sábado, 31 de enero de 2015

El fantasta tiene miedo

Qué irónico, porque en el mundo normal las personas tendrían miedo del fantasma, él no tendría nada a qué temerle, ¿o sí? A fin de cuentas no tendría más qué perder: está en una dimensión donde las cosas no se van pero tampoco pueden regresar, si alguna emoción debiera tener esa sería la tristeza o tal vez el anhelo.
Pero este fantasma por primera vez desde que se convirtió en uno tiene miedo e incluso lo puede sentir a su alrededor, es casi corpóreo. ¿Miedo a qué? se preguntarán, y yo podría responder pero todo el mundo juzgaría al fantasma de ser un cobarde, y no es así; solo estaba luchando, a su muy extraña manera.
Un fantasma no pondría en duda la existencia de fuerzas que están más allá de nuestro poder; que controlan el universo y hacen que todo vuelva  su curso, pero, ¿él sería capaz de transformarlas?
Lo intentó un montón de veces, casi hasta el cansancio y cuando se iba a dar por vencido: funcionó.
Y cuando vio su deseo de regresar a la realidad convertido en ser humano, no supo qué hacer. Sentía que el estómago se le revolvía cada que daba un paso  y terminó de rodillas, llorando por haber regresado al mundo donde aprendió que el sufrimiento se siente hasta los huesos, qué es aquí donde el corazón se rompe, las cosas se pierden, se caen las esperanzas.
Pero ahí estaba, pobre fantasma que deseó con todo su inexistente corazón para volver a sentir y cuando lo hizo; se formó un huracán dentro de él porque había corrientes de aire de todos los sentimientos posibles en su interior.
Salió a buscar a la persona que lo había matado, porque quería venganza, porque quería que ella sufriera tanto como él había sufrido por su culpa. Quería descuartizarla con sus propias manos y decir "¡Mira quién va a pasar la eternidad lamentándose ahora!"
Pero el fantasma tuvo miedo. Tiene miedo y se la pasa rondando por la casa de la mujer que un día lo mató: esperando a quién sabe qué, temiendo cada día, amándola pero odiándola a la vez.

miércoles, 28 de enero de 2015

Un positivo

-¿Entonces? -le pregunté
-Sí.

No puedo imaginarme tener un hijo a esta edad. Digo, tampoco soy una adolescente, pero no me considero una adulta. Tengo 21 años y ella también, y hoy llegó con los ojos rojos e hinchados a la primera clase y supe que un positivo le había cambiado la vida en un segundo. No hablamos de eso en todo el día: yo no quise hacer preguntas y ella no quería decir una palabra, parecía que quería ocultarse de todos, que quería irse a una esquina donde nadie pudiera verla, pero lo único que podía hacer era aparentar que las cosas no habían cambiado: que la normalidad de sus días tendría continuidad.
"Todo va a estar bien", supongo que esas son las palabras que escuchará de ahora en adelante de todo el mundo, de sus conocidos, de su novio.
Yo me puse en sus zapatos por un segundo y el pánico me llegó; no sabría qué hacer, a quién decirle, cómo decirle.

Ahora mismo no puedo pensar en palabras que la conforten, que hagan que la esperanza no se apague.
Me entristece pensar que un positivo en realidad no lo sea...que sea un gran negativo en la vida de una persona.

lunes, 26 de enero de 2015

Creciendo, desvaneciendonos

Estoy aquí, acostada en mi cama y con un dolor de cabeza que no se ha ido desde que llegué de la escuela. Pensé en que no debo de volver a escribir cuando estoy molesta, pero eso sería una gran limitación, sería como decir: no escribas cuando estés alegre, cuando estés triste. 
Yo no quiero limitarme, porque a fin de cuentas, no tengo ni poquitas ganas de dejar de escribir. 
Hoy no pasó nada, bueno tal vez sí. Pero en general quería expresar algo que me tiene preocupada/triste desde hace semanas: cuando una persona es infeliz, ¿Por qué no puede escapar de las situaciones que la orillan a sentir eso? No soy la indicada para dar consejos, no cuando traigo a mi pasado anclado, pero es que me da una sensación de malestar pensar que alguien es infeliz yendo a trabajar, que sienta que el trabajo es más grande que él, que sienta que no vale la pena, que el despertar por las mañanas es más obligación que gusto. 
¿Para eso vamos a la escuela? Para encontrarnos un día despertando a las 5 am y pensando, "¿Qué rayos estoy haciendo de mi vida?" no lo creo, no quiero eso para mí, no quiero eso para nadie. No puedo imaginar estar a punto de terminar mi carrera y comenzar a cuestionar cuatro años de clase tras clase, tarea tras tarea, y encontrarme a mi misma detrás de un escritorio, con un dolor de cabeza horrible y diciendo, ¿Para esto estudié? 
No sé, quisiera que el día tuviera más horas, quisiera que él hablara conmigo de eso, porque si algo sé es escuchar. No puedo dejar de pensar que el tiempo consume, el trabajo consume, todo a nuestro alrededor nos consume. Te estás desvaneciendo y no puedo hacer nada para evitarlo...
Solo quisiera que fueras lo más feliz posible. No puedo soportar pensar que te despiertas sintiéndote mal por ir a un lugar donde la responsabilidad no se siente bien. No puedo. 

