lunes, 5 de enero de 2015

Las palabras no son siempre suficientes

Solo porque estás hecha de la agua del mar, no te confundas a ti misma con el océano. Tal vez hay naufragios en tu pecho, bestias escondidas en tus profundidades, pero no eres un territorio innavegable.
Incluso los árboles necesitan cierto tiempo para recuperarse. Incluso los bosques tiemblan. La pregunta no es quién escucho al árbol caer, sino por qué las raíces no pudieron soportarlo más. El sonido de la derrota, si es una explosión o un quejido, no cambiará nada.
A veces me pregunto si los pájaros pueden ver la singularidad de su vuelo, supongo que es un poco como caminar; no te das cuenta, hasta que terminas de hacerlo. Supongo que es un poco como pensar - un poco como sentir- un poco como amar. Si todo es un milagro, ¿no lo es nada? Pero si nada es un milagro, ¿no lo es todo?
Así que crees que puedes apagar el sol, tonta, incluso las nubes no pueden hacerlo. Tus huesos están hechos del polvo de las estrellas pero eso no significa que puedes controlar los cielos, el sol no dejará de brillar solo porque hayas cerrado los ojos.
Si escuchas cuidadosamente, escucharás mi voz llamándote como la lluvia tras la ventana. Las tormentas me hacen sentir más viva; tal vez esa es la razón de que te vea como si fueras el cielo, tal vez podrías serlo, porque el cielo también, es simplemente una ilusión
Llamar a cualquier cosa por un nombre no lo hará ser lo que no es. Le damos a los huracanes nombres de humanos, pensando que los podemos domesticar, pero ellos permanecen igual de salvajes. Juntamos un montón de sentimientos y tratamos de llamarlos amor, pero realmente nunca se quedan unidos.
Cualquier cosa en la niebla puede parecer un fantasma. Es difícil no tener miedo de la oscuridad cuando hay demasiadas cosas que no conocemos, pero es incluso más difícil vivir en la luz cuando brilla en los rincones empolvados de nuestros corazones solo para revelarnos que ellos no contienen lo que imaginábamos.

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