domingo, 29 de septiembre de 2019

Dentro de todo lo bueno algo malo

A little drama never killed nobody, o al menos eso es lo que mi mente piensa bastante pero bastante seguido.
Y luego, después de analizar esto por un buen rato mientras miraba Glow en Netflix, me di cuenta de algo esencial: las series me han enseñado que sin drama no hay historia, las series me han enseñado que cuando todo está bien, algo malo tiene que pasar.

Y, esto obviamente no tiene nada de malo, digo, sin drama no hay rating quizás, pero en la vida real, no puedo pasarme todo el tiempo pensando que algo malo pasará.
Justo hace poco estaba hablando de esto con mi mejor amigo, de cómo a veces incluso para quedarme dormida me cuesta mucho trabajo y ayer, ugh, ayer fue la cereza del pastel: fui a mi ex-universidad a tomar un curso y después me vi con una de mis mejores amigas y estuvimos juntas por un buen rato y de verdad que hace mucho no me dan ataques de ansiedad, pero ayer no podía dejar de pensar que en cualquier momento me iba a desmayar e iba a dejar a mi amiga con cara de wtf. Así que me calmé, pero llegué a casa y las lágrimas no pararon de salir y salir.

Hoy en la mañana me quedé pensando en lo mucho que me cuesta relajarme, no puedo vivir sintiendo que todo está bien -por más patético que eso suene. Pero tengo que aprender, a relajarme, a respirar y a disfrutar el día a día.

Debo dejar de pensar que algo malo se esconde y me espera, debo dejar de hacerlo.

martes, 24 de septiembre de 2019

Transforma las heridas de tu infancia - Capítulo 5

La situaciones típicas de vergüenza son el color de piel, la pobreza, el alcoholismo, el abuso, la disfuncionalidad en las familias; los secretos que no se expresan de la familia, como el hermano gay, la hermana que se droga, la tía que se suicidó, las peleas de nuestros padres, las deudas, en fin, todos esos secretos conforman una personalidad que te hace sentir inadecuada, no digna, que algo está mal en tu ser.
Esta manera de verse se copia casi siempre de la madre. Ella transmite la vergüenza por lo que somos.
Quizá sea una herida que no tenga el sistema, o por alguna experiencia de abuso sexual, algo típico en esta herida. El silencio en torno a la experiencia de abuso y la vergüenza que genera en la víctima provocan una herida a nivel individual y no de sistema.
Como cuando comes algo descompuesto, de inmediato debe ser expulsado. El problema es que el
secreto está alojado en la psique y nosotros debemos darle salida. Al no encontrar cómo sacarlo, elaboramos conductas compulsivas que nos hacen sentir alivio o nos dan protección ante eso que tragamos y sabemos desahogar.

Personalidad herida de humillación

Complaciente, generosa y busca ser aceptada y agradable a toda costa. Es como una mamá o un papá protector con sus amigos y familiares. Resuelve problemas, escucha a los demás, pone su atención en todo lo que los demás necesitan y es capaz de hacer cualquier cosa por sus amigos, aunque esto le
genere un conflicto de valores, de tiempo, dinero y esfuerzo para ella.
Es el pago para ser aceptada por todos, porque ella se rechaza.
Si alguien tiene algún problema, aunque no se lo pidan, buscará cómo resolverlo.
La codependencia hace a la persona incapaz de mirar sus necesidades.
Sufre un abandono muy significativo, por lo que desarrolla una herida conjunta que es la de abandono.
Otro aspecto de esta personalidad es el desarrollo de hábitos masoquistas. Incapacidad de mirarse y cuidarse, se desconecta de sus necesidades y encuentra una forma de infligirse un dolor que le da cierto placer.
El autocastigo puede estar detrás de hábitos como fumar, aguantarse para tomar agua para hacer pipí, no ir al doctor, soportar relaciones de abuso, pagar las cuentas de otro, comer como desesperado, tener sexo doloroso, ser el payasito de la fiesta, etc.
La relación con su madre suele ser de atadura y poca libertad. La siente como un peso, una responsabilidad, alguien que condiciona su ser y a la cual debe complacer, cumplir sus expectativas.

Características físicas

Un cuerpo graso, sobrepeso en vientre, espalda y abdomen. La combinación con la herida de abandono hace un cuerpo regordete, con partes flácidas y caídas. La cara redonda y la mirada de niño. Cuello grueso, espalda ancha y jorobada. Padecen mucho dolor de espalda por el peso que cargan.

