martes, 31 de diciembre de 2013

Último día

Así que hoy es el último día del año y tal parece que será un día inolvidable. Siempre me digo a mí misma que no debo crear expectativas con respecto a ningún día, pero creo que hoy lo merece. No soy de las personas que son demasiado supersticiosas, pero en los años pasados siempre usé ropa interior color rojo y siempre comí las uvas cuando sonaban las 12 en nuestro reloj. Quizá todos esos años usando esa ropa para atraer el amor y comiendo esas uvas para desear que alguien especial llegara a mi vida dieron resultado. 

¿Qué traerá el 2014? Tengo miedo, pero al menos hoy tendré una noche memorable.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Mi 2013

Bueno, seré muy honesta contigo esta vez 2013, la verdad es que desde un poco después de mitad de año no fuiste nada bueno conmigo; me enfermé, bajé demasiado de peso y me convertí en la persona más ansiosa que he sido hasta ahora.
¿Qué me deja este año? El haber aprendido que por más que uno quiera volver a ser la misma persona de hace algunos años, ya no se puede. Que los amigos verdaderos son muy poquitos, y sobre todo...que la gente cambia.
He sufrido mucho, aprendí lecciones valiosas acerca del amor. Ahora creo que es más importante dar todo el amor que está en mi corazón que recibirlo. Sé que esto tiene consecuencias: arriesgo demasiado. Pero creo que vale la pena correr el riesgo (aunque demasiadas veces termine llorando).
Ha pasado un año más y no he escrito nada de verdad. ¿Por qué es tan difícil? Creo que tengo muchas ideas, creo que son buenas, pero al momento de plasmarlas...no concluyo nada. Y es que precisamente ayer hablaba de esto; yo nunca acabo nada. No termino de escribir, no acabo de ver las películas, no veo completas las series, nunca termino la comida, no cierro los ciclos en mi vida. Incluso reflexionando me di cuenta de que unos años atrás no era capaz de terminar lo que había empezado con las personas; un día decía que estaba enamorada y al siguiente ¡bum!, ya no sentía nada. Y tal vez esto es lo más importante que aprendí de mi misma este año. ¿Cómo haré para resolverlo? Aún no lo sé.

Leí libros que cambiaron mi forma de ver a la literatura. Conocí al coronel Aureliano Buendía, quien me condujo a través de Macondo a vivir aventuras demasiado divertidas. Leí el amor en los tiempos del cólera y descubrí, tristemente, que un día me voy a convertir en Florentino Ariza, después vi la película y las lágrimas brotaron desde el fondo de mi corazón.

La película que más me gustó este año, fue Matrix. Un día mi maestro de epistemología nos obligó a verla...y la vida ya no fue la misma. Ya no sé qué es la realidad o hasta dónde llega. Creo que hoy en día más que nunca hemos convertido el internet en nuestra Matrix, aquí podemos ser lo que queramos, es nuestra arma más grande para difundir una apariencia que tal vez no se parezca en nada a lo que realmente somos. La realidad supera la ficción.

En música, pues hubo muchos, demasiados cambios. Yo creo que me volví un espécimen extraño, porque aunque me cueste aceptarlo incluso escuché canciones de moda que me gustaron (no diré nombres, lo dejo a la imaginación). Las cantantes que más me gustaron este año fueron Ariana Grande y Azealia Banks, que no tienen nada en común; la primera esta en su momento más grande de fama y la segunda es una dramaqueen que pocos conocen. Yo creo que mi grupo favorito de este año fueron los Yeah Yeah Yeahs. Volví a redescubrir mi amor por Kate Nash, Belanova y La Oreja de Van Gogh. Y una mención honorífica a Lana del Rey, porque su música también conquistó a mis oídos en este 2013.

Tantas cosas que pasaron, pero yo creo que la más importante fue la crisis existencial que hasta hoy en día sigo teniendo. Quería salirme de la escuela, quería irme bien lejos, pero en el fondo de mi corazón, yo sé la razón, y sé que es una tontería, pero es que tengo mucho miedo. Si ya arruiné las cosas una vez, ya no quiero volver a hacerlo. Por eso soy tan perfeccionista, por eso trato de siempre estar ahí, luchando por algo que no sé si me pertenece.

2013 lleno de amor. Porque a pesar de todo sigo contando con una persona que llena mis días y les da alegría. Él que siempre ha estado para mí, yo que siempre estaré para él. No hay más.

