-Tengo noticias, voy a renunciar.
"Una decepción más a la lista", pensó. Luego de unos meses de pensar y pensar decidió entrar a psicología. Era lo más fácil, quería entender a la gente, quería algo que le ayudara a inspirarse. Pero su mayor inspiración siempre venía del amor. Cuando cumplió 14 años y le regalaron una guitarra sintió que finalmente el mundo comenzaba a tener sentido. Comenzó a componer canciones, todas acerca del amor, acerca de la vida y acerca de querer encontrar un sentido. Sabía que su pasión era la música, pero poco a poco fue dejándola a un lado, tenía que ir a la escuela, tenía que hacer tareas, sacar buenas calificaciones, encontrar un buen trabajo. La música era importante, pero no lo era tanto. Hasta que llegó a Finlandia. Y se encontró por primera vez sin nada que hacer realmente. Había ahorrado por dos años, tenía dinero suficiente, se dijo que se dedicaría a componer, pero la inspiración no parecía llegar.
-¿Segura que estás bien con que me vaya a trabajar y quedarte sola?
-Adam, no soy una niña pequeña a la que tienes que cuidar, voy a estar bien -pero en el fondo sabía que estaba mintiendo. Habían pasado dos semanas desde su llegada a su nuevo hogar. Todo le parecía hermoso y sentía que estaba viviendo en un sueño. Pero sabía que la realidad no tardaría mucho en aparecer: Adam volvería a trabajar después de 1 mes de vacaciones y ella tendría que pensar en un plan.
-¿Quieres que les hable a mis amigos?, podemos salir todos esta noche si quieres.
Tefi no respondió, a pesar de que amaba el esfuerzo que Adam estaba haciendo, todos en la ciudad parecían demasiado serios, además empezaba a hacer demasiado frío.
-Tefi, mírame, ¿segura qué estás bien? -y la tomó de la barbilla hasta encontrarse con sus ojos, Tefi dijo que sí con la cabeza. Entonces, la besó dulcemente para después salir de la casa.
*1 año antes*
Sabía que quería ver a Lucas. Pero si sus amigos se enteraban le reprocharían al instante. No había parado de mandarle mensajes, "te vi aquí, sé que estás allá". No quería volver a caer en su juego pero sabía que le iba a resultar imposible.
"Quiero verte", le escribió. "mismo lugar, a las 11 pm"
Y cuando se hizo la hora salió de casa con la excusa de que vería a Mauricio. Se había arreglado como quien va a una cita romántica: con lencería de encaje un vestido que apenas y le cubría lo que debía de cubrir. Llegó a la playa, estaba nerviosa por alguna razón. Se sentó en una de las tantas sillas que los restaurantes dejaban en la arena. Estaba a punto de mandarle un mensaje a Lucas cuando escuchó una voz que le resultó familiar. "¡Mierda!", pensó, mientras se levantaba de la silla y caminaba lentamente, casi agachada. Cuando estuvo lo suficientemente lejos, finalmente sacó su celular.
"Mauricio está en la playa, no es seguro verte aquí", "¿entonces?", recibió como respuesta casi al instante.
-You fucking bitch! -y unas manos la tomaron por la cintura -¿estás haciendo lo que creo que estás haciendo? -y luego Mauricio le quitó el celular mientras reía, pero cuando leyó los mensajes, dejó de reír casi instantáneamente. -Tefi -dijo casi en un susurro -debes estar bromeando.
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