Descargué Tinder por primera vez cuando estaba en mi último año de universidad porque quería saber de qué se trataba y por qué tanta gente estaba tan obsesionada. Tuve dos citas con un chico que era demasiado bueno para ser verdad y que al final creyó que yo no estaba interesada en absoluto así que dejó de mandarme mensajes. Luego salí con una chica que resultó que tenia novio así que ese fue el fin.
Pero todo el mundo parece tener una historia con Tinder: están los que encontraron el amor verdadero ahí, incluso asistí a la boda de una pareja que se conoció por medio de la aplicación.
Están los que solo quieren divertirse un rato y lo primero que te dicen es "¿te interesa tener sexo?", están los que no han superado a su ex y quieren ver si encuentran algo.
Y están las personas como yo, que tienen el corazón demasiado lleno de sentimientos como para empezar algo casual, y por eso siempre terminan lastimadas a final de cuentas.
Las personas no son desechables, pero Tinder -o cualquier otra dating app- nos hace creer que así es. "Si no funciona con este, a fin de cuentas hay una infinidad de opciones."
Los sentimientos tampoco son controlables, no somos robots, no tenemos un switch donde apagarlos. Pero al parecer si se trata de algo de diversión a cambio de dañar a otras personas, pues, qué más da.
Y sobre todo, ¿el romance ya murió?, ¿qué puedo esperar si hoy en día la manera de conocer gente es a través de un teléfono?
Salgo a los bares y la mitad de la gente está mirando las pantallas de su celular, documentando, teniendo un falso sentido de que sus vidas están siendo correctamente vividas. Pero a fin de cuentas, ¿quién soy yo para juzgar?
Las relaciones son complicadas porque ya nadie confía. El otro día estaba leyendo en Twitter a una chica que alababa la relación de sus padres solo porque podían usar el celular del otro sin que eso ocasionara conflictos.
¿Eso es el amor en nuestros tiempos?, ¿ser capaces de vivir sin secretos que posiblemente comprometan nuestra relación?, ¿vivir libres de engaños?
Qué estupidez.
Pero, aquí estoy, preguntándome si acaso salir a la calle y conversar con extraños me llevará por un camino distinto a si solo me quedo en casa y hablo con extraños vía una aplicación.
No dejo de creer en el amor a pesar de todo, pero a veces creo que el amor ya dejó de creer en nosotros y se marchó lejos. Habrá que encontrar la manera de traerlo de vuelta.
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2 comentarios:
... teniendo un falso sentido de que sus vidas están siendo correctamente vividas, me gusto!
Henri! gracias, muchos saludos! :)
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