-¿Las oyes? -le preguntó una noche de verano, mientras ambas estaban sentadas afuera de una camioneta estacionada.
-¿Qué cosa? -le respondió mientras acariciaba su espalda.
-Las estrellas.
-¿Qué dicen?
-Cuentan una historia, una muy vieja pero que frecuentemente olvidamos: no estamos solas.
-¿Te refieres al universo? -Y entonces se volteó para besarla suavemente en la mejilla. -¿estás bien?, estás actuando muy raro esta noche. -Y ella no respondió, solo alzó las manos al cielo y empezó a cantar una canción en un idioma que no conocía. Su compañera tuvo escalofríos por un momento, pero decidió quedarse; a fin de cuentas, estar ahí con ella también era una locura, sobre todo sabiendo que en cualquier momento su padre podía salir y si las encontraba de nuevo juntas, no dudaría en mandarla lejos, mandarla a exorcizar, terapia de electrochoques, lo que sea con tal de que ella fuese "normal". Poco a poco se fue acercando a la otra chica, hasta que ambas estuvieron tomadas de la mano, cantando la misma canción que no conocían.
-Ahora entiendo -le dijo de repente -ahora las escucho - el cantó cesó, las estrellas parecían brillar más fuerte. -Te amo, ¿lo sabías?
-Ellas lo saben -señaló a la estrellas -por eso nos hablaron hoy.
-¿Crees que un día esto será normal?
-¿Qué cosa? -Y la besó fuertemente en los labios a modo de respuesta.
-¿Algún día seremos normales?
-En algún lugar del universo, ya lo somos.
lunes, 27 de agosto de 2018
sábado, 25 de agosto de 2018
The Love Club: Morgan
*1 año atrás*
-¿Recuerdas a mi primo Morgan? –Le dijo Mauricio a Tefi
un día que estaban en su casa viendo la televisión.
-Pues claro, ¿por qué?
-Se va a venir a vivir para acá.
Tefi pausó la película y miró a Mauricio.
-¿De verdad?
-¿Por qué pausas la película?, ¡qué dramática! –le gritó,
mientras seguía viendo la televisión.
-Es que creí que ustedes habían salido mal y no se
hablaban.
-¿Por qué crees eso? –Y Tefi solamente volteó los ojos y
siguió viendo la película y comiendo palomitas.
*
Morgan llevaba ya 2 meses viviendo en USA en casa de su
mejor amiga, sentía cómo todo finalmente empezaba a tener sentido. Estaba
sentado en su cuarto, simplemente reflexionado cómo en el último año había
cambiado todo: no se sentía completamente realizado estando en el Pueblo, pero
una vez que salió de allí, todo comenzó a tomar forma.
-¡¿Estás listo?! –le gritó su amiga desde la siguiente
habitación -¡Vámonos porque se no hace tarde!
Morgan tomó su chaqueta de mezclilla y salió del cuarto.
Se sentía bien.
Llegaron a la fiesta donde su amiga conocía a todo el
mundo y él apenas conocía a una o dos personas, se sentía un poco incómodo pero
resolvió que lo mejor sería ir por alcohol.
-¿Quieres algo? –le preguntó a su amiga
-Vodka, lo que sea con vodka.
En el camino Morgan vio a demasiados chicos guapos, uno
en particular llamó su atención y le sonrió, se sorprendió demasiado al ver que
el chico también le devolvió la sonrisa. Siguió caminando hasta la mesa donde
estaba todo el alcohol, sirvió dos tragos y cuando se disponía a volver,
alguien lo tomó de la cintura por sorpresa.
-Hey –le dijo el chico, que estampó sus labios contra los
de él, Morgan solamente dejó caer los vasos, sin importarle si ensuciaba algo o
no.
*5 años atrás*
Morgan estaba en la habitación de Mauricio, esperaba a
que terminara de cambiarse para salir a cenar. Se sentía nervioso y no podía
lograr controlarse, por más que lo intentaba.
-¿Estás bien? –Preguntó Mauricio –Estás muy callado.
Morgan solamente asistió con la cabeza.
