sábado, 30 de mayo de 2015

Dos

Esta es una historia acerca de un chico y una chica.

Yo soy la chica y el chico tiene un nombre que es bastante doloroso para mí, así que solamente le llamaremos Dos.
Conocí a Dos en una fiesta a principios de año y desde ese día nos volvimos buenos amigos, muy buenos amigos: conocíamos a gente en común y estudiaba en el mismo lugar que yo, así que era bastante lógico que nos encontráramos en aquella fiesta.
Desde que lo vi supe inmediatamente que era especial, sobre todo por su manera de hacer que todo el mundo le prestara atención y por su manera tan peculiar de beber alcohol toda la noche sin perder la razón, además, me pareció lindísimo.
Se lo dije, porque tenía algunas copas encima y eso me vuelve un poco más....honesta. Y él solamente respondió "Tu también eres linda" y sonreí y sonrió de vuelta.

Y el resto de esta historia tuvo lugar en los últimos cinco meses: de vez en cuando lo veía, de vez en cuando me olvidaba de que estaba ahí, sabía que a veces salía con otras chicas y me parecía bien, y de vez en cuando, llamaba a medianoche solo para decir "voy por ti".
En un día que el sol estaba haciendo que casi me derritiera, lanzó la pregunta por la que todas las chicas se vuelven locas.
Y yo dije que no.

Dos estaba estudiando administración de empresas pero estaba a punto de salir. Y finalmente salió este mes, se graduó y su papá le ofreció trabajo. Yo estuve muy feliz por él. La cosa era, que el trabajo era en la Ciudad de México.

-¿Y qué vas a hacer? -preguntaba yo
Y él a veces se quedaba callado, pero yo sabía que diría que sí y eso estaba bien.
-Pídeme que me quede -dijo en una ocasión.
Y yo contesté que jamás podría hacer semejante cosa, no a él.

Hoy se fue, tomó un avión a las 3 de la tarde, mientras yo estaba viendo El Diablo Viste a la Moda. Me llamó antes, cuando llegó al aeropuerto y me dijo "Te voy a estar esperando" y supe que estaba sonriendo en ese instante, así que yo sonreí de vuelta.

lunes, 25 de mayo de 2015

Mr. Big

Acabé de ver hoy mi serie favorita: Sex & the City. La empecé apenas en abril y ya acabé las 6 temporadas, no quería que acabara nunca. Amo a sus personajes, amo la historia, simplemente es mi favorita.
Y como en cada serie que veo, me sentí identificada con un personaje: con Carrie y su eterno amor por Mr. Big.
Al principio lo odié, luego me empezó a caer bien y al final se hace demasiado obvio que está destinado a estar con Carrie.
Mr. Big y su eterno miedo por el compromiso. Quien decide casarse con alguien más, quien decide hacer a Carrie su amante por un tiempo, quien decide que nunca está listo para comprometerse realmente. Y Carrie preguntándose, ¿algún día cambiará? Y siempre comparando a sus demás amores con él.

Porque a veces, hay amores tan grandes que nos marcan y nos hacen preguntarnos qué es lo que queremos realmente, y a veces, hace falta pasar por un montón de aventuras y viajes y amores...
Solo para darnos cuenta, de que un amor tan grande, simplemente no se olvida.

Y sí, al final de mis días sigo esperando a que Mr. Big regrese, quizá suceda, quizá no. Quizá un día en París sin querer nos topemos y podamos continuar con nuestra historia...
Quizá.

domingo, 24 de mayo de 2015

El país de las maravillas

Luces parpadeando y de repente dimos una vuelta equivocada y caímos en el agujero del conejo.
Me agarraste fuerte porque nada es lo que parece, y estuvimos girando sin control.
¿No nos dijeron que no nos apresuráramos?
¿No me miraste con tus ojos verdes?
¿No has escuchado lo que le pasa a las mentes curiosas?
¿No parecía todo nuevo y emocionante?
Sentí tus brazos apretándose alrededor de mí.
Debí dormir con un ojo abierto por la noche.

