domingo, 31 de diciembre de 2023

Chau, 2023

 2023 se está acabando, y me pregunta ¿a dónde fuiste?, ¿dónde estás ahora?, ¿quién querías ser y quien eres están en sintonía? 

30 años después de mi nacimiento me encuentro en paz, quiero disfrutar de esta tranquilidad que he encontrado en el camino, quiero aprender a callar mi mente que a veces no me deja dormir por todo el ruido que hay en su interior, quiero ver todo lo que incosciente esconde, conocer a mis traumas, verlos frente a frente y terminar siendo su amiga (de ser posible, sino al menos ser cordiales).

Quiero disfrutar de mi trabajo pero aún más de mis descansos. 

Quiero seguir viendo el mundo y contarlo a través de mis palabras.

Quiero sanar este cuerpo y esta mente, sanarlo de todo lo que vivimos en la infancia y aún me sigue persiguiendo tantos años después. Quiero poder caminar más ligeramente.

Quiero amar a los que me rodean y me dan su amor también.

Quiero ser la tía que mi sobrina necesita, con la que puede hablar de todo, con la que puede ser ella misma sin miedo, la que quita la maleza para que pueda florecer en paz.

Quiero seguir siendo esta persona que cree que el universo le revela secretos todos los días, si tan solo estoy dispuesta a escuchar.

Quiero ver el mar y cantarle a las olas, ser una con ellas, quedarme dormida y estar lista para un año más.

sábado, 30 de diciembre de 2023

10 preguntas para despedir el año que se va (2023)

 El 2023 nos dice adiós y es momento de sentarme con un té en la mano y pensar, ¿dónde estoy ahora?

1. ¿Dónde estabas en este día el año pasado? Estaba volviendo a la vida, porque pasé muchos meses estresada y con un trabajo extra que jamás había hecho: en el bar. Y literalmente hacer todo en el bar; ser bartender, ser mesera, hacer inventarios y redes sociales y hablar con todos los proveedores e ir de comprar casi cada semana... demasiado. Mi cuerpo sintió los efectos de tanto trabajo, y sí, no lo voy a negar, mi cuerpo este año también los ha sentido, justo hoy estoy enferma de gripa y aún así quiero ir al gimnasio, pero me detuve a mí misma porque me digo ¡basta!, tienes que descansar. 

2. ¿Dónde estás ahora? Aún tengo mucho trabajo, pero, creo que tengo un mejor balance. Aún me estresan cosas sobre el futuro y el trabajo y me pregunto, ¿dónde estaré en un año? y no tengo respuestas. Pero si algo me enseñó este año es que puedo con cualquier cosa, soy fuerte y soy creativa y siempre puedo encontrar soluciones. El futuro es incierto pero es parte de vivir.

3. Si pudieras describir el año en 3 palabras, ¿Cuáles serían? Responsabilidad - enraizarme (si esa es una palabra, no lo sé) - tranquilidad.

4. ¿Por qué estás agradecida? Por mis nuevos proyectos, que finalmente pude abrir la tienda que tanto quería en mi pueblo y se sintió como convertir un sueño en realidad, por el apoyo que siempre tengo de mi papá y mi novio, porque tengo a mi lado a una persona que siempre está pasa mí y me lo recuerda siempre, porque aunque perdí amigos en el camino por haber cambiado y haberme convertido en una persona más responsable y menos fiestera, los que aún conservo son mis tesoros que guardo con mucho mucho amor. Por haber visitado nuevos lugares en usa y haber ido a canadá a visitar a mi mejor amiga. Por haber visto a mi grupo favorito de la infancia y haber cantado a todo pulmón, por haber empujado a mi cuerpo a dar más y haber corrido mi primera carrera, por practicar deporte todo el año, algo que jamás había hecho.

5. ¿Qué metas cumpliste? El año pasado dije que me iba a enfocar en dos cosas nada más: mi guión y mi negicio en san pancho, y sí, de nuevo mi guión no fue mi prioridad y ya no quiero dejarlo de lado. A mediados de octubre sí abrí un nuevo negocio y aunque me tomó un  tiempo asimilarlo, estoy feliz con el resultado.

6. ¿Qué metas no cumpliste? Mi guión!!!!!, quiero enfocarme en eso, y tener más balance entre trabajo - descanso - tiempo para mí - tiempo para mis amigos.

7. ¿Qué te trajo más felicidad en 2022? Los días en la playa con mi sobrina y mi novio, volver a disfrutar los paseos en bicicleta, perder el miedo a probar cosas que si no fuera por mi novio no haría, pasar tiempo con mis amigos y familia.

8. ¿Qué nuevos hábitos adquiriste? La disciplina de levantarme temprano e ir al gym o jugar pickleball, he sido constante y ya va más de un año que hago esto -casi todos los días, y el año que viene quiero correr, quiero empujarme más y hacer 10 kilometros el año que viene.

9. ¿Qué hábitos vas a dejar? No es un hábito, pero no quiero que mi trabajo sea mi prioridad, quiero disfrutar más de los días libres. 

10. ¿Qué quieres lograr en 2022? Ok, no maś excusas, quiero trabajar en mi guión!, sin más. Voy a encontrar a un mentor que me asesore y ya terminarlo. Y correr 10 k. 

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Cosas favoritas del 2023

 El años se acaba ¡al fin!, y eso quiere decir que me toca hacer un recuento de mis cosas favoritas, esta vez no son muchas, pero eso no quiere decir que por eso sean de mala calidad. O quizá sí, depende de cada quien, todo es subjetivo a fin de cuentas.

Libros:
Este año leí 28 libros, aún estoy leyendo dos y escuchando uno y la verdad, no creo acabar antes del domingo, pero está bien, estos últimos días para mi son de flojera total, y estoy en paz con eso.

1. Dar Voz al Niño - Yvonne Laborda. Un libro muy hermoso, que yo sé que voy a tener que volver a leer varias veces para grabármelo todo en la cabeza, y es que siempre he dicho que no quiero tener hijos, y aún lo sigo diciendo pero ahora tengo una sobrina que está creciendo demasiado rápido y la verdad es que los niños me encantan, y quién sabe si pronto vuelva a dar clases, entonces quiero ser una buena influencia para todos aquellos pequeños que se crucen por mi camino.



2. Hambre de Hombre - Anamar Orihuela. Un libro que toda mujercita debe leer sin dudas, porque cuestionarnos todo lo que se nos ha enseñando sobre el amor siendo mexicanas es algo fundamental.



3. It Didn't Start With You - Mark Wolynn. Este libro fue difícil de leer porque de verdad que fue como ir a terapia, y una terapia buena, de esas en las que a veces no quieres ir porque ya no quieres escavar más ni llorar más, pero ya ni modo, no puedes darle marcha atrás.



4. The Seven Husbans of Evelyn Hugo - Taylor Jenkins Reid. Mi novela favorita de este año, porque me hizo leer súper rápido porque quería enterarme de qué ia a pasar después, y me imaginé todo y ahora quiero que hagan una película o serie porque quiero seguir en el mundo de Evelyn.


Películas y Series: 
La verdad soy muy pero muy mala para acordarme de llevar una lista de las películas y series que veo en el año, spi consumo mucho netflix pero la mayoría de las veces me la paso viendo cosas que ya he visto antes y me hacen sentir en casa.

1. They Cloned Tyrone. Como buena fan de las conspiraciones, esta película le dio justo al clavo, está increíble, y tiene de todo: te vas a reír a carcajadas, te vas a preguntar qué rayos está pasando, hasta puede que llores un poquito, y vas a estar entretenido sí, bastante. 


2. Ted Lasso - Temporada 1. Finalmente me subí al tren de Ted Lasso, tenía mucho tiempo queriendo verla porque sentía que iba a ser parecida a Club de Cuervos, y amm, no, no es muy parecida, sí, se trata de futbol pero ya, eso es todo. La primera temporada me gustó mucho, igual que con Tyrone, me reí, lloré, me pregunté qué rayos está pasando y me entretuvo. 10/10, aunque, ya empecé la segunda y la verdad no es tan buena, está ya muy predecible y ya no se trata de fútbol y eh, se siente forzada, pero la voy a terminar, ni modo. 


3. Love is Blind. No voy a negar que esta serie es mi gusto culposo porque es mala y ridícula, pero, me encanta y no puedo dejar de verla y sé que voy a ver las demás temporadas que salgan, ni modo.  Es un reality donde varios hombrecitos y mujeres van a muchas citas a ciegas, literalmente, porque no se pueden ver y al final de 10 días se comprometen, se conocen y deciden si se van a casar o no. 




Música:
Este año fue bastante equis en cuanto a música, al igual que con mis series y películas siento que no descubrí muchas cosas nuevas sino que me fui con mis favoritos que ya conozco y me gusta escuchar sin importar la hora del día.

1. SG Lewis. Mi artista número 1 en spotify este año para mi sorpresa.
2. Sidney Sprague. La chica que más vi en concierto este año (2 veces jaja)
3. Now Now. Una banda que descubrí de pura casualidad y creo que ya ni existen. 

Podcast:
Redescubrí mi amor por los podcast mientras voy en el camión o caminando al trabajo.

1. Out of the Pods. Un podcast que se trata de mi reality show y guilty pleasure favorito, que lo escuché cada semana sin falta.
2. El podcast de Marco Antonio Regil. Sé que decir Marco Antonio Regil en méxico es como, ¿por?, pero su podcast me entretiene bastante, siento que tiene temas actuales, buenos, que resuenan conmigo y los dos somos vegetarianos y me encanta que siempre te lo recuerda, igual que yo, jaja :P

Y así, otro año que nos dice chao, eres más viejo ahora, ¿qué aprendiste?, ¿acaso aprendiste algo?, ¿o te la pasaste viendo videos sin sentido?
No lo sé, ya lo sabremos el año que viene.

jueves, 21 de diciembre de 2023

Todas las veces que he muerto

 La primera vez que morí es un recuerdo bastante pixelado en mi mente, solo recuerdo que tenía aproximadamente unos 4-5 años e iba caminando en la calle Africa de mi pequeño pueblo junto a mis papás, como era una niña con poca paciencia me adelanté bastante, iba casi corriendo y mis papás estaban diciendo mi nombre una y otra vez, tratando de que bajara la velocidad. Pero no hice caso, y como creí que era una niña grande me adelanté aún más, la calle se acabó y tenía que cruzarme a la siguiente, miré atrás, miré a mis papás con cara de preocupación, y luego cruce la calle. Escuché un grito fuerte "JANETH", y luego, un hombre en bicicleta que venía a toda velocidad me alcanzó, por alguna extraña razón recuerdo que ambos salimos volando por los aires, y ¡bum!, chau mundo. 
No recuerdo qué pasó después, cómo regresé a la vida, pero sí recuerdo que después de eso tuve un miedo bastante fuerte a las bicicletas, evitaba a toda costa subirme a ellas, y cuando mis amigos me preguntaban por qué no quería subirme, lo sabía cómo explicarles. 
El miedo se me quitó apenas hace unos años, cuando mi novio me obligó a subirme a una bici bastante grande y eléctrica además, finalmente me di cuenta de que hasta me gusta pasear y sentir el viento en el rostro, eso sí, siempre hay una voz en mi cabeza que me pide que tenga mucho cuidado y tiene miedo de caerse o atropellar a alguien.