-¿A dónde quieres ir a cenar?
-A donde quieras –respondió Morgan, Mauricio comenzó a
irritarse.
-Si vas a estar así mejor no vamos a ningún lado.
Morgan sintió que el estómago le iba a estallar, no podía
aguantar más, necesitaba hablar con alguien. Mauricio notó la cara de angustia
de Morgan y se sentó.
-Ya dime, ¿qué te pasa?
Morgan lo miró directamente a los ojos por unos segundos,
y sin quitar la mirada respondió:
-Soy gay –comenzó a llorar en silencio, Mauricio no sabía
qué hacer, si abrazarlo o consolarlo o decirle algo, así que en su indecisión,
simplemente le dijo:
-A mí también me gustan los hombres.
*
Morgan llegó a casa de su mejor amiga en la madrugada,
sentía como todo le daba vueltas, y no alcanzó a llegar a su cama, así que se
acostó en el sillón.
-Estuvo increíble –le dijo a su amiga, que también yacía
en uno de los sillones. Ella asintió con la cabeza y cerró los ojos –No puedo
creer que me ligué al más guapo de todos, ¿lo viste? –pero ella no respondió,
pues ya se había quedado dormida.
Morgan sacó su celular de la bolsa de su pantalón, miró
la hora: 4:02 am, marcó un número y se puso el teléfono al oído, el timbre sonó
solamente una vez, luego contestaron.
-¿Morgan?, ¿qué haces despierto tan tarde?
-¡¿Tefi?! –gritó, su amiga se despertó, cambió de posición
y siguió durmiendo -¡No puedo creerlo!
-¿Qué cosa? –respondió ella riendo -¿estás borracho?
-No puedo creer que estoy hablando contigo –hizo una
pausa para tratar de levantarse pero no lo logró, así que siguió hablando -¿qué
crees que me pasó?
-¿Qué cosa?
-Fui a una fiesta y me ligué al chico más guapo que te
puedas imaginar, ¡más que Adam! –volvió a gritar –Tefi soltó una carcajada –No
te enojes conmigo, Adam es lindo, tienes suerte.
-Parece que tú también tienes suerte.
-¡Mucha!, desde que estoy acá, me siento libre, al fin
puedo ser yo, puedo ir a fiestas con gente a la que le gusta lo mismo que a mí,
puedo ir a lugares y conocer gente increíble, ¡soy libre!, ¡puedo ligar con
chicos guapos!
-Suenas muy feliz.
-Estoy feliz, Tefi, soy muy feliz –el tono de Morgan se
puso serio de repente -¿tú eres feliz allá Tefi?, ¿te pasa igual que a mí?,
lejos del Pueblo todo es mejor, ¿no?
Y Tefi, que estaba caminando hacia un restaurante y veía
a lo lejos a Adam haciéndole señas con la mano, no pudo más que responderle:
-Sí, soy tan feliz como tú Morgan.
jueves, 23 de agosto de 2018
El amor te llegará...
...y en sus brazos te hará vibrar.
O al menos eso es lo que dicen, y yo les creí por 24 largos años. Y luego: el desamor, pero todo el mundo ya sabe mi historia, y si no la saben, es ésta: me engañaron cuando tenía 19 años y desde ahí, nada más, no más amor, no más romance, solo aventuras de vez en cuando, luego amor otra vez, desamor y ya, no más.
Pero el amor tiene maneras extrañas de demostrar que puede con todo, incluso puede moverse de país en país, hacerme creer que puedo vencer distancias tan grandes como un océano entero, y yo le creo porque soy blandita del corazón, y he leído un montón de novelas de amor, y he visto demasiadas películas y tengo una playlist llamada "El AMOR".
Y un día, cruzando un océano no se detuvo y aquí me tienen, en medio de un país del que ni siquiera puedo pronunciar una palabra para darme a entender esperando para volverme a encontrar con...
El amor está en todos lados, solo es cuestión de creer. Y yo creo demasiado, por eso escribo todos los días contando una historia acerca de una chica que queria encontrarse y ya lo hizo, acerca de una chica que ahora busca su lugar en el mundo, que es feliz pero quiere aún más.
