¿Qué quiero REALMENTE?, ¿Por que siempre complico todo?
Hay dos caminos, uno de ellos tan lindo y a la vez tan sencillo, pareciera que podría recorrerlo sin contratiempo alguno, pero hay un problema: me aburre. Porque está tan accesible, que no representa ningún desafío para mí. No quiero decir que no quisiera recorrerlo, pero hay algo en mí que no me deja ni siquiera dar el primer paso.
Y está el segundo camino: lleno de baches, de pozos, de peligro. Y me emociona tanto que un día sin pensarlo me adentré en él, y lo que descubrí me gustó muchísimo. Y ahora no puedo dejar de pensar en que quiero regresar a él. Pero es que es muy difícil, y sé que si lo hago, lo más probable es que termine herida.
¿Qué es lógico en esta historia?
Creo que la mayoría diría que me decida por el primero: seguro, confiable, sin obstáculos.
Pero es que yo quiero regresar al segundo. No puedo dejar de pensar en lo peligroso que sería y lo emocionada que estaría cada día al descubrir cosas nuevas.
Pero es que el segundo camino es complicado.
Y aunque a mí me gusta lo complicado, siempre termino por salir lastimada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario