sábado, 29 de noviembre de 2014

¿por qué?

¿Por qué el universo funciona de manera tan increíblemente retorcida?, ¿Por qué a veces un minuto se convierte en horas y a veces las horas parecen durar segundos?, ¿por qué parece que el pasado en vez de alejarse se acerca más y más a mí?
Hice un pacto conmigo misma y firmé convencida: me dije que aceptaría las cosas así como vinieran, que debía de dejar de hurgar en la bolsa del pasado y que debía dejar cicatrizar mis heridas.
Todos los días antes de mi pacto era como si me echara a mi misma aceite caliente en las heridas: solo para sentir algo, solo para volverlas a abrir y llorar por el dolor físico y no por el emocional. Pero un día, cuando realmente me queme y me descubrí corriendo en círculos sentí que finalmente había comprendido todo; la que siente dolor soy yo, y solo yo tengo el control de él, solo yo puedo decidir si curarlo o tocar la herida a cada instante, como un constante recordatorio de que el dolor no iría a ninguna parte, pues vive en mí. 
Así que hice un pacto conmigo. Me dije que daría oportunidad a que cosas nuevas pasaran, a descubrir si podría volver a ser yo misma: y me encontré ese día frente al espejo y finalmente pude limpiarlo y ver que detrás de toda esa suciedad estaba yo, siempre estuve ahí. Y cuando pude volver a hablar me sentí tan bien que la palabras de mi boca comenzaron a darme satisfacción. Y mis manos crearon cosas de las que no me sabía capaz, y mi cabeza, aun siendo un embrollo, se comenzaba a desenredar poco a poco. Y bloqueé toda la negatividad, dejé de asomarme a abajo de la cama en busca del monstruo que sé que está solo en mi imaginación. 
Todo empezó a cambiar. 
El mundo comenzó a girar de nuevo. Trazó un camino para mí y yo no tuve miedo de volver a andar; estaba lista.
Y justo cuando di el primer paso: pude ver que delante de mí estaba aquello que más temía. Y fue como si un montón de flashbacks se amontonaran en mi cerebro: grité y lloré. 
Y corrí. Finalmente corrí. Porque si el universo funciona de forma retorcida, seré aun más rápida, seré aun más lista: voy a vencerlo. Y convertiré al tiempo en mi aliado: dejé de tenerle miedo. 
Y no me voy a esconder del pasado, porque así no funciona. Porque él está ahí para enseñarme las cosas que me hicieron daño, para recordarme los momentos buenos y malos: porque soy un todo, y el pasado no me puede seguir atormentando así. 
Aquí está la oportunidad. Depende de mí.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Escribo

Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.

Salvador Elizondo.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Solo espero una sola cosa...

Y creo que es bastante obvia. No sé si lógica. Pero espero que me incluyas, que no me hagas a un lado porque vas a comenzar esta nueva etapa. Siempre voy a desear lo mejor para ti, y creo que lo sabes bien. No te deseo suerte porque no la necesitas, eres la persona más inteligente que conozco y sé que lo que sea que hagas lo harás muy bien.

No me dejes de lado, solo eso pido. Porque cada noche estaré esperando.

martes, 25 de noviembre de 2014

El fuego nos alcanza


Egipto


Tailandia


Hong Kong


Ucrania


Palestina


Brasil


Nigeria


Estados Unidos


México

Si nos quemamos, se quemarán con nosotros... 

-Las cosas no cambian, el mundo se está quemando y todos estamos aquí, ¿te das cuenta?, ¿qué va a pasar? 
-Nadie hace nada.
-¿Qué has hecho tú? algo viene, algo más grande que todos nosotros. Y si el fuego ya comenzó, no quiero estar aquí cuando las llamas hayan consumido todo a su alrededor.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Gatsby

"No hay fuego ni frío que pueda desafiar a lo que un hombre guarda entre los fantasmas de su corazón."

"Te quiero, ¿no es suficiente? No puedo borrar el pasado."

"Me gustaría que sólo pudiéramos huir. Me hubiera gustado haber hecho todo en la Tierra contigo."

"Sabía que era un gran error, para un hombre como yo, enamorarse…"

"Pensé que tenía un montón de cosas. Y la verdad… estoy vacío."




