Recuerdo haber crecido odiando el olor y sabor a cereza, pero lo que no sabía que ese sabor era falso, pero crecí creyendo que era real hasta que un día de verano mi suegra compró un botecito con cerezas amarillas, primero que nada yo estaba como "¿cerezas amarillas? qué pedo", pero bueno ella me explicó que son una clase que es más buena, un poco más ácida, y un poco más cara, y tuve que probarlas, y para mi sorpresa me gustaron bastante.
Recuerdo haber crecido tomando tés con mi mamá, ella de canela o menta, yo de jengibre o verde, en casa nunca tuvimos una tetera, siempre hervíamos agua en una ollita pequeña y listo, o si tenía mucha flojeta pues en el microondas por uno o dos minutos, yo ni siquiera sabía de la existencia de las teteras hasta que de nuevo mi suegra me mostró un día: "mira solo la enchufas, le pones poquita agua, o la que necesites y en uno o dos minutos el agua estará hirviendo", yo no lo podía creer.
Recuerdo que cuando estaba en la secundaria, como en segundo año, un día me descubrí una bolita en mi pecho, en mi pezón específicamente, y me entró un miedo tremendo, no sabía a quién decirle así que le dije a mi mejor amigo en clase de computación, y ese fue un gran error porque a la media hora ya toda la clase sabía.
Después de llorar por lo que se sintió como una eternidad en el baño de mi casa, decidí decirle a mi mamá, que solo me pidió ver mis pezones y me dijo "estás bien, eso es normal", yo dije algo como "¿estás segura?", y ella se rió bajito "no te preocupes, vas a estar bien", yo le expresé lo preocupada que había estado todo el día con un miedo horrible porque pensé que tenía cáncer. Ella se río de nuevo, eran extrañas las ocasiones en que veía a mi mamá reír.
10 años después mi abuela murió de cáncer.
Aún recuerdo verla morir, acabarse poco a poquito y sentir una impotencia horrible en todo el cuerpo.
Hace dos años le diagnosticaron a mi suegra cáncer de mama, cuando mi novio me dijo en lo primero que pensé fue en mi abuela, no estaba lista para volver a perder a alguien por el cáncer. No estaba segura de que él supiera lo horrible que es. Afortunadamente mi suegra tuvo una operación satisfactoría, y hasta ahora sigue en remisión.
Recuerdo el pánico de no saber si mi mamá volvería por mí una vez que me dejaba en la escuela, algo dentro de mi siempre tuvo la sensación de que un día iba a desaparecer, y aún me pregunto por qué.
1 comentario:
Carajo, mi familia le tiene fobia al cancer, en serio, y se lo dije a mi comadre Lau la chida, chéquense cada 6 meses, pero así bien bien, yo lo hago y aún así estoy todo tembloroso, puf, no sé qué decir la verdad.
Publicar un comentario