Y sí, suena súper cliché, pero es que el amor no podría haber llegado si yo no hubiera crecido, regado mi corazón, sido paciente. Canto canciones de amor con la esperanza de que llegué a mi ventana un chico que quiera escucharlas, alguien que me emocione, que me llene las manos con palabras para ponerlas en papel, alguien a quien abrazar a media noche. Escribo poemas que hablan de la eterna espera, de los ojos llenos de amor y de los labios que pacientemente besan a los equivocados solo para que cuando prueben los correctos, surja la magia.
El amor te llegará. Un sábado o un domingo, un jueves tal vez, y estarás lista, esta vez sí estarás lista.
O al menos eso es lo que dicen, y yo les creí por 24 largos años. Y luego: el desamor, pero todo el mundo ya sabe mi historia, y si no la saben, es ésta: me engañaron cuando tenía 19 años y desde ahí, nada más, no más amor, no más romance, solo aventuras de vez en cuando, luego amor otra vez, desamor y ya, no más.
Pero el amor tiene maneras extrañas de demostrar que puede con todo, incluso puede moverse de país en país, hacerme creer que puedo vencer distancias tan grandes como un océano entero, y yo le creo porque soy blandita del corazón, y he leído un montón de novelas de amor, y he visto demasiadas películas y tengo una playlist llamada "El AMOR".
Y un día, cruzando un océano no se detuvo y aquí me tienen, en medio de un país del que ni siquiera puedo pronunciar una palabra para darme a entender esperando para volverme a encontrar con...
El amor está en todos lados, solo es cuestión de creer. Y yo creo demasiado, por eso escribo todos los días contando una historia acerca de una chica que queria encontrarse y ya lo hizo, acerca de una chica que ahora busca su lugar en el mundo, que es feliz pero quiere aún más.
Y sí, suena súper cliché, pero es que el amor no podría haber llegado si yo no hubiera crecido, regado mi corazón, sido paciente. Canto canciones de amor con la esperanza de que llegué a mi ventana un chico que quiera escucharlas, alguien que me emocione, que me llene las manos con palabras para ponerlas en papel, alguien a quien abrazar a media noche. Escribo poemas que hablan de la eterna espera, de los ojos llenos de amor y de los labios que pacientemente besan a los equivocados solo para que cuando prueben los correctos, surja la magia.
El amor te llegará. Un sábado o un domingo, un jueves tal vez, y estarás lista, esta vez sí estarás lista.
sábado, 18 de agosto de 2018
The Love Club: Paul parte 2
*7 años atrás*
Tefi, Mauricio y Paul estaban en casa de su amigo Beto,
celebrando su cumpleaños número 17, como era tradición, siempre iban a su casa,
se pasaban el rato en su alberca y hablaban de un montón de cosas.
Era la primera vez que Tefi y Paul se veían y hablaban
desde que habían salido de la secundaria, dos años atrás.
-¿Entonces? –Le preguntó Paul a Tefi -¿Cómo has estado?
-Bien, ¿tú?
Y Paul quería decirle tantas cosas, pero no sabía cómo.
Había pasado dos años tratando de sacársela de la cabeza, desde que Tefi se
había mudado a la Ciudad, las cosas ya no eran las mismas y todo el mundo lo
sabía.
-Te extrañamos –dijo él y pensó en todas las chicas que
había conocido en la preparatoria y cómo solamente le atraían aquellas
parecidas a Tefi.
Pasaron la tarde comiendo, bebiendo el alcohol de los
padres de Beto de manera clandestina y contando viejas historias. Habían
llegado más personas a celebrar, pero como era costumbre, Tefi siempre
estaba rodeada de chicos. Todos le hacían preguntas acerca de su nueva escuela
y su nueva vida. En algún momento alguien le preguntó si tenía novio, ella no
respondió al instante, se quería hacer la misteriosa, pero finalmente dijo:
-No tengo, pero no tardaré mucho, estoy saliendo con un
chico.
