martes, 27 de diciembre de 2022

10 preguntas para relfexionar sobre el año que se va (2022)

 Ya es tradición a este punto, hacer esta reflexión y mirar atrás con estas 10 preguntas que me ayudan a poner muchas cosas en su lugar, y esta vez me parece increíble que el año se acaba, a la vez muy largo a la vez muy corto. 

1. ¿Dónde estabas en este día el año pasado? Definitivamente estaba agradecida de haber encontrado un amor, literalmente pasé muchos muchos años pensando en cómo sería, y pasar del pensamiento a la realidad fue como "oh, wow, esta es mi vida", conocí a los papás de mi novio, estaba nerviosa por mi cita para la visa y sí hasta fiebre me dio pero al final pude ir a estados unidos y todo bien. Estaba aún con dudas de cómo sería este año, con un poco de pandemia en el mundo y muchas dudas.

2. ¿Dónde estás ahora? Es gracioso porque incluso escribí en mi diario ayer: "si antes había dicho que si una vuelta de 180 grados... no sabía de lo que estaba hablando", de verdad este año me enseñó muchísimo, aprendí demasiado, me siento sumamente agradecida con la vida, con mis papás, con mi novio, con mis negocios, todo me ha llevado al crecimiento, a convertirme finalmente en una adulta con problemas sí, pero siempre aprendiendo de ellos. 

3. Si pudieras describir el año en 3 palabras, ¿Cuáles serían? Crecimiento - aprendizaje - cambio

4. ¿Por qué estás agradecida? Ahhh, tengo mucho que agradecer: por mi visa que finalmente llegó y con ella pude cumplir mi sueño de visitar Nueva York, de visitar a mi familia americana en Kentucky, de visitar a mi novio. Por los viajes, por abrirme los ojos a cómo es realmente la vida en Estados Unidos, por los problemas financieros, por lo poco y lo mucho que tengo porque gracias a ello sigo aprendiendo día con día. Gracias por vivir afuera de casa, por pagar renta por primera vez, por sentirme como una adulta que hasta paga impuestos, por los retos. Por abrir un nuevo negocio que jamás pensé que tendría: un bar. Por tanto trabajo y estrés y cansancio, y gracias a mi cuerpo por ser tan fuerte y no rendirse nunca. Gracias a mi familia que siempre me apoya, gracias a mis amigos y sobre todo gracias a mi novio que me ha enseñado cómo es una relación de verdad, porque el amor es una decisión todos los días. 

5. ¿Qué metas cumpliste? Ir a Estados Unidos, tener un negocio nuevo, mudarme de casa de mi hermano, practicar más portugués. 

6. ¿Qué metas no cumpliste? La verdad es que no he trabajado mucho en mi guión que aún sigue en pausa y sé que necesito enfocarme en eso.

7. ¿Qué te trajo más felicidad en 2022? El tiempo de calidad con las personas que amo: ir a la playa, ir a caminar, explorar la naturaleza, comidas ricas, cervezas que compartimos, libros que intercambiamos, películas y series que vimos. 

8. ¿Qué nuevos hábitos adquiriste? La verdad es que estoy muy contenta porque definitivamente me volví una persona más organizada, más limpia con respecto a mis espacios y eso es algo que quería desde el año pasado y definitivamente mi novio me ayuda muchísimo a ser esta persona que le importa que su casa esté limpia y que las cosas estén en su lugar.

9. ¿Qué hábitos vas a dejar? No quiero comer más chatarra o al menos menos de lo que como ahora.

10. ¿Qué quieres lograr en 2022? Quiero enfocarme en dos cosas, dos cosas nada más: mi guión y mi negocio en san pancho. 

lunes, 26 de diciembre de 2022

Cosas favoritas del 2022

 Ya llegó esa semana en la que me pongo nostálgica y recuerdo todo lo bueno, bonito y también lo malo que pasó en el año. Hoy, me dedico a dar la vuelta ara ver cuáles fueron las cosas que más disfruté en este 2022 que se nos está acabando.

Música:
  1. Van Stee. Los descubrí gracias a ver unos videos de youtube y sin dudas se convirtieron en mi banda favorita de este año, su sonido es bastante simple, con ahí cosas experimentales de repente, me encanta la voz del cantante, me encanta de verdad todo, lo malo es que no puedo encontrar información reciente de la banda así que estoy casi 100% segura de que ya no existe. Pero su música está en spotify y estoy segura de que fui la persona que más los escuchó. 
  2. Maggie Rogers. Maggie, la conocía ya por sus canciones más populares pero este año me di chance y escuché sus álbums completos. Y la verdad es que cuando estaba en Nueva York ella se iba a presentar y quería ir pero que bueno que no fui, porque su nuevo disco se me hizo bastante meh... pero aún así disfruto bastante de sus canciones viejitas y una que otra nueva.
  3. 90s México. Ok, ok, este año y no sé por qué, o bueno quizá porque quería ir a ver a OV7, pero me súper traumé con el pop noventero: Kabah, la onda vaselina, Mecano... tengo una playlist que se llama 90s tour y no me falla.
  4. Oblivion - Grimes. No me he dado el tiempo de escuchar mucho a grimes, sé que es bastante popular en el internet pero nunca me había llamado la atención, hasta que en un episodio de una serie que estaba viendo salió está canción y la amé instantáneamente. Y aún cuando la escucho pienso "ah, que increíble canción"
Libros:
  1. Just Kids - Patti Smith. De los primeros que leí en el año y me gustó mucho como Patti captura su ascenso a la -fama, cómo pasó de ser literalmente nadie y dormir en la calle a ser una artista en toda la palabra. No sé, me llenó como algo en el corazón.
  2. Monstruos Invisibles - Chuck Palahniuk. Este libro es como raro por la manera en que está escrito pero una vez que le hayas la onda, wow, me encantó, una sátira total, cosas bastante crudas, cómo la belleza no lo es todo, cómo la venganza a veces está enfrente de nosotros y no sé, solo me gustó mucho.
  3. Libera tu Magia - Liz Gilbert. Este es el último que leí y sí, buenísimo y rápido de leer, lo recomiendo bastante a todas las personas que se dediquen a la creatividad o que busquen ser más creativos. 
Series y Pelis:
  1. Todo lo que sé sobre el amor. Basado en mi libro favorito del 2020, Dolly escribió también el guión, la verdad es que no fui la más fan de cómo se adaptó esta serie, la sentí bastante lenta en comparación al libro, pero claro, fue porque quieren hacer más temporadas. Tampoco la odié, pero bueno, ahí está y seguramente la voy a volver a ver en algún punto.
  2. Sex lives of college girls. Creada por Mindy Kaling obviamente tenía que verla, fue buena, la primera temporada me atrapó mucho, la segunda fue buena hasta el último o penúltimo episodio donde hicieron un cochinero total, pero en fin, seguro veré la siguiente temporada.
  3. White Lotus. Este año vi las dos temporadas, ok, la primera fue muy buena y me tenía dudando todo el tiempo, en la segunda pasaron muchas cosas moralmente que te dejan como wtf??, pero tampoco fue mala. Sí la recomiendo porque es bastante entretenida.
  4. Everything everywhere all at once. Apenas la vi ayer y fue un trip bastante bueno, sí, es una película rara y absurda y al final te deja pensado "qué rayos vi", pero el transfondo, al menos a lo que yo entendí es que ok, nada importa en el este mundo, literalmente somos nada, somos una rosquilla en medio del amplio universo, pero aún así, el amor es lo único que importa. Y sí, me reí y lloré. 
  5. Rick and Morty. Esta serie la empecé a ver por mi novio y no pensé que me fuera a gustar pero aún sigue siendo de nuestras favoritas para ver juntos cuando ya estamos por dormir. Muy entretenida, chistosa y hasta profunda en ocasiones.
Youtube:
  1. Natacha Oceane. Canal de fitness, pero esta chica es otro nivel, es una diosa del ejercicio y me inspira increíblemente, porque wow, no para y es increíble. Y tienen que verla para entender de qué estoy hablando.
  2. Berta Pin. De las primeras youtubers de españa que veo, o la primera, ya no recuerdo, pero me encanta su vibra, me gusta que tiene un negocio también y aún vive con sus papás y la ves y es bastante auténtica y se nota.

martes, 20 de diciembre de 2022

Volviendo a casa (A mí misma)

 Aquí está la cosa: en los últimos meses me había sentido de muchas maneras, menos como yo misma, en verdad, pasé por un montón de estrés por tener un trabajo extra y mudarme y andar de un lado para otro y en algún momento me perdí. Así sin más, ya no pude encontrar el camino a mí misma y andaba deambulando por muchos lados sin rumbo, en la espera de que una pequeña señal me indicara el camino. 
Y resulta que como en toda novela, en toda película, en toda serie, siempre pasa, ¿no?, tan simple pero tan real: la respuesta estaba en mi interior, el camino ya estaba dentro de mí, solo no podía verlo debido a un montón de distracciones. 

Aún así, me dije mientras me bañaba un día, necesito escribir los pasos para volver a mí, porque luego se me olvidan, aunque son tan simples. Y te recomiendo que hagas lo mismo, porque quieras o no, tienes que aceptar que perderse es súper fácil en estos tiempos, y volver a casa es importante, recordar que nuestra existencia es efímera, que venimos aquí solitos y nos vamos solitos pero en este pequeño espacio entre nacer y morir, hay que hacerlo contar.

Cómo volví a casa (A mí misma):

1. Escuchando música. Cuando voy caminando, cuando voy en camino al trabajo en el camión, cuando limpio la casa o lavo los trastes, cuando me baño.

2. Bailando. Ensayar cada semana, prepararme para una presentación, el baile en sí, la alegría de haber creado algo.

3. Escribiendo. Poniendo afuera lo que está adentro, siendo creativa y poniéndome retos: ¿puedes escribir una historia basada en tal canción?, ¿puedes escribir en tu diario todo el mes?, sí, sí, puedo hacer lo que sea si me lo propongo. 

4. Yendo al gimnasio. Porque mi cuerpo es mi hogar, y hay que cuidar donde vivimos, y a mí me motiva cuidarlo yendo a ejercitarme, levantando unas pesitas por aquí y por allá. 

5. Entrando al mar. No hay una mejor sensación. Ser una con las olas, sentir el agua en todas partes, relajarse y dejarse llevar. 

6. Leyendo. A  mí me encanta leer historias de todo tipo, me gustan los libros simples con mensajes complejos, me gustan las novelas románticas y la poesía, me gusta ir a la playa y acostarme y perderme en una historia. 

viernes, 16 de diciembre de 2022

saliendo de mi cabeza

 Estaba en la playa con una de mis amigas del pueblo, y me contaba acerca de su más reciente aventura amorosa con este chico que es bastante darks y está lleno de tatuajes y parece como todo misterio. Y me decía que se sentía confundida con las señales que este hombre le mandaba: por un lado en los mensajes le decía que no estaba preparado para nada serio, por el otro se quedaba abrazado a ella y le decía palabras al oído, palabras bonitas.

Y todo esto me hizo pensar en lo difícil que es salir de nuestra propia cabeza, porque a final de cuentas vivimos en nuestra cabeza, ¿no?

El proceso ha sido largo para mí, y creo que por eso me identifico al máximo con esta amiga, porque me veo reflejada en su lucha constante por encontrar el amor en hombres que claramente no están interesados en lo que ella busca y veo como constantemente lucha con ver más allá de solo ideas.

Así que aquí esta una pequeña lista de ideas para salir de tu cabeza* 

(*ver la realidad en lugar de lo que está dentro de tu y que no puedes parar de pensar en ello y hacerte ideas).