domingo, 25 de enero de 2015

No te quemes

Estoy muy enojada, estoy a punto de que algo dentro mi explote. Estoy en casa y estoy aguantándome las lágrimas para que ella no se de cuenta de lo mucho que me duele todo.
¿Alguna vez me sentí así antes? No lo creo. Con ganas de salir a la azotea y gritar hasta que me duela la garganta.
Estuve pensando y le di mil vueltas al asunto: me dije que no debo enojarme así, que por las noches no tengo que levantarme a cada hora, que tengo que aprender a dormir otra vez.
¿Y por qué me enoja tanto?
Es como si un día se hubiera dado cuenta de que la casa que compartimos seguía en pie y le dio miedo: le dio miedo que los demás pudieran verla, que se asomaran por la ventana y los recuerdos estuvieran aún vivos, que con solo verla pudieran resurgir sentimientos que con tiempo y dedicación se propuso enterrar.
Entonces pensó que lo mejor sería quemarla. Un día, cuando se hizo de noche y la oscuridad reinaba, fue hasta ella y con un galón de gasolina en mano se encargó de rociar alrededor, las paredes, los muebles, no dejó un rincón intacto, no quería que algo pudiera sobrevivir. Y prendió fuego, sin detenerse a pensarlo dos veces, sin titubear: prendió el fuego que acabaría con todo.
Dime, ¡¿No pensaste que aquella casa también me pertenecía a mí?!, que tenía cosas de valor ahí, que mis sentimientos no estaban tan enterrados como los tuyos, porque aunque lo intenté yo no puedo ser así.
El pasado es eso: PASADO. ¿Por qué le temes?, ¿por qué te consume la idea de pensar que te va a alcanzar?, ¿acaso me ves a mí quemando todo a mi alrededor como tú lo hiciste?
Yo nunca haría eso, porque yo estoy orgullosa de lo que fui: porque eso me hizo convertirme en lo que soy, y me ha hecho más fuerte que nunca.
No vayas por ahí quemando cada cosa solo porque crees que el pasado está presente en ella: podrías quemarte.

viernes, 23 de enero de 2015

Hábitos

Hay veces que mantenemos viejos hábitos incluso cuando sabemos que son malos para nosotros: dormir extremadamente tarde, morderme las uñas, dejar de comer cuando me siento mal, tocarme la cara sin parar cuando estoy ansiosa. Pero hay ocasiones en que incluso cuando sabemos que las cosas son malas para nosotros desde el principio, pero aun así las hacemos. No quiero que se me haga habito tomar café. Ah, ya sé, qué yo tontería ¿no?, pero el café me hace mucho daño, hace que me duela el estomago, la cabeza, que me de ansiedad. Pero me mantiene despierta, siento que ya no puedo estar despierta, he intentado dormir por las tardes pero ya no he podido, y no es que esté mal porque a fin de cuentas tengo que acostumbrarme porque pronto pasaré casi todo mi día fuera de casa. Está bien. Me gusta estar ocupada porque me ayuda a no pensar. Van dos días que tomo café y me hace sentir mal. Tengo que descubrir otra manera de mantenerme despierta que no involucre meter cafeína a mi sistema.