Paul la miró a los ojos, tratando de descifrar si aquello
era verdad y Tefi también lo miró y le sonrió. Él sintió a su corazón
rompiéndose, ella le había dado el golpe final, así que se alejó de todos, tomó
su teléfono y marcó el número de una chica, una que sabía que le respondería al
instante.
*
-Estoy de vuelta –le dijo a Paul a Mauricio cuando
contestó el teléfono.
-¿Qué dices?
-Me deportaron.
Nadie dijo nada por lo que sintió como una eternidad.
Luego Mauricio reaccionó y dijo:
-¿Dónde estás exactamente?
-En la Ciudad, pero ya voy camino al Pueblo.
-Ok, nos vemos para cenar.
Mauricio colgó el teléfono y marcó inmediatamente a Tefi,
pero mandó directamente a buzón, así que le dejó un mensaje:
-Llámame en cuanto puedas, tengo que decirte algo y no te
lo vas a creer.
*4 años atrás*
Mauricio hablaba con Tefi mientras ella se estaba
alistando para salir, era un sábado por la noche y el plan era simple: irían a
bailar y divertirse.
-¿Estás bien?, ¿segura? –le dijo él.
-Me acabo de enterar que mi novio de toda la vida me
estaba poniendo el cuerno, ¿cómo crees que estoy?
-¿Pero no prefieres quedarte y hablar?
Y ella no respondió, sino que tomó un labial rojo que
tenía en su bolso y se lo puso viéndose fijamente al espejo, cuando terminó, le
dijo:
-Nunca dejes que vuelva a caer tan bajo por un hombre –lo
miró -¿me lo prometes?
Y él no respondió pero dijo que sí con la cabeza.
-Yo también tengo algo que contarte –le dijo él después
de un rato -¿recuerdas a la chica que te dije que me parecía muy linda? –Tefi
abrió los ojos y gritó:
-¡No!
Mauricio soltó una carcajada.
-¿De verdad?
Y Tefi no podía creer que por primera vez, a sus 20 años,
estaba viendo a su mejor amigo enamorado mientras ella tenía el corazón roto.
-¡Pues tenemos mucho que celebrar!-finalizó mientras se
ponía de pie y lo tomaba de la mano.
*
-¿Cómo estuvo? –le preguntó Mauricio, y Paul le explicó
el proceso: primero lo tuvieron haciendo las mismas preguntas una y otra vez,
luego lo dejaron dormir en una pequeña habitación, le quitaron su celular y le
preguntaron si tenía algo comprometedor en él, y no le quedó de otra más que
decir la verdad.
-Eres un idiota –se río Mauricio.
-¿Hablaste con Tefi?, ¿le dijiste?
-No, le marqué pero no me contesta aún, ¿y tú?
Paul sacó el teléfono y marcó el número de Tefi, esperó
en la línea pero nadie contestó.
-Probablemente esté dormida.
-¿Qué más? –lo invitó a seguir Mauricio.
-Básicamente me dijeron que o me metían a la cárcel o me
quitaban la visa, ahí fue cuando me puse nervioso.
Sacó una carpeta amarilla de su mochila y se la pasó a
Mauricio.
-Ahí está toda la información de por qué me deportaron.
Mauricio no pudo evitar reírse, en la primera hoja que
sacó estaba una fotografía de un Paul que claramente llevaba horas sin dormir.
-Paul, el criminal anda sueldo –dijo riendo, y Paul
también se río, hasta que comenzó a preguntarse qué haría ahora con su vida.
jueves, 16 de agosto de 2018
A 10 centímetros de ti
Se me olvida, a veces.
Que a pesar de las promesas, tu amor es de la clase que sale volando como cipselas de diente de león.
Es que si estoy lejos -al otro lado del mundo para ser precisa, soy capaz de olvidarme de tu rostro, tallarme del cuerpo tus huellas dáctilares, escuchar tantas voces hasta olvidar la tuya.
El problema es el regreso:
estarás esperando, listo para llevarme a tu habitación, nos saltamos la cena, nos quitamos la ropa, brincamos a la cama: ya está. Es que a diez centímetros de ti el mundo no parece tan grande y difícil. Pero luego voy al baño y cierro con seguro, practico el discurso que he preparado durante seis semanas.
"Tus promesas se las lleva el viento y también me iré con él ahora", "conocí a un hombre bueno, que no desaparecerá cuando salga el sol"
Y luego:
tu rostro
tus ojos
deshacen mis palabras y con ello me desarmas.
Y, ¿qué puedo hacer yo?
¿existe otra opción que no sea dejarme llevar por el dulce viento hasta tu boca?
Que a pesar de las promesas, tu amor es de la clase que sale volando como cipselas de diente de león.
Es que si estoy lejos -al otro lado del mundo para ser precisa, soy capaz de olvidarme de tu rostro, tallarme del cuerpo tus huellas dáctilares, escuchar tantas voces hasta olvidar la tuya.
El problema es el regreso:
estarás esperando, listo para llevarme a tu habitación, nos saltamos la cena, nos quitamos la ropa, brincamos a la cama: ya está. Es que a diez centímetros de ti el mundo no parece tan grande y difícil. Pero luego voy al baño y cierro con seguro, practico el discurso que he preparado durante seis semanas.
"Tus promesas se las lleva el viento y también me iré con él ahora", "conocí a un hombre bueno, que no desaparecerá cuando salga el sol"
Y luego:
tu rostro
tus ojos
deshacen mis palabras y con ello me desarmas.
Y, ¿qué puedo hacer yo?
¿existe otra opción que no sea dejarme llevar por el dulce viento hasta tu boca?
miércoles, 15 de agosto de 2018
El cielo de Várda
La posibilidad de que un meteorito se impacte con la tierra depende de muchos factores: velocidad y diámetro, por ejemplo.
Así el amor.
Tenemos muy pocas probabilidades en la vida, a pesar de lo que nos dicen.
Salir y descubrir que hay más que simples coincidencias: el universo compuso una canción hace miles de años, y nuestros corazones son tan solo pequeñitas notas en ella, las estrellas dictaron el tempo en que te encontraría.
Aquí en la tierra, hubiera bastado tan solo un parpadeo para perderte, pero no fue así, miré al cielo en el momento preciso y ahí estabas.
En algún lugar del espacio y tiempo estuviste esperando por el rose de mis manos en tus cuerdas, dando vueltas quizá, regresando cada año en forma de una estrella fugaz, y yo deseando encontrarte sin saber que aún no era el momento adecuado.
El que nuestros corazones se sincronizaran fue casi imposible, pero el universo, caprichoso de por sí, así lo quiso, y mira que llevo cargando pedazos del origen del universo desde el otro lado del mundo tan solo para completar esta pieza.
Dime una cosa, aún después de contarte esta historia, ¿es posible que mires al cielo sin encontrar respuestas?
Deja que tu corazón palpitante de amor sea libre, la gravedad no le afecta, al contrario: un día hará que escuches la canción que tanto anhelas y el cielo cambiará, las estrellas no podrán quedarse quietas y te invitarán a bailar.
Así el amor.
Tenemos muy pocas probabilidades en la vida, a pesar de lo que nos dicen.
Salir y descubrir que hay más que simples coincidencias: el universo compuso una canción hace miles de años, y nuestros corazones son tan solo pequeñitas notas en ella, las estrellas dictaron el tempo en que te encontraría.
Aquí en la tierra, hubiera bastado tan solo un parpadeo para perderte, pero no fue así, miré al cielo en el momento preciso y ahí estabas.
En algún lugar del espacio y tiempo estuviste esperando por el rose de mis manos en tus cuerdas, dando vueltas quizá, regresando cada año en forma de una estrella fugaz, y yo deseando encontrarte sin saber que aún no era el momento adecuado.
El que nuestros corazones se sincronizaran fue casi imposible, pero el universo, caprichoso de por sí, así lo quiso, y mira que llevo cargando pedazos del origen del universo desde el otro lado del mundo tan solo para completar esta pieza.
