Después de que Tefi le contó todo lo que había pasado y le hiciera prometer que no se lo diría a Mauricio, Morgan se sentía entre la espada y la pared. Nunca le había gustado guardar secretos y mucho menos a Mauricio.
Ambos se encontraban desayunando en la cama de Morgan, Tefi aún tenía los ojos rojos debido a que había estado llorando casi toda la madrugada.
-Justo cuando creí que las cosas iban a mejorar -repetía una y otra vez.
-Pero no entiendo por qué te sientes mal Tefi, a fin de cuentas no pasó nada, ¿o sí? -y ella negó con la cabeza mientras le daba un sorbo largo al té que Morgan le había preparado.
-Lo que me duele es que me fui con él, sin importar que no haya pasado nada, me fui con él -y las lágrimas de nuevo la inundaron, Morgan la abrazó con ternura y le dijo:
-Pero es que tomaste mucho.
-Exacto -contestó ella mientras hundía la cabeza en su hombro.
Días después Paul realizó una visita inesperada a Tefi cuando ella salía de trabajar.
-Hola -dijo ella sorprendida, ya que no lo había visto desde su regreso -¿qué haces aquí?
-No es exactamente la bienvenida que estaba esperando, pero, ¿quieres ir a cenar?
Unos minutos después se sentaron en un bar y ambos pidieron cervezas.
-¿Entonces? -comenzó Tefi -¿me vas a decir qué demonios está pasando en esa cabeza tuya?
Y Paul solo se río, pensaba en lo mucho que había extrañado a Tefi, en las posibilidades que había tenido con ella cuando eran apenas unos niños, y en lo raro que se sentía estar ahí, a solas con ella.
-Pues, ya sabes todo, supongo que Mauricio te lo contó -Y Tefi solo se río y dijo que sí mientras pedía otra cerveza.
Tefi le explicó todo lo que había pasado en su vida desde que Paul se había marchado, y él le contó todo lo que había acontecido desde su regreso.
-Wow, no puedo creer que seas tan idiota -le respondió ella -mira que quedarte con en casa de tu ex después de que ella te engañó y te dijo que te fueras a la chingada, ¿a quién me recuerdas? -hizo una pausa y se llevó la mano a la barbilla -¡Ah!, claro, a mí hace algunos años-y ambos rieron.
-¿Cómo lo hiciste? -la miró a los ojos -¿cómo pudiste seguir después de lo que te hizo tu ex?
Tefi pidió una cerveza más y luego pensó durante un rato.
-La verdad es que no sé, no recuerdo el momento exacto en el que dije, "ya basta", pero después de haber intentado quitarme la vida varias veces, creo que me di cuenta de que no podría ponerme peor, así que tuve que decidir salir del pozo -lo miró con ternura y le sonrió -tú también vas a terminar saliendo, no te preocupes -Y se acercó lo suficiente como para darle un pequeño beso en la mejilla, Paul sonrió, sonrió de verdad.
Mauricio salió un martes con su ex. Le habló a Tefi cuando estaba en camino.
-¿Qué quieres que te diga? -le respondió ella -Ya sabes lo que opino de todo esto.
-No va a pasar nada -le repetía él una y otra vez -solo vamos a hablar y arreglar asuntos pendientes.
-Ajá, claro, llámame cuando vuelvas con ella -y le colgó. Mauricio, al otro lado de la linea, se río bajito y se preguntó si verdaderamente solo iba a arreglar asuntos pendientes, porque con su ex todo siempre terminaba convirtiéndose en un caos. Luego pensó en Morgan y Tefi, en cómo el amor verdaderamente los había jodido a todos, incluso a Paul, que se veía tan estable hasta hace apenas unas semanas.
Y cuando finalmente vio a su ex de espaldas, sentada y esperándolo, emitió un suspiró y pensó "bueno, aquí vamos."
Tefi tomó un camión el jueves sin decirle a nadie, y el viernes a las 7 am, estaba sentada en el aeropuerto cuando vio que su celular no paraba de recibir mensajes. "¿A dónde crees que vas?" le decía Mauricio, "hey, ¿qué onda contigo?", escribía Paul. Y cuando Mauricio, después de no recibir respuestas, le llamó, ella finalmente atendió el teléfono.
-Hey -dijo.
-¿Es en serio Tefi? - respondió Mauricio, que claramente se acababa de despertar -¡¿Es en serio?!
-No me digas nada -y se le escapó una risa casi inaudible.
-Estás loca, Tefi, Tefi, Tefi, ¡estás loca!
-Todos ocupamos cometer locuras de amor de vez en cuando, especialmente nosotros, ¿no crees?, nosotros los jodidos miembros del club del amor.
-Haz lo que quieras, salúdamelo al menos, tienes mi bendición -y ambos rieron -Te veo pronto, te amo.
-Te amo -respondió ella y finalmente dijo: -te llamo cuando esté en otro país.
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