Pasando a un tema completamente diferente, hoy fui junto con otros tres amigos a pedir información a una guarderia para niños con discapacidades, para una materia. Me divertí muchísimo, me reí mucho y sentí que era parte de algo. Probablemente haga mi practica ahí, aunque me queda algo lejos de casa. 
Cuando estaba esperando camión de repete a media calle vi que una cosa pequeñita estaba ahí, como queriendo cruzar o no, era el gatito de la foto. Me recordó a mi: perdido, sin saber que corre peligro por ser tan pequeñito en este mundo tan gigante, en busca de algo pero sin saber qué. Y de verdad quisiera haberlo ayudado, haberlo traigo a casa conmigo...pero a quien engaño, no podría tener a un gato como mascota. Espero que sobrevivamos, tanto él como yo. 

jueves, 22 de enero de 2015

Días más largos

Estos días que he estado escribiendo se me han hecho más largos de lo común, no sé si es porque al final del día vengo aquí a contar algo o porque extraño platicarle estas cosas a alguien, pero está pasando: mis días se vuelven eternos. Pero a la vez siento que no hago nada, no sé si eso tenga sentido. Ya pasaron 4 días desde que entré a la escuela y sí, hago tareas y he comido bastante (al menos hoy), pero no he sido capaz de leer ni un solo libro, a excepción de los que por obligación tengo que leer diario. No sé, hoy iba en el camión de regreso a casa y tuve un sentimiento bien extraño. Como si no fuera yo la que estaba dentro de mí misma, sé que suena extraño, pero está cambiando todo a mi alrededor y al parecer yo también.
Apenas hace unos momentitos acabo de tener una conversación con mi compañera de cuarto y me dejó pensando.
-¿Por qué haces eso? -me preguntó
-¿Hacer qué?
-Alejas a todos los que están cerca de ti pero te empeñas en querer acercar a los que están lejos.

Tiene razón, y no lo había pensado pero tiene tanta razón que ahora mismo tengo unas ganas inmensas de llorar, porque en lo único que me la paso pensando es en volver a tener momentos con aquellos que están lejos, en lugar de disfrutar todo lo que tengo aquí, ahora.


Hoy tomé esta foto porque me pareció que era necesario, me quedé un momento parada ahí, en el cuarto piso de un edificio donde sucedieron tantas cosas y la banca que cambió mi vida, ahí sigue, tantas cosas que han cambiado pero ella ahí sigue, no va a ningún lado.

miércoles, 21 de enero de 2015

Pensamientos al azar 2

Así que el día de hoy vinieron mis papás para llevarme a tramitar mi seguro social, ya que lo voy a necesitar. Duramos demasiado tiempo esperando a que llegara mi turno (como 3 horas) y justo cuando ya al fin era la hora, resultó que el sistema no servía y blah blah. Tendré que ir de nuevo el martes y a ver qué pasa. Me urge que me den de alta sino no podré hacer mi servicio social.
Lo que me lleva a pensar que estoy entrando en un lento proceso de desarrollo de pánico, más que nada porque tengo 2 materias que requieren que haga prácticas en instituciones afuera de la escuela, tengo que aprender lenguaje de señas y braile, tengo que dar 3 clases en una primaria, y la cereza de mi pastel es que voy a empezar a hacer mi servicio el próximo mes. No sé si logre sobrevivir a este semestre, no quiero reprobar materias, no quiero abandonar ninguna. Yo me metí en esto y ya veré la manera de que el tiempo se alargue o hacer que funcione, por ahora, no dejo de pensar en que no quiero que los días se pasen tan rápido.

En asuntos totalmente opuestos, que nada que ver con lo anterior. Hoy que vi a mis papás me sentí muy bien, se arreglaron algunos problemas que tenía en mi casa de estudiante, todo volvió a la normalidad y pude prepararme al fin el sandwich más delicioso que he hecho hasta hoy (pollo, espinaca, aguacate y jitomate).
Mi mamá me contó que ayer fueron a una fiesta a casa de los parientes del marido de una de mis tías, y que la cosa se puso un poquito fea. El marido de mi tía es un borracho, simple. Antes tenía otro marido que era un bueno para nada que no trabajaba, este nuevo marido que se consiguió si trabaja pero prácticamente se acaba el dinero en cerveza. En resumen; mi tía tiene un pésimo gusto para los hombres. Bueno, ayer la cosa se puso fea porque la fiesta era como a 30 minutos de donde viven mis papás y mi tía, y ya eran las 11 de la noche y no se querían ir, porque claro, el marido quería seguir embriagándose. Mi tía tiene una hija de 10 años que también fue a la fiesta y que al día siguiente (hoy) tenía que ir a la escuela, y en vez de decir "bueno creo que es suficiente, mañana mi hija tiene que levantarse temprano y yo tengo que trabajar", prefirió mandar a su hija con mis papás de regreso a casa y ella quedarse con su marido a seguir la "fiesta". El resultado de esto es que todo el mundo está enojado con mi tía, porque hoy ya eran casi las 4 pm y aún no llegaba de la dichosa pachanga, faltó a su trabajo y prácticamente la pueden correr y entonces, ¿quién se hará cargo de sus gastos? pues claro, mi abuela.
A mi me da mucho coraje todo este asunto, me molesta demasiado que haya mujeres que prefieran a sus maridos antes que a sus propios hijos, ¡Es TU HIJO!, deberías pensar en él antes que en el idiota que se gasta tu dinero en estupideces y que de vez en cuando se escapa de la casa a ver a su otra mujer. Pero bueno, las consecuencias de nuestros actos siempre son mayores y más poderosas que nosotros y siempre encuentran la manera de alcanzarnos. No sé cuál fue el final de la historia de mi tía, no sé si hoy llegó a su casa o si sigue la fiesta hasta este momento.
Solo puedo pensar que las estupideces que cometemos a veces nos superan y por mucho.