Encontramos el país de las maravillas, nos perdimos ahí y fingimos que podía durar por siempre.
Encontramos el país de las maravillas, nos perdimos ahí, y la vida nunca fue peor pero tampoco mejor.

Así que seguimos nuestro camino, demasiado enamorados para pensar claramente, completamente solos o eso parecía.
Pero había extraños mirando y los susurros se convirtieron en conversaciones y las conversaciones se convirtieron en gritos.
¿No nos dijeron que no apresuráramos las cosas?
¿No me miraste con tus ojos verdes?
¿No calmaste mis miedos con una sonrisa como la de Cheshire el gato?
¿No se veía todo nuevo y emocionante?
Sentí tus brazos apretarse alrededor de mí.
Todo es juegos y diversión hasta que alguien pierde la cordura.

Te busqué pero te habías ido, supe que tenía que regresar a casa.
Buscas en el mundo algo más que se sienta de la manera en que solíamos sentirnos cuando estábamos juntos.
Y al final, en el país de las maravillas ambos enloquecimos.

sábado, 23 de mayo de 2015

Simplemente no

Estaba yendo camino a casa un día cuando dije algo que me dejó sorprendida.
-Es que todos tenemos un pero -dije.
-¿Y cuál es el mío? -contestó.
Entonces yo no dije nada, me quedé pensando, porque sé que a las personas no les gusta escuchar la verdad, aunque digan que sí.
-Tú también tienes peros -continuó.
-Yo tengo muchos peros -me encogí de hombros.
-¿Quieres saber cuáles?
-La verdad es que no.
-¿Entonces no me importa lo que piense de ti?
Y esto fue lo que dije que me sorprendió tanto:
-Es que es difícil que conteste eso, porque por mucho tiempo me importó lo que los demás pensaran de mí, pero la verdad es que ya no me importa.

Unas simples palabras, un simple pensamiento, y un montón de pasado. Si hace meses me hubieran preguntado lo mismo, hubiera contestado que claro que me importa lo que piensen de mí, pero ya no. Vivo en dos lugares al mismo tiempo, y en cada uno de ellos las personas tienen percepciones distintas de mí, y está bien: no puedo complacer a todos.
En mi pueblo natal tengo amigos hombres, solo hombres, y es gracioso porque la gente piensa que  estoy saliendo con todos a la vez o que si voy a su casa es para acostarme con ellos...y no podría importarme menos. Es mi vida, y podría pasarme horas tratando de explicar por qué no hay problema si decido salir con alguien y con alguien no, si decido que juntarme con 4 chicos es lo indicado para mí, si decido que puedo quedarme fuera hasta que se haga media noche y divertirme.
Es mi vida y no voy a pasarla explicando mis acciones, porque no tiene caso.
Mis papás saben exactamente quién soy y confían en mí y eso está bien. Mi familia sabe cómo soy realmente y eso está bien, incluso pueden empezar chismes sobre mí y no me importaría. Mis amigas me conocen a la perfección y saben el por qué de lo que hago, y está bien.

Podría pasarme los días intentando complacer a todo mundo: que si soy muy tímida, que debería hablar más, que si soy muy reservada, debería ser más extrovertida, que si llego tarde a casa, que debería ser más cuidadosa con quien me junto, que si gasto demasiado en las cosas que me gustan, que debería pensar en ahorrar más, que si muevo mucho mis pies y manos cuando hablo, que debería controlar mi ansiedad.

Yo sé quién soy. Confío en mí y en las decisiones que tomo. Y con eso me basta.
Yo pienso muchas cosas acerca de las personas, y las personas van a pensar de vez en cuando acerca de mí, y si es algo bueno o malo...eso es algo que yo no puedo controlar, y ni siquiera voy a intentar hacerlo.

martes, 19 de mayo de 2015

Olvidar

A veces pienso que no soy tan fuerte, pero hay algo que me mantiene en pie.
Estoy cansada de mi corazón tan pequeñito, hecho de acero. Cansada de estas heridas que nunca sanan.
Porque he estado viviendo con dudas, pasando los días arrepintiéndome.
He estado viviendo en el infierno, porque no puedo perdonar y no puedo olvidar.