La segunda vez que morí fue en casa de mis papás, no sé cuántos años tenía pero ya había terminado la universidad, y estaba en ese periodo donde no sabes qué harán con tu vida así que te quedas con tu familia por un tiempo. 
Recuerdo que fue una noche larga donde no conseguí dormir por más que lo intenté, eran como las 3:00am y finalmente me rendí, salí de mi cama y me fui a la sala donde me acosté en el sillón con la esperanza de poder conciliar el sueño ahí. Me tapé de pies a cabeza con una sábana y esperé, pero nada pasaba, mi cabeza aún estaba pensado y no conseguía descansar, hasta que de pronto tuve una sensación extraña: me dolía el pecho, y era una puzada que no se quitaba y dolía más y más, hasta que algo en mi dijo: te estás muriendo. Primero no lo podía creer "qué forma más tonta de morir", pensé, y luego me resigné, "bueno, al menos moriré en casa de mis papás", sentí entonce cómo mi cuerpo se ponía ligerisimo y yo flotaba arriba de mi cuerpo, chau, me dije a mí misma, luego, aunque parece un cliché, sí vi una luz bastante blanca que lo iluminó todo, y un segundo después volví a mi cuerpo. Falsa alarma, pensé, aún no era mi tiempo, otra vez. Me quedé recostada ahí pensando en la paz de morir, hasta que me quedé dormida.

La última vez que morí fue hace poco, y de nuevo de una manera muy tonta: al cruzar la carretera. Sentí de nuevo como era una niña pequeña y mis papás me gritaban: JANETH, pero esta vez estaba sola, vi un carro gris acercarse más y más a mí y sentí a mi cuerpo volverse una estatua y me quedé completamente paralizada. 

Hay algo acerca de la muerte, que siempre me ha asustado, pero luego comprendí que morir solo es parte de vivir, una y otra y otra vez. ¿Cuál será la definitiva?, no lo sé. Sé que hay cosas que te traen de vuelta a la vida instantáneamente. Como hoy, tocando mi jarana y cantando mientras pensaba que un día todo se volverá blanco de nuevo.

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Todos nos estamos comiendo

 ¿Cuál es el punto de vivir sin morir por un ego?, poner validar nuestras fantasías y sentír que somos realmente especiales: sabes que nos encanta mentir.

Nos encanta agarrarnos de cualquier cosa para sentir que somos importantes, pero cada momento es más corto que un hipo o un parpadeo: sabes que le tenemos miedo al tiempo.

No sabemos cómo aceptar que somos solo un producto de la casualidad, nada como los dioses y más parecidos a las plantas, no podemos parar de inventar razones por las que estamos vivos: sabes que nos encanta la negación.

Así que nos pintamos la cara con intelecto, fingiendo que no tenemos curiosidad, demasiado ocupados, super serios, no tenemos tiempo para hacer lo que realmente nos gusta: solo es necesario mirar al cielo.

Porque todo nos vamos a morir, nos pudriremos hasta convertirnos en narcisos y dientes de león, las abejas usarán nuestras flores para hacer lo que se les antoje; harán la miel que nuestros nietos pondrán en su té de la mañana.
Es parte de la vida,
Todos nos estamos comiendo,
nadie vivirá para siempre...

sábado, 16 de diciembre de 2023

llamame en la tarde

Vi a Lucía en la fiesta el fin de semana pasado, estaban tan guapa con sus cachetes rosaditos por el frío, y sus piernas con la piel de gallina porque no le gusta ponerse pantalón aunque se esté congelando. Traía puesto su vestido favorito, y lo sé porque se lo pone cada que va a una fiesta, un vestido blanco con un moño rojo en la parte de atrás. 
Lucía es como una obsesión sin serlo realmente, ¿entiendes?
La conozco desde que teníamps 5 años y entramos al kinder, nuestros papás siempre decían que terminaríamos juntos, supongo que eso quedó grabado en mi subconsciente.
Nos hicimos novios cuando teníamos 12 años, y nunca rompimos, aunque tampoco estuvimos juntos, fue una cosa de niños.  Lucía se fue a estudiar la prepa a otro estado y cambió por completo. Ya no era la pequeña Lucía; había crecido por lo menos unos 20cm y se había desarrollado y en las reuniones siempre estaba fumando. A veces actuaba como sino me conociera y a veces se pasaba la noche platicando conmigo y recordando los viejos tiempos, cuando vimos una película juntos por primera vez, porque me salí de mi casa a las 12am y entré a su cuarto por la ventana, cómo habíamos tenido tantos momentos platónicos, jamás la había besado y jamás la toqué, y aún así habíamos estado seguros de que íbamos a terminar juntos, viviendo felices para siempre.
Pero ahora tenía 17 años y había otra chica que decía estar perdidamente enamorada de mí, y no podía seguirla ignorando para siempre por estar esperando a que Lucía decidiera si quería estar conmigo o no.

*

Mirando atrás al momento en que Lucía me rechazó una noche de diciembre, me doy cuenta de cómo mi vida tomó una trayectoría que jamás hubiera esperado: 10 años después, casado, esperando mi primer hijo. Pero no fue fácil llegar hasta aquí, a veces aún veo a Lucía caminando por la calle y me pregunto qué hubiera sido de mi vida si ella me hubiera llamado.

*

Tomé a Lucía de la mano y le dije: ¿podemos hablar?, ella me miró con calma, y asintió. Podía sentir las miradas de los demás siguiéndonos. Nos sentamos es un pequeño sillón al final del pasillo, donde la música no sonaba tan fuerte. Ella me preguntó si todo estaba bien, dice que sí, pero que necesitaba preguntarle algo importante, ella se río y me tomó del hombro, eres un dramático y nunca vas a cambiar, ¿verdad?, dijo despacio. Lucia, dije con un tono que sonó más enojado de lo que esperaba, ¿qué estamos haciendo?, ¿por qué han pasado tantos años y aún no te he besado?, porque no has tenido el valor, dijo. Los dos nos reímos, la tomé de las manos, ella alzó las cejas, estaba esperando, pero yo no podía hacerlo, no sin saber que ella también quería lo mismo que yo.
Te quiero y quiero que estemos juntos, dije de una, sin respirar, casi con los ojos cerrados. Lucía no dijo nada, solo me miró y no despegó sus ojos de los míos. ¿Puedo llamarte mañana?, dijo. No sé qué decirte ahora mismo pero mañana seguro sabré. No puedo esperarte para siempre, respondí, y ella solo se levantó y caminó en dirección de los demás. 

*

Al día siguiente esperé como un tonto sentado en mi cama al lado del teléfono y la llamada nunca llegó. Lucía no iba a darme ninguna respuesta, nunca lo había hecho. Recordé como ella siempre tenía una excusa para estar con otra gente o sus amigos en lugar de conmigo. Así que finalmente tuve una novia, porque le dí una oportunidad a alguien más, aunque eso no resultó como había esperado y pasé los siguientes 5 años de mi vida con ella solo para romper porque resultó que ella quería estar con su mejor amiga. Y luego mi hermana me presentó a una de sus amigas y el resto es historia. Incluso invité a Lucía a mi boda y fue con su novio, y los cuatro nos tomamos una foto juntos, y pensé, lo que son las cosas. 
 

sábado, 9 de diciembre de 2023

Hacer amigos cuando eres adulto

 Crecer significa sin dudas tener más responsabilidades, ¿qué comer todos los días?, ¿de dónde sacar tiempo para limpiar la casa?, ¿cómo voy a pagar la renta este mes?, ¿en serio tengo que ir al trabajo aunque estoy enferma?
Ni siquiera puedo imaginarme una vida donde además de las resposabilidades ya mencionadas también están los hijos o las mascotas. No thanks, paso.
Pero dentro de las responsabilidades que dan mucha flojera, también están aquellas que son necesarias para una salud mental o emocional o cómo quieran llamarle. Y una de ellas es hacer tiempo para los amigos, porque una vez que la mayoría estamos en relaciones sentimentales serias, el tiempo parece pasar de 24 horas al día a apenas unas 8 y hay que ir corriendo para todos lados.
Mi mejor amiga de la prepa ahora tiene dos hijos, un laboratorio químico y nada de tiempo, así que no recuerdo cuándo fue la última vez que la vi, y bueno además vive como a tres horas de mi pueblo. 
Mis otras amigas aún siguen solteras, algunas ya con hijos, y hacemos tiempo para vernos, pero es difícil con nuestros horarios y obligaciones. Justo hoy iré a verlas a la ciudad vecina.
Y mis amigos de aquí del pueblo, bueno, parece que todos se desvanecieron a un abismo de donde no puedo sacarlos, incluso mi mejor amigo de toda la vida ahora es un completo desconocido y no hayo la manera de volver a ser como éramos antes.
Perder amigos es como atravesar una decepción amorosa, solo que aún más dolorosa, en mi punto de vista, y es algo de lo que pocos hablan. 