Acabo de terminar el libro y de ver la película y creo que aprendí mucho, lloré demasiado y tuve visiones acerca de mí misma. Como siempre, pienso que soy Gatsby y que esperaría incluso más de 5 años, y compraría una casa al otro lado de la bahía. Pero no haría fiestas: yo escribiría libros y en todos ellos pondría mensajes ocultos, esperando a que pudieras descifrarlos. Y si un día alguien me dijera que no se puede tener el pasado de vuelta, le diría que una vida entera valdría la pena por tan solo tenerte un momento entre mis brazos.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Historia de un sueño

Estaba en el bosque, en un viaje familiar. Me estaba quedando en una cabaña bastante sencilla, con vista a una montaña y una chimenea pequeña. Todos los días usaba el mismo gorro color café y mis botas negras, y todos los días desayunaba en el mismo lugar: un restaurante donde se veía todo el bosque, donde tenías que subir una pequeña colina para llegar hasta él y donde niñas y niños bailaban sin parar.
Un día visité junto con mi familia un pequeño mercado cerca de ahí, y entonces me lo encontré: lo encontré como una bonita casualidad viendo los puestos y con un café en la mano.
-¡Hola! -fue lo primero que me dijo y se apresuró a abrazarme, era uno de esos abrazos con los que te olvidas que el mundo entero existe. Y me sonrió, y no dejé que esa sonrisa se me borrara de la mente. Era bastante extraño verlo vestido así, y se lo dije: "me resultas extraño", y solo sonrió.
Creo que estaba bastante emocionada de tener tiempo a solas con él al fin, y cada día me levantaba pensando en que lo iba a ver, y en que mis días parecían tener cierto sentido.
Sus abrazos eran lo mejor del mundo. Y se lo dije: "Tus abrazos parecen detener todo a mi alrededor", y solo sonrió.
Y cuando finalmente fue tiempo de regresar a nuestras vidas normales,  el bosque se desvanecería lentamente y la montaña no formaría más parte de nuestro día a día, lo besé tan tierna y dulcemente que unas lágrimas se escaparon de mis ojos, y él lo notó, pero no dijo nada, solo sonrió.
Me abrazó por lo que pareció una eternidad y al final solo dijo "Te voy a extrañar".

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Escapemos

Escapemos por un momento de estas cosas que parecen abrumarnos de repente: responsabilidades por venir, pagar facturas al final del mes, pensar "¿y ahora qué sigue?", y no saber nada con certeza.
Diría que no tengo miedo pero estaría mintiéndote, lo sabes, ¿no es así?, ya te lo había dicho el fin de semana y creo que desde entonces mi ansiedad bajó unos cuantos niveles. Creo que está comenzando a pasar. La temida adultez nos está alcanzando. Más a ti que a mi, tal vez...
Veo como todos a mi alrededor parecen tener todo resuelto. Como todos se ven tan seguros, tan cofiados: pidiendo matrimonio, diciendo que sí, casándose sin pesar en nada más que el  amor del momento, y teniendo hijos.
¿Es eso todo?

No puedo pensar, no tengo idea ahora. Una vez estábamos caminando por una calle empedrada y me preguntaste si quería tener hijos y dije que sí, que tal vez uno. Tú dijiste que querías cuatro y me pareció una exageración. Pero creo que ahora que lo pienso concuerdo contigo, también quisiera tener 4, si es que algún día pasa.
¿Y por qué estoy hablando de esto?

No lo sé. La adultez corre detrás de mí y me dice que ya es hora de buscar un trabajo, que mis preocupaciones deberían ser otras y que tal vez sí: desperdicié mi juventud. Hay una guerra dentro de mi porque cada día y por más que intento no puedo atar estas cuerdas que unen los pedazos de mi corazón. Tengo muchas cosas que pensar y pocos días.

Tic, toc, tic, toc...

domingo, 16 de noviembre de 2014

Bajo mi piel

Crees que conoces a la muerte. Pero no la conoces. No hasta que la has visto. Hasta que realmente la has visto. Y se ha metido bajo tu piel y vive dentro de ti. También crees que conoces la vida. Te paras en el borde de las cosas y la miras pasar, pero no estás viviendo. No realmente. Solamente eres un turista. Un fantasma. Y entonces lo ves. Realmente lo ves. Y se mete bajo tu piel y vive dentro de ti. Y no hay escape. No hay nada que hacer. ¿Y sabes qué? Está bien, es algo bueno. Y eso es todo lo que tengo que decir.

sábado, 15 de noviembre de 2014

¿Será?