Desde que tengo memoria, la vida era como una escala que cambia y cambia.
Como un ábaco con el que jugaba, contando cada victoria y cada derrota.
He estado viviendo con muchas dudas, pasado mis días en un profundo arrepentimiento.
Sí, he estado viviendo en el infierno, pero quiero perdonar y quiero olvidar.

Sí, he estado bailando con el diablo, me encanta que finja que le importo.
Si algún día llego al cielo, será cuando con un millón de dólares te dejen entrar.
Todo el tiempo que he desperdiciado persiguiendo liebres en distintos caminos.
Cuando yo nací para ser tortuga, yo nací para caminar por mi cuenta.

Voy a dejar el pasado atrás, he tenido suficiente, soy libre al fin.
Sin presionar el botón de parar, borrar y regresar, esos pensamientos que como cadenas solían seguirme se han ido.

Estoy hablando en serio, por primera vez en mi vida.
He cometido errores pero creo que la lucha valió la pena.

Porque al final, el camino es largo. Pero solo porque te hace más fuerte.
Está lleno de acantilados, curvas y vueltas.
A veces tienes que aprender a olvidar.

Olvídalo.

sábado, 16 de mayo de 2015

Dos caminos

Tengo que escribir algunas cosas en este momento, porque lo siento muy necesario. Necesito comprenderme, ¿Qué quiero realmente?, ¿Estoy jugando conmigo misma? Soy egoísta, eso lo admito, y a veces no me importa pisar a alguien si eso significa que voy a conseguir lo que quiero. Pero sé que está mal, estoy consciente del daño que causo. Del daño que voy a causar. 
¿Qué quiero REALMENTE?, ¿Por que siempre complico todo?
Hay dos caminos, uno de ellos tan lindo y a la vez tan sencillo, pareciera que podría recorrerlo sin contratiempo alguno, pero hay un problema: me aburre. Porque está tan accesible, que no representa ningún desafío para mí. No quiero decir que no quisiera recorrerlo, pero hay algo en mí que no me deja ni siquiera dar el primer paso. 
Y está el segundo camino: lleno de baches, de pozos, de peligro. Y me emociona tanto que un día sin pensarlo me adentré en él, y lo que descubrí me gustó muchísimo. Y ahora no puedo dejar de pensar en que quiero regresar a él. Pero es que es muy difícil, y sé que si lo hago, lo más probable es que termine herida. 

¿Qué es lógico en esta historia?
Creo que la mayoría diría que me decida por el primero: seguro, confiable, sin obstáculos.
Pero es que yo quiero regresar al segundo. No puedo dejar de pensar en lo peligroso que sería y lo emocionada que estaría cada día al descubrir cosas nuevas. 
Pero es que el segundo camino es complicado. 
Y aunque a mí me gusta lo complicado, siempre termino por salir lastimada. 

martes, 12 de mayo de 2015

La playa

Otra vez sucede a media noche, cuando todo está a oscuras, cuando no hay nadie alrededor. Y esta vez pienso, "¿estoy haciendo lo correcto?", y aunque la mitad de mí piensa que sí, la otra mitad sabe que me voy a arrepentir.
-¿Estás segura? -me pregunta y yo le contesto que sí moviendo la cabeza.

Y luego llego a casa y me encuentro con la oscuridad de nuevo, me encuentro con un miedo que se va al descubrir que nadie ha notado que estoy llegando tarde. "Ya llegué" les digo, y aunque sé que nadie me escucha, el sonido de mi propia voz me tranquiliza.

Y entre sueños, aparece un rostro nuevo, uno que está triste al descubrir que no soy la persona que prometí ser. "Voy a cambiar" me dije a mí misma hace varias semanas, pero me resultó imposible.

¿Crees que sé lo que quiero? No lo sé, todo cambia constantemente, todo está en constante movimiento aunque no podamos sentirlo. Yo no sé lo que quiero, puedo querer algo ahora mismo y en 5 minutos querer algo completamente diferente. No sé lo que estoy pensando, porque hay una tormenta dentro de mi mente que arrasa con todo a su paso, no sé. Simplemente no lo sé.

Y al despertar, después de que aquello pasó, me di cuenta de que tenía todo lo que siempre quise en mis manos: pero se me escapaba lentamente, como la arena. ¿No es esto lo que estaba esperando?, ¿por qué siempre termino por arruinarlo todo?

Un día, un momento, una playa. Y yo arruinándolo todo.

viernes, 8 de mayo de 2015

Recuerdos de mayo

Hace unos días que mi mamá -de la nada, me mandó un mensaje de texto diciéndome que una familiar había muerto. Yo no lo creí al principio, tan joven y tan alegre, tan llena de vida y de repente, con el paso de un segundo al otro, su corazón ya no responde y nos dice adiós.
Yo la conocía desde que tengo memoria, y cada mayo, mi familia viajaba hasta el pueblo más remoto que conozco para visitarla, y al principio no me gustaba ir a su casa, pero en los últimos años, cuando visitábamos ese pequeñito pueblo, no quería salir de ahí: la mejor comida casera que he probado, los mejores frijoles, la persona más amable y risueña del lugar.
Y cuando mi mamá dijo "falleció", yo solo pude pensar, "no es cierto".

¿Qué pasa?, ¿cómo es que esto funciona?, ¿por qué se va la gente buena así de rápido?
Esto fue un recordatorio para mí, uno con letras gigantes que dice "Estoy aquí, no te confíes, porque cuando menos te lo esperes, tal vez cuando más feliz estés, llegaré por ti".
La muerte no anda con juegos, a veces nos olvidamos de ella, pero tarde o temprano se hace presente.

A veces en un día de mayo...
Se va alguien a quien recordaré por siempre sonriente, por siempre feliz.

martes, 5 de mayo de 2015

¿Qué es el amor?

Según Maturana: "El amor es la emoción que constituye las acciones de aceptar al otro como un legítimo en la convivencia; por lo tanto, amar es abrir un espacio de interacciones recurrentes con otro en el que su presencia es legítima sin exigencias".
Tan bonito y tan simple a la vez. Porque en la simpleza de las cosas en ocasiones se asoma algo tan complejo. Emociones, sentimientos, personas.

Y todo el tiempo escuchando las mismas palabras, viendo los mismos rostros y aceptando poco a poco, que tal vez, eso era todo. 
"¿Y si nunca vuelvo a sentir algo?" me preguntaba a mí misma, y después de citas sin sentido terminaba por contestarme: "no, ya nunca será igual".
Y de repente, en solo 5 días, todo cambia, un torbellino viene a sacudirme todas las ideas que con las que peleaba anteriormente. Y esta vez no es algo malo, esta vez, siento que no es una fantasía, esta vez, siento que es real.
Pero es tan real que da miedo, es tan real que hace que me ponga a temblar.
Me han hecho tanto daño, soy tan frágil, que dejar a esta tormenta entrar a mi casa sin estar protegida representaría una amenaza: ¿Y si todo lo que tengo termina por quebrarse?, ¿Y si me destruye?
Sentir tanto y tan poco a la vez es una bendición y una maldición, porque ahora pienso en cada detalle, pienso en lo que podría salir mal.
"Abre un espacio en tu mundo" me digo, y le digo al corazón que deje de temer, y le digo a la conciencia que deje que buscar por pretextos. 
Y es que a veces, encuentras el amor donde menos te lo esperas, y solo a veces, lo dejas entrar porque aunque sabes que es una tormenta, estás dispuesta a perderlo todo solo para volverte a reconstruir junto a él. 