Esperemos que 2014 me traiga paz y tranquilidad; es lo que más necesito.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Dolor

Las palabras que más me han dolido hasta el día de hoy, son las que mi padre pronunció un día que se enfadó conmigo. Y entendí perfectamente su enojo, pero no pude entender el por qué debía decirme cosas tan hirientes.
A veces me parece increíble como es que las personas cercanas a nosotros son las más capaces de herirnos; tienen tanto poder en sus manos que si eligen hacernos pedazos con palabras lo logran.
Si un extraño se parara en frente de mí y me dijera cosas horribles, ni siquiera le tomaría importancia, pero cuando es alguien que aprecio, me duele demasiado.

Lo peor de todo es que creo que mi papá tiene razón, que soy una sinvergüenza que no tiene idea de qué está haciendo. Un error y ahora soy una desgracia, ¿acaso no cometemos errores todos?, ¿acaso no recuerda como era él cuando era joven?
Si no cometiéramos errores entonces ni siquiera valdría la pena vivir.


lunes, 23 de diciembre de 2013

Quiérete

Este es solo un recordatorio a mí misma. De que siempre debo aceptarme como soy y quererme a mí antes que a los demás.






miércoles, 18 de diciembre de 2013

Dudley

Justamente ayer estaba pasando la tarde junto a una chica que ha sido mi amiga desde que teníamos aproximadamente 6 años. Los años han pasado; a veces estábamos más unidas y otras no tanto, pero seguíamos ahí; siendo amigas.
Ahora ella tiene un hijo y eso pone las cosas en perspectiva, quiero decir, ya no somos las niñas que pasaban las tardes imaginando como serían las cosas si tal o cual chico nos hiciera caso, jugando a que teníamos una familia, yendo a fiestas y llegando tarde a casa sólo para sentir que eramos las más rebeldes. Ahora somos adultas, bueno ella un poco más que yo. ¿A dónde me llevarán los años?, ¿Algún día tendré hijos?, ¿Me voy a casar?
O terminaré como un montón de amigas que creí que tendrían un futuro brillante; siendo infelices porque tomaron las decisiones equivocadas. Ni idea.
Eso es lo emocionante de vivir, que no tengo ni la más mínima idea de qué va a pasar. Porque si bien me gusta mucho imaginarme el futuro, a veces pasan cosas que no nos esperamos y tenemos que hacerlas nuestras.

No sé si algún día me volveré a reunir con personas que definieron mi vida. Con las amigas que pensé que pasaría las aventuras de mi vida y terminaron por irse demasiado lejos, a otros países para ser exacta. Con las personas que conocía en concursos y que a veces ni siquiera recuerdo sus nombres, pero que pasaron a ser parte de los recuerdos que hasta hoy conservo. Con mis amigos de la infancia que a veces me topo y me ignoran, ¿qué fue de ustedes?, ¿Por qué no puede ser como antes?

Todo era más simple. Quiero hacerlo simple de nuevo.

domingo, 15 de diciembre de 2013

El principito desde una perspectiva Gestalt

La teoría Gestal definiría al principito como una obra literaria que nos habla acerca de nosotros mismos, nos incita a vivir el aquí y el ahora, nos invita a tomar nuestro presente, y aunque toma en cuenta experiencias pasadas, éstas son las que nos definen para vivir y ser como somos al día de hoy. Creo que el mensaje más importante que el libro nos da, es el de vivir teniendo siempre presente a nuestro niño interior, pues es él quien nos permitirá seguir teniendo aventuras, nos permitirá estar en contacto con nuestro presente.

Ya que el todo es más que la suma de sus partes, es importante señalar que son las experiencias del principito las que lo han llevado a tener una percepción diferente a los demás: llega al planeta tierra sin conocer nada acerca de éste, sin embargo, sus experiencias en planetas pasados y su propia estructura mental lo hacen actuar de manera que termina por encontrar a un hombre con quien pasar los días en el desierto, a quien compartirle su historia y de esta manera hacer un cierre de todas sus experiencias, pues su finalidad era tener aventuras más allá de su pequeño planeta.

Tomando en cuenta las leyes de la Gestalt, éstas se ven reflejadas en primer lugar al comienzo del libro, ya que el narrador nos presenta un dibujo que hizo cuando era niño: un elefante dentro del estómago de una serpiente, y aunque su percepción le indica cuál es el significado del dibujo, los adultos actúan siguiendo el principio de la buena forma, y de esta manera interpretan el dibujo de la manera más simple que encuentran: diciendo que es un sombrero. Y cuando el narrador decide que ya no quiere volver a dibujar porque nadie comprenderá sus dibujos, aquí está reestructurando su pensamiento, está creando nuevos constructos. El principio de proximidad se ve reflejado cuando el principito visita el planeta del contador, ya que él agrupa a las estrellas y de esta manera puede contarlas. Es a través de estas leyes que el principito y el narrador organizan sus experiencias para poder obtener un conocimiento.