Dime una cosa, aún después de contarte esta historia, ¿es posible que mires al cielo sin encontrar respuestas?
Deja que tu corazón palpitante de amor sea libre, la gravedad no le afecta, al contrario: un día hará que escuches la canción que tanto anhelas y el cielo cambiará, las estrellas no podrán quedarse quietas y te invitarán a bailar.
domingo, 12 de agosto de 2018
Europa: hasta ahora.
Cuatro días en Europa hasta el momento. Dos en Vienna, dos en Vardá, Hungría. El cuerpo aún no se acostumbra. Los primeros dos días no pude dormir, solo de día y muy poco, anoche por primera vez me dormí 8 horas seguidas, pero como a las dos horas me dio sueño de nuevo y tomé una siesta de otras dos horas.
Es chistoso no entender exactamente qué rayos dice la gente. Tratar de comunicarte con señas, desesperarte, sobre todo al tratar de tomar transporte público (de por sí yo ya era mala en México).
Vienna es hermosa, increíble, y eso que no estuve mucho tiempo y no hice mucho, pero me enamoré de los edificios, las calles, la tranquilidad, y ¡la comida vegana en el mercado!, ojalá hubiera eso en México, entonces ya no me faltaría nada.
Hungría es diferente a lo que me imaginaba. Llegamos a Budapest y se ve que es una ciudad vieja, un poquitín abandonada, pero no sé, solo estuvimos ahí un máximo de media hora, así que habrá que verla bien cuando regresemos en 3 semanas.
Me emociona todo, quiero llorar por todo también. A principio de año dije que iba a hacer un voluntariado y aquí estoy: una cosa es imaginártelo y otra es vivirlo. No se compara.
Vardá es una villa pequeñita y casi se siente como estar en medio de la nada; hay una tienda y dos bares, pero casi nunca están abiertos, lo bueno es que la ciudad está como a 15 o 20 minutos y planeo ir pronto para conocer, ir al mercado y comprar leche de almendras o de cualquier cosa que no sea animal. Y quiero ir al cine, a explorar, a tomar fotos...
Europa: me gustas mucho, de verdad.
viernes, 10 de agosto de 2018
The Love Club: Paul parte 1
Paul y Mauricio se reunieron un jueves en el Bar para
despedirse. Ya habían tomado bastantes cervezas y repetían los mismos temas una
y otra vez:
-No puedo creer que Tefi ya no está –decía Paul, Mauricio
solo asentía y suspiraba. -¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se fue?
Mauricio no respondió y se preguntó qué hora sería en
Finlandia. Quizá Tefi ya estuviera despierta, le mandó un mensaje y espero unos
minutos pero ella no respondió.
-¿Cuál es el plan entonces? –le preguntó a Paul.
-Trabajar allá por cinco meses, pagar mis deudas y
regresar a tiempo para el cumpleaños de Tefi, porque ella va a regresar, ¿no?
Y Mauricio solo se encogió de hombros, en el fondo, de
verdad esperaba que Tefi regresara.
*2 meses antes*
Morgan, Mauricio y Tefi se citaron en la Cafetería.
Cuando llegaron Mauricio preguntó si debía invitar a Paul, pero Tefi le dijo
rápidamente que no.
-Lo vi ayer, está como loco –comentó.
-¿Qué pasó? –preguntó Morgan. Y Tefi les contó cómo ambos
habían salido a cenar y de repente Paul de nuevo le había dicho que la quería.
-¿Es que no aprende o qué? –dijo Mauricio.
Estuvieron un rato hablando de otras cosas, Morgan estaba
emocionado por regresar a Estados Unidos y quizá volver a la universidad, de
nuevo sentía que su vida tenía un propósito. Mauricio se sentía abrumado por la
presión de su trabajo y aunque quería
ocultarlo, sentía que su distanciamiento con Tefi se hacía cada vez más notorio
para los demás, estaba a punto de decir algo al respecto, cuando ella se le
adelantó a hablar:
-Tengo una noticia –Mauricio casi hacía un comentario
sarcástico, pero prefirió quedarse callado –ayer Adam y yo fuimos a hablar con
mi familia, y, ¡dentro de 4 semanas me voy con él a Europa! –terminó de hablar
casi gritando de emoción. Mauricio y Morgan abrieron los ojos como platos.