martes, 20 de enero de 2015

Aún hay héroes

Iba hoy camino a mi casa en un camión bastante lleno, y en eso se subió una señora mayor y yo era una de las que estaba sentada en los asientos de adelante, la verdad es que nunca le doy mi lugar a nadie, no sé, no acostumbro, pero hoy sí lo hice y me sentí muy bien. La señora se puso a platicar un poco conmigo y me quedé con una sensación bonita.
Después, el camión se paró por unos minutos para subir a más gente y en eso a otra señora se le fue un billete por una de las ventanillas, pero nadie se había dado cuenta hasta que otra señora miró para afuera y lo vio y le dijo a su hijo y a pesar de que el camión estaba llenísimo y prácticamente resultaba imposible bajarse, él se bajó, recogió el billete y se lo entregó a la señora.
Y yo solamente me quedé ahí mirando todo con cara de sorpresa y con una sonrisa y pensé "qué bonito".
Soy una sentimental. Creo que había dejado de tenerle fe a las personas después de tantas y tantas cosas pero hoy tuve la sensación de que aún quedan unas cuantas buenas personas en este mundo lleno de ... de gente mala.
Tal vez es difícil, porque estamos en este océano lleno de tiburones que asustan a los peces buenos. O los asustan o los matan. Supongo que de ahora en adelante trataré de ser una de las buenas personas de este mundo.

lunes, 19 de enero de 2015

1

Hoy me levanté a las 6.00 am, y como sé que mi maestro es el más puntual de mundo (y por cierto se parece demasiado a Sheldon Cooper), tenía pensado tomar camión un poco más temprano para que no se me hiciera tan tarde, pero no pasaba ningún camión, así que llegué como 2 o 3 minutos después de las 7 y sí, ya estaba mi maestro pasando lista. Me gustó mucho su clase, ya conozco como trabaja y sé que es la persona más extraña del mundo, pero sabe demasiado y a veces me da risa solo de ver las caras que pone cuando le contestan algo. Eran como las 8 am y me estaba muriendo de hambre (no había comido desde el día anterior) y para mi mala suerte el maestro nos dejo salir apenas 10 minutos antes de la próxima clase, así que no comí nada.
La siguiente clase fue la mejor del día yo creo, vimos videos de experimentos sociales que me dejaron con la boca abierta y luego la maestra nos dijo que como trabajo final tendremos que hacer uno nosotros. La última vez que hice un video de ese tipo para una clase fue en la prepa y me fue bastante bien, espero que también salga bien esta vez.
Y en la última clase me estaba muriendo de hambre, pero estuvo bien. Me tocó exponer psicoterapia Gestal, que es la que mi psicóloga utilizaba conmigo, así que al menos esa ventaja tengo.
No sé por qué estoy contando todo esto, o tal vez sí. Hoy en la primera clase el maestro nos dijo que si no queríamos olvidar algo deberíamos anotarlo. "Para eso se inventó la escritura, sino cómo recordaríamos las cosas".
Bueno, yo no quiero olvidarme de mis días.
Antes de salir de la escuela pasó algo que me puso triste y después no supe ni qué sentí. Fue como un remolino de emociones y me llegó la misma ansiedad que siento por las noches y me dije "calmate, estás rodeada de gente". Una de mis amigas se dio cuenta muy rápido y me dijo "¿estás bien?", y le dije que sí, pero me acompaño al baño y ahí estuve hasta que se me pasó el sentimiento de que algo dentro de mí iba a explotar. Ataque de ansiedad, pensé, y luego me dije que tenía controlarme, que posiblemente no sería ni la primera ni la última vez que pasaría por eso, y que debía tener una estrategia para que los demás no fueran a darse cuenta.
Tomé el camión que tiene la ruta más larga solo para ponerme a pensar. Y en vez de eso escuché música de Azealia Banks mientras veía niños y niños por doquier. Comí las quesadillas más deliciosas que he preparado (probablemente me supieron tan buenas porque estaba que me moría de hambre). Me dormí, desperté, hice tareas, me bañé, hice más tareas.
Acabo de llegar de la plaza a donde fui a comprar una rebanada de pizza. "estás bien" me repetí, y luego llegó. Se instaló en mí, y no me deja estar en paz. Cuando hay mucha gente no dejo de sentir esto.
Pasé por la iglesia de camino a casa, sólo pasé no entré, y vi que había muchísima gente y me dije que daría lo que fuera por encontrar la paz, no me importaría que fuera en una iglesia.
Probablemente ahorita escuche música otra vez, o lea algún blog. Después a dormir. Estoy esperando pero ya aprendí a no esperar nada, a fin de cuentas...
Es mejor no esperar nada de nadie.