Es necesario que volvamos a pensar como cuando éramos niños, para así poder entrar en contacto con el presente, con el aquí y el ahora. El libro nos muestra muchos ejemplos del por qué los adultos viven en un mundo creado por principios y leyes que muchas veces ni siquiera entienden, pero sin embargo los siguen, y esto ocasiona que vivan más preocupados por el cuándo, el por qué, el cómo. Una de mis partes favoritas fue cuando el principito se encontraba en el desierto y le pregunta a una flor “¿dónde están los hombres?”, y esta le contesta “A los hombres se los lleva el viendo porque no tienen raíces, y no tenerlas les causa amargura”, es decir, como los hombres hoy en día no se conectan con nada, ya no les preocupa lo que están haciendo, por lo que están pasando, prefieren dejarse llevar por el viendo y pensar en qué ocurrirá el próximo año, en qué estarán haciendo en dos meses… y en cambio podemos preguntar a un niño qué hará mañana y no sabrá qué responder, porque para él sólo existe el presente.

Cuando el zorro le dice al principito “no se ve bien sino es con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos”, se refiere a que nuestras estructuras mentales son las que nos hacen ver el mundo de la manera en que lo vemos, pero es nuestra experiencia la que dictará el camino que debemos recorrer, el cómo vamos a interpretar todo lo que pasa por nuestra mente, es por lo tanto necesario el hacer cosas nuevas y diferentes día a día, descubrir y tener momentos donde exista una conexión con el presente.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Odio a las gaviotas

Odio a las gaviotas y odio estar enferma, odio quemarme el dedo en la tostadora y odio las pulgas, odio caerme, odio el pasto en mis rodillas, odio quitarme las costras demasiado pronto, odio tener dolor de muelas, odio las ironías, odio todos los errores que cometo, odio a los bastardos ignorantes y odio el esnobismo, odio a quien si yo estuviera de mesera no me hablara.

Pero tengo un amigo, con el cual me gusta pasar cualquier momento.

Me gusta dormir en tu cama, me gusta saber lo que pasa por tu cabeza, me gustan tus ideas y me gusta cuando tu mano toma la mía, me gusta la pizza en mi cuarto, me gustan las fresas, me gustan los tés y me gusta leer historias de fantasmas.

Y mi corazón se emociona cada vez que nos vemos, ha pasado un tiempo y ahora tu sonrisa es como un recuerdo, pero luego estás a mi lado y estoy bien porque estás conmigo y estoy enamorada de ti...
Y no puedo encontrar las palabras para hacerlo sonar único pero honestamente me haces más fuerte, no puedo creer que haya encontrado a alguien tan amable, eres tan lindo y estoy enamorada de ti.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Nadie nos dice cómo serán las cosas al crecer, nos enseñan un montón de datos inútiles que al final no sirven para nada y nos dejan con un montón de dudas sin resolver... deberían de enseñarnos cómo es la vida.
Recientemente estaba platicando con un amigo de la infancia que me dijo; "Yo no pensé que tu vida fuera a ser más difícil y complicada que la mía, te veía tan segura de lo que querías hacer: tenías un plan tan elaborado que no me sorprendería saber que incluso planeaste qué ropa ibas a usar por los siguientes 20 años, ¿qué pasó?".
Y eso es lo que precisamente me pregunto yo cada mañana, ¿qué pasó?, ¿dónde quedaron mis sueños de volverme una escritora?

Y aquí es donde digo... ¿Y ahora qué?