1- Ve a terapia. Yo sé, es difícil y sobre todo porque todos lo recomiendan pero pocos lo hacen, pero dejame asegurarte algo: LA TERAPIA CAMBIARÁ TU VIDA. Siempre y cuando encuentres a un buen terapeuta con el que puedas conectar, te aseguro que verás un antes y un después, las ideas se verán más claras, los hábitos tendrán sentido y ya no te dejarás guiar por lo que está atorado en ti, veo a la terapia como el agua, ¿sabes?, lo limpia todo a su paso, te hace aclarar la mente, te ayuda a estar en paz. Sí, ir a terapia es un proceso que seguramente durará meses o años, pero te aseguro que valdrá la pena al ver atrás y mirar cuánto avanzaste. 

2- Encuentra personas que vivan más afuera que adentro. No es tan difícil, vas a identificar a esas personas porque te van a decir las cosas como son, no como las quieres escuchar. Estas personas pueden verse como "groseras", "pesimistas", "duras", pero en realidad están viviendo más afuera, es solo eso. No tienen que ser tus novios (como el mío), pueden ser amigos, vecinos, conocidos, encuentra a esa persona que te ayudará a sacarte de tus ideas y te aterrizará en el mundo de nuevo. Y como persona soñadora que soy a veces es difícil escuchar el punto de vista de mi novio, porque no lo entiendo, o no lo encuentro lindo, pero luego me digo, ok, la vida no es acerca de cosas lindas todo el tiempo. Definitivamente estas personas ayudarán a mantener un equilibrio en tu vida.

3- Conecta con lo que te gusta. Todos sabemos lo que nos gusta, y si aún no lo sabes, ¡explora!, ya sea música, bailar, jugar algo, ir a algun lado... enfocate en eso por un rato y verás como las ideas se aclaran. Conectar con nuestros gustos nos hace conectar con nosotros mismos y créeme, no podemos mentirnos a nosotros mismos, por más que lo intentemos. 

4- Crea algo. Es importante tener un canal en el que puedas descargar toda esta energía que está adentro, en mi caso es escribir o bailar o hacer música. Cuando creas algo estás literalmente sacándolo de tu cabeza para que el mundo pueda verlo, o incluso si no lo enseñas a nadie, no pasa nada, al menos ya cumpliste con la tarea de sacarlo y eso cuenta. Crear es sanar, es vertir nuestras ideas en un canal creativo que va a llegar a algún punto, ¿cuál será?, ¡no lo sé!, yo solo estoy creando.

5- Contacta con la naturaleza. Ve al mar, entra en él, dile, "hola mar, ¿cómo estás?" y procede a contarle todo lo que te preocupa o todo lo que está rondando por tu mente. Lo mismo aplica si quieres ir al bosque, a la montaña, si quieres bailar en medio de un montón de árboles, si quieres visitar un santuario y hablar con los animales, si quieres besar al pasto y acariciarlo mientras le cuentas una historia, si quieres ir al lago y nadar junto con los peces. Créeme, ellos te escucharán y se llevarán lo que ya no necesitas.

jueves, 15 de diciembre de 2022

La gran roca

 En la meditación de hoy vamos a hablar de nuestra madre: la Gran roca.
Recordemos que hace no tanto tiempo, éramos todos parte de esta gran entidad que flotaba en medio de la nada, comprimida dentro de nuestra madre estaba todo lo que hoy conocemos: estaba el aire que pasa por nuestros rígidos bordes, estaba el agua que nos cala y nos hace cada vez más pequeñas, recordándonos que un día no seremos más que un pequeño grano de arena, ese es nuestro destino, lo hemos aceptado, sabemos que seremos parte de un ciclo, que las olas nos traeran paz, y cada día viajaremos millones de kilómetros.
Agradezcamos pues, a la gran roca, de la que todos venimos, porque un día no pudo contenerse más y de ella enamaron millones de pequeñas rocas, volando por todas partes; nuestros ancestros.
Somos afortunados de seguir viviendo después de tantos años, aún podemos presenciar las maravillas que nos aporta el día a día. 
A veces somos lanzadas de aquí por allá, a veces somos asientos, a veces formamos parte de casas, pero siempre estamos presentes. 
Nunca dejaremos de existir porque nuestra escencia perdurará hasta el fin de los tiempos.
Un día volveremos a unirnos, un día nuestra madre nos llamará de nuevo a su centro y todos seremos uno solo. 
Hasta entonces, practiquemos ser lo mejor que podamos, siempre conscientes de que el paso del tiempo no es en balde, y un día polvo seremos.
Hagamos cada uno de los amaneceres contar, disfrutemos de lo que nos rodea y salgamos a dar gracias. 
Gracias a nuestra madre la gran roca, 
esperamos el día para regresar a ella. 

martes, 13 de diciembre de 2022

Mirando por la ventana

 Hay algo acerca de limpiar la casa, es como si mi cerebro asociara las escobas y trapeadores con los recuerdos que trato de olvidar a toda costa y en algún punto el candado que con recelo cierro cada día se abre y ¡bum!, ahí están: los días de campo, las caminatas por la playa, las canciones que me sé letra por letra y que cuando suenan, tengo que irme corriendo a encerrarme, no vaya a ser que las cante y una lágrima se me salga.

Soy buena escondiéndome, y escondiendo lo que siento también, soy buena, en verdad, soy como un camaleón que sabe exactamente lo que lo rodea y está preparado viendo a todos lados en caso de que el peligro se esconda detrás de la más pequeñita hoja de papel. Esa soy yo, y por años he practicado, en la escuela (porque soy maestra), los niños hacen chistes cuando creen que no los estoy escuchando y dicen que no tengo corazón ni sentimientos. Se me da muy bien regañarlos y ponerles castigos, lo que no saben es que practico a diario conmigo misma. He practicado también con mi familia, que apenas tienen noticias mías cada que me llaman, y si decido contestar. 

Y se preguntarán qué rayos me pasó.

Y se harán suposiciones de que seguramente fue algo relacionado con el amor.

Y tendrán razón.

Siempre es algo que tiene que ver con el amor, ¿no?

Es tan real, amar con todo lo que se tiene y perdelo también después de que el ser amado decide partir en busca de nuevas aventuras, en busca de algo que jamás iba a encontrar quedándose a mi lado, porque estabamos estancados, porque yo vivía una existencia feliz a su lado pero él no estaba satisfecho con mi deseo de quedarme aquí, atada a una vida que conocía a la perfección y que se había hecho mejor con su llegada, él, por el contrario, sentía una necesidad insaciable de recorrer el mundo y más allá, de vivir experiencias extremas, y a mí me daba miedo hasta mi sombra.

Así que finalmente se fue, y yo me quedé con el dolor atado a mis pies, con los recuerdos en la mesa, pidiéndome que los abrazara, pero no me lo permití. Y ahora vivo mi vida sin sentimientos ni amores, es mejor, de verdad, hasta que un lunes por la mañana hago la impieza y las ventanas están empolvadas y saco el trapo del mismo cajón y comienzo a limpiar y los recuerdos salen y no logro contenerme y salgo corriendo y grito: ¡José dónde carajos estás!, pero sé que es demasiado tarde y él está demasiado lejos y no volverá.

Así que me compongo, me vuelvo a cocer las heridas y entro en la casa donde los recuerdos también vuelven a esconderse. 

Mi vida es aburrida en verdad pero vuelvo a ella porque es lo único que me queda.

Hasta que un día mirando por la ventana ahí está, al principio no sé si es verdad o una alucinación causada por la falta de comida, pero veo perfectamente claro a José caminando por la calle. Imaginé por tanto tiempo ese momento: correría hasta él y le pediría que jamás se volviera a marchar, le diría que no he logrado olvidarlo, pero en la vida real, lo único que logro hacer es sonreir. 

Pero él sabe leer mis sonrisas, ¡uff!, había olvidado lo talentoso que es con el lenguaje corporal, y aunque lo intento,  no puedo disimular ni callar lo que he guardado por tantos años.

José se acerca a la ventana y me pregunta como estoy.
-Estoy de maravilla y tú. -Pero mi sonrisa no sabe disimular y le cuenta que no he parado de llorar desde su partida, que en realidad él ha sido mi único camino a la felicidad y que su presencia, aunque solo en mi mente, me ha motivado a conventirme en una mejor persona. 
José me pregunta que si es verdad que estoy casada con Juan.
Yo me río, pero de nuevo mi sonrisa me delata y le cuenta que ni de broma sería la princesa de alguien más, porque en mi vida el único príncipe ha sido él. 
José sonríe alagado.
Yo quito la sonrisa de mi boca con todas las fuerzas de mi cuerpo. 
José se va después de despedirse con un beso en la mejilla, y cuando lo veo desaparecer en la esquina, finalmente mi sonrisa aparece de nuevo y yo puedo llorar en paz.

viernes, 2 de diciembre de 2022

Cada viernes, como siempre

Cada viernes salgo del trabajo a la misma hora: 4pm, espero al autobus en la misma parada, esquina con calle Reforma, y llego a casa una hora después. Era un viernes común en diciembre, la ciudad fría, el aire rozando mis mejillas y quemándolas, y el cielo tan nublado, que casi podías sentir las gotas de lluvia a punto de caer. El trabajo terminó un poco antes pero mi jefe me pidió revisar unos documentos, así que a fin de cuentas terminé saliendo a la misma hora.

La parada del bus estaba llena de gente y estaba empezando a llover, así que me moví una cuadra arriba solo para no quedarme sin lugar, y también para evitar mojarme demasiado, pues no llevaba paraguas. Ese día tenía puesta una falda verde, una blusa blanca y tenis deportivos, para cubrirme del frío una chamarra de piel. Tenía mis audífonos puestos, escuchando una de esas canciones cursis que se ponen de moda y no te puedes sacar de la cabeza cuando de pronto mis ojos no podían creer lo que veían.
Ernesto estaba al final de la calle, caminando en mi dirección. Pensé que nunca lo volvería a ver después de nuestra ruptura repentina, o al menos eso es lo que había deseado desde hacía meses, en una ciudad tan grande es poco problable que te cruces con la misma gente dos veces, pero ahí estaba él.

Conocí a Ernesto cuando yo aún no había encontrado trabajo y le ayudaba a mi mamá en su papelería por las tardes, él estaba estudiando artes y siempre llegaba corriendo y preguntando por materiales de los que yo nunca había escuchado hablar y después de clases, cuando yo ya estaba por cerrar se quedaba a platicar conmigo, y así, poco a poco me acostumbré a su presencia.
Tenía un aire como a Ricardo Arjona y yo siempre le pedía que me cantara alguna canción o me compusiera algún poema, pero en vez de eso recibí una y otra vez pinturas que hacía “pensando en mí”, decía que yo era la musa que no sabía que necesitaba. Mi mamá me advertía que el amor joven no podía durar demasiado y yo me reía en su cara, porque sabía que solo estaba celosa de que todo mi amor ya no fuera solo para ella.
Ernesto tenía 20 años, yo 19, apenas un año menor pero no había tenido la suerte o las ganas para ir a la universidad, él me decía constantemente que debería al menos intentarlo, con mi amor por la música, pero a mí el mero pensamiento de volver a un salón de clases me daba nauseas.

Cuando estás enamorada hasta los más pequeñitos detalles te parecen increíbles, como una noche cuando mirando las estrellas Ernesto sacó de su mochila una rosa y me besó mientras yo cerraba los ojos, intentándo hacer que el momento no se terminara.
“No tienes idea de lo mucho que te quiero” me dijo.
“En el mundo no cabe tanto amor” respondí, “si hubiera un récord, ya lo hubiéramos rompido”
Desde entonces, todos los días me llevaba una rosa a la papelería o a cualquier lugar donde acordaramos vernos. Mi cuarto se lleno de floreros, el olor a rosas inundaba toda la casa y volvía a mi mamá loca, pues ella es que tenía que cambiarles el agua, luego me dio la idea de secarlas poniédolas en libros, así que su librero empezó a llenarse un poco más cada semana con los que encontraba en bazares y mercados.

Cuando el verano llegó y Ernesto salió de vacaciones me dijo que tenía que volver a casa por una semana, antes de irse me dejó rosas en mi ventana, una por cada día en que no estaría.
Salió de la ciudad en uno de esos autobuses que parecen estar a punto de deshacerse y como siempre, antes de darme un beso me pidió permiso, yo no podía evitar reírme.
“Te salen más baratos los besos que las rosas, y aún así me pides permiso…”
La semana pasó tan lentamente que me obligaba a no ver el reloj a cada minuto, mi mamá me quitó el celular más de una vez, pues lo veía todo el tiempo con la esperaza de que Ernesto me hubiera escrito o llamado. Pero los días pasaban y yo me encontraba con un nudo en la garganta y el hambre se me había ido lejos, mi mamá tenía que rogarme para que comiera algo, habían pasado tres días y Ernesto no había dado señales de vida. Finalmente, al cuarto día me llamó por la noche disculpándose diciéndo que había tenido una cena y desde entonces se había sentido mal y no había dejado la cama, le dije que lo sentía y que esperaba que se mejorara pronto, hablamos un poco más de cosas triviales hasta que me quedé completamente dormida con el celular en la mano.
Al día siguiente convencí de que todo estaba bien, incluso le conté a mi mamá sobre Ernesto sintiéndose mal, ella solo alzó las cejas.
Dos días después, y de nuevo no había escuchado de él, ni un mensaje.
"¿Quién no tiene tiempo ni para mandar un mensaje en estos tiempos?" me decían mis amigas, quiénes también empezaban a sospechar que algo no andaba bien.
Ernesto llegó el lunes, después de tres días de silencio llegó a mi casa con una rosa en la mano, además, era nuestro aniversario de 6 meses desde que nos habíamos conocido, yo estaba emocionada y a la vez molesta con él, pero en cuanto lo vi cruzando la puerta, toda mi preocupación de fue. Me besó con fuerza y me tomó en sus brazos para luego mirarme largamente.
"Eres tan hermosa" dijo, "no puedo creerlo"
Yo me sonrojé. Fuimos al jardín donde puse una sábana y nos acostamos viendo a los pájaros en los árboles. Ernesto no dejaba de mirarme de forma extraña, y parecía que en cualquier momento se iba a poner a llorar.
"¿Estás bien?"
Me tomó de las manos y cerró los ojos.
"Creo que debemos terminar."

Y así, en el momento que menos pensaba, me lo topé de nuevo, casi un año después, en esa esquina donde estaba evitando la lluvia, pero aún así mi cara estaba mojándose, lo que fue bueno, porque pude disimular a la perfección mis lágrimas, pues Ernesto no iba solo, sino acompañado de una chica casi tan alta como él y de ojos azules. Busque su mirada mientras iba cruzando camino conmigo pero en ningún momento volteó a verme, estaba completamente hipnotizado.
Quizá sea un poco tonto, pero desde ese viernes, no pierdo esperanza y me vuelvo a parar en la misma esquina, con la esperanza de que vuelva a pasar.
Quizá un día vuelva a tener mi cuarto lleno de rosas.

martes, 15 de noviembre de 2022

No he escrito en demasiado tiempo

 Y mi teclado ya tiene telarañas, en serio. Pienso y busco en mi mente por alguna pizca de creatividad, alguna historia aún por ser contada, y nada, nada aparece. El interior de mi cabeza es tan solo un espacio en blanco donde ya nada decora las paredes, y no hay música, no visitantes, tan solo yo buscando sin encontrar.

No he escrito en tanto tiempo que incluso las palabras logran espacarse de mi mente, salen corriendo y no logro atraparlas.

Hay un vacío que no se llena, donde antes había arte y palabras ahora solo quedan rastros, memorias de un tiempo cuando el tiempo sobrba y las musas venían a mi danzando, felices de ser abrazadas por mis dedos, felices de ser plasmadas en algo que sobreviviría para la eternidad.

Pero ya no hay nada. 

Quizá fue el tiempo quién se aburrió de esperarme. Quizá las manos se me cansaron demasiado de solo estar ocupadas en otros asuntos. ¿Cómo podría el arte sobrevivir en una mente en constante ajetreo? 

No he escrito porque no he querido. Porque las palabras ya no venían a mí como antes, quizá ofendidas porque en vez de pasar tiempo con ellas, pasaba mi tiempo en cosas sin sentido, entretenida en una pantalla que no me ofrecia más que basura.

Adiós, pues, porque ahora tendré que descansar, darle tiempo al miedo, para que se vaya despacio a su cueva donde duerme tranquilamente una vez que vuelvo a enfrentarme a una hoja en blanco, darle tiempo a la pereza para que se vaya a relajar un rato. 

Hasta entonces. 

lunes, 14 de noviembre de 2022

Ser mujer

 Tengo un negocio nuevo desde hace unas semanas, un negocio donde 99% de los clientes son hombres, y por lo tanto, no me toman en serio. Y lo contrario pasa con mi novio, porque mi novio es hombre y a los hombres los toman en serio sin importar que no tengan idea de lo que estén haciendo. Y es una mierda, la verdad, porque yo también sé del tema, y yo también soy parte del negocio, pero se los juro, es como si fuera invisible, o no sé si invisible pero es como si por mi apariencia solo piensan: Ah, es una chica que trabaja aquí, ve traime una cerveza, ve y checa que todo esté bien, dame la cuenta, ok, bye. 

Sé que no soy una persona sociable, lo sé muy bien, o al menos me cuesta mucho trabajo serlo al principio. Mi novio es lo contrario, siento que él podría tener una conversación con una planta y la planta estaría encantada. 

Pero bueno, el punto de escribir esto es una queja, sí, una queja, porque estoy cansada de no ser tomada en serio simplemente por:

1) Ser mujer

2) Verme menor a mi edad

¿Tengo que ponerme una etiqueta que diga "YA tengo 29 años"? Quizá. Incluso hoy, me quedé en casa porque el pensar en ir a jugar pickleball con SOLAMENTE hombres no me emociona, porque también, en los deportes, me subestiman, no me toman en serio, y esperan que juegue mal. Entonces, ni hablar. Y es que de verdad no soy una de esas mujeres qe se quejan de la desigualdad todo el tiempo, pero desde hace dos semanas, no lo aguanto: los hombres saludan a mi novio, le dan la mano, y a mí: apenas un saludo, un ba-bay. 

Quizá solo son las hormonas hablando, y es que tengo una espinilla del tamaño del mundo en la cara y no tengo ganas de salir a ningún lado, porque si de por sí soy juzgada, ahora más. En fin, quizá llegue el día en que esto no pase más, quién sabe, aquí estaré esperando sentada, con un pimple patch en la cara y un coraje que seguramente se me pasará un rato y luego volverá.

Chau.

martes, 8 de noviembre de 2022

A 1 día de mi cumpleaños

 Siempre me gusta hacer un diario o recuento de cómo me siento antes de que sea mi cumpleaños. Este año tengo mucha ansiedad por una situación que yo misma causé que tiene que ver con dinero. El dinero es algo que últimamente me ha estresado de más. Y ya no quiero que sea así, quiero que la abundancia llegue y se instale en mi vida, pero primero tengo que creerlo realmente. 

Este año voy a celebrar trabajando, en mi tienda, en mis clases, en el bar. 

Nada es como me hubiera imaginado que sería hace un año, pero no en una mala manera, sino, en una inesperada. Todo cambió por completo y ahora tengo un negocio nuevo que atender y no tanta energía como quisiera. En este punto de mi vida solo quisiera ya descansar. Pero para ser libre, primero hay que esforzarse y sí, trabajar. 

Me siento bastante alejada de mí, no lo voy a negar. Lejos están los días en que iba a la playa sola o con mi sobrina y solo pasaba el tiempo conmigo, disfrutando o riendo. Lejos están los días de caminatas en la playa, de escucharme. Siento que estoy viviendo en piloto automático y quisiera parar. Y sé que no voy a poder parar en un tiempo, pero valdrá la pena. 

Este año cumplo 29 años. 

Y aún me siento como La Niña que escribía este blog con 16. La que soñaba con un amor verdadero y lo encontró. La que soñaba con escribir y aún lo hace, pero de vez en cuando. Janeth de 16 años: hola. Estoy un poco triste y bastante ocupada, pero te prometo que seguiré luchando por nuestros sueños. Voy a participar en un concurso de escritura otra vez y eso me llena de emoción. Te abrazo, me abrazo. 

Todo va a estar bien. 

martes, 11 de octubre de 2022

Pérdida

 Siento que cada vez que hablo de mi vida empiezo con: hace un año… 
Y es que me es muy imposible no comparar el momento que estoy viviendo ahora a la vida que estaba llevando hace un año en Guadalajara. 
De verdad me siento tan perdida tan no-yo-misma. 
Mi vida gira en torno a un negocio que ni siquiera hemos abierto. Pero que nos ha causado tantos dolores de cabeza, y todo porque a la señora a la que le rentamos de verdad es un ser humano tan malo. Me digo todos los días que no debo odiar, y es que hace muchos muchos años que no sentía un odio hacia una persona, pero estoy tratando de controlarlo. 
Solo soy humana y lloro mucho, es mi reacción más primaria es mi manera de sacar el estrés. 
Solo quiero cerrar los ojos y que todo esté enredo esté ya resuelto. Una y otra vez me levanto a la mitad de la noche pensando en cosas que aún no han pasado, el futuro está en mi más que el presente y siento que me estoy volviendo loca. 
Qué difícil. 
Cada vez más cosas en qué pensar. 
Y menos tiempo. 

miércoles, 21 de septiembre de 2022

La niña que quería ser adulta

El camino a la adultez es un camino amplio, un camino que ni siquiera está pavimentado y uno al que se nos avienta sin más: sin una explicación, sin un manual de instrucciones, sin dinero, sin planes, es, como quien dice, un "sálvese quien pueda"

Hace unas semanas, antes del 5 de septiembre, escribí en mi diario, "regresando a México, oficialmente marca el inicio de una nueva yo, una Janeth adulta"

Y vaya que me creía preparada: con casa nueva, que habíamos rentado en junio, con un nuevo negocio en puerta, viviendo -oficialmente con mi novio. Pero el universo es muy chistoso y seguramente se estaba riendo de mí, porque cuando llegué finalmente a México, nada pasó como planeado.

Primero, en la frontera, casi pensamos que nos teníamos que regresar a Georgia porque no teníamos un papel, pero es que también la gente que trabaja en ese tipo de dependencias de por sí siempre te tratan como si fueras su peor enemigo: la chica nos miró de arriba a abajo y dijo algo como "yo no les puedo ayudar, necesitan tener ese papel", lo que no nos dijo, fue que no SOLAMENTE podíamos realizar el trámite con ese papel, sino que OTROS papeles también servían. Al final, el internet fue nuestro salvador y logramos entrar a México en paz.

Así pasamos toda la semana viajando de un estado a otro: Monterrey, San Luis, Aguascalientes y finalmente, mi hogar, mi casa: Nayarit. Pero, vaya sorpresa la que nos llevamos al ver la casa que habíamos rentado con un montón de desperfectos, con las paredes casi cayéndose y los muebles ni se diga, en las peores condiciones. Terminamos saliendo de la casa ese mismo día, yendo a casa de mis papás donde estuvimos por dos días, luego un amigo nos prestó una casa y hasta hoy, casi dos semanas después, encontramos una casa decente que vamos a rentar.

Es la primera vez que voy a rentar una casa, y sé lo afortunada que he sido hasta ahora, porque de verdad que pagar una renta te quita mucho, sobre todo ahora que con la llegada de los americanos a la costa, todo ha subido de precio, en especial las rentas, tanto, que ya los locales o trabajadores tienen que buscar casas a los alrededores para poder vivir de su sueldo. Es ridículo, casas pequeñas como una caja de zapatos en más de 10 mil pesos, y esto solo se pondrá peor.

Nos tuvimos que pelear con nuestra arrendadora de la casa, lloré un montón de veces de frustración, pensé: "¿De dónde rayos voy a sacar dinero?", y "ahora cómo voy a ahorrar", pero bueno, yo quería entrar de lleno a la vida de adulta, o como dije al principio, siento que alguien me agarró por los hombros y me aventó aquí y ahora no hay vuelta atrás: una vez que das el primer paso, solo es hacia adelante. 

Y pienso, ¿cómo hicieron mis papás para a mi edad ya tener una casa, una familia, trabajos estables...?, me parece increíble, yo, estoy aquí un miércoles por la noche pensando qué serie de netflix voy a ver, y mañana tengo que levantarme temprano y tengo que trabajar y luego ensayar y, y, y... la lista no acaba.

jueves, 25 de agosto de 2022

Las pequeñas cosas

 He estado estudiando portugués de nuevo, ok, solo por tres días pero voy avanzando y recordando cosas que ya había olvidado por completo. El caso es que ayer en la noche mientras me estaba quedando dormida recordé que hace ya dos años bajé una aplicación donde podía conversar con gente de Brasil y según yo practicaba unas horas al día, pero nunca se puso serio, aunque traté de tener clases con una chica, pero ella nunca me respondió y en fin...

Anoche estaba pensando que si yo no hubiera estado aprendiendo portugués, no hubiera conocido a mi amiga Bri, o quizá sí la hubiera acabado por conocer, pero no con el mismo entusiasmo que tenía por poder practicar un nuevo idioma.
Sino hubiera conocido a Bri y no nos hubiéramos hecho amigas, no hubiéramos ido un viernes por la noche a bailar a Sayulita y yo no hubiera conocido a C.
Si yo no hubiera conocido a C., no me hubiera enamorado perdidamente durante un mes y no hubiera descubierto lo que era un "buen amor" (según yo).
Sino me hubiera enamorado de C., hubiera llegado a Guadalajara con el corazón intacto, lista para salir a cazar corazones, pero en vez de eso, estaba aún esperanzada y enfocada en mi escritura. 
Si C. no me hubiera roto el corazón a media estadía en Guadalajara, no hubiera conocido a mis conquistas, a mi roomie, no me hubiera atrevido a tener una sola cita.
Y como me atreví a tener citas y ninguna funcionó realmente, me decidí a regresar a casa. 
Y finalmente, regresando a casa conocí a Taylor y bye, el resto es historia.

Como a veces las cosas más pequeñitas son las que influyen en que nuestra vida cambie, en que demos ese salto que siempre habíamos querido dar, en que digamos "sí".  

domingo, 21 de agosto de 2022

Está bien no hacer nada

 El verano pasado, me fui tres meses a Guadalajara a estudiar y trabajar en mi guión, un año después, sigo trabajando en él, porque siempre creo que hay algo más que puede ser editado. Un año más que pasa y me hace pensar más y más en cómo debe haber un mecanismo secreto que hace que los días y las horas pasen más y más rápido conforme vamos creciendo. 

Este año estoy pasando el verano con mi novio cerca de Atlanta, en una ciudad donde no puedo ir a ningún lado porque no sé manejar y ¡no hay banquetas! y donde después de casi dos meses, estoy más que lista para regresar y emprender un nuevo viaje.

Pero el no hacer "nada", me afecta demasiado. Porque siento que no tengo propósito, he estado escribiendo pero muy poco, he estado haciendo ejercicio pero no todos los días, en realidad, no tengo una rutina específica y eso también me ha afectado, hay días en los que siento que estoy perdiendo la cabeza, donde me miro al espejo y no reconozco a esa persona que está del otro lado. 

Y es que no hacer nada es difícil. Hace unos días, mientras me quedaba dormida, pensaba en cómo mi vida hasta ahora había sido un sinfín de aventuras, el salir de fiestas y conocer chicos y tomar alcohol hasta perder la conciencia. Una aventura tras otra. Y finalmente mi vida es "normal", y quizá por eso siento que me estoy perdiendo, que perdí a mi mejor amigo porque sin las fiestas y aventuras, no tenemos nada más en común. 

Es difícil encontrar un balance entre mi vida anterior y mi vida actual. No quiero perderme entre las dos, quiero encontrar la manera de ser feliz aquí, de agradecer por los días en los que me quedo viendo netflix, en los que no trabajo ni hago cosas productivas, en los que nada del otro mundo pasa. 

Siento que estoy siendo muy dramática, pero es que me encuentro como atrapada dentro de una burbuja, y quiero ya lograr salir. Y ver cosas diferentes, y hacer cosas diferentes. Mientras tanto no hago nada, más que tratar de encontrar un sentido. 

lunes, 15 de agosto de 2022

Las relaciones son un trabajo de tiempo completo

 Janeth de 14 años:
Quiero un novio que sea alto, güero, de preferencia extranjero, que le guste la misma música que a mí, en especial mi banda favorita: Shiny Toy Guns. Quiero un novio porque tener un novio me hará feliz, finalmente podré tener a alguien que me comprenda, que me ame por cómo soy, alguien con quien reír y ver películas y sé que cuando finalmente obtenga un novio todos mis problemas van a desaparecer por arte de magia. 

Janeth de 17 años:
Ok, ahora tengo un novio, un novio de VERDAD, que incluso le pidió permiso a mis papás para "andar conmigo", y pasamos las tardes en el parque detrás de mi casa, y mis papás se enojan conmigo si llego muy tarde pero no importa, yo solo quiero pasar tiempo con él. Vamos al cine, y le mando cartas y él me manda cartas y me da regalos y me invita a comer o a cenar. Conozco a su familia, él conoce a la mía, y también me visita en el pueblo. A mis amigos no les cae muy bien mi novio, o quizá sí, no sé, no me importa, lo único que importa es que quiero hacerlo feliz. Creí que la felicidad llegaría a mí y no se iría nunca más, pero a veces todavía me pongo triste, a veces peleamos, no entiendo por qué. Yo no quiero una relación con peleas. Mi novio dice que yo soy mala comunicándome, yo no lo entiendo: hablamos de series, de música, de nuestras vidas, ¿qué más quiere? Supongo que las relaciones no son tan fáciles como yo pensaba. Incluso a veces pienso en otros chicos, en todas las posibilidades que me estoy perdiendo, no sé, no quiero dejar de tener novio pero tampoco entiendo muy bien qué estoy haciendo.

Janeth de 20 años:
Mi novio me engañó, y me engañó en mis narices, en la misma universidad, en los mismos edificios a los que íbamos juntos. ¿Por qué lo hizo? No lo sé, él dice que solo es una amiga, pero yo los vi claramente besándose. Y ahora, ¿qué?
No quiero perderlo, pero creo que no hay nada que salvar aquí. 
¿Por qué es tan difícil hacer que una relación funcione?, justo cuando creí que las cosas estaban muy bien; pasábamos las tardes juntos, veíamos películas, teníamos sexo, todo estaba bien, de verdad no entiendo qué pasó. Solo otra chica se puso enfrente y eso es todo lo que se necesitó, supongo. 
Aún quiero un novio pero...

Janeth de 21 años:
Es muy difícil confiar en los hombres, me la paso pensando en mi ex novio, en si un día terminará con la chica con la que me engañó y volverá a mi. Sé que no hay muchas posibilidades de que eso ocurra pero no pierdo esperanzas. Siento que estoy fuera de control, no puedo hacer nada, quisiera poder volver en el tiempo, quisiera tener poderes mágicos y hacer que se separen. No puedo controlar estas ganas de acabar con todo, ¿quién soy si las cosas no funcionan en mi relación?, ¡yo quiero tener un novio!, y ser feliz para siempre y que todo sea fácil. Pero en vez de eso, me la paso revisando su twitter, su instagram, su facebook. Soy tan infeliz...
Hasta que un día conozco a un chico y wow, me enamoro instantáneamente.

Janeth de 24 años.
Ok, creo que he desperdiciado bastantes años de mi vida clavada en un chico que ni siquiera me respeta. ¿Qué estoy haciendo?, quizá llegó la hora de ir a terapia. 
Así que voy a terapia.
Y descubro que mucho de lo que quiero, es simplemente lo que no tuve cuando era niña. En mis relaciones, solo soy yo siendo una pequeña niña indefensa, queriendo ser amada incondicionalmente, llorando porque las cosas no son tan fáciles como pensó y repitiendo errores una y otra vez. 

Janeth de 28 años.
Así que elijo por primera vez, estar sola y sanar la relación más importante que tengo: conmigo misma. Porque descubro que si no puedo amarme, jamás podré amar a alguien más, y si yo no me respeto, nadie me respetará. Y entiendo que si un hombre no está interesado en mi, y solo quiere sexo, a veces no será honesto, y entiendo que a veces yo no querré relaciones y no seré honesta. Y romperé corazones porque es difícil decir la verdad, y mi corazón será roto porque me cuesta aceptar que las personas son más que sus apariencias. Por mucho tiempo, lo único que me importaba era el físico de las personas, y por mucho tiempo confundí la -intimidad con la -intensidad, y por eso decía estar enamorada el 90% del tiempo.
Hasta que entiendo: el amor no es solo mariposas en el estómago, es compromiso, es un trabajo de tiempo completo, es salir a la vida y dejar la puerta abierta a la espera de que nuestra persona regrese siempre, y cuando lo hace, entiendes que todo lo bueno y todo lo malo vale la pena.

sábado, 6 de agosto de 2022

The Love Club: Temporada 1, Episodio 1

Piloto

Julio, 2017

 Tefi, de 24 años, es una chica bajita, de pelo negro, largo y ondulado, que aparenta menos años de los que tiene, está en una cita en su bar favorito en La Gran Ciudad. Tiene una cerveza delante de ella, se ve feliz, sonríe constantemente y ve a su cita de arriba a abajo, él es un chico menor a ella, exactamente 4 años menor, pero para Tefi eso es perfecto. 
-Entonces -dice él - cuéntame de ti.
-Ok -comienza Tefi- soy nueva en la ciudad, llegué hace un mes, porque era mi sueño vivir aquí, pero nada ha sucedido como yo planeaba, ¿sabes?, es difícil, porque aún no he conseguido trabajo, vendí mis cosas, renuncié a todo y siento que estoy completamente perdida. 
-¿A qué te dedicas?
-Estudié psicología infantil pero en realidad nunca me dediqué a eso, estaba trabajando en una escuela de danza dando clases de folclor a niños y como manager en una boutique. Así que por ahora estoy buscando un trabajo de medio tiempo de ser posible, porque también quiero enfocarme en la composición, porque siento que no he hecho nada aún y la música es lo que más amo. Y bueno, la ciudad es grandísima y siento que debo conocer más gente, soy nueva y he estado saliendo pero no lo suficiente, ¿entiendes? Hay tantas cosas que hacer...
Tefi suspira.
Su cita asiente y toma un largo trago a su bebida.


