Un día en la playa, él estaba borracho y ella se acercó, solo por diversión, ya lo conocía y sabía su reputación, pero aún así, quería por lo menos hablar con él.
-Dime cómo te gustan los hombres, soy todo lo que quieres -dijo él, con aires de seguridad infinita. Ella solo río un buen rato.
-Vamos a sentarnos -siguió él.
Se sentó en una silla y le indicó que se sentara en sus piernas, ella se rió pero obedeció, él intentó besarla y ella se dejó, luego, intentó meterle la mano por debajo de la falda y ella lo apartó en seguida.
-¿Qué haces? -dijo él.
-Ya sé lo que dicen de ti.
-¿Qué sabes?
-Eres...-y pensó qué palabras usar - como vulgarmente dicen, un puto.
Y él rió. La besó de nuevo y seguía intentando tocarla, ella lo apartaba.
-¿Tú sabes con cuantas mujeres he estado? -ella dijo que no con la cabeza -me buscan mujeres casadas, con novios, más grandes, más chicas que yo.
-¿Y quién te gusta más? -dijo ella retándolo.
-Obviamente las que son más grandes que yo, ¿qué puedo hacer con las que son niñas?, nada, ellas no saben nada, pero si son mayores, significa que tienen experiencia y me divierto más.
-¿Y qué sientes después?, ¿cuando ves a sus parejas o a sus esposos?
-¿Tengo qué sentir algo? -dijo riéndose.
Ella también se río, luego, se paró, dijo que iba al baño y ya no regresó.
-
Día 30. Una canción que te recuerda a ti misma: Bubblegum bitch - Marina and The Diamond.
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