Como es que a veces es tan complicado hacernos a la idea de que alguien simplemente no es el indicado. Como esta idea resuena en nuestras cabezas, como la más sana, la más "decente", pero decidimos instantáneamente ignorarla, como diciendo "no me importa, yo puedo hacerlo".
Es patético, porque según yo, sabemos de inmediato si un chico es bueno para nosotras o no, y sabemos si salir con él llegará a algún lugar.
Y podemos elegir, a veces, seguir la corriente y fingir que tenemos sentimientos por alguien que simplemente no encaja con lo que queremos, pero por el contrario, a veces nos hacemos ideas estúpidas, pensamos una y otra y otra vez, ¿podía ser?
Y es horrible, porque verdaderamente es una tortura ir por la vida preguntándonos si las cosas van a funcionar al final del día. Ponemos empeño y dedicación en algo que a veces resulta completamente desastroso en un instante. ¿Y acaso vale la pena? no lo sé. Creo que nunca lo voy a saber.
Arriesgar demasiado, comprometerse demasiado, y obtener nada a cambio, eso pasa.
Estoy muy cansada, porque lo que quiero es simple y aun así no lo tengo. Me gustan los chicos que no deberían gustarme, y los que deberían gustarme me aburren totalmente.
¿Es tan difícil? ¿Tengo estándares demasiado altos?
No sé cuántas veces me hecho estas mismas preguntas, a esta misma hora, siempre antes de irme a la cama, siempre peguntándome, ¿y si termino sola...?
Y luego me digo, ¿y acaso no eres lo suficientemente buena para ti misma?, ¿qué más necesitas?
Y luego suspiro y recuerdo un nombre en particular y me pregunto qué está haciendo ahora mismo.
Está bien, sé que está bien.
Tengo que quitarme el montón de ideas que me metí en la cabeza hace cuatro años. esas que decían que tal vez podría haber encontrado al indicado.
Una vez, hace más de cuatro años, una profesora de psicología nos dijo en una clase, "Y saben, yo estuve enamorada a los 18 años, y me engañaron, y yo lo quería...pero un día entendí que no porque te acostarte con alguien significa que le aguantes todas sus pendejadas".
Y yo no le puse mucha atención en el momento, pero años después, esa frase resonó por mi cabeza por muchos días, semanas, meses. Y yo quería hacerle caso, pero no podía.
Porque esta idea, esta, de que al primer hombre de tu vida es el indicado resonaba por todo mi ser y no me dejaba dormir.
Y tomó mucho tiempo entenderlo, pero creo que ya, aquí está. No más.
No más de lo mismo.
Ya no.
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