viernes, 7 de febrero de 2014

Suele pasar

Había una vez una chica que creía irremediablemente en el amor. Esa chica soy yo. Me rehúso a dejar de creer que ahí afuera hay alguien que es completamente indicado para mi. Lo que pasa es que ya me di cuenta de todos mis defectos, de mis patologías. Y estoy tratando de aceptar a esa persona que miro a diario cuando me veo en el espejo. Estoy tratando de adecuarme de nuevo a la soledad de mi cuarto, donde todas las noches siento un desconsuelo que no se me va. Estoy sosteniendo un techo que se está cayendo a pedazos, y debería tener la ayuda de ciertas personas, pero no la tengo...estoy sola. No es queja, solo quiero aprender a abrir los ojos verdaderamente. Ya no quiero migajas de lo que debería ser algo entero, completo. No quiero ser esa paloma que va de banca en banca esperando a que alguien se apiade de ella...hambrienta. Necesito seguridad, creer. Creer en mi.
Ya no soy aquella niña de 14 años que quería ser escritora y que soñaba con ser famosa y publicar muchos libros. Estoy aceptando la consecuencia de mis actos. Me llené a mi misma de ideas estúpidas y ahora mis pensamientos no son positivos. Ya no tengo remedio, tal vez.
Tengo miedo de que un día mi mundo se derrumbe porque entonces no sabré qué hacer. ¿A dónde voy a ir?, ¿Qué sigue?

Sé tú misma, sé quien eres, sé verdadera. Tienes que aceptarte. Así eres. Lo das todo y esperas todo de los demás y cuando no te regresan tanto como quisieras te entristeces y te llega la ansiedad. Por eso sería mejor que no esperaras nada. Deja que la vida te sorprenda. Deja de ser obsesiva, solo alejas a las personas. Ya tienes 20 años. Algún día tienes que crecer.

domingo, 2 de febrero de 2014

Escena Final

Un día navegué por el mar de tus besos, por ese mar que me vuelve loca y que saca mis deseos a flote. Iba en un barco de papel que se balanceaba dulcemente con el viento, pero comencé a marearme por lo que tuve que convertirme en una sirena y nadé hasta que encontré el fondo de tu corazón. Allí encontré cosas que me hicieron llorar, pero mis lágrimas se escondieron tímidamente confundiéndose con el agua de tu océano; estaban tus recuerdos de cuando eras pequeño y tus ojos parecían más vivos que nunca, corrías por un campo verde hasta encontrarte con tus padres, que te besaban para después llenarte de "te quieros", estaba aquella vez que creíste enamorarte por primera vez y que entregaste tu corazón pero te lo rompieron: aún se conserva una cicatriz ahí, pero descubrí asombrada que quien habitaba tu corazón era yo; estaba inundado de recuerdos que habíamos creado juntos.

Después me dejé llevar por la corriente y encontré cosas dolorosas, los peces me indicaron que aunque en tu exterior parezcas una persona fuerte, ahí, donde no puedes esconder tus sentimientos, eres tan sensible como yo, solo que no dejas que los demás lo noten.

Ese día fui hasta ahí porque creí que te había perdido, que había demasiadas preguntas sin preguntar, pero la que más venía a mi mente era, "¿Dónde está la persona que un día dijo que me amaba?".

Llegué a una isla, después e haber pasado por tantos y tantos recuerdos; estaba cansada y me sentía sola. Entonces vi que estabas con alguien más, quise regresar a tu corazón para saber qué había cambiado, pero los peces me hablaban en un idioma distinto; intenté hablarles en inglés, en francés...pero no funcionó, yo ya no pertenecía allí.

Hice otro barco de papel con la esperanza de regresar al lugar donde había empezado a navegar: pasé tormentas y parecía que las olas se burlaban de mí cuando me veían pasar, ¿por qué estaba pasando todo aquello? Y entonces comprendí que ese mar, el mar de tus besos que un día había sido mio ahora le pertenecía a alguien más.