sábado, 17 de enero de 2015

Tengo que poner mi mejor cara mañana: una cara que diga "nada está pasando conmigo", y cuando las preguntas lleguen solamente voy a sonreír y voy a decir que todo ha estado bien. Nada extraordinario o fuera de lo común ha pasado. No me interesa hablar, y de todos modos a ella no le gusta escuchar, prefiere ser escuchada. 
Puedo sentir como todos se alivian porque me voy: van a organizar fiestas, van a salir y van a divertirse y a veces, de vez en cuando se van a acordar de mi y pensaran si estoy bien.
¿Y quién les va a decir que lloro todas las noches? ¿Quién les va a decir que los pensamientos no han parado de llegar?
"estoy bien", y una sonrisa. Porque es fácil, porque nadie quiere saber lo que en realidad pasa. La tristeza solo atrae tristeza, y nadie quiere a la señorita tristezas en sus vidas. 

viernes, 16 de enero de 2015

La chica cool

Los hombres siempre lo dicen como el alago definitivo: la Chica Cool. Ella es una chica cool. Ser la Chica Cool significa que soy ardiente, brillante, una mujer graciosa que adora el fútbol, el poker, los chistes sucios, y eructar,  que juega videojuegos, bebe cerveza barata, ama los tríos y el sexo anal, y se atasca de hot dogs y hamburguesas en la boca como si estuviera alojando la mejor comida del mundo mientras que de alguna manera se mantiene en la talla 2, porque las Chicas Cool son superiormente ardientes. Ardientes y comprensivas. Las Chicas Cool nunca se enojan; solo sonríen de una mortificada, amorosa manera y dejan que su hombre haga lo que quiera. Adelante, cágate en mi, no me importa, soy la Chica Cool. 
Los hombres realmente piensan que esta chica existe. Tal vez están engañados porque hay tantas mujeres que están dispuestas a fingir ser esta chica. 
Por un largo tiempo la Chica Cool me ofendió. Solía ver a estos hombres -amigos, compañeros de trabajo, extraños - mareados debido a estas horribles y falsas mujeres, y yo quería sentar a estos hombres y decirles calmadamente: Tú no estás saliendo con una mujer, estás saliendo con una mujer que ha mirado demasiadas películas escritas por hombres socialmente inadaptados que creen que esta clase de mujer existe y tal vez los bese. Quería agarrar al pobre chico de las solapas o por su bolsa de mensajero y decir: La perra realmente no ama tanto los hot dogs -¡nadie ama tanto los hot dogs! 
Y las Chicas Cool son todavía más patéticas: Ellas ni siquiera están fingiendo ser la mujer que quieren ser, están fingiendo ser la mujer que un hombre quiere que sean. Oh, y si no eres una Chica Cool, te ruego que no creas que tu hombre no quiere una Chica Cool. Tal vez sea una versión un poco diferente - tal vez es vegetariano, así que la Chica Cool ama el seitán y es buena con los perros; o tal vez él es un artista hipster, así que la Chica Cool es una tatuada y con anteojos amante de los cómics. Hay variaciones en el escaparate, pero créeme, él quiere una Chica Cool, que es básicamente la chica a la que le gusta cada maldita cosa que a él le gusta y nunca se queja. (¿Cómo sabes que no eres una Chica Cool? Porque él dice cosas como "Me gustan las mujeres fuertes" Si él te dice eso, en algún punto va a ir a coger con otra. Porque "Me gustan las mujeres fuertes" es código para "Odio a las mujeres fuertes")
Esperé pacientemente -años- para que el péndulo se deslizara en la otra dirección, para que los hombres comenzaran a leer Jane Austen, aprendieran a tejer, fingieran que les gusta cosmo, organizaran fiestas de álbumes de recortes, y se besaran con otros mientras nosotras miramos maliciosamente. Y cuando dijéramos, Sí, él es un Chico Cool.
Pero nunca ha pasado. En vez de eso, ¡las mujeres a través de la nación han contribuido en nuestra degradación! Muy pronto la Chica Cool se volvió la chica estándar. Los hombres creyeron que existía -ella no era solo una chica ideal en un millón. Cada chica tiene que ser este tipo de chica, y si no lo eres, entonces hay algo mal contigo.

