martes, 20 de agosto de 2019

El proceso para florecer

Una de mis canciones favoritas de este año es Bloom de Troye Sivan, me parece tan hermosa:


Take a trip into my garden, I've got so much to show ya.
I bloom just for you,
now it's the perfect season, yeah, let's go for it this time.
Sigo pensando de vez en cuando acerca de lo mucho que me perdí, de la maleza que comenzó a crecer a mi alrededor y no hice nada por arrancarla. Y -debo agregar, muy tontamente me estaba aferrando totalmente a todo lo malo, a pesar de lo ya aprendido, lo que me lleva a pensar que el amor a uno mismo y el aceptarse, y el crecer, lleva muchísimo tiempo y también mucho pero mucho trabajo.
Pienso en las flores, para ser más precisa, en los cactus y en cómo soy malísima para cuidarlos y se me mueren dejándome con el corazón roto.
Porque tener una planta no solo es regarla de vez en cuando, es darle amor y ponerle música y nombrarla...
y así me pasó, como un pequeño cactus que necesitaba del sol para sobrevivir, me encerré a mí misma en la habitación más oscura, me dije que estaría bien si solo me regaba con amor de vez en cuando en vez de a diario, en vez de música armoniosa y bella me la pasaba escuchando el mismo discurso acerca de cómo yo era una mala persona, y pasó lo que tenía que pasar: me marchité por completo.

Y ahora, después de unos meses creo que es tiempo de florecer, y no lo decidí yo, ha sido un proceso que se ha dado con el tiempo, no me desperté un día diciendo "bueno ya aquí voy...", sino que primero tuve que salir de la oscuridad, tuve que volver a aprender a alimentarme con amor, leer libros, escuchar música, bailar, ir a terapia, escuchar podcasts...
Y el proceso sigue y sigue.
El volver a florecer después de que alguien te pisoteó completamente y te dijo que no eras más que una rama, no es fácil, pero tampoco es imposible.
Cada día me siento más como YO, y eso me llena de felicidad.

Yo, floreceré poco a poco, ha llegado el momento, y esta vez no lo haré para nadie más, sino para mí.

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