domingo, 10 de noviembre de 2013

La historia que apenas inicia

Quiero escribir una historia de amor, una de esas donde el chico se enamora perdidamente y comete las locuras más grandes de su vida para conquistar a esa chica que lo vuelve loco, donde pasan las tardes platicando sentados en una banca que termina por convertirse en la banca más especial del mundo, donde un buen día ella le dice que sí, que quiere estar con él…y pasan el resto de su vida juntos.
Lamentablemente no puedo hacerlo.
Todos lo han hecho ya, a todos nos ha pasado. El amor; esa fuerza que nos hace cambiar planes, que nos hace convertirnos en personas que nunca imaginamos ser, y que nos hace tomar decisiones que a los demás les parecen descabelladas, ¡Pero es que estamos enamorados! Cualquiera que haya pasado por esto a los 14, a los 16, a los 20… sabe que enamorarse es sencillo, que las personas que logran derrumbar nuestras paredes y entran en nuestro corazón, tendrán un lugar permanente allí. El corazón no olvida, tal vez nuestra mente nos dice que todo ha quedado en el pasado, pero nuestro corazón llevará siempre cicatrices y esas no se borran con nada.
Tampoco quiero que se malinterprete lo que escribo, yo creo firmemente en el amor; el amor verdadero existe y ya lo conocí, llegó a mí en forma de un muchacho encantador de 17 años y ojos claros: inteligente, simpático, ¡El más lindo de todos!, lamentablemente yo era demasiado insegura, tímida y nunca expresaba lo que realmente sentía, yo no estaba lista para ser querida de esa manera; me habían lastimado tantas veces, que mi corazón tenía la armadura más fuerte y más difícil de romper.
El tiempo pasa y las personas se cansan, y como todo en esta vida se acaba aquel amor también tuvo que terminar. Me sentí devastada, había pasado casi un año de mi vida con él; sentí que todo ese tiempo no había importado en absoluto, que con unas simples palabras se ponía el punto final a lo que pudo haber sido la historia de amor que hoy estaría escribiendo.
Pero los meses pasaron y yo sentía que había sanado, que algún día sería feliz de nuevo, escribía acerca de mi proceso, de cómo era tener el corazón destrozado y tener que aparentar que todo estaba bien. Mi mente se hacía ilusiones pensando que estaba lista para seguir adelante, pero mi corazón seguía pensando en él.
Hasta que pasó…
Un buen día volvió a mi vida de la manera que menos esperaba, de nuevo nos mandábamos mensajes, de nuevo me sentía feliz al verlo, de nuevo nos sentábamos a platicar pero ahora en bancas diferentes. ¡Todo volvía a ser como antes! Yo era feliz, la persona más feliz del mundo.

Ahora no sé cómo sentirme, porque sé que un día no muy lejano ya no podremos estar juntos de nuevo, ese día se acerca más y más y la ansiedad que siento aumenta.
Yo siempre he creído en el destino. Tal vez he leído demasiados libros acerca del amor en que todos creen, en ese donde se enamoran, se separan, pero al final terminan juntos. Quisiera saltarme un montón de páginas de este libro que es mi vida, y llegar al final, a ese final donde estaremos juntos de nuevo, porque lo creo firmemente. No importan las circunstancias, el tiempo, los errores cometidos.

Quiero escribir una historia de amor, una que hable de nosotros, pero ahora estamos en esa parte donde todo se vuelve difícil, donde las circunstancias no parecen estar a nuestro favor. Pero a pesar de todo, estaré esperando…

Sé que apenas está empezando.

viernes, 13 de septiembre de 2013

¿Qué es fenomenología?

Para entender a la fenomenología es necesario ver la esencia de las cosas, de los problemas, hay que quitar nuestros juicios y opiniones.  La esencia es aquello que define a los objetos en forma pura, por lo tanto ocurre antes de que podamos identificarlos. Cuando se nos presenta una situación donde no conocemos una cosa, pensamos en experiencias pasadas y nuestra conciencia trata de ponerle nombre de inmediato, y ese instante antes de reconocerla, es precisamente lo que estudia la fenomenología. Y su método llamado reducción eidética consiste en ir de lo general a lo particular.

Lamentablemente nuestra vista y mente están siempre condicionados falsamente por prejuicios, y nuestra realidad se limita a lo que nuestros sentidos pueden ver, por eso es tan difícil el estudio de la fenomenología.


Imaginemos por un momento que cada uno de nosotros tiene miopía, y no somos capaces de ver a lo lejos, todo está borroso; así precisamente es nuestra realidad, pues está bastante limitada. Lo que trata de hacer la fenomenología es darnos unos lentes que nos permitan contemplar las cosas como realmente son.

jueves, 20 de junio de 2013

No quiero ser hormiga.



