No puedo descifrar qué es lo que me hace ser de esta manera. Ya perdí la cuenta de las veces que me cansé y dije la frase, "qué aburrido". Ya perdí la cuenta de las veces que me arrepentí de haberme arriesgado en primer lugar.
"Destino", es la palabra que la gente usa para justificar el no hacer nada. "Seguramente no está en mi destino, por eso no ha sucedido". ¿Y si no depende del destino?, creo que depende de nosotros. Ya lo he dicho antes, y lo diré una vez más, yo creo en el destino como creo en dios, solo cuando me conviene. Y si estoy dando tantas vueltas a este asunto es por una simple razón: quiero algo, y sé que depende enteramente de mí conseguirlo, y es sencillo, solo tendría que arriesgarme un poquito, pero es que no me atrevo, no, porque el miedo a que esta cosa me aburra después de que la obtenga, es muy grande.
Pero aquí estoy, una noche más, fantaseando con obtener algo, cansada de cosas que ya tengo, pensando en cómo arreglarme, como reparar este vacío que no parece tener remedio.
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