El caso es que me he propuesto hacer amigos, pero el problema es; ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?
Mi rutina es bastante constante y no tengo mucho tiempo libre, ¿dónde rayos se consiguen amigos en la adultez?
Quisiera tener las respuestas a estas preguntas pero no las tengo. Además soy una persona bastante, no tímida pero sí algo introvertida y me cuesta simplemente ir a hablarle a alguien. 
Uff, no lo sé, esta semana me enfocaré en tratar de buscar espacios para salir de mi zona de confort. Y ya veremos qué pasa.

jueves, 7 de diciembre de 2023

Los hombres no me dan la mano y eso me hace enojar

 Aquí esta una historia que pensé que nunca tendría que contar, lo dejé pasar por mucho tiempo hasta que se hizo bastante evidente que ya no podía ignorarlo más:
bastantes hombres no se presentan conmigo, no me saludan de mano, ah, pero a mi novio sí, casi hasta lo besan en la boca para profesar su admiración.
Y es que tener un bar y ser mujer pareciera que no van de la mano, o al menos no a los ojos de estos hombres.
"¿Tú?, ¿dueña?, jajaja, no puede ser"
Pero es que sí lo es. Y me molesta bastante que por mi género y también quizá por mi edad no se me toma en serio, todos van corriendo a pedir consejos a mi novio, mientras yo me guardo un poquito de mi enojo y el otro lo saco aquí, hoy.
Justo ayer un cliente que no veíamos durante meses volvió al pueblo y pasó a saludar junto con su hermano, y oh sorpresa, claro que solamente saludaron a mi novio, ¿acaso soy invisible?
Y quiero aclarar que esto también pasa con mujeres, pero no es muy común, quizá porque no soy a única que ha pensado en esto. Hace años viendo Master on None había un episodio donde hablaban de eso y pensé "ah, vaya, es verdad", pero hasta entonces nunca lo había notado tanto como en el último año. Y es que yo pienso, ¿de verdad que les cuesta tanto estirar la puta mano y dármela a mi también?
No puede ser tan difícil, ni tampoco debería serlo.


sábado, 25 de noviembre de 2023

The now what?

 Tefi ha estado con su novio durante dos años, a veces el tiempo le parece eterno, a veces a penas un abrir y cerrar de ojos. Tefi anheló durante toda su vida tener una relació real, encontrar a un hombre que la quisiera con todo su corazón, y que se lo demostrara, no solo con palabras bonitas, sino con sus acciones, alguien que no se aburriera de ella a los meses, como muchos lo habían hecho antes. Y ahora que finalmente lo tenía, se preguntaba, bueno, ¿y ahora qué?
Había tenido la sensación muchas veces de que nada en la vida era lo suficiente, de que siempre iba a tener que querer un poco más, y durante el primer año con su novio se sintió de verdad feliz, de verdad enamorada, había cosas, como todo que no le gustaban del todo, pero que había aprendido a entrecerrar los ojos y dejarlo pasar, a final de cuentas, sabía que ella tampoco era perfecta. 

Pero el segundo año había llegado. Y también las dudas. Sobre todo después de haber leído un libro de Dolly Alderton que hablaba de cómo una chica prefería estar soltera porque se sentía más en paz que estando con su novio. Tefi, siempre buscando una señal divina en todo lo que veía, leía o escuchaba, lo tomó como algo personal. 

¿Era feliz?, sí, la mayoría del tiempo era feliz, pero también a veces extrañaba su vida de soltería, aunque cuado lo pensaba a profudidad no quería verdaderamente estar soltera, solo quería atención de algunos chicos, quizá coquetear un poco, y ya. Tenía la sensación de que algo faltaba en su vida, pero no sabía qué. Pensaba en los tiempo en que se iba de fiesta todas las noches y conocía gente nueva que sabía que no volvería a ver, pensaba en lo mucho que extrañaba a Mauricio pero ahora no sabía ni siquiera cómo hablar con él. Sentía que sus vidas habían tomado caminos extremadamente opuestos: ella, comprometida totalmente a su trabajo, a su futuro y a su relación, y Mauricio a seguir en la fiesta, en el alcohol y descontrol.

Tefi finalmente se dio cuenta de que quería que todo fuera cómo antes, pero incluir a su novio. Y sabía que eso jamás sería posible. Tenía dos opciones: hacer las pases con su presente o vivir aferrada al pasado. No sabía qué hacer.

sábado, 18 de noviembre de 2023

Ser maestra y luego dejar de serlo

 Hace unos meses le mandé un mensaje a mis alumnos y a las mamás de mis alumnitos diciéndoles que finalmente y después de años de decidia, iba a dejar de dar clases para perseguir un sueño que estaba en mi mente también por años: abrir una Thrift Shop en mi pequeño pueblo.
Todo parecía tan en las nubes hace meses: la idea estaba ahí, pero no tenía ni idea de cómo llevarla a cabo. Compré 4 maletas llenas de ropa en USA y así empezó todo.
Poco a poco todo fue tomando forma: limpiar el espacio donde daba clases, pintarlo, poner estantes y un espejo, hacer un "probador", comprar ganchos y maniquís. 
Un día finalmente colgué la ropa y se sintió como un alivio: ahí estaba, mi sueño, había dejado de hacer algo que amaba por esto que tenía frente a mis ojos, ¿valdría la pena?

La verdad es que aún no lo sé.

Contraté a una chica que es hermana de mi mejor amiga porque yo no puedo estar aquí todos los días. Prácticamente me gasté casi todo mi dinero, pero aquí estamos. Ya pasó un mes y todo ha fluido. No ha sido cómo yo imaginaba: con chicas amontonándose por comprar la ropa (jaja), pero ha estado bien. 
Es raro aterrizar una idea en este mundo, sobre todo para mí que soy una eterna soñadora e imagino siempre o lo mejor o lo peor. Una parte de mi mente piensa que de todad formas esto no es un gran riesgo: al final de cuentas siempre puedo volver a dar clases.

Extraño ser maestra, sí, extraño bastante a mis niños y sus bromas y sus risas. No descarto que en el futuro quizá pueda encontrar la manera de hacer tiempo y volver a enseñar, ya veremos. Por ahora, voy a seguir en la realidad.

jueves, 9 de noviembre de 2023

Lo que aprendí en mis 20s

 

  1. Tus sueños van a cambiar, tú también. Vas a darte cuenta de que nada es tan fácil como pensabas, pero si pones tu mente y esfuerzo, puedes lograr lo que te propones, no será nada fácil, pero valdrá la pena. 
  2. El amor es simple. Pero no por eso aburrido: encontrar el amor en esa persona a la que ves diario, que conoce cada parte buena y no tan buena de ti y aún así se queda, que lucha por ti y te demuestra a diario que merece tu amor. Ese el amor que descubrirás que vale la pena y lo vas a encontrar, primero en ti y luego en los demás. 
  3. La universidad y tu carrera no son tan serias como parecen. Sí, complaciste a tus papás y terminaste una licenciatura en psicología y sí vas a ser psicóloga por unos años pero luego vas a descubrir que las cosas que te llenan y te hacen feliz son otras, y está bien. Una carrera puede abrirte puertas, pero el camino lo forjas tú. 
  4. Tus amigos cambian, lo que importa es tener a gente que te entienda y valore. Escribí acerca de un montón de gente que he conocido estos 10 años, algunos siguen en mi vida y otros no, y está bien. Los amigos son como las estaciones del año, y si tienes gente con la que puedes contar al final del día,  ya ganaste la lotería. 
  5. La relación con tus papás es complicada, pero depende de ti. ¿Quieres tener una mejor relación? Haz el esfuerzo. Tus papás son quienes son, no van a cambiar de la noche a la mañana ni tampoco van a pedirte perdón por lo que hicieron en tu infancia. Te toca perdonarlos y aceptarlos como son o alejarte de ellos. Tú decides. 
  6. Tus hábitos son tus más grandes aliados. Si quieres una vida sana, tienes que comportarte como una persona sana, ejercicio, dieta y meditación serán las cosas que te cambiarán por completo. 
  7. Las cosas que amas siempre estarán para ti. Al final del día , aquello que amas con locura y pasión jamás se irá de tu mente. Y por más ocupada que estes, volverás a lo que te hace ser tú: escribir, bailar, tocar la jarana. 
  8. Los chicos malos no son tan buenos. Sí es divertido por un rato pero al final tu corazón te agradecerá que te alejes de personas que no lo valoran. 
  9. Haz de tu vida una obra de arte. He romantizado mi vida desde que tengo memoria, y sé que lo seguiré haciendo , porque para mí, el mundo es un escenario y yo quiero bailar hasta el final. 
  10. La tristeza es tu amiga, pero déjala ir. Por mucho tiempo me aferré con fuerzas a la tristeza, porque pensaba que estando triste me inspiraba más y mejor. Luego, con terapia y mucho trabajo interno aprendí a dejar que otras emociones aparecieran en mi vida. 
  11. La terapia es lo mejor. Si trabajas en tu mundo interno, si aprendes a aceptarte y a ver por qué te comportas de la manera en que lo haces, si vuelves a tu infancia y ves lo que te afectó y lo que te faltó y te lo das siendo adulta… la vida cambia, mejora, y ya no se siente como ir arrastrando una piedra todo el tiempo. 
  12. Sí puedes amar lo que ves en el espejo. Te va a tomar tiempo, algunos días será más fácil que otros, pero un día verás que te sientes más cómoda en tu propio cuerpo. Y ya no intentarás complacer a los demás, sino que te vestirás y moverás como tú quieres. 
  13. No necesitas alcohol para divertirte. Sí el alcohol te hace ser más como una rockstar, pero al día siguiente te hace sentir como un costal de papas que pertenece a la basura. Aprenderás a moderarte y a pasarla bien aún sin el alcohol en tus venas. Y aprenderás que salir de fiesta todos los días no es un estilo de vida sustentable. 
Y así, le digo adiós a mis 20s. Que raro se siente, pareciera que fue ayer cuando estaba cumpliendo 20, pero estoy emocionada por empezar este nuevo capítulo en mi vida. 
Chau, me voy a celebrar. 

sábado, 4 de noviembre de 2023

Mi primera cana

 Estoy a cinco días de cumplir 30 años, ya lo sabe todo el mundo a mi alrededor y no se cansa de hacerme bromas acerca de cómo ahora soy la más vieja del mundo, y está bien, de hecho creo que estoy dándole demasiada importancia, pero es que siento que es un escalón bastante grande en mi vida. 

Ya hablaré de mis 20s después, de todos modos todo está documentado aquí en mi blog. A veces no me quiero dar cuenta pero es que en los últimos dos años mucho ha cambiado, finalmente puedo ver cómo le sufría sin parar al amor, solo para finalmente caer en cuenta de que no, el amor no hace sufrir, sino que te llena, te da paz y seguridad.