Emocionales

Se responsabiliza de las personas y vive mucho en la culpa. No sabe ser libre y estar a cargo de sí y de su felicidad
Cuando te mueves desde la culpa, también hay mucho enojo, necesidad de castigarte o sacrificarte.
Odias el control, pero al final lo propicias por falta de límites, actitudes pasivas y relación no resuelta con la madre, quien también te controlaba.

Creencias

Las creencias detrás de estas actitudes son: no merezco, no tengo derecho a ser libre, a ser yo misma. Puedo ser valiosa en todo lo que hago pero no lo permito. Mis necesidades no son importantes. No merezco ser respetada.

Tareas de desarrollo inconclusas

La primera forma de respeto es contigo y después con los demás.
Cuando establecemos alianzas con el sistema familiar, salir de esos hábitos es un reto mucho más fuerte. Es muy importante tener paciencia, salir de la posición de víctima y construir poco a poco, en la relación contigo y el trato con los demás, el respeto y el valor.
Salir del patrón a veces nos hace sentir que ya no somos parte de ellos pero hazlo por ti y por todo tu
sistema, porque en la medida que salgas de ese patrón, cambiarás los modelos de todos los que vienen detrás de ti.

El veneno de tu personalidad es:

  • Ignorar tus necesidades
  • Hacer por otros lo que no eres capaz de hacer por ti
  • No poner límites y permitir abuso
  • Sentirte una víctima de los demás sin hacerte responsable de lo que
  • permites
  • Ayudar a los demás a costa de ti
  • Criticarte, humillarte y compararte
  • Estar atrapado en tus actividades
  • Tus posiciones pasivas de aguantar y aguantar

El antídoto de tu personalidad:

  • Generar espacios para disfrutar en libertad
  • Aprender a escuchar y respetar tu cuerpo
  • Ir al doctor, cuidar tu salud
  • Enfocar lo valioso de ti y sentir orgullo por eso
  • Ponerte límites y a los otros
  • Crear relaciones adultas en libertad.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Mi día 1

Cada que regreso de vacaciones y vuelvo a "mi vida real", me gusta reflexionar acerca de todo aquello que cambia, todo aquello que me deja y lo nuevo que llega.
Hoy volví a mi tienda, y para ser honesta, me emocioné bastante porque me compraron cosas al instante pero el resto del día ha estado solo.
Me dio hambre, comí, acabé Élite parte 2, debo leer pero me da flojera, debo hacer un reporte psico-pedagógico pero me da flojera.
Hoy compré un vuelo a Toronto, sí, otra vez.
Es lo más loco que he hecho en mucho tiempo. Yo, descubriendo que el amor existe y luego -como en las películas- comprando un billete de avión para ver a mi persona especial.
Lo que no cuentan en las películas es que después de comprar el boleto nos quedamos pobres y sobrevivimos a base de plátanos, arroz y lentejas, así hasta volver a tener dinero (o eso espero).
No me quejo, ni lo haré. Amo mi trabajo, espero tener más pacientes y alumnos hoy por la tarde, espero recibir alguno que otro pago y sentirme menos ansiosa (nunca había vaciado mi tarjeta, hasta hoy).
Dicen que la vida pasa mientras uno hace planes, yo tengo dos viajes en menos de 1 mes, cero pesos y el corazón contento.
¿Qué pasará?
No puedo decirlo, no quiero pensarlo pero me emociona completamente.
Estoy feliz por volver a ver a mis niños hoy, voy a bailar de nuevo el jueves y volví a mis clases de guitarra.

Todo va bien, la vida es buena y estoy agradecida.

Canadá, te veo pronto.

jueves, 19 de septiembre de 2019

El corazón y su sentimentalidad

Es difícil sentir demasiado, a menudo siento como si hubiera algo que me presiona el pecho y no me deja respirar, o a veces, en medio de algún momento que se siente demasiado trágico o demasiado mágico, las lágrimas simplemente llegan sin anunciarse y pienso, "nada puede estar bien para siempre".
Tengo mucho miedo, miedo de que así vaya a ser toda la vida, de nunca estar conforme, de este sentimiento que me dice que no merezco lo que tengo.


