martes, 24 de junio de 2014

El sueño

Estaba en una casa bien conocida. Una casa grande y blanca, blanca en todo su esplendor. Con ventanas por doquier, ventanas que se expanden desde el techo al piso. Y solo puedo pensar "wow". Me encuentro con Ella, no sé su nombre, pero me es familiar, se parece a Elizabeth Banks, sí, Ella es rubia y viste de blanco, como si quisiera combinar con la casa. Mirábamos hacia el océano, y él nos miraba de vuelta. Hablábamos de cosas banales, Ella movía sus manos constantemente. Y entonces las vi. Eran ballenas y estaban demasiado cerca de la orilla, y entonces le dije "¿Viste eso?" y Ella puso cara de preocupación, como si supiera que algo malo se aproximaba. Dimos un giro de 180 grados y lo que vimos nos dejó atónitas. Eran las ráfagas de viento más fuertes que había visto en la vida, arrasaban con todo a su paso. Y entonces, vinieron hacia nosotros. Eran aves, aves que no podían volar contra aquellas corrientes de viento y se estrellaban contra todo; contra los árboles, contra las ventanas y caían finalmente al piso. Corrí lo más rápido que pude a mi casa, cubriéndome con un cojín la cabeza, para que ningún ave me golpeara. Tenía miedo, estaba aterrada: quería llorar pero debía correr. Finalmente llegué y ahí estaba a salvo. No había viento, pero yo seguía sintiendo pánico, estaba llorando y gritando como una histérica "Cierren las ventanas, cierren todas las malditas ventanas", mientras corría por la casa y me aseguraba de que todas estuvieran bien cerradas y con seguro. Justo cuando iba a cerrar la última, me di cuenta que empezaría de nuevo, que aquel viento sin control volvería a apoderarse de mi mundo. No iba a parar. Las aves volverían a caer, iban a morir.

lunes, 23 de junio de 2014

De una foto y amigos

Hoy, mientras estaba viendo a la nada, noté que tenía colgada una foto de mis compañeros de la preparatoria en una de las paredes de mi cuarto. Ya pasaron dos años y a veces pareciera que todas esas personas se convirtieron en extraños. Qué raro, como si esos tres años juntos no hubieran existido.
Y mientras la veía me puse a pensar en las personas que entraron y salieron de mi vida así, sin más. Como pequeñas ráfagas de aire, haciendo el mínimo alboroto en mi vida. Qué fortuna, ojalá todos fueran así,  pero no, me he encontrado con tornados que me han destrozado a su paso.

Recordé, que hace varios años ya, en aquellos tiempos cuando el messenger seguía funcionando y era lo más cool del mundo, me gustaba platicar y conocer gente. Que en realidad es una tontería, bien pude haber salido al mundo real, pero en fin. Hay muchas personas que seguramente conocí a través de distintos chats, a través de metroflog (sí, ya sé, qué vergüenza), a través de foros (solía tener cuentas en muchos foros de los grupos que me gustaban, el que más recuerdo era uno de Belanova), a través de blogs.
La primer persona en la que pensé fue en Paola, mi eterna amiga de Venezuela que juraba que un día vendría a México y nos íbamos a conocer, tenía 12 años cuando nos conocimos, y no recuerdo por qué nos hicimos amigas, pero hablabamos de todo, creo que incluso alguna vez la llegué a ver por webcam. Pero no he vuelto a hablar con ella en años, no sé que fue de ella, una vez traté de agregarla a Facebook, pero nunca me aceptó, supongo que no me recuerda.
Después me acordé de Renata, una chica aproximadamente  5 o 6 años mayor que yo, que hablaba un montón de idiomas, que amaba el Alemán y escribía un blog que yo siempre trataba de comentar, ella me dijo una vez que mi blog era de sus favoritos, y eso se me quedó bien grabado. Recuerdo que es de Mexicali y aún recuerdo la dirección de su blog, pero hace años que lo borró, nunca supe por qué.
También están las personas a las que si tengo en Facebook, pero es rara la ocasión en que hablamos, está Mara, de veracruz, que conocí porque ambas amábamos a Paramore y nos queríamos casar con  Hayley Williams. Mariana, la cual siempre tendrá un lugar especial en mí, recuerdo especialmente una platica con ella, cuando yo estaba a punto de cumplir 15 años y ella tenía 18, y me dijo "disfruta ahora que el tiempo pasa rápido", no estaba equivocada.
Y esta Edgar, al cual conocí de la manera mas embarazosa del mundo. Pero nos volvimos buenos amigos, y a veces aún tiene que soportar mis platicas acerca de amores y desamores, mis risas y mis llantos.

Y todos estos pensamientos solo por mirar a una foto en la pared, vaya que el tiempo pasa.

domingo, 15 de junio de 2014

Tristeza de verano

Me siento como una combinación de canciones tristes.
A veces me gustaría tener agallas. Decidirme al fin e irme lo más lejos posible. Yo no pertenezco a ningún lugar, o al menos así me he sentido últimamente: rondando de casa en casa, estando y no estando, esperando eternamente por los domingos, queriendo a alguien, enfocándome en el pasado que no se aleja, y me nubla. Me siento tan inútil. Recientemente vi fotos de una amiga que está estudiando periodismo, y me pregunté, ¿cómo sería mi vida si hubiera elegido ese camino?, ¿sería más feliz?
Quién sabe, ya no importa. No me puedo engañar a mí misma y decir que me encanta estudiar psicología, aún no. Pero este semestre aprendí muchísimo y traté con más personas. Cada día descubro más y más de mí misma y eso me agrada.

Si no logro superar ciertas cosas me voy a empezar a desvanecer...

Supongo que es tiempo de irme de nuevo. Alejarme de aquí hasta que logre volver a escribir. Ya no quiero posponer lo que soy.