martes, 27 de abril de 2021

Esa Noche

 Ella va a casa después de un largo día en el trabajo, ella se sienta en el sofá verde y grande, que se amolda a su cuerpo y la hace sentir como en los brazos de mamá, brazos que no ha sentido por años. Piensa en qué hará, apenas y son las 7pm, el sol brilla afuera, el mundo sigue girando en medio de un montón de estrellas, escucha a los niños jugando afuera, un grito, un poco de llanto, dos niñas brincando, y ella ahí, en el mismo lugar donde todo empezó meses antes.

Juan no le gustaba al principio, Juan parecía todo menos el tipo de hombre que ella quería, pero poco a poco se fue enamorando, primero juntos haciendo las tareas de la universidad, luego quedando para ir al cine y finalmente besándose en ese sofá que mantenía tantos secretos en su interior.

Miró de nuevo el mensaje en su celular, “¿Vienes hoy?”, enviado a las 12pm, justo después de su clase, Juan estaba a unos metros de ella, estaba tomando otra clase, sabía que saldría a las 3 de la universidad y luego iría a trabajar, pero su rutina era verse cada día después del trabajo, ver una serie, una película, hacer el amor, leer el capítulo de un libro antes de dormir, hacer el amor otra vez, quizás, una cena barata, y dormir en sus brazos. Estaba acostumbrada a esa rutina que habían creado juntos durante casi un año, y de repente, no había respuestas. Juan no era así, algo había cambiado, ella lo sabía. Supo casi instantáneamente que Juan iba a dejarla, que las noches a su lado ya no eran tan felices como antes, “no quiero ser como esas parejas que se quedan juntas y son miserables”, le había dicho un día de otoño y quizá solo estaba cumpliendo su promesa.

Miró de nuevo por la ventana, quizá habían pasado solo 5 minutos pero le pareció una eternidad. La notificación la tomó por sorpresa y el mensaje le dio un pinchazo en el corazón, que duró tan solo una fracción de segundo, pero dolió como mil años. “No puedo hacer esto, ya no soy feliz”

Ella cerró los ojos, se imaginó cómo hubieran sido las cosas si hubieran funcionado, si de alguna manera el destino hubiera sido bueno con ella y le hubiera dado lo que quería: a Juan por toda la vida. “Pero a veces la vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas” pensó. Y entonces la vio entrar en la habitación, con su vestido blanco y casi transparente, con sus piernas largas como la noche y sus ojos hundidos y grandes como aceitunas. Sonrió cuando la vio y ella sonrió de vuelta “mi eterna compañera”, le dijo y ella respondió diciendo “estaba esperando a que Juan se fuera, pero siempre he estado contigo”. Le abrió los brazos y la invitó a sentarse con ella en el gran sillón verde, cuando la tuvo en sus brazos no pudo hacer más que llorar. 

“Siempre estaré aquí para ti” le dijo la Soledad, y ella agradeció en silencio. Juan se había ido, pero Soledad había llegado justo a tiempo para consolarla.

viernes, 16 de abril de 2021

La liga

 Justo hoy, después de haber tenido una noche loca loca, después de alcohol y baile, me encontré a la 1 de la tarde en la cama de mi mejor amigo, tomando una siesta, después comimos y ahora cada quién se encuentra en sus respectivos trabajos. En fin, a lo que voy es que hace apenas unos cuántos meses sentí como nuestra relación estaba cambiando: lo sentía alejado de mí, pasaba más tiempo con sus demás amigos y sentía que nunca tenía tiempo para mí, y justo de la noche a la mañana hubo un cambio, de repente ya nos volvemos a ver todos los días, nos vamos de fiesta como antes, hablamos como antes, incluso siento que estamos más unidos. Así que a la conclusión que llegué mientras estaba quedándome dormida en su cama hace rato fue: Para que el amor funcione debe ser  como una liga, sí, de esas que estiras y estiras y no se rompe, sino que al contrario, regresa con más fuerza que nunca. 

Así nos pasó, y sé que así nos seguirá pasando, y es que en el amor hay que ser libres, hay que dejar que la otra persona se aleje, que se descubra, que se pierda un ratito, para que luego vuelva y con la fuerza de cien días nos abrace muy fuerte.

domingo, 11 de abril de 2021

Me tengo

 Es otro ciclo, siento que cada mes soy yo repitiendo patrones de comportamiento que por más que intento no logro cambiar. Me duele, sentirme así en el domingo por la noche, pensar "¿qué necesito realmente?", es tan difícil salir ahí afuera y enfrentar todos los días un montón de cosas. Es fácil perderse a uno mismo haciendo cosas que son fáciles, pero nos estancamos, y pienso que he tenido suficiente. Uno no puede atraer lo que uno no es. 

Veo a mi alrededor y todo está cambiando, el otro día me puse a pensar acerca de cómo a veces se me olvida agradecer por las maravillas que me tocan vivir cada día, de verdad a veces se me olvida. 

Y a veces también siento que no las merezco.

Es fácil volver a lo que uno ya conoce: por eso tantas personas vuelven con sus exes. Pero, ¿vale la pena?, hoy leí algo que me gustó mucho y era más o menos así: "primero conviértete en un 10 y así atraerás a más 10s"

Estoy trabajando en ello y a veces quisiera rendirme, a veces pongo más atención en lo malo que en lo bueno. Soy exigente, se me olvida lo mucho que he avanzado. Gracias a Dios tengo a gente que me lo recuerda. 

Y me tengo a mi. Al final del día, me tengo a mi... 

lunes, 5 de abril de 2021

La vida sigue

 Ya sea que me guste o no, que vuelva a viejos patrones, que entre a nuevos cursos, que haga más calor de repente, que el horario cambie y de repente son las 8:40 y sigue habiendo luz, ya sea que me hable con mi ex o no, que me encuentre a otro ex en el medio de una fiesta con su nueva novia y tenga que irme a sentar con la mirada de mis amigos en la espalda, ya sea que piensen que soy una inmadura o que tengo sabiduría para repartir, si estoy de vacaciones y no dejo de sentirme culpable por no trabajar, si estoy trabajando y solo pienso en vacaciones, si extraño a Alex, si le mando un mensaje y tarda 3, 4, 5 días en responder y pienso "¿será que tiene novia otra vez?", ya sea que quite cosas de mi cama y luego las vuelva a poner, que organice mi clóset para tener ropa nueva a las 5 minutos, que mi papá me diga que ya está: vamos a construir tu casa Janeth, ok, i'm broke but we'll figure something out, y sigo gastando dinero y luego sigo encontrando dinero en los bolsillos o por ahí en el piso. Dios es grande, quiero creer en Dios, el mal está por todos lados y ahora lo veo más que nunca. Leo, leo, leo, aprendo más, práctico más pero no bailo porque no hay presentaciones, práctico Jarana, tengo una nueva Jarana, la bautizo como Natalia y me la llevo al mar y le canto una canción de amor. Uy, el amor es un asunto sensible, ¿no?, veo Insecure y me siento identificada con Molly, ¿cómo voy a competir con un amor como el de mis padres?, aunque sé que nada es perfecto en realidad. Bumble, Tinder, bye, ya sea que los borre y los vuelva a bajar en 1 mes, en 2. La vida sigue.
La vida sigue y aquí estoy, aquí seguiré por sabe cuántas vidas más. A disfrutar, a llorar, a reír, a bailar y cantar, la vida sigue.