lunes, 26 de septiembre de 2016

Cuando pienso en amor

Cuando pienso en amor, automáticamente pienso en el primer chico al que le dije Te Amo, pienso en las tardes que pasamos juntos, en el olor a whisky barato, en la comida chatarra que comíamos sin parar, pienso en todo esto mientras tomo un baño, que es el momento del día en que más sola me siento. 
Oh, como quisiera que estuviera aquí, que uniera sus manos con las mías, poder escuchar su voz de nuevo. 
Cuando pienso en amor pienso en el primero.

“Es una lástima”, pienso después, cuando el encanto se ha desvanecido, cuando ya no me siento sola, cuando veo a través de la ventana de mi cuarto y el cielo es de un color azul brillante, “Es una lástima que siga pensando en él a pesar de todos los años, a pesar de que lo único que hizo fue engañarme una y otra vez”

Y entonces cierro los ojos y comienzo a pensar acerca de mi vida. Acerca de por qué si pienso en amor pienso en quien más me hizo daño. Y no hay respuestas. Tengo un corazón al que llamo Electra porque se enamora de tipos que se parecen a mi padre, que actúan como él, que me ignoran como él, a los que tengo que rogar por atención, como a él, a los que no sé cómo hablarles.

Cuando pienso en amor sigo pensando en su rostro, y es que todos tenemos obsesiones. El día que deje de pensar en él sabré que habré ganado, mientras tanto sigo mirando al cielo con la esperanza de que se me olvide su rostro, sus palabras, las veces que lo vi con alguien más…

Algún día.


Ya no estarás aquí.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Todo lo que quería que me dijeras

Eres tú.
Eres especial.
Eres en lo que pienso cuando despierto y el pensamiento que se queda conmigo durante el día.
Quiero que estés conmigo.
Quiero que sepas que valoro el tiempo que has gastado intentando hacerme feliz.
Me haces feliz cada día.
No puedo esperar para volver a verte.
Quiero quedarme contigo, acostado en la cama y abrazándote.
Tus abrazos hacen que este mundo sea un mejor lugar.
Gracias por haber escrito tantas cosas para mí.
Gracias por haberme perdonado todo.
Perdón por todas las veces que te decepcioné.
Perdón por seguirte decepcionando.
A pesar de todo yo solo quiero estar contigo.
No hay nadie más, solo eres tú.
Me encanta la manera en que te emocionas por todo.
Yo también estoy loco por ti.
Tú me hiciste una mejor persona.
Quiero que me elijas todos los días.
Quiero escapar de este lugar contigo.
No hay nada que me haga más feliz que pensar en estar contigo.
Sonrío cuando pienso en ti.
Me alegro de haberte conocido.
Eres hermosa.
Me vuelven loco tus besos.
Adoro dormir a tu lado.
Lo que más me gusta en este mundo es abrazarte mientras duermes.
Guardas todo el amor del mundo en tu corazón, y decidiste dármelo a mí, gracias.
Las madrugadas son mejores a tu lado.
Siempre me hacen reír.
No quiero perderte.
No soporto saber que estás molesta conmigo.
Haría todo por tenerte a mi lado.
Incluso en tus peores momentos te adoro.

Te quiero.
Te quiero.
Te elijo a ti.
Quiero estar contigo.
Porque te quiero.
Porque de todas las chicas que he conocido, eres la que me hace feliz, la que siempre está conmigo sin importar nada, la que lo da todo por mí, la que me apoya.
Te quiero.
Hoy, y para siempre.

jueves, 8 de septiembre de 2016

El viaje

El viaje que tanto había estado esperando durante algunos meses finalmente ha llegado, y tengo una emoción que no me cabe en el cuerpo, de verdad, porque siento que mi vida va a cambiar después de esto, ya quiero irme, ya quiero que las cosas sucedan, solo quiero estar lejos de todo lo que ya conozco muy bien, y despejar mi mente y despejar a mi corazón de las emociones negativas.

No sé por qué, pero cada que veo a mi mejor amiga siempre algo importante ocurre, es como una regla, entonces, por eso sé que algo va a pasar estando allá. Ojalá que todo sea para bien, que muchas cosas cambien y que regrese todavía más feliz de lo que me voy.