Ok, pero me estoy desviando del tema, el punto es que ayer después de ir al gimnasio me vi en el espejo del baño y oh sorpresa, ahí estaba: alzada, orgullosa de sí misma, una canita en mi pelo. Mi primera reacción fue decir "ESTO NO ES VERDAAAAAAAD" en mi cabeza, luego me miré aún más de cerca, y lamentablemente sí, si era verdad y la cana ahí sigue. La dejé en paz porque soy un poquitín supersticiosa y la gente dice que si te sacas una luego te salen unas 10 más, y no quiero arriesgarme.

Hace unos meses escribía acerca del tiempo y de cómo me sentiría al ver mi primera cana, hoy puedo decir que no me siento más vieja, solo soy dramática y me rehuso a pensar que voy a seguir cambiando, pero, es inevitable, lo sé. 

casi invisible, aún así yo la veo :')

jueves, 2 de noviembre de 2023

Alicia

 Hoy me desperté y fui a comprarte flores, compré cempasúchiles porque leí alguna vez que ayudan a las almas a volver, que muestran el camino. 
Visité el lugar donde yace tu cuerpo, me gusta imaginarte durmiendo, y a tu alma libre, viajando por alguna galaxia lejana, aprendiendo nuevas cosas. 
En mi mundo ideal, habría un día donde me visitaras de nuevo, donde podría contarte todo lo que me ha pasado en el año, donde pudiera abrazarte otra vez, y si no fuera mucho pedir quizá podría decirte que me cocinaras algo, lo que sea, solo para volver a recordar los domingos en tu casa, con toda la familia reunida. 
La casa no es lo mismo sin ti. Y te extraño, te pienso todos los días y me pregunto qué pensarías de mí si aún estuvieras aquí. 
¿Estarías orgullosa?, ¿te reirías de mis historias?, ¿te asombrarías?
Hoy me desperté y pensé que quizá podrías visitarme en mis sueños, mi mente está libre para ti, tengo tiempo de sobra, por favor ven y háblame de cómo es el más allá, de cómo se siente el último aliento, dime que todo estará bien, que no debo tener miedo a irme, a fin de cuentas, a eso vinimos, ¿no?
Me gusta pensar que eres el ángel que me cuida todos los días, que pones pistas en mi camino y me empujas a los lugares a los que no iría por mi cuenta. 
Gracias por todo. Gracias por estar siempre presente, aquí, seguimos pensándote, seguimos esperando tu regreso, seguimos esperando reunirnos un día, quizá en otra vida, quizá en esta misma, quién sabe, a lo mejor tú ya tienes todas las respuestas y ahora mismo sonríes por mi ingenuidad, eso espero. 
Te quiero por siempre. 
Eternamente tuya, tu nieta, Janeth. 

lunes, 30 de octubre de 2023

Mindy se enamora, otra vez

I

Cuando Mindy cumplió 21 años y estaba de vacaciones, la invitaron a dar unos cursos de poesía a niños, al principio estaba un poco exceptica, pero después de pensarlo un rato decidió que no tenía nada que perder.
Los cursos eran en una escuela privada a donde asistían un millón de niños (o eso parecía), así que Mindy estaba un poco nerviosa y un poco lista para que el curso terminara (2 semanas).

En el primer día estaba esperando en una banca afuera del aula, falataban 10 minutos para comenzar, estaba viendo su celular y cuando alzó la vista; lo vió.

No sabía cómo se llamaba pero sabía que lo había visto antes, y sabía que le parecía el adolescente más guapo en la faz de la tierra. Mindy apenas había cumplido 21 años, pero sabía con todo su ser que aquel chico era sin dudas menor que ella. Él la miró entoces, y ambos sonrieron. 

En el camino de vuelta a casa Mindy abrió facebook y usó todas sus tácticas de stalker para encontrarlo: su nombre era Xeon, y aunque su facebook no decía su edad, ella sospechaba que tendría entre 17-18 años. Estaba también dando un curso, así que no podía ser tan joven, así que se sintió aliviada. Le envió una solicitud de amistad que él aceptó casi instantáneamente y así empezaron a hablar.

Al día siguiente se vieron en la escuela y habían quedado de salir después a la playa. Mindy se sentía como una adolescente flotando en una nube de emoción y enamoramiento. No entendía por qué, pero aquel chico la hacía sentir de una manera especial, cómo si todo fuera posible de nuevo. Salieron una, dos, tres veces, prácticamente no se separaron durante las dos semanas de los cursos.

Cuando Mindy confesó tener 21 años y no 17, como él, Xeon se sorprendió bastante pero no dijo nada, lo procesó en silencio, y después, cuando ambos estaban en sus casas, él le mandó un mensaje que decía "no sé cómo me siento respecto a tu edad, no sé si puedo estar con alguien mayor que yo" Mindy sintió que el corazón se le rompía y lloró desconsolada. Pronto tendría que volver a la escuela, y sabía que no tendría tiempo de salir, ni de ver a Xeon, y quizá él ni siquiera quería verla más.

II

Cuando Mindy cumplió 22 años celebró al lado de Xeon en una casa que él había rentado exclusivamente para ellos. Con un pastel y nadando en una alberca gigante. Mindy se sentía la chica más afortunada del mundo. Todo el mundo sabía que ella y Xeon estaban juntos, pero lo que no sabían, es que él jamás se comprometía totalmente con ella: un día era todo amor y al siguiente, él se llenaba de dudas y le decía que no podía más. Mindy estaba entre la espada y la pared, porque sabía que ya era demasiado tarde, ya estaba enamoradísima de él y si dejaba de verlo su mundo se derrumbaría. 

A pesar de que los amigos de Mindy le decían que lo mejor era dejar aquella "relación" donde no estaba segura de nada, ella se resistía con todas sus fuerzas.
"Pero, ¿qué le ves? si es un niño", decían todos. Y ella no podía contestar, solo sabía que la hacía sentir de una manera en específico y no quería dejar de sentirse así.
Escribió tantos poemas, todos dedicados a él.

Soy el incendio del que no vas a poder escapar,
y es estúpido de mi parte creer que tal vez podrías intentar apagarme,
calmarme,
que con tu amor me salvarías de las llamas.
Estoy ardiendo,
me estoy muriendo lentamente sin respuestas
y tú no haces nada.
Estoy acostumbrada,
los hombres me usan y luego se aburren,
está bien...eres joven y ella lo es también,
no espero que vengas a mí antes de ir con ella,
¡qué inteligente eres!
Nunca,
jamás,
nunca, nunca, nunca,
pienses que puedo ser  una de las chicas que acechan a tu corazón,
de esas que no te dejan pensar con claridad,
míralas: están por todas partes,
y yo,
yo soy un incendio que acabaría con todo lo que eres.
Quizá ya pasó,
quizá ahora mismo estás atado a mí sin darte cuenta.
Esta es mi primera advertencia.
No esperes más:
corre,
huye,
escapa.
Lo sé,
lo entiendo:
eres joven y no podrías amarme, eres joven y un incendio de mi magnitud te convertiría en cenizas, eres joven y yo ya no.
Mindy llenó libretas participó en varios eventos de poesía, donde le decía a todo el mundo lo mucho que quería a Xeon, y lo poco que él la tomaba en cuenta. 

Hasta que Mindy llegó a la conclusión, después de varios años más, de un montón de lágrimas, llamadas y mensajes, de que Xeon solo estaba enamorado de la idea de que alguien lo quisiera con todo su ser. Pero a cambio, él no daba nada. Todos los gestos que tuvo hacía ella eran solo gestos para mantenerla a su lado, queriéndolo, adorándolo y a la primera señal de que él también estaba teniendo sentimientos por ella, corría a toda velocidad. 

Recordaré tu pequeño cuarto,
sentirte,
la luz que entraba por la ventana,
tus discos,
tus libros,
nuestros desayunos,
nuestros atardeceres,
nuestras noches,
nuestros cuerpos el uno contra el otro,
durmiendo,
las pequeñas corrientes de aire,
inmediatas y para siempre.
Tu pierna,
mi pierna,
tu brazo,
mi brazo,
tu sonrisa
y tu calidez que me hizo reír de nuevo.

martes, 24 de octubre de 2023

Mamá y Mindy

 Mindy tiene un secreto que jamás le ha dicho a nadie, y solo pensar en confesarlo la hace ponerse nerviosa. 
Y es que cuando tenía apenas 17 años y sin querer, vió mensajes  en el celular de su mamá que la dejaron helada: era de un número desconocido, un número sin registrar, que decían cosas como: te extraño, te quiero... cosas que su inconsciente no quiere que recuerde, pero a veces se le escapan.
Mindy trató de decirse que eso era un error, que su mamá no podía ser de la clase de personas que son infieles, sobre todo cuando su papá estaba siempre alrededor, ¿cómo se las arreglaba para mandarle mensajes a este tipo?, ¿cómo podía verlo cuando siempre estaba trabajando o en casa?

Un día Mindy se armó de valor y tomó el celular sin que nadie la viera, guardó el número de teléfono en su celular y luego se encerró en su cuarto. Todo su cuerpo estaba emocionado y nervioso a la vez, ¿qué haría?, ¿qué podía hacer para que esa persona desapareciera de su vida?, ¿acaso se atrevería a mandarle un mensaje?, ¿a llamarlo?, y aunque lo hiciera, ¿qué le diría?
"Deja a mi mamá en paz"
"No le vuelvas a hablar a mi mamá"
"Estás destruyendo a mi familia"
Aunque sabía que en la superficie en su familia todo estaba bien, su papá parecía feliz. En la mente de Mindy, los únicos que podían ser infieles eran los hombres, ¿cómo pudo su mamá romper esta regla tan preciada?

Los días pasaron y Mindy nunca mandó ningún mensaje ni hizo ninguna llamada, quería contarle a alguien su secreto, pero no se animaba, pensaba que una vez que lo dijera se volvería realidad y ya nada podía detener el fin de su familia.
Así que trató de olvidar.
Pero cada que veía a su mamá contestar un mensaje y luego meterse rápido el celular a la bolsa, sabía que algo no estaba bien, y sentía un nudo en la garganta al no poder hacer nada.
También pensó en decirle algo a su mamá, pero, ¿qué podía decir? "Sé tu secreto", "por favor basta"

Cuando Mindy cumplió 21 años finalmente salió de casa y se fue a vivir con una amiga. Se sintió aliviada, ya no tenía que aguantar la respiración y esperar a que la bomba estallara, y si estallaba ya no era su problema. Poco a poco aquel asunto con su mamá fue quedando más y más en el fondo de su mente, hasta que lo olvidó, o al menos pensó que ya había terminado.

