viernes, 19 de marzo de 2021

La vidente said...

 Estoy en un proceso de sanar, uno que no es lineal, ni fácil ni divertido, porque sanar es cambiar de piel, es convertirte en lo que siempre quisiste de los demás, pero también es dejar atrás todo lo que no te hace bien.

Entonces fui a ver a una vidente que una de mis mejores amigas me recomendó, no sabía que esperar, estaba parada afuera de la dirección que me mandó diciéndome "¿qué rayos estoy haciendo?", y bueno, fue increíble. La vidente literalmente no tuvo que hacerme muchas preguntas, sino que instantáneamente me dijo lo que yo quería saber. 

Creo que todo en mi vida se está conectando: primero mi mejor amiga me recomienda un libro que habla sobre las vidas pasadas y luego la vidente me pregunta que si creo en ellas, le digo que sí, me dice "las almas tienen 10 niveles, y tú, wow, tú eres un alma muy vieja, digamos que podrías ser un nivel 11",  sonrío y le cuento que siempre lo he sabido, no sé cómo, pero siempre he sabido que he vivido mucho antes, cuando sueño sé que estoy viendo recuerdos, imágenes de cosas que ya pasaron, le digo "siempre le he dicho a mis amigos que esta debe ser una de mis últimas vidas"

Ella me da muchas herramientas, me hace ver mis pruebas: prueba de pareja, prueba de falso reconocimiento, prueba de la depresión. 

Todo tiene sentido, me dice que en vidas pasadas no supe cómo ser una buena pareja, por eso ahora tengo que aprender a ser mi pareja primero "tu cura es bien fácil", me dice "solo tienes que aprender a quererte, a estar bien contigo", me sorprende que sepa cosas sin que yo haya mencionado detalles, me dice que he conocido a Dios en vidas pasadas y quiero llorar de repente. Pienso en las muchas veces que he escrito acerca de querer ser más espiritual, de una necesidad que siento de aprender a rezar, de hablar con alguien, de pedirle a Dios que me ayude, y aunque aún no sé cómo, sé que lo voy a lograr, me digo a mí misma "qué impresión", y salgo con una sonrisa de oreja a oreja, siento que muchas de mis dudas han sido aclaradas. Quisiera decirle a todo el mundo que fuera, pero sé que pocos están preparados para escuchar lo que les tiene que decir. 

Sanar me va a llevar tiempo, pero hoy me siento más en paz, sé que tengo que darme tiempo, ser mi prioridad, sé que un día todo lo que quiero simplemente estará a mi lado.

martes, 16 de marzo de 2021

Son 4 años, no 3

 Hoy me desperté con una sensación extraña en el estómago, como queriendo vomitar, como queriéndome quedar en cama todo el día. Así que decidí no ir al gimnasio, y en vez de eso me puse los tenis y fui a la playa a caminar, y a medio camino me entraron unas ganas inmensas de ir hasta la casa de mis papás, así que caminé por 10 minutos más. Cuando mi mamá me vio se sorprendió, me preguntó qué a qué hora había llegado de mi viaje, y siguió haciendo el desayuno. Mi papá me preguntó si quería café, dije que sí y fui a checar si tenía ropa en mi ex-cuarto, y como sí había, me di un baño. 

Cuando salí mi papá hizo un comentario y entonces lo comprendí todo: hoy es el aniversario de la muerte de mi abuela. ¿Cómo pude olvidarlo?, pero lo que me sorprendió aún más fue el de nuevo corroborar que el cuerpo no olvida. Con razón sentía un vacío, unas ganas de llorar incomprensibles. Pregunté si habría misa y me dijeron que no, que la misa había sido el domingo. Pregunté si irían al panteón y mi mamá dijo que sí, pero por mi trabajo no me será posible ir a la misma hora que ellos. Le dije a mi mamá, ¿cuántos años han pasado ya?, ¿tres?, y ella respondió que cuatro. 

Wow, el tiempo pasa muy rápido. Aún recuerdo el momento preciso en que supe que mi abuela ya no estaba, era un jueves y era mi día de descanso en el trabajo, me desperté y no había nadie en casa, miré los mensajes en mi celular y ahí estaba el mensaje. El mundo de repente dejó de girar y el tiempo no tuvo sentido, yo no tenía 23 años, tenía 5, tenía 10 y los pasaba al lado de mi abuela: nuestros viajes, nuestros abrazos, sus regaños, su risa y su voz poco a poco se desvanecieron. Pensar en que nunca la volvería a ver me abrió una grieta en el corazón que jamás sano y sé que nunca sanará. Nunca pensé que ella sería la primera que se iría. 

Y han pasado 4 años. Yo prometí que cambiaría, y bueno, lo he hecho a paso lento pero seguro. Muchas cosas han pasado desde entonces, hoy me siento más mujer que niña, hoy me siento cansada de mi trabajo y quisiera poder tener más opciones. Hoy es martes y solo quiero llorar, quedarme en mi cama y que ella me abrace, que me prometa que todo estará bien, que solamente debo confiar. Todo estará bien.

lunes, 8 de marzo de 2021

Cosas random 1

 Hoy me desperté con dolor de estómago y alergia (sí, ya me convertí en una de esas personas que tienen alergia al polvo :() entonces fui al gym pero con cero ganas de hacer algo. Hoy es día de la mujer y me han felicitado unas cuantas personas pero creo que está de más decir que hoy no se celebra, aún así he dicho gracias, que siga la lucha. 

Es difícil ser mujer, ¿no? Ser tan inteligente como los hombres o incluso más y que a fin de cuentas se te vea como un pedazo de carne más. Cuando tenia 14-15 años fui a visitar a un primo en la ciudad, salimos al cine con otros de sus amigos y cuando llegamos a casa de mi primo, uno de ellos quiso besarme a la fuerza, yo me traté de sacar pero no podía, siempre he sido una mujer pequeña, le grité a mi primo para que hiciera algo y solo se quedó ahí viendo y riéndose. Lloré. Al día siguiente le pregunté por qué no había hecho nada, y solo me dijo “pues por qué no te dejaste”. 

Hace pocos años, quizá dos o tres, mientras estaba en una fiesta con amigos, me pasé de copas, y baile y baile hasta que quise irme a casa, uno de mis amigos me dijo “yo te llevo” y acepté porque era de los únicos con moto y yo vivía bastante lejos. Dije adiós y no recuerdo más. Al día siguiente tuve algunos recuerdos borrosos y con el paso de semanas y meses pude recordar más: en vez de llevarme a mi casa mi amigo me llevó a la playa, se sacó el pene e hizo que le hiciera sexo oral, después me violó. No sé cómo llegué a mi casa, no me acuerdo, pero al día siguiente tenía moretones y el pelo todo enredado. Le conté a mi mejor amigo, estaba en shook, confundida. ¿Cómo pudo hacerme algo así sabiendo que estaba mal, borrachisima? Nunca hablé del tema con él, me moría de vergüenza. 

Incontables veces que me han gritado cosas en la calle, las noches en que me sentía totalmente insegura al ir caminando con un hombre atrás de mí, cruzarme de calle al ver hombres en la banqueta, mensajes de acoso, hombres que fingen empujarme en el metro, hombres que muestran sus genitales solo por qué si.

Ser mujer es difícil, ¿no?

Pienso en mi sobrina y me digo que no quiero un mundo así para ella. Ya no. Basta.