GDL, ¡Te veo pronto!

miércoles, 7 de septiembre de 2016

María

No puedo escribir si no se trata de amor, si no es acerca de los chicos que me parten el corazón a pedacitos y luego lo tiran. Pero luego me pregunto, ¿eso es amor?, y entonces no sé la respuesta, qué complicado es esto, ¿no?

La amistad es más simple, como dos piezas que encajan sin necesidad de forzarlas, como las olas en la orilla que rompen en completa armonía.

Ya no recuerdo cómo fue que nos hicimos amigas, pero supongo que eso no importa, que lo importante aquí es recordar las pequeñas cosas que la hacían especial, porque ya hace casi tres meses que me fui y se siente como una eternidad.

Y es que cuando pienso en ella lo primero que se me viene a la mente son las mañanas, aquellas donde me despertaba al escuchar música sonando a todo volumen. Oír música significaba que ella estaba ahí, que no estaría sola. 

Y recuerdo la manera en que se asustaba por las cosas más ridículas y yo internamente estaba muerta de risa. Aquella vez en que tuvimos que sacar a una iguana gigante de la pila, la vez que tuvimos que sacar a un sapo y la vez que una rata se apoderó de nuestra cocina.

Cuántas risas no compartimos, cuántas cosas no nos contamos y cuántas aventuras vivimos juntas. Vivir. Juntas. Y ahora me compaña la soledad en mi pequeño cuarto en este pequeño pueblo.

Lo que más me sorprende de ella es saber que en todo el tiempo que estuvimos juntas jamás la vi vulnerable, jamás la vi derramar una lágrima, porque a pesar de que yo sabía que estaba pasando por momentos difíciles, nunca lo demostró. Y envidio eso, quisiera tener su fortaleza, quisiera poder enfrentar al mundo de la manera en que ella lo hace.

Con una sonrisa algo sarcástica, con palabras de aliento en toda ocasión, con una risa contagiosa, con miedo pero sabiendo enfrentarlo, con valor.




Voy a terminar diciendo que yo no escribo poemas a mis amigos, pero si de ella se trata, estoy dispuesta a hacer una excepción.

sábado, 3 de septiembre de 2016

A veces pienso que te quiero, pero no estoy segura

Como hoy que estaba en tu casa y estabas dormido.

Yo te dije en la madrugada “me tengo que levantar a las 7” y tú dijiste “Yo a las 10”, ambos reímos.
Y hoy en la mañana me desperté antes de que mi despertador sonara, arreglé mis cosas, y me di cuenta de que tenía un labio roto y aún así tenía que ir a trabajar, viéndome como si alguien me hubiera golpeado.
Y es que quizá sí, es que tú siempre terminas golpeándome con las fuerzas de lo que dices que es amor y yo no me lo creo. 
Hemos repetido las mismas palabras una y otra vez y ahora tengo un discurso en mi cabeza que me sigue a todas partes, repitiendo como nunca me vas a querer como yo a ti.

En fin, estaba buscando mis pasadores entre toda tu ropa regada en el piso, me agaché y debajo de tu cama estaba una libreta roja, y tú sabes que soy curiosa, así que tuve que tomarla y hojearla, y ahí estaban: los dibujos que te pedí hace muchos meses, cuando apenas comenzábamos a hablar,  ¿recuerdas que te dije “dibújame a la dulce princesa”?, lo más seguro es que ya no lo recuerdes, pero eso significaba muchísimo para mí, tú dijiste que no, que no te saldría de todas formas, yo lo dejé pasar y lo había olvidado por completo.
Hasta hoy que vi que hiciste dos dibujos y les pusiste mi nombre. Casi me pongo a llorar en ese instante. ¿Qué nos pasó?, ¿cuándo te volviste una copia del hombre que más daño me ha hecho en este mundo?, ¿por qué no me había dado cuenta?

Quizá cada día estaban apareciendo marcas en mi cuerpo, moretones en los lugares más evidentes. Tan evidentemente a la vista que yo no los podía ver. El amor que sentía por ti me golpeo tan fuerte que me dejó aturdida.

Y esta mañana, al tener evidencia de lo que solías ser, de cómo yo solía importarte verdaderamente, me di cuenta de como la mayoría del tiempo pienso que aún te quiero, pero es que ya no estoy segura.