Pero un día, en la fiesta de navidad, mientras todos se daban abrazos e intercambiaban regalos Mindy no pudo evitar mirar de nuevo el celular de su mamá, que estaba encendido porque un mensaje había llegado. Mindy disimuladamente caminó hasta él y con una mirada pudo leer "Te amo", era de un número desconocido, un número sin registrar.
Mindy miró a todos lados, pero nadie más se dió cuenta y el celular se puso en negro. 
"No, otra vez no" pensó. Pero ya era demasiado tarde, de nuevo su mente iba a mil por hora, así que agarró sus cosas y dijo adiós. Y mientras caminaba a su casa, no podía dejar de pensar en cómo decirle a alguien, en cómo armarse de valor, pero en el fondo supo que no podía, aún no.

sábado, 21 de octubre de 2023

Mindy parte 1

 Esta es una historia sobre el control.

Cuando Mindy cumplió 17 años, un día decidió que quería tener novio, más que nada porque estaba aburrida y veía como todo el mundo estaba enamorado, y ella también quería estarlo, quería el amor más que nada en el mundo, así que con ayuda de dos de sus mejores amigas arregló una "cita".
Sus amigas le dijeron que esperara a la salida de la prepa porque el chico estaría ahí, y juntos se irían caminando hasta casa de Mindy y así tendrían tiempo para platicar y conocerse.
Pero Mindy no sabía cómo hablar con chicos, no sabía que decir y estaba tan nerviosa que practicamente no dijo nada en todo el camino, pero aún así supo que ese chico se convertiría en su novio, porque era encantador y porque sabía hablar y escuchar lo poco que ella tenía que decir.
Así, Mindy tuvo finalmente su primer novio con 17 años.
Y se sintió aliviada, porque en el fondo se su mente había un guión que debía de seguir: sus papás habían empezado su relación cuando su mamá tenía 17 años y se habían casado al año siguiente, y ella, aunque inconscientemente, quería repetir la historia.

Pero al año siguiente en vez de recibir un anillo de compromiso como había soñado por meses, recibió la noticia de que su novio ya no quería estar con ella. 

Lloró como Magdalena, y pensó que el mundo había dejado de girar, pensó que jamás se recuperaría de un amor tan grande cómo aquel, y sobre todo, pensó que era una fracasada porque no repetiría la historia de amor de su madre. 
Así que Mindy volvió a verse más con sus amigas,  que poco a poco la ayudaron a darse cuenta de que aquel chico no era el indicado como ella creía con fervor, ¡ni siquiera tenían nada en común! Y su voz volvió a ella poco a poco, y se sentía más cómoda hablando con el sexo opuesto, más cómoda saliendo de fiestas y disfrutando. Su idea del amor seguía estando ahí, en el fondo de su mente, pero estaba domada, esperando el momento indicado para volver a salir de la oscuridad.

Hasta que un día caminando por la universidad vio a su ex novio con una nueva chica. AY, pensó, ¿CÓMO PUDO OLVIDARSE DE MI TAN RÁPIDO?, y trató de mantener el control porque estaba rodeada de gente pero no pudo hacer otra cosa más que caminar rapidísimo a la biblioteca y encerrarse en un baño a llorar. ¿Cómo pudo ser tan tonta?, obviamente aún estaba dolida y aún quería casarse y ser feliz, y ¿cómo lo iba a lograr sin tener novio?, y ahora su ex ya no era una opción, quizá en el fondo se había hecho a la idea de que un día regresarían, y ahora esa posibilidad ya no existía.

Lloró por días, desconsoladamente y no salió de su cuarto ni habló con nadie. Mindy se sentía fuera de control,  así hizo lo único que se le ocurrió para sentirse mejor: dejar de comer, y lo poco que comía lo vomitaba. 
A veces le mandaba mensajes a su ex y después de arrepentía, se iba a la alacena y se devoraba una bolsa de papitas que después iba a al baño a vomitar. 
No sabía por qué pero eso la hacía sentir mucho mejor, se sentía en paz al tener una parte de su vida bajo control.
Poco a poco los demás comenzaron a notar que algo no estaba bien con ella, y se preocuparon pero nadie sabia cómo ayudarla, ¿qué podían hacer?, ¿qué podrían decirle para que se sintiera mejor?, ¿cómo apoyas a alguien que no quiere recibir ayuda?
Mientras tanto Mindy se sentía más y más aislada del mundo. Más sola con su dolor, y sin ganas de hacer nada, ya no quería ir a la escuela, ya no podía comer ni aunque quisiera porque su cuerpo no lo aceptaba. Se sentía como dentro de un pozo sin salida.

Y aunque quizá muchos piensen que el final de esta historia es que Mindy encuentre otro amor, la verdad es que no fue así, sino todo lo contrario:
Mindy fue al hospital muchas veces, acompañada de sus papás que esperaban en silencio con ella, solo para darse cuenta de que su problema con la comida no era físico, sino psicológico. Y así fue como el camino hacía la recuperación empezó, con terapia. Y aunque no fue fácil encontrar a una psicologa que la convenciera y la ayudara, el proceso valió la pena porque descubrió que muchos de los sentimientos que estaba teniendo ni siquiera le pertenecían, sino que estaban ahí porque su mamá no había podido procesarlos antes. Estaba atrapada en una historia donde ella no era la protagonista, y se dió cuenta de que si quería volver a tener el control de su vida, debía dejar ir muchas cosas, soltar las riendas y dejar que el mundo la sorprendiera, en lugar de pensar que sino encontraba a un hombre en las próximas 24 horas estaría condenada.

Mindy cumplió 21 años toltalmente recuperada de su anorexia y bulimia, comprendió que el amor le llegaría cuando fuera el momento y que no tenía que apresurarse ni buscarlo en todas partes, y mucho menos aceptar a cualquier chico en su vida solo por estar aburrida.

To be continued...

martes, 17 de octubre de 2023

Casi pisando los 30s

 Estoy a menos de un mes de mi cumpleaños número 30. 
Pensar que hace 10 años estaba cumpliendo 20 y sintiéndo que ya me estaba haciendo vieja me parece un chiste.
Pero hoy, justo estaba cenando con amigos y les pregunté: ¿de qué edad se siente tu alma?
-38
-27
-24
Y yo no me pude parar de reír, porque de verdad mi alma se siente como de 19. O quizá solo es mi miedo a hacerme vieja, o quizá es porque no he cambiado mucho en los últimos 10 años.

Hace 10 años escribía:

Recientemente estaba platicando con un amigo de la infancia que me dijo; "Yo no pensé que tu vida fuera a ser más difícil y complicada que la mía, te veía tan segura de lo que querías hacer: tenías un plan tan elaborado que no me sorprendería saber que incluso planeaste qué ropa ibas a usar por los siguientes 20 años, ¿qué pasó?".
Y eso es lo que precisamente me pregunto yo cada mañana, ¿qué pasó?, ¿dónde quedaron mis sueños de volverme una escritora?

Y aquí es donde digo... ¿Y ahora qué?
Bueno, Janeth del pasado, te diré qué pasó en los últimos 10 años:
Te enamoraste un buen de veces, pero en una ocasión duroó bastante, y de un chico 4 años menor que tú, luego tuviste un novio terrible, y luego te enamoraste más veces de gente que jamás se quedaba. Hasta que llegó Taylor y ¡bum! ahora vives con él y literalmente acaban de empezar otro negocio juntos. 
No te volviste escritora pero mira: tienes un blog de más de 10 años de antigüedad y para mí eso es suficiente, puedo volver al pasado cada vez que tengo ganas. Ganaste algunas becas por escribir y viajaste a varios lugares donde conociste a poetas, y te diste cuenta de que tú no eres poeta, pero estás bien con eso. Luego, una idea surgió en el momento más triste de tu vida y decidiste que querías hacer un guión, y fuiste a la escuela en guadalajara y aprendiste a ser guionista. 
Acabaste la escuela y solo fuiste psicóloga por 1 año y luego abriste tu propio consultorio donde diste clases por ¡6 años!, abriste una Thrift shop, luego un bar y ahora una Thrift más, estás bastante ocupada pero lo suficientemente libre también. 
Tu familia está bien, tu abuela Alicia falleció y fuiste a terapia muchos años donde descubriste un montón de cosas y te hizo ser esta persona que hoy eres. Tu hermano tuvo una bebé hermosa que amas con todo el corazón, tus papás tienen salud y aún tienes a tus dos abuelos, aprovéchalos más. 
Has viajado por el mundo, y aprendido un montón, y has ido a lugares que solo te imaginabas en tus sueños. 
Tú hiciste todo esto realidad, así que cuando mires atrás quiero que veas a una mujer exitosa que ha forjado un camino con mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucho amor propio. 
Ahora, ¿qué sigue? 
 

jueves, 5 de octubre de 2023

Voy desvelada

 A las 2 de la mañana la fiesta seguía 
mientras yo me iba a casa, sola. 
La música de banda retumbaba a mis espaldas
los restos de la fiesta en la calle:
basura por doquier, botes de cerveza, bolsas vacías.
A las 2 de la mañana llegué a casa 
y mi novio esperaba dormido en la cama 
con los brazos abiertos, como una invitación. 
Entro al mundo de los sueños y no quiero salir. 
Puse la alarma a las 7am 
Una
Dos 
Tres veces la apagué hasta que se hicieron las 9. 
Salí de la cama y me vi en el espejo:
“Ah, mira esta cara que he visto cambiar durante toda mi vida”,
“Ah, cuándo será que se me notarán los años, cuándo me saldrá una arruga y cuánto lloraré al sentirme vieja”
“Ah, pero no tengas estos pensamientos a esta hora y sin haber dormido lo suficiente, déjalo para otro día”
Me visto, me peino como puedo y salgo a la realidad. 
Voy desvelada al trabajo,
me compro un café lo menos cargado posible. 
Se hacen las 10am y un nuevo día, una nueva vida comienza, otra vez. 

Yo


miércoles, 4 de octubre de 2023

Samy

 Samy es una niña pequeña, amorosa y mimada que vive en el cuerpo de Samantha. Samy creció en la ciudad al lado de sus padres y sus dos hermanos mayores, fue el piloncito de la familia y por lo tanto, la más consentida por todos. Samy creció rodeada de amor por todos lados: sus hermanos la adoraban y la llevaban con ellos a todos lados, le compraban regalos y le decían cuánto la querían.
Sus papás siempre la apoyaban en todo y Samy sabía que podía hacer cualquier cosa en el mundo gracias a ellos.
Samy vió cómo el amor de sus padres llenaba la casa en donde vivían; a veces, incluso se comportaban como adolescentes enamorados y eso le causaba nauseas, pero a la vez una felicidad inmensa. 
Por supuesto, el papá de Samy le dijo una y otra vez lo mucho que ella valía, y que jamás debía conformarse con un hombre que no la valorara lo suficiente. Samy vivía encantada en los brazos amorosos de su padre, sintiéndo cómo debía ser el amor verdadero, agradeciendo por tener una familia como la suya.

Hasta que pasó. Porque siempre tiene que pasar, ya que la vida no puede ser perfecta, sino, ¿qué chiste tendría?

El papá de Samy se enfermó de repente, así, de la nada y estaba internado en el hospital, y ningún doctor podía decirles con certeza qué es lo qué estaba pasando. La familia lloraba desesperada, querían encontrar lo que sea, una cura, o incluso esperanza de que se salvaría. Pero los días pasaron y él se ponía cada vez más y más enfermo. Samy no podía soportarlo, apenas estaba entrando a la adolescencia y sentía una desesperación en el pecho que no la dejaba dormir: ¿qué haría si su papá no estaba para decirle cómo vivir la vida y cómo enfrentar los retos del amor?, ¿quién la aconsejaría?, ¿de quién recibiría tanto amor?

Samy perdió a su papá un día triste y oscuro. 
Y se encerró en su cuarto de donde no salió durante un mes entero, sobreviviendo solamente de la comida que a veces su mamá la obligaba a comer. No respondió mensajes ni llamadas, no quería saber nada del mundo exterior. Su mamá estaba igual o peor que ella, ambas, se tiraron en la tristeza y no salieron de ahí por mucho, mucho tiempo.

Entonces Samy quedó muy al fondo de Samantha, como una voz que le recordaba lo mucho que valía la pena seguir, lo mucho que deseaba encontrar el amor, lo mucho que quería sanar aún cuando su papá no estuviera. Pero Samantha aprendió a ignorarla, y así, se fue a vivir lejos de la ciudad, a un pequeño pueblito costero donde encontró una comunidad que la hacía sentir querida, donde encotró un trabajo estable en un bar y entró a estudiar circo.
Samantha salió con muchos chicos, de todas las edades y formas imaginables: con 21 años estuvo con uno de casi 50, y luego con uno de 24, 23, 36, no importaba, solo no quería dejar de sentir el amor que tanto le faltaba, quería una imitación de lo que un día había sentido con su papá.

Samy a veces intentaba hablarle pero siempre fallaba en sus intentos desesperados y no entendía, ¿cómo podía una adulta comportarse tan estúpidamente?, ¿acaso no entendía que el amor estaba esperándola en su interior?, con ella misma. Una vez que aprendiera a escucharse, a ignorar lo exterior en vez de su interior, todo cambiaría. Pero en vez de eso, Samantha seguía en relaciones donde sabía que en algún momento iba a terminar lastimada. Luchaba contra ella misma, quería saltarse todos los pasos y llegar a la felicidad, pero no sabía cómo.

Samantha terminó su relación más reciente porque se acostó con otro chico, no supo por qué lo hizo, quizá fueron sus ganas de arruinarlo todo, porque hasta la fecha la relación parecía estar funcionando. Se pregunta si algún día será capaz de amar por completo, así como amó a su papá. Mientras tanto, Samy la espera, pacientemente, porque sabe que un día estará lista, un día ambas platicarán y finalmente estarán en paz.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

pasar un muy buen rato

 Definamos que es “pasar un buen rato” en mi cabeza:
es sentirme alegre, estar con mis amigos o familia o mi novio y simplemente disfrutar el momento: es bailar, o cantar, o caminar mientras platicamos, es entrar al mar y cerrar los ojos, adentrarme de lleno en un libro, en una película, es risa y abrazos. 

Antes de conocer a mi novio mi vida consistía en salir de fiesta tanto como pudiera, pero llegó un punto en el que estaba cansada, en el que salir y tomar ya no llenaba mi espíritu y ya no estaba pasando un buen rato, pero me parecía que quedarme en casa yo sola no era una buena opción. 
Ahora, es todo lo contrario: me encanta pasar tiempo conmigo, a veces no haciendo nada y a veces leyendo o caminando y contemplando a la gente. 

A veces, pasan cosas mágicas y de verdad pasó un muy buen rato, como anoche que vi a amigos que no veía en mucho tiempo, y todos bailamos, cantamos y tomamos unas cervezas y se sintió como en los “viejos tiempo”, excepto porque mi novio estaba también ahí conmigo, bailando y riendo y compartiendo bromas con todos. 
Cómo los momentos en la vida que son tan simples me parecen tan mágicos y me llenan de alegría. 
Me fui a dormir con la sensación de que todo estaba bien, de que había tenido una gran noche, y aunque aquí estoy, al día siguiente con ganas de haber dormido más, no lo cambiaria por nada en el mundo. 

lunes, 25 de septiembre de 2023

Pensamientos al azar

 Me he dicho que escribiría todos los días por un mes, y en un abrir y cerrar de ojos ya pasaron 3 días y yo bien perdida. ¿Será que los días pasan más rápido?, ¿o mi rutina me tiene tan absorbida?, a veces pienso que si los días tuvieran más horas sería más productiva, pero siendo honesta seguramente solo encontraría más maneras de procrastinar. 

He estado leyendo Anatomía de la historia y de verdad es que se me había olvidado lo increíble que es hacer screenwriting y lo mucho que me gusta el proceso. 

Uno pensaría que escribir un guion es cosa fácil, pero hay tanto por aprender aún. 

Mañana bailo en la plaza, mañana comienzan las fiestas de Mi Pueblo. Voy a bailar con un vaso de vidrio en la cabeza por primera vez en añisimos. 

Hoy fui a la ciudad y vi a un amigo que no veía en meses y pareció como si el tiempo no hubiera pasado. Cómo es que todo funciona: escribir todos los días parece una misión imposible, pero ver a un amigo y sentir el amor en el corazón como si fuera la primera vez, es fácil. 

jueves, 21 de septiembre de 2023

Escuchar a Olivia Rodrigo a los casi 30s

 Hace unos días estando en tik tok… (esa es una frase que pensé que nunca iba a escribir, porque por mucho tiempo estuve como “nunca voy a abrir un tik tok, solo es pérdida de tiempo, pero ahora ¡lo amo! De verdad, porque ya el algoritmo conoce mis gustos y he aprendido muchas cosas, en fin) me encontré con un video que era algo como: “así es escuchar a Olivia Rodrigo si eres millenial”, y acto seguido mostraban a una señora toda viejita haciendo la señal de rock and rock. 

Y me pregunto, ¿qué hubiera sido de mi si Olivia hubiera salido en mi adolescencia? Uff. Las canciones que hubiera podido dedicarle a mi ex, hubiera sido increíble. 

Lo que si me pone a reflexionar es lo mucho que me doy cuenta ahora de cómo nos manipula la industria musical para andarle sufriendo por el amor en la vida. De verdad, es difícil que los cantantes hagan canciones que sean como:

Me amo primero
Y por eso soy capaz de amarte a tiiiii
Voy a terapia los viernes por la mañana 
Y me siento más feliz. 

El amor verdadero
Es aquel que vive en míííí.
Lo demás es un reflejo 
¿Qué ves en ti cuando me vesssss?

Jamás, ¿ok? Jamás pasará porque es mejor si seguimos pensando que el amor es sufrirle y llorarle a un hombre y poner el cuerno y luego dedicar una canción mientras nos tomamos un shot de tequila. 
Yo lo hice, ¿quién no lo hizo cuando tenía 17 años?

En fin, a mis casi 30 puedo decir que AL FIN puedo escuchar estas canciones y disfrutarlas pero solo eso, ya no las siento como mías, y eso se siente muy bien. 

martes, 19 de septiembre de 2023

Hace calor

He pasado 5 veranos de mi vida huyendo del calor, en europa, en Canadá, guadalajara y Estados Unidos. 

Pero este año solo pase un mes y medio en casa de los papás de mi suegros y regresar en agosto fue, digamos que difícil. Sobre todo porque es acostumbrarse a que todos los días vas a sudar hasta que tus blusas y vestidos quedan completamente empapados, vas a tener que ponerte desodorante hasta cada hora, y bloqueador como loca, solo para seguir sudando aún cuando estás en la sombra. 

El calor es bueno, prefiero el calor que el frío pero no en este extremo. La lluvia no llega, el arroyo no lleva agua y en el mar el agua está tibia. 

¿Qué nos queda? Esperar a que la lluvia lo calme todo, como siempre. Y luego remojar la piel hasta que se ponga suavecita y arrugada, bailar en el mar y sudar dejando todas las toxinas fuera del sistema. 

Sí, odio el calor pero aquí he vivido prácticamente toda mi vida. Sí, odio sudar pero soy una de las personas que más suda en el mundo, hasta empapo el papel en el que intento escribir en estos días. Sí, odio el agua caliente pero la fría tampoco me gusta tanto. 

lunes, 18 de septiembre de 2023

Me preocupo por ti porque te quiero

 Ahora que he tenido novio por casi dos años, me he dado cuenta de que algunas mujeres tenemos lo que me gusta llamar "complejo de mamá", y no solo me doy cuenta en mí, también ds de mis amigas más cercanas me han confesado que se sienten de esta maneja con sus parejas. 
La cosa es que si mi novio se va de fiesta; todo bien, pero llega un punto en que empiezo a preocuparme, ¿estará bien?, ¿y si le pasa algo en el coche?, ¿y si de repente alguien le hace daño?, ¿y si ...?
Platicando con estas amigas me di cuenta de que a ellas les pasa lo mismo en ocasiones y eso me hizo sentir alivio: "uff, no soy la única loca que se preocupa de más", pero luego, me hizo sentir confundida: "¿de dónde viene esta preocupación sin sentido?", ¿será que estoy proyectando mis miedos?, ¿será que me estoy comportando más como mamá que como novia?, ¿será que me comporto de esta manera porque vi cómo mi mamá se comportaba y lo aprendí incoscientemente?

Me preocupo por ti porque te quiero. Es lo que solía decirme mi mamá y mi abuela, entonces, ¿aprendí que el amor viene con una carga extra de preocupación al lado?

