Acababa de escribir acerca de ella y apareció
no voy a negarlo
me dejó en shock.
Fue casi como un recordatorio
estaba cerca
nunca me abandona.
Apareció, así de la nada
en los labios de mi mejor amigo
con sus palabras
y hasta se rió un poco de mi ingenuidad
"mira quién tiene la última palabra."
Las lágrimas no dejaban de salir
lancé un grito desesperado
que terminó ahogándose en mi garganta.
No es justo
nunca es justo
ella no distingue
no sabe.
No importa si tienes 2, tienes 26, tienes 82
llegará a recordarte lo que venías negando:
es inevitable,
aunque a veces se olvida.
miércoles, 25 de octubre de 2017
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