Me he repetido todo el camino que no pasa nada, que lo que siento es pasajero, que todo estará bien al final. Pero llevo días sintiéndome más extraña de lo normal: y todo parece indicar que algo en mi cuerpo está cambiando. ¿Será?
No tengo miedo. No podría tenerlo, incluso si fuera real, incluso si fuera verdadero. Las cosas pasan porque así tienen que pasar, ya nada puedo hacer.

A veces es mejor no buscar por respuestas. A veces es mejor simplemente ignorar. Me quedé con más miedo después de investigar lo que me está pasando. Y me repito "Estás bien, todo está bien". Pero una parte de mí sabe que no es verdad, sabe que me sentido más cansada, más adormecida.

El estrés me está consumiendo. Y estas ganas de llorar que no se me van.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Me siento como Charlie

Ya terminé de leer The Perks of Being a Wallflower, y estuvo bien: superó mis expectativas. Creo que es un libro bastante sencillo y en su sencillez está su belleza. Como siempre, cuando algo me gusta mucho me identifico con ello, y sí, me sentí muchas veces identificada con el personaje principal. Hay tantos momentos en los que me siento invisible, en los que siento que no encajo y lo único que puedo hacer es llorar. Y también tengo unas amigas y amigos maravillosos con los que pasé los momentos más bonitos hasta el momento, y también escribo y también leo. No sé. Soy como Charlie en muchos sentidos.
Ojalá pudiera involucrarme un poquito más, ojalá pudiera ser menos consciente de las cosas y en vez de pensar tanto solamente actuar.
Quizá sí, quizá también un día voy a terminar tirada en el piso alucinando los recuerdos reprimidos en mi inconsciente: porque sé que algún día tal vez salgan, y no estoy preparada para eso.

Hoy quiero contarte algunas cosas que me pasaron. Ya no quiero que los días pasen sin ser recordados, por más insignificantes que sean. Hoy tuve clase de dinámica de grupos y me tocó realizar la dinámica del día, que además era mi práctica final (por la que obtendré una calificación). Estuvo bien, no salió como la habíamos planeado pero creo que sorteamos las dificultades bastante bien. Al final, los compañeros de clase se dieron varios abrazos y creo que sí les transmitimos algo: estuvo bien. Y cuando la maestra dijo que le había gustado no pude hacer más que sonreír.
Después tuve asesoría de un trabajo final, y a pesar de que salí a las 12.30pm me quedé a esperar a mis amigas, porque iríamos al cine a ver Interestelar, pero resultó que la película dura 3 hrs así que no entramos y mejor fuimos a comer hamburguesas. Después compré unos lentes (otra vez gastando, ya sé), y luego regresé a casa.

Me quedé medio dormida por dos horas y cuando desperté tenía 2 llamadas perdidas de mi papá: me asusté y luego vi que tenía varios mensajes de él y de mi mamá. Pero no era nada malo, solo querían saber como seguía de la gripe y si iría a casa esta semana. Se me salieron unas lágrimas y luego leí: me perdí leyendo como dos horas hasta que terminé la historia y también lloré al final.

Ella se sentó en el suelo conmigo. Habló en voz baja:-Charlie, ¿no captas? Yo no puedo sentirlo. Es encantador y todo eso, pero a veces es como si ni siquiera estuvieras ahí. Es genial que puedas escuchar y ser un paño de lágrimas para alguien, pero ¿y si ese alguien no necesita un paño de lágrimas? ¿Y si necesita los brazos o algo así? No puedes quedarte ahí sentado y poner las vidas de los demás por delante de la tuya y pensar que eso cuenta como amor. Sencillamente, no puedes. Tienes que hacer cosas.-¿Como qué? -pregunté. Tenía la boca seca.-No lo sé. Como agarrarles las manos cuando llega la canción lenta, para variar. O ser el que le pide salir a alguien. O decirle a la gente lo que necesitas. O lo que quieres. 