O acaso será que simplemente soy una persona preocupona. Hace poquito terminé el libro de Sana tus hertidas en pareja, de Anamar Orihuela, y pude comprobar que la emoción que domina mi vida es el miedo, y aunque me cueste admitirlo, es verdad. Y es que yo no solía ser tan miedosa, o al menos no me recuerdo de esta manera. ¿Qué cambió?
¿De dónde viene este miedo que me controla?
Recuerdo cuando apenas era una pequeñina de 6 años y a una amiga le compraron una bici, y yo se la pedi, "por favor, por favor", aunque ni siquiera sabía andar en ella, pero eso no me detuvo. Recuerdo cuando siendo pequeña si alguien faltaba para hacer alguna presentación o decir algo en los honores, yo me apuntaba sin temor, recuerdo cómo era fácil expresarme, sin miedo.
¿Y ahora?
¿Por qué me precoupo y el miedo me paraliza si se trata de andar en bici?, de intentar hacer cosas nuevas, de simplemente expresar algo que quiero decir.

Algo, claramente tiene que cambiar. Primero adentro, porque la transformación siempre empieza adentro, y luego, quizá, deje de preocuparme tanto. Esa es la meta.

lunes, 31 de julio de 2023

La familia, ¿se elige?

 Una de las muchas cosas que he escuchado a lo largo de mi vida es: la familia no es coincidencia, la familia se elige.

Y yo me pregunto, ¿será? Hay una teoría en algún lugar que dice que hay algo llamado pacto de almas, y la he escuchado muchas veces: antes de volver a la tierra, nuestras almas se juntan y se ponen de acuerdo para ayudarse las unas a la otras.

-a mi me falta aprender la empatía

-a mi soltar

-a mí el trabajo en equipo

Y es así que se forman grupos de almas que deciden volver juntas: para ayudarse, para aprender, crecer y finalmente evolucionar. Y yo creo fervientemente en la re-encarnación, creo que he tenido recuerdos de vidas pasadas, incluso hoy en día tengo un recuerdo que no sé de dónde salió. El recuerdo es este: soy una niña pequeña y voy caminando y en una esquina me paro para cruzar la calle, me fijo bien antes de cruzar y doy unos pasos, pero de repente viene una bicicleta a toda velocidad, y en ese momento la bici sale volando con la persona que la maneja, porque frenó para no hacerme daño, y veo como esta persona no sobrevive.

También hay algo raro en que la mayoría de mis amigos y yo no sabemos manejar. Más del 50% me atrevería a decir. Una vez platicando les dije: creo que en alguna otra vida sufrimos un accidente en un auto o algo así, y por eso regresamos y preferimos no manejar.

En fin, la familia es... complicada, ¿no?, crecer y darse cuenta de que nuestros héroes no son realmente lo que pensábamos, que nuestros padres tienen defectos y han hecho cosas de las que se arrepienten, que siguen cometiendo errores y lo seguirán haciendo hasta el final, como todos. Pero romper esa barrera de "te veo perfecto" a "somos iguales", es complicado. En un mundo ideal, me llevaría perfecto con mis padres y mi hermano siendo tal cual soy, sin ocultar ninguna parte de mi, y tendríamos conversaciones reales donde creceríamos, en un mundo ideal, no tendríamos nada de qué avergonzarnos ni nada que ocultar. En un mundo ideal no habría máscaras.

No sé por qué tengo un papá tan terco y controlador, una mamá sumisa que finge ser feliz todo el tiempo y un hermano que se conforma con cualquier cosa y es sensible hasta los huesos, como yo. Lo que sí sé es que mi relación con ellos define mi vida, no puedo imaginarme un mundo donde ellos no estén, donde haya crecido con alguien más. Hay mucho que trabajar aún, muchas heridas que sanar, acomodar cosas y dejar ir otras. 

No puedo asegurar que conocí a estas personas antes, pero puedo asegurar que haré lo posible por hacerlas evolucionar, así como ellos me ayudan.

jueves, 27 de julio de 2023

Todo lo que sabía del amor a los veintiuno

-Es mejor alejarse de las personas para no sufrir
-Está bien si te emborrachas porque sufres por amor, solo no hagas cosas ridículas como llamar o mandar mensajes de los que después te arrepentirás
-Es mejor recibir migajas de amor que no recibir nada, es mejor aguantar a alguien que quedarse sola
-El amor siempre te encuentra, por más que intentes esconderte de él encontrará la manera de volver a tu vida
-El hombre perfecto es un chico malo al que yo convertiré en bueno, porque los que son buenos desde el principio me aburren después de un rato
-Debes encontrar a alguien pronto, pdefinitivamente antes de los 30s, sino vas a ser una "quedada"
-Nunca estarás completa a menos que te cases y tengas una familia
-Si un hombre está destinado a ti, no importa cuántos años pasen, en algún punto te volverá a encontrar
-Cuando ecuentres a tu persona, y finalmente estén juntos, el cielo y la luna resplandecerán
-Si estás con la persona indicada los días pasarán volando y serás feliz todo el tiempo
-Nunca volverás a amar como amaste a tu primer amor, pero eso no es algo malo, solo signifia que aprenderás nuevas formas de amar

lunes, 24 de julio de 2023

Citas y cumplir 30

 He ido a muchas citas en mi vida, quizá más de las que quisiera admitir. Por muchos años intenté tener la fórmula secreta para gustarle a todos los chicos que me interesaban, pero al final y después de muchos años de terapia me di cuenta de que lo más importante al salir con alguien no es hacer todo con tal de gustarles: maquillaje, pelo, ropa, actitud y sonrisa. Lo más fundamental es pensar: ¿a mí me gusta esta persona?

Y claro, en la primera cita no se puede responder al 100%, porque seamos realistas, nadie se muestra al 100% en una primera cita: nos arreglamos de más, nos ponemos la camiseta de "soy increíble y no tengo defectos", todos traemos una máscara que solo se caerá después de, no sé cuántas citas, pero muchas.

Antes de lanzarse al ruedo es importante saber: ¿qué estoy buscando en una persona?, ¿qué tengo yo para ofrecer?, ¿soy feliz o quiero que alguien más me de la felicidad?, ¿me quiero y acepto realmente?

Todo fuera mucho más fácil si tuviéramos las respuestas antes de ir y desperdiciar el tiempo de alguien más, o que desperdicien el nuestro. Pero es que no todo el mundo está consciente de que salir no es solo cuestión de "ok, estoy aburrida y quiero conocer a alguien", aunque para la mayoría de las personas, este es el motivo (y me incluyo, muchas veces mi motivación para salir un viernes por la noche era ver si podía conseguir un chico).

El caso es que cuando más crecemos más nos damos cuenta de que el tiempo está pasando, y claro, para algunas personas esto no significa nada, pero si eres como yo y te aterra el futuro, pensarás algo como "no quiero estar sola por siempre, soy feliz y he estado en terapia por muchos años, quisiera encontrar a alguien bueno". 

Cuando salimos en los 20s todo es diversión, fiestas, excesos, a finales de los 20s ya la gente se empieza a dar cuenta de que no todo es para siempre, que amanecer crudo cada domingo no es lo ideal, y que el sexo casual no es tan bueno como lo pintan. Cuando estás a punto de llegar a los 30s te pones a reflexionar: ¿qué quiero?, y como yo, quizá tengas una pequeña crisis de identidad y te cuestiones todo lo que has logrado hasta el momento.

¿Es esta vida la que quiero?, y, ¿qué pasa con todas las demás vidas que pude haber vivido?, ¿a dónde fueron a parar?

Quizá lo que quiero decir es que salir no debería ser tomado como algo casual, salir implica involucrarnos en la vida de alguien más, y tenemos dos opciones: hacerla mejor o peor. Claro, eso también va del otro lado, y si alguien está haciendo tu vida miserable o no estás seguro; nunca es tarde para dar la vuelta y decir: ok, aquí voy de nuevo.

A fin de cuentas, salir en los 30s no puede ser tan malo, ¿o sí?

martes, 11 de julio de 2023

Mi mente y yo

 Mi mente siempre ha ido al mil por hora, no hay momento del día en que no esté sobre-pensando, de verdad. Dormir me cuesta un montón, siempre me han dado celos las personas que solo cierran los ojos y automáticamente pueden ir a los brazos de morfeo.
Siempre me he preguntado cómo sería tener una mente más tranquila, una que no se pregunte todo a todas horas, una que no piense en cosas que ocurrieron hace más de 10 años y las traiga a la memoria en los momentos menos deseados, una mente que pueda estar en silencio cuando yo lo deseo.
Una de las cosas más difíciles es meditar.
En mi vida he intetado meditar un montón de veces, solo para terminar frustrada en la mayoría de las ocasiones, creo que sino me equivoco solo he sido capaz de meditar una vez; esa sensación de paz y tranquilidad, de estar elevado. Y en realidad no sé si fue la meditación o si solo estaba medio dormida.
Otra cosa que los demás disfrutan y yo no puedo es recibir masajes. Tuve mi primer masaje hace apróximadamente unos 5 años, y en verdad tenía altas expectativas, pensé que finalmente mi mente podría relajarse y dejarme en paz un ratito, pero oh sorpresa: eso obviamente no pasó. 
Ok, pero no todo es malo, una cosa que realmente disfruto y hasta creo que tener una mente tan activa ayuda es con las visualizaciones. Ya sea con mi psicóloga, en algún curso, o escuchando en Youtube, siempre me ha sido fácil visualizar. 

Mi mente y yo nos llevamos bien la mayoría del tiempo, pero no siempre fue así. Creciendo siempre preferí pasar más tiempo con mis pensamientos que en la vida real, y eso era bueno y malo a la vez, creo que por eso crecí creyendo en los cuentos de hadas y creándome expectativas irreales para todo.
Lo que sí puedo decir con certeza es que mi mente es bastante fuerte y resiliente. Ha habido muchos momentos en los que he estado al borde de rendirme, pero hay una fuerza interior, una fuerza en esta mente que no me deja hacerlo.
Y por eso doy gracias.