En la central de autobuses de La Gran Ciudad, Mauricio se baja de un autobús, es un chico alto, moreno y de pelo largo y negro agarrado en una coleta. Tiene su celular en la mano y los audífonos puestos, carga una mochila. Marca un número y en la pantalla de su celular, se ve el nombre TEFI.


En el bar, Tefi sigue hablando acerca de ella con su cita, pero de repente su celular empieza a timbrar, ella lo ignora y sigue hablando. 
-¿Quieres contestar? -le pregunta él.
-Puedo esperar -responde Tefi mientras desvía la llamada por segunda vez.
-No hay problema, en serio.
Así que Tefi se levanta y dice "lo siento" sin emitir sonido, y sale del bar.


-Es mejor que esto sea algo urgente porque estoy en una cita y el tipo está buenísimo y me acabas de interrumpir -responde Tefi claramente irritada. 
-¡Hola! a ti también -Mauricio se ríe, y luego de una pausa añade: -Estoy aquí.
Tefi, confundida, se quita el celular de la oreja, y mira alrededor.
-¿Aquí dónde?
-En La Gran Ciudad.
-¿Qué dices?
-¡Bitch!, te has estado quejando durante un mes de que no puedes conseguir empleo y eres miserable, así que me decidí y vine por ti: nos vamos a casa.  
Tefi se ríe fuerte, mira al bar y ve a su cita, sentado, esperándola.
-You have to be fucking kidding me! -grita, luego cuelga y entra al Bar. 


De vuelta en casa, Tefi sale del baño con el pelo alborotado, en ropa interior. Tiene la cara mojada, suda bastante. Abre la puerta de su cuarto y vemos a Mauricio, riendo y metiendo ropa a una maleta gigante.
-¡Ya llevamos dos horas y aún no va ni la mitad! -le grita Mauricio. 
-¡Lo siento!, ¿ok?, no sabía que iba a irme tan rápido, yo planeaba estar aquí por siempre, triunfar, y en vez de eso...
-Tefi, está bien, al menos lo intentaste, ¿sabes cuántas personas tienen sueños y ni siquiera se atreven a ir por ellos?
Tefi se avienta a la cama, con la cara en una almohada y empieza a llorar. Mauricio le acaricia el cabello.
-Esta es mi vida real Mauricio, ¿entiendes eso?
Mauricio voltea los ojos, luego dice:
-Vamos, tenemos mucho que hacer, y quiero irme hoy mismo al Pueblo.
Tefi se levanta y pone más ropa en la maleta, el cuarto está hecho un desastre con zapatos, bolsas y ropa por doquier.
-¿Cómo llegué a convertirme en este desastre? 
-Tefi, deja de ser tan dramática, en serio. Es más, déjalo para cuando regresemos y tengas que enfrentarte a todos. 
Tefi abre los ojos y se lleva una mano a la boca.
-¡Shit!, no había pensado en eso. ¡No! -se cruza de brazos - ¡No estoy lista para regresar!
-Yo tampoco lo estaría -responde Mauricio riendo -después de todo el drama que causaste, y todo para estar solo un mes en la ciudad...
-¡Todos me odian! -grita Tefi y se vuelve a aventar a la cama.


*Un mes antes*
Tefi y Mauricio están sentados en una mesa grande, con un montón de sillas vacías. Tefi se ve emocionada, lleva puesto un vestido de lentejuelas, y revisa su celular constantemente, están en un karaoke en La Ciudad.
-¿Con quién hablas? -le pregunta Mauricio, y luego le arrebata el celular.
-¡Hey! -grita Tefi mientras recupera el teléfono -solo hablo con mis amigos de la Ciudad, se supone que también van a venir.
El mesero llega con dos margaritas y ellos brindan:
-¡Cheers! -dicen al unísono. 
El hermano Tefi llega junto a su novia y se sientan al lado de Mauricio. Su hermano es al menos el doble de tamaño que ella, así que, a pesar de ser menor, todo el mundo piensa que es mayor, incluso Tefi.
-¿Todo bien? -pregunta su hermano.
Tefi sonríe mientras hace una seña con la mano para que se sienten.
-¿Dónde están los demás? -pregunta Mauricio, y en eso, todos hacen su aparición:

Un hombre vestido de negro toma el micrófono y anuncia:
-Ladies and gentlemen, con ustedes, The Love Club
Tefi se levanta y camina al escenario, el hombre anuncia:
-¡Tefi! -y todos aplauden y gritan. Tefi lanza un beso en dirección a los demás, luego se baja del escenario y el hombre anuncia: -¡Mauricio! -él también sube al escenario, dice hola con la mano y baja. -¡Karla! -Una chica de estatura promedio, morena, con el pelo largo, negro y lacio sube al escenario, está vestida bastante elegante. -¡Talía! - Y Talía sube al escenario: viste un escote bastante atrevido, es una chica muy flaquita, con el pelo lacio pintado de rojo - ¡Tomás! - El bebé del Love Club sube al escenario, parece un niño de 15 años, pero ya cumplió los 19 - ¡Jen! - silencio. Todos voltean a ver al escenario y nadie sube.
-¿Dónde está Jen? -preguntan varios a la vez, ya sentados.
Además de los miembros del Club, está también el novio de Karla, Bal, que es un año menor que ella, y es todo tatuajes, el pelo pintado de verde y ropa negra. Todos están sentados en la mesa, alrededor de Tefi, y felicitan a Bal.
-¡Feliz cumpleaños! -grita Tefi y luego se levanta a abrazarlo, él sonríe. 
-¡Invité a mis amigos! -grita él, para hacerse oir a través de la música. Tefi no entiende y lo abraza más fuerte. 
-¡Vamos a cantar! -grita Karla y Tefi la sigue al escenario. Ambas están listas, en la pantalla se lee "la planta", Tefi canta con ganas y Karla la sigue y baila al ritmo de la música. Y todos les aplauden. De repente, el tiempo de hace lento, lentísimo, y en cámara lenta, Tefi mira a la puerta, donde entra Dante, un amigo de Bal, y detrás de él, Lucas. 
Tefi se calla, Karla sigue cantando sin entender por qué Tefi paró, luego mira a la puerta y entiende todo. Le da un empujón a Tefi para que siga cantando, pero Tefi no puede continuar, está en shock. 
-¿Qué hace él aquí? -pregunta por encima de la canción y todos la miran confundida, luego, ven a Lucas que sonríe y dice Hola con la mano.
Bal se levanta y saca a Lucas del brazo, Tefi se baja del escenario y corre al baño, y Karla se ahí parada, sin saber qué hacer.

*Presente*
-Si regreso ¡no tendré amigos! -suspira Tefi mientras cierra la maleta. 
-No seas tan dramática, en serio, todo estará bien, ahora, vamos a cenar y después nos vamos a tomar el autobús. 
-¡¿Cómo puedes pensar en comida mientras tengo una crisis de identidad?! 
Mauricio sonríe, se acerca a Tefi para abrazarla.
-Eres la persona más dramática que conozco. 
Tefi lo abraza de vuelta y le pregunta qué quiere de cenar.
-Tacos -le dice bajito.

Al día siguiente Tefi y Mauricio están de vuelta en el Pueblo, están en la playa, alejados de todos los turistas, Tefi está acostada bajo una sombrilla, leyendo un libro y Mauricio está acostado bajo el sol, bronceándose. 
-Entonces -la interrumpe Mauricio -¿cuál es el plan?
Tefi pone el libro sobre la arena y lo mira con frustración.
-No tengo idea, apenas llegamos ayer, ¿no puedo disfrutar un poco?
-Eres tú la que se quería ir, y luego querías regresar, aquí estás, y sabes que te puedes quedar en mi casa, pero no para siempre, además tienes que conseguir trabajo, y hablar con todos.
-¿El club se reunió mientras yo no estaba?
-No, nadie me ha hablado ni mandado mensajes, supongo que sin ti, no hay club.
Tefi vuelve a tomar su libro y después de un rato, pregunta:
-¿De verdad estuvo tan mal?

*1 mes antes*
Talía sale disparada detrás de Tefi y la alcanza en el baño. Karla llega poco después, Tefi está encerrada, ambas tocan la puerta una y otra vez, pero no hay sonido. 
-¿Tefi?, vamos, no puedes quedarte ahí -dice Talía.
-No dejes que Lucas te arruine la noche, es tu noche -dice Karla.
Después de lo que parece una eternidad, Tefi sale. Ambas chicas se miran aliviadas. Tefi tiene los ojos llorosos, se para frente al espejo y se limpia las lágrimas secas.
-¿Alguien tiene labial? -pregunta como si nada hubiera pasado. Karla la mira confundida.
-¿Estás bien?
-Estoy bien, no pasa nada.
-Ok vamos a volver ahí afuera y vas a demostrarle que no te afecta -dice Talía. Tefi asiente.

Mientras las chicas están en el baño, el drama se desata en la mesa. Bal le dice a Lucas que no puede estar ahí, tiene que irse. Lucas lo mira con incredulidad.
-Bal, tu y yo hemos sido amigos durante años, y vas a decirme que no puedo estar aquí, y todo por una dramática que apenas conoces.
Del otro lado de la mesa, Mauricio se para y le grita:
-¡Fíjate bien cómo hablas de Tefi!
Lucas lo ignora.
Las chicas vuelven del baño, Talía se para al lado de Lucas y le dice:
-NADIE te quiere aquí, por que no te ahorras la vergüenza y mejor te vas de una vez.
Lucas la ignora. 
Tefi lo mira, luego mira a Mauricio y dice "no puedo" con los labios. 
-Que él se quede y yo me voy -dice finalmente Tefi, que ya está agarrando sus cosas. 
-¡Tefi! -le grita Bal -No te vayas, nadie tiene que irse. -Pero Tefi, que no puede ocultar las lágrimas, termina por salir corriendo del lugar. Su hermano y Mauricio la siguen.


*Presente*
Tefi está saliendo de la playa y adentrándose al Pueblo. Viste su bikini y una blusa pequeña, tiene puestos los lentes más grandes que encontró entre sus cosas. Camina lentamente, no quiere que nadie la vea, no quiere encontrarse a nadie conocido, pero sabe que en el Pueblo, será imposible. Mauricio vive a dos cuadras de la playa, es un trayecto corto, Tefi cruza la calle y ahí está: su más temida pesadilla. Tomás está parado a unos metros de ella, habla con un amigo, pero Tefi sabe que ya es muy tarde para dar la vuelta o ir en otra dirección. Tomás la ve, primero no hace nada, pero luego corre hasta ella.
-¡Miren quien regresó! -la abraza en el aire. Tefi está tan avergonzada que su cara se pone completamente roja.
-Bájame Tomás -le dice bajito. Y luego ambos ríen.
-¿Cuándo regresaste?
-Ayer, y tenía esperanzas de tener una semana por lo menos sin encontrar a nadie, pero veo que es imposible.
Tomás se ríe, y la sigue mirando de arriba abajo.
-¡No puedo creer que estás de vuelta!, nada es lo mismo sin ti.
-No exageres, todos me odian después de lo que pasó en el cumple de Bal. -Tomás se ríe, no puede contenerse, Tefi se exaspera -¿Qué es tan gracioso?
-Tefi, ¡nadie te odia!, es más, ¿por qué no vienes hoy a la fiesta y así lo ves por ti misma?
Tefi sonríe: 
-¿Cuál fiesta?

Mauricio sale de la playa y ve a Jen a lo lejos, la saluda con la mano, ella va hacía él instantáneamente.
-¡Hey! -se dicen al mismo tiempo. Mauricio la abraza. Jen es la más pequeña del club, con tan solo 17 años, pero parece mayor ya que es altísima, tiene el pelo largo y lacio pintado de colores, y es bastante delgada.
-¿Dónde habías estado?, te busqué el fin y no estabas en ningún lado, ¡Desapareciste! -le pregunta Jen.
-Estaba enfermo -miente, Mauricio es buenísimo para mentir -¡Tú eres la que se desaparece!
-Es verdad, pero ya sabes cómo es mi mamá, no me deja salir mucho a menos que sea con Tefi -Mauricio asiente - por cierto, ¿has escuchado algo de ella?
-Aún no, pero algo me dice que pronto todos sabremos de ella.

Unas horas después, Tefi y Mauricio están esperando en una esquina, ambos lucen atuendos bastante estrafalarios y llaman la atención de todos los que pasan.
-Bitch, they think we're hookers -susurra Mauricio, ambos ríen. Un carro rojo y viejo se estaciona delante de ellos, y caras conocidas los saludan desde dentro: Bal maneja, Karla va de copiloto y Tomás está sentado en la parte de atrás. 
-¡Vamos! -grita Tomás. Tefi y Mauricio suben, Tefi está claramente incómoda, no sabe qué hacer o qué decir.
-Qué bueno que estás de vuelta -dice Bal mientras maneja. Tefi sonríe, por primera vez en semanas siente que su vida vuelve a la normalidad. La normalidad del Pueblo, de sus amigos, de ser querida y vista.
-¿A dónde vamos? -pregunta Mauricio.
-Los jefes de Bal no están y vamos a ir a su casa.
-¿Dónde está Talía? -pregunta Tefi, no había pensado en ella en días, pero no verla en el carro le pareció bastante extraño.
-Nos va a ver allá -le responde Tomás -creo que va a darte una sorpresa -y Tefi alza una ceja y sonríe.

El carro sale a la carretera y de repente las luces se apagan, es bastante tarde y no hay mucha luz, Karla lanza un grito de terror, y Bal la tranquiliza:
-A veces pasa, no es para tanto -los demás ríen pero también se preocupan, el carro de Bal no es particularmente nuevo, y es bastante común que falle. Tefi piensa en lo emocionante que es estar con sus amigos de nuevo. No puede evitar sonreír. 
Cuando llegan a la casa, Talía ya los está esperando afuera, tiene una botella de tequila en la mano, y está parada delante de una camioneta que Tefi no reconoce, justo cuando llegan, un chico sale de la camioneta y se para al lado de Talía, y la besa. Tefi abre los ojos y hace un gesto de confusión, los demás la miran divertidos.
-What the fuck? -le susurra a Mauricio al oído.
-¿De verdad no sabías?, pasó justo cuando te fuiste.
Y Tefi no dice nada, solo se baja del carro junto a los demás.

Después de un rato casi todos están bebiendo, Tomás, es el único que tiene un refresco en la mano, Tefi y Mauricio bailan en la sala, Talía habla con su novio y mira a Tefi preocupada, Karla y Bal aprovechan para escaparse a la habitación principal. Cierran la puerta con seguro, Karla se abalanza sobre Bal y le quita la ropa enseguida. 
Mauricio se va al bar donde toma la botella de tequila más grande y grita:
-¡Shooooooots!

Luego de beber un montón de shots, todos están borrachos y de repente el timbre de la casa suena. Automáticamente todos se congelan y la música se corta, nadie sabe qué hacer, se miran asustados. Tomás, que es el único que se mantiene sobrio, camina en medio de todos y abre la puerta, solo para descubrir a una chica bastante pequeña de estatura y de piel muy blanca. 
-¿Y esa quién es? -grita Mauricio y todos se ríen.
-Soy Fran, ¿Está Karla? -pregunta la chica en la puerta.
-Está cogiendo -responde Mauricio -pero pasa, ahorita le hablamos. -Mauricio recibe a la chica sirviéndole un shot, y ella acepta divertida.
La música suena de nuevo, pero Talía vuelve a la pararla solo para gritar:
-¡Karla y Bal!, ¡ya fue suficiente! todos sabemos lo que están haciendo -luego vuelve a poner la música. Se acerca a Tefi que está bailando con Tomás.
-¿Estás bien? -le pregunta.
Tefi la mira confundida.
-Estoy de regreso, en una fiesta con todos mis amigos, así que sí, estoy bien. -Talía sonríe pero Tefi no sonríe de vuelta -Aunque claro, no estoy tan bien como tú, que conseguiste novio y ni siquiera me avisaste.
-Tefi...
Pero Tefi la ignora y sigue bailando con Tomás.

Karla y Bal salen finalmente de la habitación, y todos les aplauden. Karla se une al baile, y Bal mira a Tefi mientras se sienta junto al Talía, y sonríe.
-Siempre se sale con la suya, ¿no? -le dice Bal.
-Esa es Tefi. 
Mauricio y  Fran se besan en el balcón, Fran está claramente ebria. Mauricio tiene una botella de tequila en mano y sigue tomando shots y dándole más a Fran también. Mauricio no puede dejar de reír mientras besa a Fran y ella mete la mano su short. 
-¿Es verdad que eres gay? -le susurra al oído mientras acaricia su pene.
Mauricio le saca la mano y se pone serio.
-Tienes que irte de aquí sino quieres que yo mismo te saque. 
Tefi ve todo desde la sala y claramente enojada, anuncia:
-¡La fiesta se acabo! -apaga la música y empieza a recoger botellas y vasos.
-Pero apenas son las dos -se queja Tomás.

Tefi va al baño donde se mira al espejo: tiene el maquillaje corrido, y está sudando mucho. Se sienta en la taza y hace pipí. Su celular timbra y lee el mensaje: "Sé que regresaste", de un número sin registrar. Tefi se vuelve a ver en el espejo, saca un labial, se pinta los labios de nuevo, y se seca el sudor, responde el mensaje y sale del baño. 
Todos están listos para irse. Tefi sonríe:
-Tengo una mejor idea. 
5 minutos después, están dentro de un karaoke. Sentados en una mesa con cervezas están: Mauricio, Fran, Bal, Karla, y Tomás. Tefi está en el escenario, antes de que su canción comience saca su celular y manda un mensaje. 

Bal enciende su carro y los demás se suben, las luces no encienden y todos se quejan, encienden las linternas de sus celulares y avanzan a la carretera. 

Tefi canta Karma de Joss Stone a tood pulmón, todos la miran con emoción, ella se mueve de un lado del escenario al otro y baila al ritmo de la música. 

En medio de la carretera, en una gran subida y con un trailer detrás, el carro de Bal se apaga y no quiere prender de nuevo. Todos entran en pánico. Mauricio y Tomás salen del carro y lo empujan, y poco a poco, comienza a avanzar, hasta que la subida se convierte en bajada, y pronto, el carro avanza con más velocidad y ambos se quedan atrás sin saber qué hacer. 

Tefi sigue bailando al ritmo de la canción y toma un shot que le quita a un chico delante del escenario. Justo en ese momento, entra Lucas al karaoke.

Karla le grita a Bal que detenga el auto orillándose. Bal le responde que si se detienen, no van a poder volver a encenderlo y no podrán llegar a casa. Karla dice que no importa, ya que Mauricio y Tomás están en peligro. Bal finalmente accede y sale de la carretera. Todos se bajan del auto, gritan y tratan de llamar a Mauricio y Tomás, pero no tienen señal. 
De pronto, una camioneta se detiene a su lado y en la parte de atrás están Mauricio y Tomás, que saltan y hacen gestos de triunfo. Quien maneja es el novio de Talía, y ella va de copiloto. Tefi abraza a los chicos y luego va hasta el novio de Talía y le dice gracias.
Todos se suben a la camioneta y avanzan hacia el pueblo. Cuando llegan, el novio de Talía saca unas cervezas y todos brindan.

Arriba del escenario, Tefi termina su canción diciendo "I'm maybe on my own, now the feeling's gone
It's all gone", suelta el microfono mientras Lucas la ve sorprendido, y ella sonríe.

sábado, 23 de julio de 2022

Cómo el tiempo cambia de forma

 En esta visita a mi novio en Atlanta, me he dado cuenta de algo muy importante: el tiempo se mueve, o cambia, dependiendo de las situaciones que se viven. 

Me explico: la vez pasada, se sentía como si los días al principio pasaban lentamente, y una semana pasó sintiéndose casi como un mes. Pero la siguiente semana, pasó volando y pronto tenía que volver a casa. La primera vez que estuve aquí, tenía en mente todo el tiempo que mis días estaban contados, que debía disfrutar a mi novio al máximo porque a fin de cuentas nos íbamos a separar de nuevo. 

Esta vez, llevo aquí un poco más de una semana, y al no tener en mente el concepto de: nos vamos a separar de nuevo, todo ha cambiado, ni siquiera presto atención a qué día es, no estoy pensando constantemente en que nuestros días están contados. Al irse la presión de una separación, el tiempo cambió y se volvió, una masa grande, una burbuja donde no me afecta qué día o que hora es, y solo estoy disfrutando. 

Mis días están llenos de cosas simples, una vida simple es una vida feliz. El despertar y hacer ejercicio y meditar por cinco minutos y leer y escribir en mi diario e ir a jugar pickle ball, y luego ir al lago, y cocinar juntos, y ver series y estar sentados en el porche platicando y planeando nuestra vida. La vida que nos espera, al otro lado de la frontera, en el país que me vio crecer y en que sentía que no encajaba, y ahora no me puedo imaginar viviendo en otro lado. 

Esta es la vida que soñé. Y fue cuestión de tiempo, mucho tiempo para llegar hasta aquí, pero, valió la pena. 

lunes, 11 de julio de 2022

En el último día

 Aún quedas unas cuantas cosas por hacer: hacer copias de llaves, ir al pueblo a donde me voy a mudar, terminar de hacer mi maleta. 

Empieza el día y yo hago lo que más me gusta: voy al mar y le agradezco lo mucho que me da mientras floto en él. No hay nada que se compare a la sensación de estar en la inmensidad del océano. Ese sentimiento oceanico que llega y se apodera de todo. 

La vida me da la oportunidad de empezar de nuevo, al lado de una persona increíble, la persona que siempre soñé. La vida me da la oportunidad de crecer y expandirme, de salir de mi zona de comfort, de empezar proyectos, de cerrar otros. 

La vida me da lo que necesito. Y no queda más que agradecer. En el último día le digo adiós a la gente que amo y luego me voy a lo desconocido, a la aventura de vivir. 

martes, 28 de junio de 2022

El Sandwich

Había una vez una ciudad grande, donde había un gran parque rodeado de pinos, y cada año en junio se celebraba un gran banquete.
La gente se preparaba durante semanas: la dieta comenzaba a hacerse más estricta. “Hay que guardar espacio para toda la comida que está por venir”, decían, incluso había gente que solo comía una vez al día.
Nadie recordaba ya de dónde había surgido la tradición, pero incluso los niños en las escuelas se emocionaban pensando en la gran cantidad de comida y dulces que comerían. A los maestros les encantaba el banquete, porque durante la semana, aprender el alfabeto era lo menos importante en su agenda, ellos también fantaseaban con los manjares que estaban por venir.
En las granjas los animales no hacían más que llorar, porque aunque no podían explicarlo, sabían que pronto sus vidas llegarían al final. A los cerdos ya no les cabía una manzana más en el estómago, las vacas llenaban cubos enteros de leche cada hora y las gallinas ponían uno, dos, tres huevos al día.
Los peces en el arrecife empezaban a rezar, porque sabían también que pronto las redes llegarían, y las aguas se teñirían de rojo.