-Charlie, te dije que no pensaras en mi de esa manera hace nueve meses por lo que te estoy diciendo ahora. No a causa de Craig. No porque no pensara que fueras genial. Es solo que no quiero ser el amor platónico de nadie. Si le gusto a alguien, quiero que sea mi verdadero yo el que le guste, no lo que piense que soy. Y no quiero que se lo guarde. Quiero que me lo demuestre, para poder sentirlo también. Quiero que sea capaz de hacer lo que quiera hacer estando conmigo. Y si hace algo que no me gusta, se lo diré.
Sam estaba empezando a llorar un poco. Pero no estaba triste.
-¿Sabes que le echaba la culpa a Craig por no dejarme hacer cosas? ¿Sabes lo tonta que me siento ahora por eso? Quizá él no me animaba de verdad a hacerlas, pero tampoco me prohibió nada. Aunque, después de un tiempo, yo no hacía las cosas porque no quería que cambiara la idea que él tenía de mí. 

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Déjame contarte acerca de mi día

Hoy estuve leyendo, últimamente me la paso leyendo por las tardes y eso me hace sentir un poco más como yo misma. En las últimas dos semanas he leído 3 libros: el primero fue Rayuela, de Julio Cortazar, y bueno, no me gustó ni poquito. No le entendí nada, y en verdad puse empeño en tratar de encontrarle sentido, pero no, no pude. Después leí Pantaleón y las visitadoras, de Mario Vargas Llosa, y la verdad tampoco me gustó tanto, está divertido leer algunas partes pero en su mayoría me parece que el estilo de redacción no fue mi favorito, no sé. Ahora mismo estoy leyendo The Perks of Being a Wallflower, ya vi la película hace más de 1 año creo, y cuando vi el libro en la biblioteca de la universidad me dije "tengo que leerlo", y lo acabo de empezar hace como 4 horas y voy a la mitad, me está gustando mucho, y es que me gustan los libros sencillos, que son fáciles de leer, que son fáciles de entender, que explican las cosas y que te describen de manera simple. Sí, tal vez soy demasiado simple, pero es que así me gusta escribir, y como dice en el libro, no entiendo a los escritores que usan palabras que saben que las personas no utilizan día con día, ¿para qué?, ¿qué quieren presumir?

He estado pensando últimamente demasiado, acerca de como mis días parecen estar ya cronometrados: me levanto a las 6.00am, me voy a la escuela a las 6.40am, regreso a casa más o menos a la 1.30 o 2.00pm, me duermo dos o tres hrs, despierto y hago de comer, probablemente ya se hicieron las 5.30 o 6.00pm: hago tareas o me pongo a leer, veo videos en youtube o veo series, tal vez alguna película, se hacen las 8.00pm y tomo un baño que dura más o menos media hr, después me hago un licuado de plátano con avena, y listo: fin de mi día. El resto del tiempo lo ocupo en leer aquí en la computadora: leo blogs o entro a facebook, me pongo a visitar páginas, a leer acerca de cosas tontas. Se hacen las 12.00am, es hr de dormir.

Me gusta escribir aquí para variar: no sé a quién le escribo, ni siquiera sé si alguien me lee, pero me gusta pensar que sí. Me gusta pensar que al menos Él me lee y pone los ojos en blanco al saberme tan dramática. Este es mi mundo, así es como lo veo. A veces me gusta re-leer lo que escribí cuando tenía 16 años: me parece que aquellos fueron buenos días.
Quizá vengan buenos días más adelante...quizá.
Cuando leo me gusta mucho imaginarme que yo fui quien escribió la historia. Y me digo "tienes que escribir ya", y a veces lo hago. Creo que tengo una historia que contar, un sentido que darle a mis tardes solitarias.

Por si acaso estás leyendo ahora mismo esto, quiero decirte que estoy bien. Que a veces puedo sonreír a pesar de las cosas malas, que estoy tratando de salir adelante, y cuando me despierto por las mañanas lo que más me gusta es pensar en qué me voy a poner. En esta semana he usado faldas todos los días: creo que se han convertido en mi cosa favorita, creo que tendré que comprar más. Ya sé, piensas que no debería gastar tanto.