Quizá un día aprenderé a meditar, a callar mi mente cuando yo lo decida, a dormir sin pensar tanto y a relajarme. O quizá simplemente nací con una mente especial. Una que me ayuda en momentos difíciles y me saca de quicio más de lo normal, pero a fin de cuentas, es mía; somos yo y ella contra el mundo.

martes, 4 de julio de 2023

La escuela

Siempre supe que iba a ir a la universidad. Siempre supe que era una obligación para mí en mi familia, era lo que se esperaba de mi: ser buena en la escuela, no fallar, no desistir, ser la primera en acabar, en tener una carrera.
Creo que gran parte de mi exito academico fue mi mamá: ella me enseñó desde chiquitita a leer, a escribir, a memorizar: las tablas, las capitales de los estados, y todo lo que se le ocurriera. 
Mientras fuera una niña inteligente, todo estaba bien. Así que aprendí pronto que el amor de mamá lo recibía a través de ser buena en la escuela. No faltaron diplomas cada año, concursos ganados, discursos, exámenes donde siempre sacaba dieces. Ser la niña perfecta me era fácil, porque era todo lo que sabía, pero también era difícil porque significaba que no podía fallar, nadie podía superarme o todo se derrumbaría.
Y así pasé la primaria, secundaria y prepa: con calificaciones perfectas, siempre esmerándome porque todo estuviera bien, siempre viendo dónde había algo más que conseguir, qué premio ganar. 

Cuando entré a la prepa significó que estaría lejos de mis papás: por primera vez no tenía que reportarme todos los días, podía ser un poco más yo y un poco menos la versión perfecta de mí. Aún así, seguí siendo el primer lugar en la escuela. Dí el discurso cuando acabé y todos felicitaron a mis papás por tener una hija tan inteligente.

Decidir qué quería ser nunca fue difícil: siempre supe, yo quería escribir.
Aún recuerdo a varios de mis compañeros confundidos: "¿Janeth quiere escribir?, pero, si es tan lista, ¿por qué no hace algo donde vaya a ganar dinero, como ser doctora o abogada."
Pero las circunstancias no me dejaron estudiar periodismo o comunicaciones o algo relacionado con escritura. No era que mis papás no me apoyaran: ellos querían que yo fuera a la universidad, no importaba lo que estudiara. Pero no había escuelas públicas cerca en donde pudiera estudiar lo que quería. 
Así que todo se redujo a dos opciones:
a) psicología
b) multimedia - Multimedia era una carrera en ese entonces nueva de la UDG donde combinaron un montón de cosas: cine, diseño gráfico, matemáticas, etc. 
Escogí psicología, porque era un sueño que tenía por ahí guardado: yo quería ayudar a los demás. 
Mirando atrás, siempre me he preguntado cómo sería mi vida si hubiera elegido estudiar multimedia, quién sabe.

Psicología no era mi pasión, y lo descubrí muy rápido. Ya no era la mejor estudiante de la clase, al contrario, apenas y hablaba en clases, apenas y me interesaba lo suficiente en lo que estábamos aprendiendo.
Mis dos materias favoritas de la carrera fueron epistemología y antropología, ambas porque me dejaban hacer ensayos donde podía, finalmente hacer lo que más amaba: escribir. Y porque mis maestros sabían de lo que estaban hablando, no como la mayoría.
En mi tercer semestre pasó algo que no esperaba: una de mis compañeras que ni siquiera era mi amiga cercana me dijo: Janeth, ¿aún tienes novio?, y así fue como descubrí que me estaban poniendo el cuerno.
Lloré como loca, me quería morir, ya nada tenía sentido, ¿para qué estaba estudiando algo que no me gustaba?, ¿para qué esforzarme?
Me fui a casa y por primera vez mostré a la verdadera yo a mis papás: no quiero estudiar psicología, quiero hacer otra cosa.
Buscamos opciones, pero nada me convencía. Pensé que podía estudiar para ser maestra de inglés, pero finalmente mi semana de ser yo se acabó y mis papás terminaron por convencerme de que no me saliera de la carrera, que terminara y viera si en realidad me gustaba. Aunque yo ya sabía que la respuesta era no.
Y así pasé mis clases como zombie, fueron los meses más tristes de mi vida: estaba en la misma universidad que mi ex, donde siempre lo veía con la chica por la que me había cambiado, dondo estaba estudiando algo "solo por terminar".

No podía esperar para acabar la escuela, si hubiera habido alguna opción para tomar el doble de clases, las hubiera tomado. No entiendía cómo otros se desvelaban y mataban para pasar: para mi era fácil, me dormía todos los días a las 9pm y hasta tomaba siestas en las tardes. Jamás me desvelé haciendo algún proyecto, nunca reprobé nada aún ausentádome más de una semana.

En mayo de 2012 acabé la universidad, fue la sensación más liberadora de mi vida: finalmente no más clases, no más tener que estudiar nada, no más maestros ni compañeros de clases ni trabajos finales. 
Me mudé a casa de mis papás en lo que conseguía un trabajo, pero no tardé en encontrar uno en una escuela de música donde estaban en búsqueda de una psicóloga. 
Trabajaba de lunes a viernes de 4-8 pm a 40 minutos de mi casa. Duré 1 año exacto en ese trabajo, hasta que me armé de valor para renunciar.
A la vida siempre le gusta tener la última palabra y le encantan las ironías, así que poco después de reunciar terminaría dando clases de inglés, y de matemáticas y español.
Descubrí que dar clases me gusta mucho, descubrí que lo que estudies en la universidad importa muy poco, o nada. Casi nadie de los que fueron mis compañeros se dedican a dar terapia. Yo di terapia pero siempre me sentí como un fraude, luego tomé terapia y entendí lo que significaba ser una buena psicóloga. Y supe que yo nunca sería una de esas, y estuvo bien liberarme.

Pasé muchos, muchos años tratando de complacer a los demás antes que a mí. Descubrí, también muchos años después, que mientras crea en mí todo será posible.
Hace dos años regresé a la escuela, esta vez para estudiar algo que me apasiona: guión de cine. Fue el tiempo más increíble, donde realmente me divertí estudiando y haciendo tareas.
No sé si algún día volveré a la escuela, quizá sí, quizá nunca más.
Pero finalmente puedo decir que Yo decido, y esa es la mejor sensación del mundo.

martes, 27 de junio de 2023

Chicos

 Aún lo recuerdo como si fuera ayer: mi mamá esperándome a la hora de la salidad y yo pérdidamente enamorada de Roberto Daniel, esperando para verlo irse a casa, guardando como un tesoro sus cartas, y ya anhelando el día siguiente para volverlo a ver. 
Eso fue en primero de primaria, con seis años y llena de amor. 
A partir de ahí mi constante amor por Roberto me perseguiría hasta apróximadamente los 15- 16 años. Bien dicen que el amor es cosa de sincronía, y yo y Roberto lo demostramos a la perfección: cuando él estaba listo para ser mío, yo no quería nada con él, y cuándo yo le escribía poemas de amor, él ya había decidido que su amor estaba mejor resguardado en otro corazón. Así pasamos la primaria y la secundaria, en una danza continua de: ¿sí o no?
Hasta que yo me mudé a Vallarta para estudiar la prepa. Ahí decidí oficiamente que mis días de esperar estaban oficialmente en el olvido, y chau Robert, no más.
Hasta hoy seguimos siendo amigos, fui a su boda y lloré de pensar, wow, qué cosas, qué vueltas da la vida y los finales que nos tocan.
Pero ok, los chicos han dominado mi vida por muchos años, lo sé muy bien. Me la he pasado enamorada más tiempo del que me gustaría declarar. Y es que mi obsesión por el amor nació de ver a mis papás juntos desde casi adolescentes (mi mamá 17, mi papá 23). 
Tuve crushes a lo loco, unos que no tenían sentido en absoluto y otros que me dejaban con el corazón roto solo de pensarlo.
No había momento en que mi diario no tuviera una nota o un día no dedicado a hablar del amor que creaba en mi cabeza hacía un chico que ni conocía: entre más fantasía mejor.
Cuando pasé a la secundaria mi gran amor fue Diego Contivecci, un italiano que llegó para robar mi corazón. Tan alto como yo, tan flaco y con unos pelos chinos indomables. Era el típico chico rebelde que toda nerd sueña con conquistar. Y yo, no, yo tampoco lo logré. Hablábamos de vez en cuando por messenger y yo me emocionaba de más, un 16 de septiembre, cuando yo ya estaba en la prepa y él aún seguía en tercero de secundaria, me sentí como la más increíble de las chicas porque Diego se sentó conmigo y hablamos. Sí, solo eso. Ese fue mi mayor triunfo.
En la prepa, me gustaba un chico y después otro y luego uno más: finalmente había salido del pueblo y podía ver más gente que era tan rara y tan nerd como yo. Y había chicos para elegir. Aún no había tenido novio oficialmente y estaba desesperada por vivir la experiencia final: el desenlace. 
En la prepa también oficialmente hice mi debut como bisexual con mis amigas, nadie dijo nada, nadie se inmutó: mientras fuera feliz ellas estaban felices por mí. Recuerdo cómo me gustaba una chica que jamás, y repito, jamás hubiera tenido sentido incluso hablar con ella, solo me gustaba porque era bonita y ya, así que jamás hice nada al respecto.
Pasé de los 17 a los 21 años con mi primer novio: Rubén, del que existen numerosas publicaciones en este blog, más de las que quisiera. 
Rubén me rompió el corazón como nadie había hecho hasta entonces: había perdido mi virginidad con él, había imaginado una visa entera a su lado y él simplemente me cambió por otra en mis propias narices. 
Me costó muchos años recuperarme, muchos años y una noche de putería. En la que dije "ok, aquí voy", y me lancé de lleno al ruedo, y la vida no volvió a ser la misma.
Descubrir que podía acostarme con quien yo quisiera y que el sexo no era la gran cosa fue algo liberador: ya no tenía esta idea de que me casaría con mi primer novio, había sido liberada de mis creencias familiares, y por fin podía abrir el catálogo que la vida había inventado para ayudarme a descubrir mis gustos: Tinder.

Tinder cambió mi vida.

Ya no era yo la chica incómoda que jamás, jamás se acercaría a un chico en un bar, en un restaurante, en una fiesta. No, ahora era la chica que podía abrir cualquier conversación y ser encantadora. 
Hubo citas buenas, noches de solo sexo, posibles romances que acabaron porque yo me aburrí demasiado rápido, mis primeros encuentros con chicas, enamorarme de chicos que solamente estaban el fin de semana.
Tinder me enseñó que mientras estuviera aburrida un fin de semana, siempre existía la posibilidad de conocer a alguien, de una aventura más. 

Los chicos fueron parte fundamental de mi vida, sin ellos, ¿cómo me hubiera entretenido?, ¿quién habría partido mi corazón y me hubiera obligado a salir del pozo?, ¿quién sería ahora si una pequeña fracción de mi vida hubiera sido diferente?

No lo sé.