Sin lugar a dudas, el banquete era una celebración digna de ser recordada, de un extremo al otro de la ciudad, la gente susurraba: “no puedo esperar más”, incluso los enfermos del hospital bailaban al ritmo de canciones alegres, no importaba si pronto ibas a morir, no importaba si tenías cáncer, un tumor terminal o hepatitis, el banquete estaba por llegar.

En una pequeña bodega en el centro de la ciudad, estaba El Chef, el hombre encargado de dar vida al banquete. Todos en la ciudad conocían al Chef, quien se convertía en el hombre más importante durante todo el mes de junio
Él se pasaba las horas estresado, porque quería que todo estuviera perfecto, ah, pobre Chef, cada año decía lo mismo: “este año renunciaré”, pero jamás lo hacía, porque en el fondo, le encantaba la atención que recibía, incluso si era por unas cuantas semanas.

Finalmente el banquete está listo y la ciudad hace fila, todo es al aire libre, en un parque lleno de árboles de manzanas, así que cada quien trae una manta, platos, cubiertos y vasos. Los niños corren y amenazan con tumbar las pilas enormes de arroz al piso.
El chef hace el anuncio a través de un micrófono en el centro del parque:
“Bienvenidos, queridos amigos, espero que todo sea de su agrado, ahora ¡A COMER!”

Al final de la enorme mesa, esperando a ser devorado, se encuentra un sándwich de jamón de pavo. Mira alrededor y ve sus platillos vecinos: paella, filete de res, berenjena rellena de queso cotija, y el sándwich sonríe. Recuerda cómo fue creado en la mañana por una chica muy guapa de pelo negro y ojos grises, cómo ella lo envolvió en papel transparente y cuando estaba montando los demás platillos, lo dejo casualmente junto a ellos, luego, un hombre le habló y ya no volvió a verla.
Ahora, ve un montón de caras nuevas: gente pequeña y grande, gente con grandes barrigas y tan flacos como un palo. Todos con sus platos en la mano eligiendo montones de comida, sonriendo y dando brincos de emoción la mesa es tan larga, que el sándwich tiene que esforzarse un montón para tratar de ver hasta el final, pero no lo logra, le parece un poco perturbadora lo que ve: personas devorando como si no hubiera un mañana.
El sándwich no puede esperar a que alguien lo tome y lo coma, pero las horas pasan, y todos parecen ignorarlo.
“¿Por qué nadie me elige?”, le pregunta al filete de res, que ahora es tan pequeño como él.
“¿Estás bromeando?”, le responde, “Este es un banquete y tú no perteneces aquí”
El sándwich queda sorprendido, pero no le cree al filete, piensa que seguramente estaba celoso de su relleno de jamón.

A la mitad del parque, el chef habla con todos los invitados, o con los que puede, porque todos se amontonan para felicitarlo por la comida tan deliciosa que preparó, él sonríe pero solo tiene una cosa en mente: “¿¡A que hora podre comer?!”, avanza entre la multitud, pero de una u otra manera, termina hablando con más y más personas. Mira a su alrededor y solo puede ver el montón de gente comiendo y disfrutando, y finalmente suspira, sabe que es siempre así cada año: terminará comiendo sobras.

Pasan 5 horas, y el banquete llega a su fin.
Los ayudantes del chef empiezan a recoger las cosas que habían quedado en la mesa: sobras de comida, platos y vasos olvidados.
Al final del día, el chef estaba exhausto, habló con todos los invitados y no tuvo tiempo de comer ni un solo bocado, así que corrió a la mesa en busca de algo, pero sus ayudantes ya habían tirado casi todo. El chef decepcionado pensó que tendría que ir a algún restaurante que de casualidad estuviera abierto en ese día: no tenía muchas opciones.
En la mesa gigante, a lo lejos ve un pequeño sándwich envuelto en papel transparente. No es nada especial, pero el chef estaba tan hambriento, que lo tomó con ambas manos y lo devoró de dos mordidas.

Tanto el chef como el sándwich, finalmente quedaron satisfechos.

viernes, 24 de junio de 2022

La historia del celular

 Ayer, después de dos días sin mi celular, porque me lo robaron, milagrosamente lo recuperé. Lo que me parece completamente increíble, pero voy a empezar desde el principio:

El martes fui junto a mi novio y su mejor amigo a LDM, porque teníamos que pagar la renta de nuestra casa allá. Pagamos la renta y luego fuimos a la playa, y como el agua estaba súper tranquila, yo fui a bañarme, dejando mi celular y mi bolsa en la arena, sin pensar demasiado en ello, porque cada que voy a la playa eso hago: nunca pienso que algo malo va a pasar. En fin, estuve nadando como por 20 minutos, y luego mi novio y su amigo se unieron, estuvimos en el mar juntos como por 5 minutos y decidí salirme. Nuestras cosas estaban a unos metros, pero no era muy fácil verlas porque una palmera estaba en el camino. Llegué y ahí estaba casi todo: la mochila de mi novio, la mochila de su amigo, una toalla, pero no estaba ni mi bolsa ni mi celular, así que pensé que quizá mi novio la había medido a su mochila, pero la busqué y no estaba tampoco. En ese momento aún no pensaba: me robaron, así que solo fui a hablar con mi novio para preguntarle: ¿dónde pusiste mi bolsa?, y él respondió: ahí debe estar sobre la toalla.

Los dos corrimos, porque automáticamente supimos que me habían robado. 

Preguntamos a la gente que estaba cerca a nuestras cosas pero todos dijeron que no vieron a nadie sospechoso. Le hablé a nuestra arrendadora, y ella le habló a la policía, yo estaba llorando porque me sentía muy frustrada, llamé al banco y cancelé mis tarjetas. La policía llegó y dijeron que no podían hacer nada, que si quería fuera a denunciar. Así que regresamos a San Pancho donde a través de mi computadora, pudimos localizar mi teléfono y bloquearlo, porque las personas que me lo robaron estaban entrando a mi whatsapp para tratar de estafar gente. 

Todo el día me sentí mal, no podía creer lo que había pasado, además, era el último día que iba a pasar con mi novio, porque al día siguiente volaba a ATL. Al final del día, logré calmarme, a fin de cuentas, todo lo que me robaron era reemplazable: tarjetas, credenciales y llaves. 

Ayer por la tarde le marcaron a mi papá de un lugar cercano a San Pancho, como a 30 minutos en carro más o menos, era un centro de computo, donde arreglan también celulares, y le dijeron: nos llegó este iphone que está bloqueado y tiene su número y lo reconocimos porque usted es cliente de aquí. Y wow, mi celular vuelve a mí de la manera más extraña, pero vuelve a fin de cuentas. Qué loco es el mundo, ¿no?, y qué rara la manera en que funciona todo, pero a fin de cuentas el karma existe y aquí estoy de nuevo usando mi teléfono. Sí, tengo que ir al banco y sacar mi credencial de nuevo, pero bueno, la lección está ahí: debo ser más cuidadosa. 

Fin.

jueves, 23 de junio de 2022

Janeth, ¿dónde has estado?

 Ok, ha pasado un mes, lo sé, no es común que desaparezca por tanto tiempo, o quizá sí, lo cierto es que ha sido un mes de locura, de andar para un lado y el otro, de tener pláticas serias y donde sentí que todo se volvió "real", y hasta terminé perdiéndolo todo...literal.

Pero vayamos poco a poco. 

Justo el lunes cumplí 8 meses con mi novio, que fue lo último que escribí por acá. Luego, regresé a casa y trabajé, como siempre, mi amiga Ingrid llegó de Canadá, mi amiga Bri llegó de Estados Unidos, visitas a más no poder, y viajes de fin de semana, a los arcos, a Lo de Marcos.

Finalmente puedo escribir con seguridad que voy a abrir un negocio nuevo junto a mi novio, una cervecería y tienda de cervezas artesanales. Ya tenemos el local, ya estamos en proceso de sacar una licencia. También me voy a mudar de pueblo en agosto, y no lo puedo creer.

Muchos cambios en mi vida, por eso digo que ahora sí todo se siente como "real", como si todo lo que un día pedí al universo se hubiera acumulado con el paso de los años y finalmente aquí está, de una, sin más. Es abrumador y emocionante, es nervios con alegría. Una mezcla de lo desconocido y todas las posibilidades en el mundo, solo el tiempo nos dirá si la felicidad con la que soñamos es posible, yo apuesto a que sí.

Y bueno, mi novio también vino a visitarme la semana pasada, y anduvimos de pueblo en pueblo, tratando de descifrar cuál era la mejor opción para que se volviera residente, para que pudiera trabajar. Es todo un show esto de las leyes en los países. Me parece hasta ridículo, pero bueno. Ahora todo está comenzando, él será residente pronto. 

Tuve una semana sin trabajo, y ayer finalmente volví a dar clases y sé que solamente tengo 20 días para luego volverme a ir a estados unidos. Mi vida es un caos, pero me gusta. 

Y finalmente, hace dos días ya me robaron una bolsa con mis llaves mis tarjetas y mi celular. Sentí como si el mundo  se me hubiera venido encima. No sé cómo hay gente que puede hacer estás cosas, pero al final de cuentas no queda más que agradecer porque todo lo que se llevaron es reemplazable. 

Y así las cosas conmigo últimamente. Ah, la adultez, llegó y aquí me tienen, lado a lado, intentando día con día. 

viernes, 20 de mayo de 2022

7 meses con Tay

Gracias al universo por haberte encontrado

Gracias a mi camino, que finalmente me llevó hacia ti

Gracias a las horas de terapia que valieron la pena

Gracias a todo lo que aprendí de mis relaciones pasadas

Gracias a ¡Tinder!

Porque un día decidí abrirlo y ahí estabas: una foto en el bosque,

una foto en una cascada, una foto en las pirámides, 

una con tu hermana, una con pelo largo y otra con pelo corto,

con bigote, sin bigote. 

Gracias a tu nariz, porque desde antes de conocerte me enamoré de ella

y así finalmente: It's a match!

Y ahora celebramos siete meses juntos.

Es gracioso, cómo el universo funciona,

aquí estamos, abrazándonos en la distancia, contando los días:

24.

Siete y más razones para amarte,

Mi Taylor. 

Mi amor.

Mi corazón, late sonriente porque te elige y es elegido cada día.

Gracias.

jueves, 19 de mayo de 2022

La vida en Estados Unidos

 Estoy de vuelta en el pueblo después de mis vacaciones, después de haberme ido por dos semanas a visitar a mi novio, después de haber tomado un avión (finalmente), sí, un viaje de muchas primeras veces:

-primera vez en Estados Unidos 

-primera vez viajando después de dos años 

-primer concierto desde septiembre 2019 

-primera vez manejando un bote 

-primera vez andando en bici eléctrica 

-primera vez viendo el mundo desde la perspectiva de: esta es mi vida, esto es real, estoy en este país y el es mi novio y estoy en su casa y estoy viviendo la vida de mis sueños. 

Fueron dos semanas muy bonitas, de pasar tiempo en el lago, o jugando pickleball o caminando o andando en bici. De comer mucho y tomar muchas cervezas nuevas. 