Mauricio sintió como el pecho se le encogía, y todo lo que hizo fue sonreír.
*
Paul estaba a punto de abordar el avión cuando sintió la
necesidad de hablar con alguien. Pensó en Tefi pero se dijo que seguramente aún
estaría dormida, así que decidió marcarle a
Kenan, su amigo con el que no hablaba desde hacía mucho tiempo.
-¿Hola? –Respondió Kenan -¿de verdad eres tú? –Paul se río
nerviosamente.
-Sí, soy yo. Estoy esperando un vuelo y no sabía a quién
más hablarle.
Conversaron por un buen rato, poniéndose al tanto de sus
vidas. Kenan estaba viviendo en Ohio y estaba a unos días de regresar al
Pueblo. Paul le contó que estaba demasiado nervioso por tener que hacer escala
en Los Ángeles.
-Todo estará bien –terminó diciendo Kenan al despedirse.
Paul se sentía como todo un perdedor; pensaba en como en
el último año lo había perdido todo, primero su novia de toda la vida lo había
dejado por otra chica, luego su familia se había enojado con él debido a que
había cometido demasiadas estupideces por querer recuperarla y justo cuando
creía que tal vez ya era el momento para estar con Tefi, ella se fue, así sin
más. También notaba como Mauricio se estaba refugiando en el alcohol y los
amores de una noche para no tener que lidiar con la soledad, pues Morgan y Tefi
ya no estaban, y ahora tampoco estaría él para consolarlo. ¿Qué sería de
Mauricio?
Escuchó como llamaban a los pasajeros de su vuelo para
abordar, así que tomó su pequeña maleta y comenzó a caminar.
*1 mes antes*
Mauricio estaba en casa de Tefi, observándola empacar un
montón de cosas.
-Siempre has sido la peor para hacer maletas –comentó
riendo. Ella también se río. Luego se puso seria y se sentó en el borde de su
cama, Mauricio estaba sentado en un sillón pequeñito.
-Ya va a ser un año de que regresé, ¿sabes? –dijo ella
–creo que nunca me había sentido tan derrotada: acababa de llegar de la gran
Ciudad y había fracasado por completo, pero, ¿sabes quién estuvo a mi lado
cuando más lo necesité? –y comenzó a llorar –Mauricio tú siempre has estado a
mi lado, y eso te lo voy a agradecer por siempre –le tomó la mano –no importa
qué tan lejos estemos, nada nunca nos va a separar, lo sabes, ¿no? –y él dijo
que sí con la cabeza, tratando de ocultar sus lágrimas.
-Te quiero –dijo.
-Yo más –contestó Tefi, luego, agarró una almohada y se
la aventó. Mauricio gritó y se lanzó sobre ella para hacerle cosquillas, Tefi
gritó como loca para hacerlo parar, hasta que ambos quedaron acostados,
riéndose.
-Te voy a extrañar –dijo Mauricio con lágrimas en los
ojos. Y Tefi no dijo nada, pero lo abrazó por lo que se sintió como una
eternidad.
*
Paul llegó a Los Ángeles 4 horas después. Esperó
pacientemente por su equipaje. Revisó su celular y vio que tenía mensajes de su
mamá, de Mauricio y uno de Tefi, que abrió rápidamente: “Sé que ya debes estar
en USA, suerte. Todo saldrá bien, te quiero.”, estaba a punto de contestarlo,
pero entonces sus maletas llegaron y tuvo que caminar hasta migración, donde le
hicieron las preguntas de rutina.
-¿A qué vienes? –le dijo el oficial, que tenía una placa
con su apellido escrito en ella y se veía de aspecto mexicano.
-Solo vengo a celebrar el cumpleaños de un amigo.
-¿Tienes tu boleto de regreso comprado?
-Aún no lo compro.
El oficial lo miró fijamente entonces, Paul no retiró la
mirada.