Tal vez ahora logro comprender más cosas gracias a ti, ¿recuerdas diciembre pasado?, cuando fuiste a mi pueblo natal y pasamos la tarde sentados en una banca, y una chica que yo conozco nos miró y le dijo a mi mejor amigo que estaba ahí contigo. Ese día me dijiste algo que no logro sacar de mi cabeza "Nunca acabas nada". Y justo hoy estaba en clase de psicopatología psicótica de adultos y estábamos hablando del TDA y uno de sus criterios diagnóstico es ese: la persona no termina las actividades. Y pensé, "qué extraño es todo esto", y pensé en ti y entonces pude ver que me habías mandado un mensaje, pero no podía contestarte, porque me siento hasta adelante y el maestro podía verme y me regañaría.

Pensé en ti y sonreí como hace tiempo no hacía. Y justo ahora son las 10.13pm y estoy sentada en la sala y estoy pensando en lo mucho que me hace falta tenerte delante de mi para contarte las cosas que pasan por mi mente.

domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Qué se siente saber que tendrás 21 años?


El universo sobre mí - Amaral

Solo queda una vela encendida en medio de la tarta y se quiere consumir,
ya se van los invitados: tú y yo nos miramos sin saber bien qué decir.
Nada que descubra lo que siento, que este día fue perfecto y parezco tan feliz,
nada como que hace mucho tiempo que me cuesta sonreír.

Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el univero sobre mí, quiero correr en libertad, quiero encontrar mi sitio.

Una broma del destino, una melodía acelerada, en una canción que nunca acaba.
Ya he tenido suficiente: necesito alguien que comprenda que estoy sola en medio de un montón de gente.
¿Qué puedo hacer?

Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el univero sobre mí, quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad. Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí, como un naúfrago en el mar: quiero encontrar mi sitio, solo encontrar mi sitio.

Todos los juguetes rotos, todos los amantes locos, todos los zapatos de charol.
Todas las casitas de muñecas, donde celebraba fiestas, donde solo estaba yo.
Vuelve el espíritu olvidado del verano del amor.

Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el univero sobre mí, quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad. Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí, como un naúfrago en el mar: quiero encontrar mi sitio, solo encontrar mi sitio.

Solo queda una vela encendida en medio de la tarta y se quiere consumir...





*Ya tengo 21, #feeling old, feliz cumple a mí misma.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Soy transparente

Soy como el agua, puedes ver cada parte de mí. No oculto nada, ni siquiera lo intento: puedes ver en mi algunas imperfecciones que salen a la superficie, está bien. He tratado de ocultarlas por tantos años, de removerlas, pero me di cuenta de que no servía de nada, que formaban parte de mí.
Y no pienses que soy como una laguna, un agua que está estancada, quieta, que espera con impaciencia a que el aire la mueva. No; yo soy un océano. No podría estar en calma incluso si luchara con todas mis fuerzas por ello. Dentro de mi late algo que me hace estar en constante movimiento: tengo vida dentro de mí, tengo esperanza, tengo tesoros escondidos y alguno que otro pirata ha venido en su búsqueda pero se ha rendido en poco tiempo.
Tengo tantas cosas que faltan por conocer; soy transparente. Estoy esperando a que vengas a buscarlas.
Y he empezado a crear maremotos, he empezado a salirme de la costa: voy más allá, porque te espero, porque te busco. No podría mentir, incluso si lo intento me sale al revés, así que dejé de hacerlo.
Éstas olas que ves desde el balcón, ésta fuerte marea: te quiere decir algo.