jueves, 15 de enero de 2015

Lo que me motiva día a día


"El destino es para los perdedores. Es solo una tonta excusa para dejar que las cosas te pasen en lugar de hacer que te pasen"

miércoles, 14 de enero de 2015

Fin

Esta vez no te escribí una carta de amor, esta vez te escribí una carta con el titulo "te perdono". Y no se sintió tan bien escribirla como hubiera pensado. Hubiera querido poner mas cosas, quitar algunas, ser más honesta, conmigo misma sobre todo. Pero a veces es difícil, sobre todo cuando sabes que vas a leerla frente a una desconocida.
Ir a terapia ha sido bastante bueno, yo dije hace algunos meses que seguramente terminaría siendo tal vez terapeuta gestalt, hoy ya no sé. Quizá es que a mi no me convence eso de hablarle a una silla vacía pretendiendo que le hablo a aquello que más daño me ha causado. Pero debo aceptar que un día hicimos una técnica que ayudo bastante: me puse a gritar a romper cosas a decir las malas palabras que me obligo a mí misma a no decir: y ahí estaba, fuera de mi pude ver todo ese rencor, ese coraje...abandonándome. Se sintió tan bien. 
Y mañana es mi ultima sesión. Tengo que levantarme muy temprano, tengo que dejar estos problemas en el consultorio y quedarme con aquello que es bueno para mí, que me ayudará en este camino lleno de obstáculos. 
Y bien, tal vez algún día escriba no acerca de mis terapias, sino de mi experiencia como terapeuta (sin violar el código ético claro). ¿Te imaginas? Yo, dándole terapia a alguien. Ni yo misma puedo. 
En fin, te perdono. Sé feliz. 

domingo, 11 de enero de 2015

Hoy este blog cumple 5 años

Sí, probablemente empecé a escribir porque estaba aburrida y crear un nuevo blog (ya había tenido como dos antes) me pareció una buena idea. 
Tenía 16, hoy tengo 21.
Tenía sueños que aquí plasmé y de esos se han cumplido...pues tal vez solo uno. Cinco años que se sienten como un suspiro a media noche. Lento, con nostalgia, con cosas que quisiera cambiar y otras que me ponen una sonrisa en el rostro a veces. 5 años de una wasted youth. 

jueves, 8 de enero de 2015

Viajar



Últimamente este camino me está pareciendo eterno, como una carretera que no termina nunca. Pero es que tampoco quiero que termine. He estado yendo de un lado para otro, tratando de escapar del monstruo que me persigue y se esconde debajo de cualquier cama en la que esté por las noches, y entre tantos caminos que he recorrido, me puse a pensar y mis pensamientos se convirtieron en nubes que luego tomaron forma de flores, de corazones, de animales: de todas las cosas que asociamos con felicidad. Y me dije, ¿de verdad estás tan triste como le dices a todo el mundo? Y me respondí que sí, que el sentimiento que estaba teniendo en ese momento se debía solo a que estaba viajando, porque los viajes me hacen olvidarme de mis problemas.
Claro, si pudiera me la pasaría viajando, escuchando música, pensando, imaginando las cosas que nunca van a pasarme en la vida real.

lunes, 5 de enero de 2015

Las palabras no son siempre suficientes

Solo porque estás hecha de la agua del mar, no te confundas a ti misma con el océano. Tal vez hay naufragios en tu pecho, bestias escondidas en tus profundidades, pero no eres un territorio innavegable.
Incluso los árboles necesitan cierto tiempo para recuperarse. Incluso los bosques tiemblan. La pregunta no es quién escucho al árbol caer, sino por qué las raíces no pudieron soportarlo más. El sonido de la derrota, si es una explosión o un quejido, no cambiará nada.
A veces me pregunto si los pájaros pueden ver la singularidad de su vuelo, supongo que es un poco como caminar; no te das cuenta, hasta que terminas de hacerlo. Supongo que es un poco como pensar - un poco como sentir- un poco como amar. Si todo es un milagro, ¿no lo es nada? Pero si nada es un milagro, ¿no lo es todo?
Así que crees que puedes apagar el sol, tonta, incluso las nubes no pueden hacerlo. Tus huesos están hechos del polvo de las estrellas pero eso no significa que puedes controlar los cielos, el sol no dejará de brillar solo porque hayas cerrado los ojos.
Si escuchas cuidadosamente, escucharás mi voz llamándote como la lluvia tras la ventana. Las tormentas me hacen sentir más viva; tal vez esa es la razón de que te vea como si fueras el cielo, tal vez podrías serlo, porque el cielo también, es simplemente una ilusión
Llamar a cualquier cosa por un nombre no lo hará ser lo que no es. Le damos a los huracanes nombres de humanos, pensando que los podemos domesticar, pero ellos permanecen igual de salvajes. Juntamos un montón de sentimientos y tratamos de llamarlos amor, pero realmente nunca se quedan unidos.
Cualquier cosa en la niebla puede parecer un fantasma. Es difícil no tener miedo de la oscuridad cuando hay demasiadas cosas que no conocemos, pero es incluso más difícil vivir en la luz cuando brilla en los rincones empolvados de nuestros corazones solo para revelarnos que ellos no contienen lo que imaginábamos.

sábado, 3 de enero de 2015

Un día solitario

Ayer fue un día bastante bitter-sweet para mí. Comencé el día emocionada porque vería a mis amigas, vi una película que no veía hace varios años y que me gusta mucho, después tuve que ir a mi casa y arreglarme, tomar el camión, tomar otro camión y listo, estaba en el punto de reunión. Fui la primera en llegar, tuve que esperar como 30 minutos en lo que las demás llegaban, me sentía bien, a excepción de un pequeñito detalle que siempre me está molestando: una pequeñisima voz en mi cabeza que no me deja en paz y que me dice que las cosas siempre van a salir mal.
Todo estuvo bien durante el día, me divertí bastante, vi reunidas a mis mejores amigas y hablamos acerca de demasiadas cosas: cada quien tenía una historia que contar, todas excepto yo. Sé que probablemente las personas no se den cuenta, excepto si son muy observadoras y me conocen bien, o están a solas conmigo, lo que pasa es que yo no tengo nada que decir, me guardo absolutamente todo en el interior, además, ¿qué de bueno tenía contar que estoy viendo a una psicóloga para que me ayude a soportar el día a día?, ¿qué de bueno tiene el hecho de decir que todas las noches lloro hasta quedarme dormida? No creo que a nadie le interesen esas cosas, no quiero deprimir a nadie. Por eso prefiero escuchar a ser escuchada.

Hace varios días también estuve de visita con mi mejor amiga y ella sí se dio cuenta de que algo me estaba pasando, y me lo preguntó directamente, ¿Qué te está pasando? Pero no fui capaz de responder, no pude contarle todo esto que siento y que me tortura.

En fin, volviendo a ayer, pasó algo que ni en 100 años creí estar viva para ver: una de las chicas se pasó completamente de copas, la anfitriona. Ella jamás había tomado alcohol, pero es que claro, se sintió tan valiente que se servía copa tras copa, y cuando menos lo esperamos: estaba cayéndose por las escaleras. Y sí, eventualmente vomitó y quedó completamente tirada... Hasta que oh, sorpresa. Llega su mamá y a las demás nos da el paro cardiaco. ¿Qué íbamos a hacer? ¿qué diríamos?
Afortunadamente su mamá es la persona más sensata y comprensiva del universo, pero sí dijo algunas cosas que no pensé oír jamás salir de su boca.
Al final del día terminamos todas asustadas y preguntándonos qué pasaría con ella al día siguiente.

Y aquí estamos, en el día siguiente. A primera hora de la mañana todas nos mandamos mensajes preguntándonos cómo estaría la susodicha, y como a mediodía respondió que estaba bien, que todo volvió a la normalidad después de varios vómitos y de tomar mucha agua.

