Me mudo a la casa y no se parece en nada a las fotos que había visto en internet. "Está bien", me digo, "solo estaré aquí por un mes". Estoy en el cuarto más cercano a la cocina, y afuera hay una pequeña mesa donde de vez en cuando mis compañeros de casa se sientan y platican, y yo, por supuesto, puedo escucharlo todo. Esto me molesta a veces, pero me pongo mis audífonos y ya está, bye ruido.
Un día salgo de casa temprano para ir al gimnasio, son las 8 am, o bueno, un poco antes de las 8 am y veo a un señor que parece un vagabundo en el "jardín" (que ni parece jardín pero ahí está, por si acaso), le sonrío porque esta es mi reacción siempre que veo que alguien me está viendo, y luego salgo de la casa.
Días después, es viernes por la noche y por primera vez en meses y meses no tengo nada que hacer, así que me quedo en casa y veo netflix o HBO o lo que salga en pantalla. Y de repente, alguien toca mi puerta. Es el vagabundo que había visto días antes.
"Do you speak english?"pregunta en un acento que no reconozco. Lo veo bien por primera vez, parece viejo, muy viejo, está muy flaco y tiene rasgos asiáticos. Le digo que sí hablo inglés y comienza a hacerme más preguntas, ¿qué hago en la ciudad?, ¿de dónde soy?, ¿cuánto tiempo me quedo?, descubro que él es de Singapur (y después me enteraré de que todo el mundo le dice Singapur en la casa), que está en la ciudad indefinidamente y que está -aburrido. Me pregunta que si quiero ir a caminar, veo mi celular, van a ser las 9 y no conozco a este hombre así que le digo, no, voy a dormir y dice ok, no sin antes pedirme mi número, "por si acaso", dice, y yo se lo doy aunque no estoy muy convencida. Y ahí termina nuestra primera interacción.
Al día siguiente es sábado y voy al gimnasio temprano, y cuando llego, tengo un mensaje de Singapur. "¿Quieres acompañarme a San Juan de Dios?", pienso que no quiero pero necesito ir a un lugar cerca de ahí, así que le digo que no puedo acompañarlo hasta allá pero me queda de paso, dice ok y quedamos de vernos a las 11. Y justo a las 11 está afuera de mi puerta tocando y llamando mi nombre.
Las cosas se comienzan a poner raras en camino a San Juan de Dios, pasamos por un montón de tiendas, porque es la ciudad y hay tiendas por todos lados, yo de vez en cuando hago comentarios como "qué bonito gorro", o "me gusta ese vestido", y él responde con "¿lo quieres? te lo compro", lo miro con cara de "¿qué rayos está mal contigo?" y digo que no, que no necesito que nadie me compre cosas. Llegamos a su destino y le digo adiós, él insiste en que lo acompañe a comer, digo ok, pido un chile relleno y adentro de San Juan de Dios, hay todavía mil cosas más que ver: el lugar está repleto de cosas que comprar. Digo que voy a comprar una vela y él insiste en comprármela. Digo, "no, estoy bien", y luego dice algo que me remueve las entrañas: "si quieres puedo depositarte", mi boca se hace un hilo, digo que no, y me voy.
Regreso a casa con un mal sabor de boca, ¿qué rayos está mal con los hombres que piensan que decir algo como "te deposito" está bien?, está empezando a llover así que me meto a mi cama y me tapo, lista para dormir. Y de repente: un mensaje, y claro que es él. No quiero abrirlo, pero lo hago de todos modos. "Lo que voy a decir es algo loco", me dice, y sigue escribiendo, "Está lloviendo y creo que sería buena idea si vinieras a mi cuarto y durmiéramos juntos", mi boca se abre en shock. WTF, este viejito tiene algo mal en el cerebro. Veo el mensaje una, dos, tres veces, solo para verificar que no estoy alucinando. "No sé qué crees que soy, pero no, no voy a ir a tu cuarto", respondo, dice lo siento una y otra vez, le digo: "por favor no vuelvas a mandarme mensajes" y aviento el celular lo más lejos que puedo.
Al día siguiente descubro gracias a mis compañeros de casa que el tipo ya había intentado algo así con otra chica, que tiene una novia que pronto llegará a la ciudad, y que en realidad, el tipo tiene mucho, pero que mucho dinero. "Te perdiste tu oportunidad con el sugar daddy" me dice uno de mis roomies y yo le aviento una miada asesina como respuesta.
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