jueves, 6 de noviembre de 2014

#3

Faltan exactamente 3 días para que cumpla 21, y esperaba tal vez salir a celebrar un poco y emborracharme y olvidarme de todos por un momento, al menos. Pero resulta que no, resulta que mis amigas (como siempre) me cancelan a último momento y pues qué más da. Supongo que puedo quedarme en casa el fin de semana, supongo que puedo comprar una botella de whisky barato y acabarmela yo sola. Porque ya no sé a quién más pedirle que me acompañe. Y sí ,lo sé, suena bastante patético, pero no tengo muchos amigos: los puedo contar con los dedos de 1 sola mano, pero está bien, siempre he estado bien siendo así: solitaria. Incluso ahora, que tengo una compañera de cuarto: es extraño, siento como si estar cerca de las personas (físicamente) me hace alejarme de ellas. Me ha pasado antes, pasará otra vez.
Quería celebrar, quería bailar hasta que dieran las 12 am y quería recibir una llamada, quería ver en mi celular tu nombre y que me dijeras ¡Felicidades!, quería pasar la noche contigo y besarte hasta que los labios se me entumieran y quería que todo mi cuerpo se llenara de tu aroma. Quería que me abrazaras y me susurraras que me quieres como a nadie en el mundo, quería salir a pasear contigo, tomados de la mano; quería que la gente nos viera, que fuéramos al malecón como lo hicimos cuando cumplí 18 años, que comiéramos pizza y nos perdiéramos mirando las estrellas, mirando el mar y los barcos.
Quería tener 17 otra vez, o tal vez incluso 18.
Quería tenerte a ti como regalo perfecto de cumpleaños.
Quería...Quería...

"Pronto...pronto...un día...pronto..."

21 años que se sienten como un golpe al corazón. Como una carcajada del destino, si es que existe.

Faltan 3 días para soplar las velas y pedir un deseo. Solo espero que se haga realidad.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿Estás ahí?

-¿No crees que ya es hora? -preguntó.

Y mientras me hacia esa pregunta yo pensaba en correr, en como últimamente en lo único que pensaba mientras me sentaba a esperar era en correr, lo más lejos posible, y sin mirar atrás. Y pensaba en como parecía hacer las cosas al revés siempre: en vez de avanzar retrocedía, en vez de odiar amaba y en vez de cerrar los ojos y descansar, los mantenía abiertos hasta que las lágrimas no paraban de salir, hasta que se inundaban y ya no podía dormir.

-¿Estás ahí? - insistió.

Y yo no estaba. O tal vez sí, quién sabe. Ya no sabía nada, ya no sentía nada, ni una pizca de lo que había sido quedaba en mí. "¿Estás ahí?, ¿estás ahí" me gritaban todos al rededor, y yo me tapaba los oídos: porque no quería oír, porque ya estaba ciega y qué mejor que también estar sorda. No quería saber nada. Mejor vivir en la ignorancia. Y esa era otra parte que no le contaba a nadie; que siempre estaba al pendiente, que nunca podía estar quieta, aunque me hubieran atado las manos no podía permanecer sin buscar respuestas; me hubiera arrastrado por el suelo de ser necesario.

-No te entiendo -concluyó mientras se alejaba de mí.

"Yo tampoco" pensé, y luego corrí, pero mis piernas me traicionaron, y en vez de correr hacia en frente, en linea recta, corrí hacia atrás; exactamente un año atrás y vi las cosas que me llevaron en una espiral, que me llevaron a convertirme en esto que soy ahora. Y mi cabeza se hizo bolas, y mis recuerdos giraron en tombolas y ahora no encuentro un hilo conductor que me lleve a saber qué es real y qué es subjetivo. Ayer pensé que hace más de un año que te había visto, con mis botas puestas, cuando me dijiste "¿A dónde vas vestida así?", para luego darme cuenta que no, que no pasó hace un año, sino que fue en febrero. Y entonces lloré, lloré toda la noche y hoy amanecí con los ojos hinchados y fue entonces cuando me preguntó:

-¿No crees que ya es hora?

sábado, 1 de noviembre de 2014

10 de agosto, 2011

¿Cómo describiría esto que siento por ti?

No hay libro, canción o película que se le compare.
Creo que esto que siento es tan maravilloso, que nadie tiene las palabras para describirlo.
Cada día me levanto con una sonrisa, porque pienso en ti y en lo feliz que me haces.
Trato, de verdad, de ser una mejor persona para ser así la chica que tú te mereces.
Pienso en ti y mi mundo se ilumina; me llenas de alegría, de emoción.
Estar enamorada de ti me ha hecho comprender muchas cosas.
Tiempo atrás entregué mi corazón y no fui correspondida; sí, sufrí mucho. Pero ahora entiendo porque fue así; es parte del proceso del amor. Tuve que pasar por eso para valorar el amor que tengo contigo.

Te amo, así de simple.
Si pudiera, te pediría que pasaras el resto de tus días conmigo.
Pero eres libre, y eres mío.