domingo, 3 de mayo de 2015

Fe

Tengo la misma madrina de primaria y de secundaria, es una persona muy conocida aquí y la conozco -o más bien, ella me conoce desde que yo era una bebé. Crecí al lado de su hijo, fuimos muy buenos amigos, conservo los recuerdos más bonitos de mi infancia a su lado: yendo a su casa, haciendo fiestas en la alberca, yendo al cine, jugando a que teníamos una banda de rock, compartiendo libros y música. Él y yo nos dejamos de ver cuando entré a la preparatoria, cada quien siguió su camino y aún así, cada que nos vemos, siempre tenemos algo que decirnos, siempre me saca una sonrisa, siempre será mi amigo.
Y ayer lo vi, llegué a casa como a las 12 del día y fui junto con mi familia al hospital: su mamá está internada. Su mamá, mi madrina, a quien nunca llamo así.
Todo empezó como un simple dolor en el pie que se fue convirtiendo poco a poco en algo de todos los días, la situación de agravó, y un día de bailes y cansancio, su pie no aguantó más. Al día siguiente la llevaron al hospital, solo para decirle que no podían hacer nada, que habría que esperar a que la hinchazón bajara, y que tenía el azúcar demasiado alto.
Y hace unos días, la noticia, la explosión:
-Usted tiene diabetes.

La palabra que todos temen pero nadie dice, la palabra que da escalofríos con solo escucharla. Y él lloró, él no pudo aguantar sus lágrimas, después de todo, es hijo único y aunque su mamá estaba ahí diciendo: "no pasa nada, yo voy a estar bien en unos días", él sabía que ya las cosas iban a ser difíciles a partir de ese punto.

Y ayer lo vi, estaba tan cansado que apenas podía hablar, pero a pesar de todo una sonrisa se escapaba de su rostro de vez en cuanto, se está haciendo el fuerte. Está fingiendo porque a nadie le gusta mostrar su debilidad. Mucho menos en situaciones así.
Y yo no quise entrar a verla, porque algo dentro de mí quería conservar el recuerdo de ella estando sonriente, estando sana, no así, no con un montón de tubos y enferma.
Y yo, yo no creo en dios. Pero si creyera le pediría por ella, porque ahora dicen que le van a apuntar la pierna y eso es algo demasiado feo. No quiero pasar por esto, porque en mi familia ha habido amputaciones antes, y sé lo difícil que es. Un día despiertas completo y en unas horas, todo cambia, ¿por qué pasan estas cosas a las personas que son buenas?
No lo sé.

Nunca voy a saber cómo es que funciona esto, solo hace falta a veces, tener un poquito de fe. Fe en que el universo puede moverse de ciertas maneras, para hacer las cosas buenas otra vez.

viernes, 1 de mayo de 2015

Son las 3:48pm y lo que se supone que sería un día tranquilo se ha convertido en un día de pánico. Como esas películas donde no sabes qué va a pasar a continuación, pero casi estás segura de que será algo malo, algo terriblemente malo.
Tengo miedo, porque estoy sola en casa y porque quisiera -más que nada en el mundo- estar con mi familia.
Este tipo de situaciones ya no se pueden controlar, y son las que te hacen pensar "de verdad quiero irme a otro país". Mi idea siempre había sido irme, hoy más que nunca, quisiera no estar aquí.
Ser noticia en los periódicos, ser noticia en la televisión, ser noticia en la radio y ser la nota roja de la que todos están pendientes.
Mi celular ha sonado más veces hoy de lo que había sonado antes, "¿Estás bien?", me preguntan, y contesto automáticamente que sí, que no pasa nada, que no voy a salir de casa y que no se preocupen por mí.
Espero que a todos les hayan llamado sus personas especiales hoy, porque es en situaciones como esta donde te das cuenta a quién realmente le importas, y quién te importa.

Veremos qué sucede a lo largo del día, veremos si el asunto se pone más feo o se tranquiliza. Espero que pase lo segundo.