miércoles, 13 de octubre de 2021

El rechazo no tiene nada que ver conmigo, ¿o si?

 Cinco días después de haber regresado a mi Hometown, y ya tuve una cita, aunque un poco extraña, como la mayoría de mis citas, porque nos vimos junto con dos de mis mejores amigos, en la playa, fuimos a cenar y luego tuvimos una pequeña reunión en casa de mi BFF, donde tomamos tequila y bailamos y cantamos, y luego ahora sí, nos quedamos solos. Bueno, supongo que debería hablar de mi cita, ¿no?, resulta que también se llama R. y no, no estoy bromeando, y es Alemán, y estará viviendo en mi pueblo por un buen rato. ¿Cómo lo conocí?, eso se los dejo a su imaginación. En fin, después de nuestras horas y horas conviviendo con mis amigos, al fin nos quedamos solos. Él me dice que si vamos a la playa, yo digo que sí, aunque miro el celular y marca casi las 2am, estamos un rato en la playa mirando las estrellas y debatiéndonos si deberíamos entrar al agua o no. Al final no lo hacemos, solo estamos ahí, sentados y hablando de nuestras diferencias culturales, se hacen las 3 am y digo que es hora de ir a casa, él me invita a quedarme a dormir con él y acepto. Al día siguiente es domingo y ambos tenemos que trabajar, me levanto con trabajo a las 8 y digo bye bye, él me abraza y me escribe en la tarde para preguntarme cómo estoy. Y así, pasan varios días y la conversación muere terriblemente. 

Al principio me sentí rechazada, "¿qué?, ¿acaso ya no quiere volverme a ver?", luego me dije que estaba mejor así, no perdía mi tiempo, además, los alemanes son extraños, no offense pero es verdad. Luego me sentí con ganas de escribirle yo, pero no lo hice, me contuve. Y hoy en la mañana pensé, ¿no será que cuando sentimos que nos rechazan, en realidad somos nosotros mismos rechazándonos?

Porque este tipo de verdad no hizo nada, pero en mi cabeza pasaron mil cosas: que si conoció a alguien más interesante, que si yo no le parecí lo suficientemente interesante, etc... El rechazo o no rechazo, se formó en mi cabeza y yo le di importancia y bueno, es un ciclo de nunca acabar. Pensé también en esta vez, bastante reciente en la que no me contrataron para una empresa que da clases online, oh dios, hasta lloré y pensé "¿no soy suficientemente buena?, estos últimos 4 años enseñando no me han servido de nada?", y también pensé en los incontables momentos en los que me he sentido rechazada por mis papás, por mis amigos, en general en la vida. Y ahí está el detalle, en descubrir y darnos cuenta que el rechazo no es EXTERNO sino INTERNO. ¿Qué aprendo yo de esto?, ¿de qué manera lo proceso?, no sé, hay mucho que pensar, mientras tanto la vida sigue. 

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