martes, 5 de octubre de 2021

Tefi en el concurso

 Después de 1 mes y medio componiendo y yendo a clases, Tefi se hace amiga de uno de sus compañeros; Aldo, y un día después de clases van a un bar a tomar una cerveza y hablar acerca de sus vidas. 
Aldo ha estado componiendo desde muy pequeño, y al igual que Tefi, tiene el sueño de convertirse en un compositor reconocido, había estado trabajando en un estudio de la Ciudad de México, pero por la pandemia, tuvo que regresar a GDL. 
Tefi le habla del viaje que ha hecho durante los últimos 4 años: desde vivir en GDL, regresar al Pueblo y encontrarse a sí misma y luego volver a GDL para estudiar composición y música. 
-Tienes que escribir de todo eso en tus canciones.
-Eso hago, quiero hacer un álbum que lleve a la gente por el mismo camino que yo tuve que pasar.
Aldo le platica acerca de un concurso que finaliza inscripciones en una semana. 
-Deberías de entrar, el premio son 200 mil pesos y vas a firmar contrato para grabar tus canciones.
-Pero yo no quiero ser cantante Aldo, yo solo quiero componer.
-El contrato no especifica que tengas que ser tú la que canta, ya tienes bastantes canciones, ¿no?, creo que deberías inscribirte Tefi.

Una semana después, Tefi completa el formulario de inscripción, manda sus canciones, enciende una vela y le pide al universo que le conceda ganar. No solo porque sería increíble ganar 200 mil pesos, sino porque significaría tener una oportunidad increíble. 
Pero cuando vuelve a sus clases, empieza a dudar de sus canciones, de si estaban el nivel correcto, de si pudo haber hecho mucho más, arreglos aquí y allá, letras diferentes. Tefi se va a casa y llora porque está segura de que no es lo suficientemente buena. 

Y así pasa semanas sin componer, sin escribir nada más porque no quiere defraudar a nadie. Habla con su psicóloga y tienen una plática profunda. “Tefi, ¿de dónde viene este miedo tan repentino?, ya habíamos trabajado mucho en tu autoestima y tu valor. ¿Qué pasó?”, Tefi llora y llora, no puede parar de hacerlo. El llanto sale a mares. “¿De que hablas en tus canciones Tefi?” Y ella responde entre sollozos que hablan de su vida, de sus amigos, de los amoríos y amores que ha tenido en la vida real y en su cabeza. 
-¿Esas canciones son importantes para ti Tefi? -sí
-¿por qué?
-porque con ellas me hablo a mí misma, me cuento mi historia y así soy capaz de superar cualquier cosa, me siento invencible. 
-A mi me parece que no tienes que demostrarle a nadie que eres buena, si escribes como lo has hecho hasta ahora, entonces no tienes nada que probar. 
-¿y si no ganó el concurso?
La psicóloga sonríe, Tefi se seca las lagrimas con un pañuelo y también sonríe. 
-El concurso ni siquiera importa, ¿verdad? -responde finalmente Tefi. 
-Sigue componiendo, creo que tu y yo sabemos muy bien que viniste al mundo a contar tu historia. 

Días después anuncian a los ganadores y Tefi recibe un email donde le dan las gracias por participar pero le informan que lamentablemente no ganó. Una pequeña lágrima cae y se desliza por su mejilla, luego cierra su computadora y toma su guitarra, toca una, dos, tres notas y comienza a tararear. 

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