más mínima idea, así que déjame aquí. ¡Yo no pedí nacer!, yo solo quiero salir de aquí.

“Sola. Sentada en el vacío. Buscando una droga que calme mí padecer. Siempre estuve sola, bueno capaz no. Capaz siempre tuve a alguien. Pero, de todos modos, igualmente me siento sola. La gente me abandona, me miente, me usa, me traiciona.
Algunas veces quisiera ser normal. Poder pensar en cosas básicas. Que me gusten cosas que a la gente le gustan. Ser aceptada. Ser feliz. LLenarme muy fácil...
Pero no creo que pueda.
La gente es falsa, yo no puedo serlo. Capaz ellos sean mayoría. Pero la ignorancia se mueve en masa. Aunque... si lo pienso bien, no sé que es normal. Nadie lo sabe. Yo solo sé que simplemente no lo soy.
Adiós Leni. Yo ya estoy muerta.”

-Te tomó mucho tiempo despertar, parece que ya estás mejor. ¿Sabes? Intentamos localizar a algún familiar tuyo, pero no hay registro. ¿Quieres que contactemos a alguien?
No se movió. Ni un centímetro, permaneció inmóvil; estaba asimilando la situación. ¿Dónde estaba?, y por qué no recordaba nada. Un recuerdo la golpeó con fuerza, era ella, corriendo, corriendo libremente por un campo, saltando y cantando una alegre canción, ¿estaba soñando? No. Se vio a sí misma en el piso, llena de sangre, y con gente a su alrededor. ¿Había muerto? No. Allí estaba, en una cama de hospital.
-¿Cuánto tiempo llevo aquí?
-No te exaltes, linda. Llevas aquí casi una semana. Gracias a Dios no ha sido grave. ¡Imagina lo que hubiera pasado! Pero él es bueno. Él te ha pagado todo.
-¿Quién…es él?

¿Cielo?
¿Infierno?
No sé donde estoy. ¿Qué es esto? Nunca le he temido al final, a la muerte, a lo desconocido. ¿No pueden aceptar que no hay nada? Es la simplemente la nada misma, ya lo descubrí. ¿Por qué no lo había hecho antes? Las heridas desaparecen, los recuerdos se van. Creo que me estoy yendo. Ya no hay realidad, ya nada existe. No veo luz, mis ojos se acostumbraron a la oscuridad y ahora todo lo que veo son llamas, me están cegando. Pareciera que el mundo se cae, el vacío es abrumador. Ahora me está llegando el arrepentimiento. No hay salida, ¿cómo llegué aquí? Necesito a la oscuridad, la voy a llamar, “ven, por favor”, le digo. Creo que me escuchó. Va llegando, sí, ya está aquí. No hay escapatoria. “Leni…” pienso por última vez.

-¿Qué quieres encontrar a quién?
-Leni, ya te lo expliqué tantas veces… ¿acaso no es simple? Tengo que encontrarlo a él.
-Seguro, ¿pero quién es el él? No estás bien. Ya te lo he dicho. Deberías haberte quedado en el hospital. Estoy preocupado por ti, lo sabes, ¿verdad?
-Yo quiero encontrarlo a él. Eso es lo que quiero. No me importa nada más. ¿Por qué Leni?, ¿Por qué no quiso que yo supiera su identidad?, ¿Qué trata de ocultar?
-¡Nada! Él quiere alejarse de ti porque te has parado en medio de una maldita carretera, y te has dispuesto a morir. A él le tocó pasar por esto. Él creía que ibas a morir, no podía con la culpa, ¿Es que no piensas? Déjalo así, por favor regresa a lo que eras…por favor.

Siempre es lo mismo. Termino llorando hasta quedar dormida, mirando mis cicatrices, mis piernas destrozadas. Todos dicen que he contado con mucha suerte. ¡Mentiras!, no es más que estupidez lo que sale de sus bocas. Suerte hubiera sido si yo hubiera muerto.
Y ahora Leni…él piensa que estoy loca, que he perdido la razón. A veces dice palabras que me hieren como cuchillos. No puede entenderme. Ni siquiera yo misma me entiendo. ¿Por qué me ha pasado esto? Leni dice que yo misma me lo busqué. Me gustaría algún día descifrar todo esto. Duele. El dolor es más fuerte cada día. Siento que si no lo encuentro, cada día que pasa una parte de mí se va.

lunes, 18 de octubre de 2010

Las cosas no son como te las cuentan...

...Aburrición total. O no sé como se diga, el caso es que fui a la convención más aburrida del mundo a la que he ido (es la primera a la que voy; !)
Pero enserio. Fue horrible. No digo que yo no sea medio-nerd, pero eso era territorio NERD, así, con mayúsculas. Tipos y chavas vestidas de sus personajes favoritos, algunos más ridiculos que otros, y lo peor...¡Carisimo! todo mega caro, como si fuera producto exportado...ajá! Lo único bueno era una playera de The Big Bang Theory, pero no había de mi talla.

En fin, creo que no volveré a ir a una convención de Anime, hasta que haya algún actor de doblaje que valga la pena (A.K.A. Enzo Fortuny!)

ahora... veanlo ustedes mismos:

miércoles, 13 de octubre de 2010

Y justo cuando empecé a necesitarte.

¿Cómo sabes cuando es verdaderamente amor? ¿Cómo saber que no es simplemente fantasía, capricho? ¿Qué distingue al amor de los demás sentimientos?
Lo sé lo que quiero. Pero no estoy segura del por qué. ¿acaso es tan difícil? No puedo definir lo que siento, no puedo definir que es lo que me atrajo de esa persona. Sé que es estúpido, sí, sin dudas lo sé. No hace falta ir muy lejos para averiguar que mis sentimientos son los más idiotas del mundo, se confunden con facilidad, cambian constantemente y me vuelven un desastre.

Fuck all this shit about feelings!

sábado, 9 de octubre de 2010

Desastre Natural




I don't know what this girl was after
She's a natural, natural disaster
She's so sexy
I had to have her
She's a natural, natural disaster
Natural disaster

She made the music come to life
Staring me down with those electric eyes
And when she said 'Your place or mine?'
I was delirious, I could not resist to save my life

Dedicado a K. She makes me feel like the creepiest girl ever, but I wouldn't change this feeling for nothing in this world.

jueves, 7 de octubre de 2010

About Life.

Ok, creo que el sentimiento se me está pasando ahora, pero hace apenas unos momentos me inundó una especie de onda, era una onda de alegría. Me sentí tan bien. Con ganas verdaderas de vivir.
Desearía sentirme así siempre, pero no sé cómo.
Esa es una de las cosas que más me preocupa de esta vida. ¿Cómo voy a sobrevivir tanto tiempo? ¿Qué voy a hacer? ¿Algún día encontraré a alguien que me quiera? ¿Qué va a pasar entonces, si por el contrario me quedo sola?

Tengo una vida, que no es mala, lo sé. Pero paso demasiado tiempo en las nubes, soñando con cosas que sé bien jamás pasarán. Desde que me levanto, lo único que hago es soñar, imaginar las cosas que sé mi corazón desea. Pero, ¿sirve de algo? No lo creo.

Paso mis horas y paso mis momentos, soñando despierta. ¡Hasta en las situaciones más absurdas! Raramente hago algo considerado "valiente", "extremo". Si vivo, es a través de las historias que me invento, de las historias que leo.

No sé si soy normal. Pero tampoco quiero serlo. No sé qué es la vida. Pero sé que no la estoy viviendo.

martes, 5 de octubre de 2010

Again and Again.

Sabes que vas a tener un mal día, cuando te levantas y sientes que no has dormido más de 5 minutos. Para empeorar la cosa; has soñado la cosa más espantosa del mundo, y te sientes como una enferma mental.
Sabes que va a ser un mal día, cuando para comenzar las clases te das cuenta que es Matemáticas a primera hora, y tú maestro no hace más que hablar de cosas que no entiendes en lo más mínimo.
Sabes que va a ser un mal día, cuando ese mismo maestro, te deja hacer demasiados ejercicios, "y los tienen que entregar al día siguiente"
Sabes que es un mal día, cuando te paras en frente de la clase, intentando al mismo tiempo leer, dejar de temblar y no tartamudear ni estropear lo que estas diciendo, pensando: "por favor que entiendan el mensaje"
Sabes que definitivamente estas teniendo un mal día cuando la maestra de química te pone a correr como loca buscando cosas que ni tú misma estas segura de qué rayos son.
Y sabes...que el día no puede ir peor, porque tienes que quedarte hasta las 2 de la tarde en la maldita escuela, terminando un maldito trabajo y todo porque perdiste tu USB.
Genial.
Y justo cuando piensas que las cosas no van a ir peor...de veras, no van peor. Sino que te encuentras con un Andrew* en el camión de regreso a casa. ¡Enserio! fue tan genial, se subió al camión y tuve que mirarlo (distingase el énfasis en mirarlo, ¡es que hay tan poco hombres a los que vale la pena mirar!). Era tan perfecto, y era universitario. Me alegró el día, sin dudas.

Que patética existencia poseo.




*Andrew es un chico que es verdaderamente guapo, de piel clara, ojos de color y pelo perfecto, de un físico similar a Andrew VanWyngarden

domingo, 3 de octubre de 2010

Dreaming.


"I can do this" me repetí todo el sábado y hoy por la mañana. Estoy algo ansiosa y claro, también nerviosa, pero al fin he acabado. Y es que voy a participar en un concurso, de un cuento.
Ya de por sí, la expectativa es mucha, pero sólo quiero ser positiva y esperar que algo bueno pase.
El cuento se llama "Otoño" y me gustó, que es lo que más importa. Honestamente en este momento solo pienso "I can feel the pressure"

En fin, estoy sumamente feliz, porque de nuevo voy a ver The Big Bang Theory cada semana, ¡Como amo ese show! El primer episodio fue genial, me encantó Sheldon en su primera cita y Penny diciendo "I'm not a slut", ya quiero que vuelva con Leonard, por favor.
Y luego el segundo episodio, genial, como siempre. Con Sheldon mega preocupado de tener una muerte prematura.
Amo a este show, amo a los personajes.
Y estoy aún más orgullosa, porque Jim Parsons declaró que es gay. Es tan genial que ahora todo el mundo puede decir "Esto es lo que soy y lo que ustedes digan no me importa", algún día voy a ser así de valiente y confesaré yo también.