lunes, 29 de agosto de 2016

Amor ≠ Posesión

¿Sabes cuál es el problema?, que lo quiero para mí, que desde el momento en que lo vi mi egoísmo no pudo controlarse y me decía "si lo obtienes, tienes que asegurarte que sea solamente para ti, no dejes que caiga en las garras de alguien más", pero luego me di cuenta de cómo eran las cosas realmente, de cómo funciona el "amor" en estos días, y casi hubiera preferido arrancarme el corazón en ese instante, dime, ¿por qué no lo hice?, eso hubiera sido más fácil que soportar el dolor por los siguientes 13 meses.

Y es que no puedo soportar la idea de que hable con alguien más, de que piense en alguien que no sea yo, de que vea a otra persona con ojos de amor, no puedo.
Sé que no me pertenece y nunca lo hará, pero es que la posesión está etiquetada en mi cabeza como "amor".
Así me lo enseñaron, así lo creí, y ahora todo alrededor da vueltas mientras yo trato de alcanzar a alguien que no piensa detenerse a esperarme. ¿Por qué?, ¿de dónde salió esta estúpida idea de que el amor es posesión?, de que si quiero a alguien entonces debe ser completamente mío.

Lo comparo siempre con las obras de arte, ¿sabes?, porque si voy a un museo y veo ahí un cuadro que me parece maravilloso, ¿acaso tengo que comprarlo?, ¿tengo que llevarlo a casa conmigo?, no, porque observarlo ahí es suficiente, porque sé que una vez que sea mío, una vez que lo cuelgue en alguna pared de mi desordenado cuarto entonces perderá su encanto, me terminaré cansando de verlo ahí diariamente, y un día simplemente voy a pasarlo de largo: ya ni siquiera lo notaré.
¿Para qué quiero yo comprar obras de arte?, ¿para qué quiero ponerlas en la sala de mi casa?, ¿es acaso para presumir, para tener un tema de conversación, para sentirme importante?

Lo mismo pasa con el amor. Sé muy bien que no debería sentirme así, que no debería querer poner jaulas donde debería haber libertad, pero es que no puedo evitarlo. Así me lo enseñaron, así lo vi por todas partes. Y  he tratado de convencerme a mí misma de que el amor no se trata de posesión, de tener al otro solo para nosotros, sino que se trata de libertad absoluta, de contemplar, de ser testigos de algo maravilloso. Y no puedo convencerme de ello, aún no logro descifrar por qué.

Un día todo es maravilloso porque pienso "déjalo ser libre, déjalo, si quiere salir y conocer otras cosas, deja que sea feliz, deja que cometa errores, eso no puede afectarte, porque él no es tuyo, porque nunca lo será", pero al día siguiente todo se desmorona porque no puedo parar de pensar en las cosas que probablemente hará, en que no podría soportar que se enamorara de alguien más. No puedo.
Justo ahora, quiero que sea feliz, que encuentre la felicidad y si no es conmigo está bien, yo estaré bien con eso, pero luego pienso en lo mucho que me haría falta, en todo lo que podríamos ser si tan solo fuera mío, si pudiera como a un cuadro colgarlo en mi cuarto para no perderlo de vista.
No tiene sentido. Lo sé, pero es que si alguien dice amor, mi cabeza lo interpreta como posesión.

lunes, 15 de agosto de 2016

¿Estás satisfecha?

Estaba arrancándome el cabello el día que firmamos el contrato, todo en calma, ¿se supone que me sintiera feliz?, mi vida estaba a punto de cambiar.

Una vida fingiendo estar satisfecha de mí misma.
Todo el mundo decía, "Janeth es una soñadora".
A la gente le gusta decirte lo que vas a ser, pero no es mi problema si no ven lo que yo veo, y no me importa si no creen en lo que creo.
Es mi problema si nunca soy feliz, es mi problema  si nunca voy a triunfar.

¿Estás satisfecha con una vida promedio?
¿Necesito mentir para abrirme un camino en la vida?

Tengo muy buenas calificaciones, ¿que no ves?, pero, nada en esta vida es gratis.
La gente dice que soy una obsesiva a la que la mueve el deseo de tener éxito.
Nadie puede detenerme.

Porque es mi problema si quiero empacar mis cosas y escapar.
Es asunto mío si siento la necesidad de fumar y de beber y de maldecir.
Es mi problema si siento la necesidad de esconderme y es mi problema si no tengo amigos y siento que me voy a morir.

¿Estás satisfecha con una vida promedio?
¿Necesito mentir para abrirme un camino en la vida?
¿Estás satisfecha con un viaje seguro?
Una vez que cruces la línea, ¿vas a estar satisfecha?

Triste por dentro, en esta vida, insatisfecha, rezando.
Triste por dentro, en esta vida, insatisfecha, esperando...

lunes, 8 de agosto de 2016

¿Dónde está él?

Y, ¿dónde está él?, el hombre por el que he pedido desde que tenía 14 años, el que tanto he esperado, el que he confundido con un sinfín de patanes… al que sigo esperando.

Me pregunto si algún día va a llegar, si me está esperando y buscando como yo a él, si cada noche, cuando se va a dormir, piensa en las posibilidades infinitas que nos esperan, en las casualidades que nos harán topar en esta vida, en los momentos que vamos a compartir, en los recuerdos que vamos a crear, en el amor que nos hará volar.

No me rindo a pesar de todo, lo espero y pido al destino, al universo y a las estrellas que lo pongan en mi camino, quizá ahora mismo no estoy lista, sé que no estoy lista, pero el día que lo esté, ese día espero que llegue y me hagas entender por qué tuve que esperar tanto.

Anhelo algo que aún no tengo, algo que quizá nunca he tenido.

Quiero que venga y me enseñe que el amor no duele, que el amor no engaña, que el amor no es un juego donde a veces ganas y la mayoría del tiempo pierdes. No, el amor es bueno, es real, y nos hace dichosos.
¿Dónde está?, ¿por qué aún no aparece?, ¿cuánto tiempo más tendré que esperarlo?

lunes, 1 de agosto de 2016

Déjà vu

Dime qué es lo que quieres de mí porque ya te di todo y al parecer nunca fue suficiente.
No puedo pensar en qué me hizo falta, qué fue lo que falló: porque yo lo di todo. Yo estuve día tras día intentando, luchando para que nada se derrumbara, pero es que tú nunca luchaste conmigo, te ibas y me dejabas a la deriva, perdida y preguntándome si tenía sentido lo que estaba haciendo.

Mi mejor amigo dice que no vale la pena seguir escribiendo de ti, yo pienso lo mismo. Pero es que no sé cómo sacarme del corazón todos estos sentimientos. Aún estando lejos no puedo no pensar en lo tonta que sigo siendo. 
En lo mucho que dueles, y es que en el fondo esperaba que cambiaras, que te convirtieras en un hombre por mí. 
Pero no lo hiciste.

Supongo que nunca sabré lo que es el verdadero amor para ti. 
Porque sí puedes ir por ahí dándoselo a otras, pero a mí, a la persona que más se esforzó y que más te dio...
A mí nunca me entregaste lo único que pedía: tu amor. 
Y no te culpo, ve y sal y conoce todo lo que hay por conocer. Eso yo ya lo viví. Quizá a final de cuentas sí necesitabas a alguien más joven y yo a alguien de mi edad. Quién sabe. 
En esta historia retorcida y repetitiva no tuve un final feliz, y es que como escribí hace exactamente un año: contigo nunca hay finales felices, vas a salir lastimada o lastimando.