Había tenido días muy buenos, y tengo esta tendencia a pensar que cuando el corazón está tan lleno, para evitar explotar necesito dejar ir algunas cosas, necesito desinflarlo un poquito. Quizá eso está pasando ahora mismo, porque por alguna razón no puedo parar de llorar, y la presión en mi pecho me dice que algo no está bien. 
Esta soy yo todo el tiempo, pensando demasiado, haciendo teorías que no tienen sentido, todo con tal de entender a este músculo que me mantiene con vida.
No quiero perder nada, no quiero dejar ir recuerdos y tener que conformarme con aquello que quede adentro, pero es que de otra manera no podría aguantar. Quiero creerme merecedora de todo lo que me está pasando, quiero dejar de dudar, quiero dejar de pincharme el corazón, preferiría que explotara a tener que estar viviendo esto una y otra vez...

lunes, 16 de septiembre de 2019

Por favor no me olvides

Tal vez es alocado
esperar que yo cruce tu mente tan a menudo como tú cruzas la mía.
¿Realmente puedes llamarlo cruzar cuando estás ahí todo el tiempo?
Residiendo.
Quedándote.
Existiendo.
Son palabras más adecuadas.

Pero lo espero.
Espero que me veas en los lugares donde estuvimos juntos:
sentados en los restaurantes
esperándote al cruzar la calle con ningún lugar a donde ir excepto a tus brazos
caminando con las manos entrelazadas.
Espero que me veas cuando cierres los ojos,
que recuerdes la manera en que las palabras sonaban en mi boca,
y las risas.
Conduciendo en tu carro,
espero que me veas en el asiento del pasajero,
siempre inclinándome hacia ti,
pasando mis manos por tu cabello de vez en cuando,
durmiendo camino a casa. 

La banca donde el beso sucedió y te vi tan cerca por primera vez,
todo lo que pude pensar fue
“demonios”.

viernes, 13 de septiembre de 2019

La vida después de las vacaciones

Sí, aún tengo una semana más para ser libre y hacer lo que quiera, pero siento que una parte gigante de mí se quedó atrás y quiero volver para recuperarla.
No es justo, que haya cosas increíbles allá afuera y que solo las pueda tener por lo que se siente como un segundo.
Y sé que soy afortunada por el simple hecho de haberlas tenido, pero es que no es suficiente.
Solo quiero volver, no quiero olvidar, quiero creer que las cosas buenas pueden pasarme sin tener que perder nada, quiero creer que he sido lo suficientemente buena como para merecerlas.
Y saber que este corazón que siente demasiado es correspondido, que ahí, lejos y a la vez no tanto hay alguien que piensa en mí y sonríe.
Quiero creer que es posible, no quiero que este sea solo un capítulo más de mi vida, quiero el punto final, ese que lo cambia todo para siempre.
Quiero ser mejor
Quiero crecer
Quiero conocer tantas cosas
pero sobre todo
Quiero volver.

viernes, 6 de septiembre de 2019

Costillas

Sé que te vuelve loca el pensar en que estás creciendo -¡finalmente estás creciendo!, y quisieras poner pausa pero eso no será posible nunca.
Mamá y papá te llaman para saber si estás bien y sientes su amor aún estando lejos.
Te levantas temprano y sales a caminar, quieres desayunar pero no tienes efectivo, no importa. Te detienes a mirar el bosque, el parque, todo es tan bonito, quisiera que se quedara en tu memoria para siempre. El olor a una nueva ciudad, las casas con sus pequeñas escaleras y tu nuevo cuarto que huele a menta.
Casi crees estar perdida pero encuentras el camino fácilmente una vez que te pones en marcha...
Así ha sido siempre, ¿no es así?
Cuando más perdida creías a ver estado solo bastó dar unos pasos para volver a encontrarte. Lo que cuesta trabajo es empezar, creer en ti misma, y una vez que lo logras descubres que eres y siempre serás imparable, como un huracán que arrasa a donde sea que va.
¿Puedes verlo?, estás sola, pero estás contigo y eso es lo que importa.
Sé que te vuelve loca pensar en que permanecerás sin alguien a tu lado, pero date tiempo, mírate ahora y piensa en el último año: magia por doquier. Eres independiente, eres fuerte y eres inteligente.
Eres la mujer de tus sueños.
Así que mientras camines en la calle, sonríe y abrázate, di cuánto te quieres y qué tan orgullosa estás de ser quien eres.
Ríe hasta que las costillas duelan y dales las gracias por aguantar a ese corazón tuyo que se ha roto una, diez, cien veces y sigue latiendo.
Así como tú,
justo como tú.

jueves, 5 de septiembre de 2019

La nueva aventura comienza

Estoy muy nerviosa pero aún más emocionada, esta nueva aventura comienza y por primera vez estaré yo sola.
Estoy muy feliz, y con mariposas en el estómago.

Canadá, te veo en unas horas.