domingo, 24 de mayo de 2015

El país de las maravillas

Luces parpadeando y de repente dimos una vuelta equivocada y caímos en el agujero del conejo.
Me agarraste fuerte porque nada es lo que parece, y estuvimos girando sin control.
¿No nos dijeron que no nos apresuráramos?
¿No me miraste con tus ojos verdes?
¿No has escuchado lo que le pasa a las mentes curiosas?
¿No parecía todo nuevo y emocionante?
Sentí tus brazos apretándose alrededor de mí.
Debí dormir con un ojo abierto por la noche.

Encontramos el país de las maravillas, nos perdimos ahí y fingimos que podía durar por siempre.
Encontramos el país de las maravillas, nos perdimos ahí, y la vida nunca fue peor pero tampoco mejor.

Así que seguimos nuestro camino, demasiado enamorados para pensar claramente, completamente solos o eso parecía.
Pero había extraños mirando y los susurros se convirtieron en conversaciones y las conversaciones se convirtieron en gritos.
¿No nos dijeron que no apresuráramos las cosas?
¿No me miraste con tus ojos verdes?
¿No calmaste mis miedos con una sonrisa como la de Cheshire el gato?
¿No se veía todo nuevo y emocionante?
Sentí tus brazos apretarse alrededor de mí.
Todo es juegos y diversión hasta que alguien pierde la cordura.

Te busqué pero te habías ido, supe que tenía que regresar a casa.
Buscas en el mundo algo más que se sienta de la manera en que solíamos sentirnos cuando estábamos juntos.
Y al final, en el país de las maravillas ambos enloquecimos.

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