Y mientras tanto me preguntaba si todo era real, si era posible que en ese momento mi realidad fuera tan buena. Y sí lo era, pero a veces no puedo solo aceptar que todo está bien, tengo esta sensación de que nada puede estar bien para siempre. Pero por el momento, lo está. 

Y a veces pienso en mis días de vivir en Guadalajara y haber obtenido un trabajo tan fácilmente y había algo en mi que me decía: no lo tomes, no lo hagas. A pesar de que antes estaba tan emocionada por haberlo obtenido. Y finalmente decir que no y volver a casa y conocer a mi novio 12 días después y luego obtener mi visa y finalmente viajar a verlo. 

Wow. El mundo es un lugar mágico. 

viernes, 29 de abril de 2022

Baby Jack

Así están las cosas: yo no pedí nacer pero vine al mundo hace exactamente 6 meses, y lo sé porque mi mamá es una de esas personas insoportables que le gritan a medio mundo una y otra vez “¡mírame! aquí estoy!”, así que tuvo que comprarme un pastel amarillo, porque en estos tiempos todos quieren ser neutrales sobre los géneros, nadie quiere que crezca siendo un niño traumado y después me haga la cirugía de cambio de sexo, y sí, todo debido al color rosa.
En fin, supongo que debo explicar todo desde el principio: cómo llegué aquí de nuevo, sí de nuevo.
Lo que nadie explica en las clases de religión o ciencia es que la reencarnación sí existe, pero no es el cuento hermoso que los hindús creen, lo diré alto y claro: ES UN DOLOR DE CABEZA.
Créeme, nadie quiere nacer una y otra vez, especialmente si tienen que pasar por la pubertad, o si te toca una familia horrible o si naces con una rara enfermedad sin cura, pero eso sí, o el universo tiene sentido del humor, o esto es un experimento que un científico loco está realizando en un laboratorio, no lo sabemos, quizá nunca lo sabremos.
Esta es mi tercera vida, soy bastante joven, he conocido a bebés que ha vivido hasta 200, me gusta decirles cosas como: ¡Suicidate!, solo para reírme de lo patética que es la existencia. ¿Hay manera de salir de este ciclo infinito?, no, no la hay, o al menos nadie la ha descubierto aún.


Así que aquí estoy, de nuevo, con mocos en la nariz, comiendo verduras licuadas que parecen vómito, además, como ya mencioné, mi mamá es una idiota que cree que me está dando lo mejor, y su cosa favorita en el mundo es comer espárragos con atún sellado.
En realidad, no sé si ella o mi papá son peores seres humanos, ella es vendedora de productos que compras por catálogo y crees que son indispensables y maravillosos, hasta que los tienes en casa y te das cuenta de que no sirven de nada. Él es…es…la verdad no sé qué es, pero todos los días se pone una camisa de cuadros y sale de casa muy temprano y llega hasta muy tarde, siempre borracho. Mi mamá se vuelve loca, está desesperada porque su marido le ponga atención, y él la ignora aún más por eso.
Para su edad, obviamente ya no recuerdan que un día fueron otras personas, todos dejamos de recordar nuestras vidas pasadas alrededor de los tres años, alguno que otro se obliga a recordar, pero de nada sirve, un día te vas a dormir y al día siguiente: nada, solo existe el aquí y ahora.


Me da miedo olvidar, pero sé que lo haré, no puedo evitar pensar en lo ridícula que es la existencia y en lo mucho que pasamos el tiempo intentando darle un sentido. ¿Cielo?, ¿infierno?, nada de eso existe, lamento informarle a todo el mundo que su existencia no es más que un pequeño punto en una galaxia donde hay millones más. Sí, la vida apesta, te mueres, ¡y luego vuelves a nacer!


En mi vida pasada era un hombre millonario, tenía una empresa de embotellamiento de agua y me pasaba los días volando en mi jet privado, con prostitutas a mi lado; yo lo tenía todo. O al menos todo lo que el mundo te dice que debes desear: un buen trabajo, montones de dinero y buena apariencia. Pero todo eso aburre, al final, me metí demasiada coca y terminé en el baño convulsionando hasta morir, completamente solo. Fue un alivio salir de esa vida, y fue una pesadilla tener que entrar a una nueva. Creí que iba a ser mujer, hasta ahora solo he sido hombre, y a decir verdad, la paso bien con esta cosa entre mis piernas, pero quiero experimentar estar del otro lado… algún día.
Sé que esta existencia será horrible y quiero morirme ya, no es mi obligación quedarme si no me gusta, ¿verdad?, pero ya lo he intentado todo, y la imbécil de mi mamá no me deja de mirar ni un segundo: si quiero aventarme de la silla de comida, ella me atrapa, si quiero aventarme de las escaleras, ella corre tras de mí, si quiero ahogarme en la tina de baño, ella me saca, incluso pensé que sería fácil asfixiarme con la almohada, pero ella está ahí todo el tiempo, no duerme, le dijo a mi papá que yo soy un bebé raro con tendencias suicidas, y, ¿quién no lo sería en esta familia?


Me vuelvo loco de pensar que tendré que esperar más tiempo, quizá años para matarme, y para ese entonces quizá ya no recuerde cómo llegué aquí, quizá nunca haga nada y me quede estancado en esta miserable vida. (Seamos realistas, seguro voy a estar estancado aquí)
Esto es en lo que pienso mientras mi mamá y sus amigas me pasan entre sus sucias manos y dicen cosas estúpidas como: “¿no te encanta lo inocente que se ve?”

miércoles, 20 de abril de 2022

Cartón de leche

 En Arizona, esperando el asiento del pasajero, siempre la misma historia y aquí va de nuevo:

Nos peleamos por las cosas más simples, por dónde pongo mis zapatos, por el papel de rollo tirado cuando aún tiene, por quién lava los platos después de comer, o por el maldito cartón de leche a medio vaciar.
Después te vas lejos, a casa de tus padres, y me echas la culpa de todo, que si soy bastante inmaduro aún, qué porqué tuviste que enamorarte de un hombre menor que tú. Pero solo nos llevamos año y medio, no es nada. Pero aún así les cuentas las cosas más absurdas y las haces sonar como si fueran gigantes que nos aplastan con sus pies. 

Cariño, te he estado esperando por una hora, ya toqué los discos que siempre pongo cuando te vas: un poco de rock luego pasamos al blues. Un hombre canta sobre hablarle a la luna, y yo me estoy quedando dormido aquí, porque eres una niña berrinchuda que no quiere salir y pedir perdón, pero no importa, sabes que yo siempre termino por pedir perdón, aún cuando no es mi culpa. 
Haría cualquier cosa por ti. 
Incluso manejar durante ocho horas. Porque eres tan escurridiza que desapareces en medio de la noche; sales de la cama sin hacer ruido y empacas un cambio de ropa en la mochila, tomas 20 dólares y tu tarjeta de crédito, y no miras atrás.

En la mañana, despierto y tiro ese maldito cartón de leche a la basura, suspiro pensando en cuándo vamos a dejar de pelear, cuándo las cosas volverán a ser como cuando nos conocimos, hace tres años. ¿Cuántas veces te has ido?, no sé, perdí la cuenta pero siempre me sale caro este roadrip sin planear. Las llaves del coche están en la mesa, sabes que voy a ir por ti, como siempre lo hago. 

En cinco minutos vas a salir de casa de tus padres con lágrimas en los ojos, vas a besarme con fuerzas y pondrás tus brazos en los míos, vamos a parar en un motel barato para hacer el amor. Lo sé, lo sabes, y a veces me pregunto, ¿por qué dejo que siga sucediendo?, ¿es porque te amo o porque estoy aburrido?, no lo sé. Miro el reloj, faltan 30 segundos.
Cuento mentalmente, espero, miro a la ventana, sigues ahí, en la misma silla de siempre, pero, no te levantas. Sabes que te espero pero no te levantas.
¿Qué pasa?

Te doy cinco minutos más, pero me sorprendo al descubrir que esta vez, las cosas serán diferentes. Veo a tus padres salir de la casa, suben al coche y ni siquiera me voltean a ver. Luego sales tú, con la misma ropa de ayer y no está tu mochila sino una maleta grande, ¿cuándo tuviste tiempo de empacar tanto?, grito tu nombre pero no voleas, subes al carro a la parte de atrás, y veo como lentamente te alejas. 
No sé si llorar, o alegrarme, lo que sé, es que los viajes a Arizona finalmente terminanarán. 

martes, 19 de abril de 2022

Tefi y Mauricio: ahora

Sé lo que están pensando. ¿Dónde rayos has estado Tefi?, ¿qué ha pasado con tu vida?, y es que hay algo acerca de sanar, que te permite ver las cosas con distancia, que te aleja de aquello que ya no se alinea con la persona que ahora eres.
Hace muchísimo no veo a Mauricio, bueno, no es que no lo vea, porque ambos aún vivimos en el Pueblo, pero ya no es lo mismo. Yo sabía que íbamos a terminar por separarnos en algún punto, pero es raro, es como terminar una relación, como perder a un ser querido, o dejar de hablarle -bien, bien, a tu mejor amigo. 
Simplemente hemos cambiado. No soy la misma Tefi que conocieron hace casi 5 años, la que estaba perdida y por lo tanto tomaba decisiones sin coherencia, la que se iba de fiesta tres días seguidos y trabaja sin energías, la que buscaba atención por todos lados y hasta viajaba a otros países para tratar de encontrar el amor.
Y siento que Mauricio sigue siendo el mismo Mauricio; se va de fiesta todos o la mayoría de los días, toma alcohol y drogas, sigue teniendo one night stands a morir, y cuando nos vemos, no tenemos mucho que compartir, él quiere seguir hablando de chismes y rumores, yo quiero hablar de los cambios en nuestras vidas, de la inconsistencia que veo en su vida, de cómo siento que simplemente está huyendo de todo y refugiándose en las sustancias.  
Y no digo que no cambiar esté mal, si al menos lo viera feliz, pero ni siquiera veo que esté conforme con lo que tiene. 
Ah, la vida es complicada, porque mirando atrás, yo quería que Mauricio formara parte de mí por siempre, no podía imaginarme separándome de él y ahora, si nos vemos una vez cada quince días es mucho.

Supongo que lo que quiero decir aquí, es que la vida no espera a nadie, y aunque los caminos no son lineales, sino circulares, a veces simplemente las personas ya no vuelven a toparse como antes.

Es triste, pero es parte de crecer y madurar y darse cuenta de que los comportamientos que servían hace años y me ayudaban a mantenerme a flote, eran solo eso: me mantenían "a flote", y yo no quiero solo flotar, yo quiero ser la dueña de mi curso, nadar hacia donde quiera, incluso contra la corriente. Y si eso me separa de las personas, bueno, solo queda esperar que en algún punto, las puedas encontrar de nuevo. 

domingo, 10 de abril de 2022

Far, far away

 He estado leyendo Jurassic Park, una novela acerca de 1920, y poesía. 

He estado yendo al gimnasio por las mañanas, y jugando pickleball.

He estado pasando el tiempo con mi sobrina, yendo a la playa, al parque, o a la alberca.

He estado escribiendo acerca de la vida, ya sea la mía o de mis amigas.

He estado ocupada, trabando, tratando de ahorrar, aburrida a veces, sin saber qué hacer.

Porque te extraño.

Porque hoy, quedan 24 días para volverte a ver.

Y aunque la gente me dice que no es mucho tiempo, la verdad es que no tienen idea de lo que hablan.

Han pasado casi tres semanas.

Y se siente como una eternidad.

Los kilómetros que nos separan, 

no puedo esperar para volarlos, para vencer la distancia, para dejar de sentirte

tan 

tan

lejos.