-¿Qué estamos haciendo?
-Estamos siendo normales.
-Claro, pero ¿qué es normal?
-Normal es ser como todos los demás, sin deferencias; es pensar igual a ellos y seguir sus costumbres y tradiciones, es estar en contra de lo que ellos están, es encajar en el patrón, es ver televisión todo el día hasta que tus neuronas se hayan consumido y no puedas pensar "out of the box", es pasar tu tiempo libre actualizando tus redes sociales en vez de reunirte con amigos, es leer libros que hablan de superación personal, y estar en contra del gobierno pero no hacer nada, porque implicaría demasiado esfuerzo, es idealizar a todos esos famosos que salen en revistas y querer imitarlos, es tener la ropa de moda; ser normal es ser parte de una masa y que tu rostro no pueda ser distinguido entre la multitud.
-¿Y no  te parece estúpido? Es como ser una pequeña hormiga que no puedes distinguir de entre todas las demás y dejarse arrastrar por la corriente, ¿así quieres ser?
-No lo he decidido yo, es lo que conviene. Porque si no le convienes a la multitud, o ven que te haz vuelto diferente a ellos se deshacen de ti, así de fácil.
-Pero ¿eso es todo?, ¿no quieres se algo más? Alguien que se destaque por sus ideas y cambie formas de pensar, alguien que descubra algo maravilloso y ponga a reflexionar a todos, ¿no te gustaría?
-Eso sería igual a ser una pequeña hormiga que se rebela y va en contra de todas las demás, que tiene pocas probabilidades de sobrevivir sola, probablemente muera.
-¿Y si otras hormigas deciden seguirte? Entonces se convertirían en una pequeña multitud, ya no estarías solo y tendrías ideas nuevas para esparcir por el mundo. Yo no quiero ser hormiga, no sé tú, pero yo puedo decidir y formarme criterios. La vida es más fácil cuando te dejas arrastrar por la corriente, pero en algún punto tendrás que abrir los ojos y darte cuenta de que estás viviendo en una farsa.

miércoles, 19 de junio de 2013

Estoy aquí

Aprendiendo algo nuevo cada día, como que los títulos no llevan punto, aunque me cueste trabajo aceptarlo.
Y bueno, que me convertí en universitaria desde hace ya un año y no me lo puedo creer. A lo mejor me equivoqué y tomé el camino que no debía por la razón correcta, ¿eso tiene sentido?

No se me olvidan las clases de epistemología donde realmente me ponía a pensar acerca de la vida, y de mi vida y del destino. ¿Será que el destino existe? "No creo en el destino porque no me gusta pensar que no controlo mi vida", ¿acaso no es más fácil? Ponernos a pensar que  ya todo esta preterminado es una manera de tirar la toalla tal vez, y de decir que no importan nuestras acciones, pues al final de cuentas ya nuestro camino estaba trazado.

A veces no sé ni qué pensar, porque ¿quién pone nuestros pensamientos en nuestra cabeza? ¿De donde vienen? Alguien tuvo que ponerlas ahí, porque vienen de millones de años de evolución. Cada día me parece más y más que vivimos en la Matrix de verdad. Porque si en el ADN viene toda nuestra información genética, nuestro temperamento, nuestra forma de ser... ¿no será que también contenga nuestro destino? Que estemos preterminados a ser doctores, enfermeras, maestros desde ahí.

Todo esto me revuelve el estómago, porque supongo que no soy la única a la que le gusta la idea de creer que mis pensamientos son únicos, pero quien me asegura que en este momento no alguien más teniendo estos mismos pensamientos.



"Tal vez nuestra libertad sea una cuestión de probabilidad"


domingo, 5 de mayo de 2013

Volviendo a empezar.

Hace mucho que no escribía. Hace mucho que no me ponía a reflexionar cuánto ha cambiado mi manera de pensar y mi vida.
Mi diario está abandonado pidiéndome que vuelva a escribir, que tengo una historia que contar así que ¿por qué no empezar hoy?
Ya no soy la misma niña que comenzó escribir su vida a los 14 años y que ha pasado por tantas experiencias; siempre aprendiendo algo nuevo.
Me apagué un poco desde que estoy en la universidad. No me siento segura ahí, no me siento como yo, jamás había sido una persona callada en el salón de clase y ahora me sorprendo cuando escucho mi propia voz.
Me pregunto si me estoy equivocando. Pero no me doy tiempo para reflexionar y ponerme a dudar porque siento que entonces todo se caería y quedaría hecha pedacitos.

Ya no siento que lo que está escrito en el blog como mío. Me di cuenta de que escribo mejor cuando estoy triste, pero los últimos meses han sido de felicidad plena al lado de alguien maravilloso. No cambiaría este tiempo por nada en el mundo.

A pesar de que he experimentado una cantidad enorme de cambios en mi persona, me siento como una niña de 14 años.

Ya no sé como escribir, pero poco a poco voy a re descubrir la manera, lo sé.
Hasta entonces.