Tefi pasa algunas semanas bastante agitadas y que sacuden su interior, comienza a preguntarse, ¿acaso me quiero quedar en la ciudad?, ¿consigo un trabajo aquí y dejo todo atrás?, ¿qué hago?, y mientras estas dudas surgen en su cabeza, se reúne con el chico 2 en una cafetería en un lunes por la mañana y él le habla de sus intenciones, mientras ella escucha en silencio:
-Realmente no estoy buscando una relación y creo que es importante que lo sepas.
Tefi, al oír estas palabras no puede hacer más que decepcionarse, ¿por qué siempre le pasa lo mismo?, ¿por qué le gustan los chicos que no puede tener?, así que se va a casa y quiere llorar pero las lágrimas no llegan, solo el cansancio. Toma una siesta y cuando se despierta, empieza a meter solicitudes de trabajo por doquier. Y al día siguiente, bum, tiene una entrevista a la que asiste con la ropa más formal que tiene: una blusa de botones blanca, pantalón de mezclilla y unas botas negras, llega sin expectativas y para su gran sorpresa, la contratan. Y esta feliz, y celebra con sus compañeros de casa, solo para enterarse, al día siguiente, de que si quiere el trabajo, tendrá que firmar un contrato por un año.
Y Tefi se va a casa pensando, ¿acaso me quiero quedar en la ciudad por un año?, y de algo está segura: no, no quiere eso. Así que llama a la chica que la entrevistó y le dice que va a tener que dejar ir el puesto. Luego, se sienta y lee hasta el atardecer y piensa, ¿qué quiero realmente?
Y las semanas pasan, los días se vuelven más largos porque finalmente acabó lo que venía a hacer a la ciudad: completar un disco, escribió música por más de un mes y ahora, ¿qué?
Habla con más personas pero nada pasa en realidad. Hasta que conoce a Dev en una aplicación de citas y al principio tienen una conversación bastante equis hasta que comienzan a hablar por whatsapp y Tefi lo sabe inmediatamente: este hombre le gusta. Y un jueves en la noche lo conoce en persona y sí, ahí está, un hombre que se enamora de ella al instante, que le dice que la quiere al tercer día y que le susurra al oído que no había sido así de feliz en años, que quiere que Tefi forme parte de su vida.
Y de nuevo, Tefi se encuentra a sí misma en una banca, con un libro en la mano y preguntándose, realmente, ¿qué quiero?
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