-¿Y eso por qué? –dijo finalmente el oficial.
-Es que quizá me quede un poco más de tiempo porque
también es el cumpleaños de un tío. –De nuevo el oficial lo examinó de arriba
abajo, Paul se empezó a poner nervioso pero estaba decidido a que no se notara.
El oficial hacia movimientos en la computadora, parecía disponer de todo el
tiempo del mundo. Paul se comenzó a
desesperar pensando en que quizá perdería su siguiente vuelo.
-Me temo que va a tener que acompañarme –le dijo el
oficial, tratando de esconder una sonrisa. Y en ese instante, lo único que Paul
pudo pensar fue “y, ¿ahora qué?…”
jueves, 2 de agosto de 2018
Qué pasó en el mes: Julio
Ya llegó, ya está aquí: es mes más esperado del año, en el que me embarcaré junto a mi mejor amigo en un viaje al viejo continente. Estoy sumamente emocionada, pero también súper nerviosa, a ver qué tal. Pero, ¿qué pasó en julio?
Serie favorita:
-La Balada de Hugo Sánchez - Que después de acabar Club de Cuervos, tuve que verla y me divirtió muchísimo.
Música:
-Sin Pijama - Becky G
-Rise - Jonas Blue
-Where I Wanna Be - Arizona
Y bueno, agosto promete muchísimas cosas nuevas, países, momentos, experiencias, amigos, comida... ¡y la lista continúa!
El 1ro de julio nació el amorcito de mi vida, mi primera sobrina a la que amo con todo mi corazón.
Fui con mis mejores amigas de fiesta un jueves, it was great.
Tuve mi -gran-evento-drag- en mi hometown y estaba que no cabía de la felicidad.
De nuevo salí con mis mejores amigas, ese día nos agarró la lluvia pero aún así nos divertimos bastante.
El fin de semana pasada fui junto a mis papás a una playa en Punta de Mita, toda bonita y libre de construcciones.
-La Balada de Hugo Sánchez - Que después de acabar Club de Cuervos, tuve que verla y me divirtió muchísimo.
Música:
-Sin Pijama - Becky G
-Rise - Jonas Blue
-Where I Wanna Be - Arizona
Y bueno, agosto promete muchísimas cosas nuevas, países, momentos, experiencias, amigos, comida... ¡y la lista continúa!
miércoles, 1 de agosto de 2018
Coversaciones sobre la vida y el amor I
-¿Dónde puedo encontrar una chica como tú? -dijo él, mientras comían.
-¿A qué te refieres? -respondió ella, asombrada por su comentario.
-Tú sabes exactamente lo que quieres, contigo no es necesario ir a cenitas o presumirte con la familia. -Ella solamente lo miró por un rato, tratando de descifrar a qué quería llegar, luego él continúo: -es que eres como un vato, ¿sabes?
-¿Estás diciendo que básicamente solo quiero sexo?, ¿que no tengo sentimientos?
-Algo así -respondió él, aunque con precaución añadió: -no estoy seguro de cómo funcionas, pero quisiera encontrar a alguien como tú.
-Si dices que prácticamente soy un hombre, pues, ¿por qué no te haces gay y problema resuelto? -y dicho esto, ella se levantó de la mesa con su plato de comida y no volteó la vista atrás.
-¿A qué te refieres? -respondió ella, asombrada por su comentario.
-Tú sabes exactamente lo que quieres, contigo no es necesario ir a cenitas o presumirte con la familia. -Ella solamente lo miró por un rato, tratando de descifrar a qué quería llegar, luego él continúo: -es que eres como un vato, ¿sabes?
-¿Estás diciendo que básicamente solo quiero sexo?, ¿que no tengo sentimientos?
-Algo así -respondió él, aunque con precaución añadió: -no estoy seguro de cómo funcionas, pero quisiera encontrar a alguien como tú.
-Si dices que prácticamente soy un hombre, pues, ¿por qué no te haces gay y problema resuelto? -y dicho esto, ella se levantó de la mesa con su plato de comida y no volteó la vista atrás.
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