Hoy, el día siguiente, lo pasé completamente sola, aquí en este cuarto cuyo silencio me vuelve loca de vez en cuando. He estado pensando en demasiadas cosas, quise dormir, pero como estos pensamientos me invadían a toda velocidad, ni siquiera fui capaz de conciliar el sueño. Mandé un mensaje del que después de 1 segundo me arrepentí, y me dije, ¿qué rayos está mal contigo?
Estaba a la espera de algo, de alguien. Pero son casi las 9.30 y me siento más sola que nunca. Me hubiera gustado salir pero ni siquiera tengo con quién, me hubiera gustado tener a alguien con quien platicar, pero tampoco apareció nadie. Siento que nadie está dispuesto a escucharme, pero aún si lo estuvieran, no sería capaz de articular la verdad. Por el simple hecho de que prefiero encerrar esas palabras, esos sentimientos, y no pienso dejarlos salir. Ahí adentro, están luchando por ser externados. Pero no puedo. No así.

Miedo

Tengo tanto miedo, no lo puedo controlar. Me sigo repitiéndo a mí misma que no puedo perder más; no tengo nada, ya lo perdí todo, ¿qué más me podrían arrebatar?
No puedo controlar estas lágrimas que se apoderan de mi, no puedo controlar esta sensación el pecho que me aplasta y no me deja levantarme.

Tengo tanto miedo. Me mata; cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo. Me mata y se ríe de mí. No lo puedo controlar: cuando salgo, cuando estoy en casa, cuando duermo. Incluso está en mis sueños y no me deja descansar.

¿Algún día seré capaz? No lo creo. No soy valiente; lo intenté una vez y me di por vencida tan rápido que no me dio tiempo ni de pensar. Pero estuve decidida, por un instante me decidí y fui a su encuentro; pero no me dejó decir una palabra, se despidió de mi y con él se fueron mis ganas de cambiar las cosas.

Está consciente de que me está matando pero no hace nada. Un día simplemente no voy a despertar, y se preguntará qué habrá pasado conmigo, pero sé que no hará nada, sé que una sonrisa emergirá de su rostro; porque yo me habré ido, porque ya no seré un estorbo en su perfecta vida, en su romance de ensueño. ¿Por qué no soy capaz? Ni siquiera en mis sueños puedo reclamarle. Él siempre me va a culpar. Él siempre dirá que todo es por mí, que yo fui quien comenzó este incendio.

Solo quisiera un lo siento. Lo siento por el miedo que he sembrado en ti, lo siento porque el amor que te tuve un día se fue, lo siento por las noches que no haz podido dormir por estar penando en mi, lo siento por todas las lágrimas que haz derramado por mi culpa. Lo siento por haberte engañado....

jueves, 1 de enero de 2015

Deseos de año nuevo

-Ten más fiestas de baile a las 3 am. Más amaneceres riendo con amigos, más fogatas, más decisiones estúpidas y lecciones aprendidas. Disfruta de tu juventud un poco más.

-Estresate menos. Llora menos por las tareas, por los proyectos que dejaste atrasados y los exámenes que se apilan; guarda las lágrimas para momentos de risa, de felicidad inaguantable. Está bien  si no todo es perfecto.

-Aprende a comerte la segunda galleta. Aprende cuándo comer más vegetales, cuándo menos chatarra, y cuándo simplemente no te debe de importar. Disfruta comer, saborealo todo. 

-Sé más vulnerable. Quédate despierta toda la noche tratando de descifrar el universo, habla acerca de todo. Encuentra a esa persona: a la cual le puedes contar todo. Luego, cuentale todo. Encuentra alivio siendo entendida.

-Sé un poquito tonta. Ve al karaoke aunque ni siquiera puedas cantar las notas. Baila como si nadie te estuviera viendo (probablemente no lo hagan). Expresate incluso cuando tu voz tiemble. Sé valiente. 

-Respira. Sal a caminar cada semana, mira a las estrellas cuando te sea posible, toma baños relajantes. Encuentra un espacio y no dejes que nadie te lo quite. Vive en el momento y ama cada segundo de él.

-Amate. Cada lunar, cicatriz, y cada golpe. Cada pregunta e ideas erróneas, cada pequeña peculiaridad. Amate hasta que entiendas porque las demás personas también te aman.

-Sobrevive. Prospera.