lunes, 26 de enero de 2015

Creciendo, desvaneciendonos

Estoy aquí, acostada en mi cama y con un dolor de cabeza que no se ha ido desde que llegué de la escuela. Pensé en que no debo de volver a escribir cuando estoy molesta, pero eso sería una gran limitación, sería como decir: no escribas cuando estés alegre, cuando estés triste. 
Yo no quiero limitarme, porque a fin de cuentas, no tengo ni poquitas ganas de dejar de escribir. 
Hoy no pasó nada, bueno tal vez sí. Pero en general quería expresar algo que me tiene preocupada/triste desde hace semanas: cuando una persona es infeliz, ¿Por qué no puede escapar de las situaciones que la orillan a sentir eso? No soy la indicada para dar consejos, no cuando traigo a mi pasado anclado, pero es que me da una sensación de malestar pensar que alguien es infeliz yendo a trabajar, que sienta que el trabajo es más grande que él, que sienta que no vale la pena, que el despertar por las mañanas es más obligación que gusto. 
¿Para eso vamos a la escuela? Para encontrarnos un día despertando a las 5 am y pensando, "¿Qué rayos estoy haciendo de mi vida?" no lo creo, no quiero eso para mí, no quiero eso para nadie. No puedo imaginar estar a punto de terminar mi carrera y comenzar a cuestionar cuatro años de clase tras clase, tarea tras tarea, y encontrarme a mi misma detrás de un escritorio, con un dolor de cabeza horrible y diciendo, ¿Para esto estudié? 
No sé, quisiera que el día tuviera más horas, quisiera que él hablara conmigo de eso, porque si algo sé es escuchar. No puedo dejar de pensar que el tiempo consume, el trabajo consume, todo a nuestro alrededor nos consume. Te estás desvaneciendo y no puedo hacer nada para evitarlo...
Solo quisiera que fueras lo más feliz posible. No puedo soportar pensar que te despiertas sintiéndote mal por ir a un lugar donde la responsabilidad no se siente bien. No puedo. 

No hay comentarios: