domingo, 10 de febrero de 2019

Los amantes del círculo polar

Siento no poder escribir sonetos acerca de tu piel, canciones que hablen acerca de cómo el tono de tu voz cambia automáticamente cuando estás conmigo, un mural donde una los lunares de tu cuerpo en forma de galaxias que a su vez contengan los secretos del universo, de cómo el amor se ha mantenido vivo por tanto tiempo, porque a pesar de no estar programados para ello, le enseñamos el dedo del medio a nuestra genética y decidimos que el amor sería lo que nos mantendría cuerdos. Y lo siento, por no ser la chica con la que soñabas cuando apenas tenías 15 y estabas explorando tu cuerpo. Siento que no seas mi príncipe azul, no te pareces en nada a mi lista de deseos que escribí cuando tenía 14.

Y aún así: un día el sol se despertó y me iluminó para ti. Y aunque no estabas perdido, de alguna manera mi luz te mostró un camino que estabas esperando desde antes de nacer. ¿Lo entiendes? No es coincidencia, estaba escrito en las estrellas, y no en cualquiera, sino en aquella que nos mantiene con vida. Ella, se enamoró eternamente de un planeta al que no puede tocar, pero a veces, lo siente tan cerca que pareciera hacerlo, pero de ser así, acabaría con su belleza.
De eso se trata el amor, ¿no es así?

De verte crecer, expandirte y florecer, de mantenerme siempre a tu lado, de regalarte mi luz cuando la oscuridad te ciegue, pero cuidando de no ser yo la que te destruya con mi calor.
Amor, siento no ser capaz de tocarte sin hacerte daño, porque desde el momento en que nuestros caminos se cruzaron, nuestras órbitas cambiaron para siempre.
Seré tu sol y te prometo darte todo este amor que hace a mi corazón arder incluso en las noches más frías.

Porque si yo fuera una científica, hace mucho hubiera bautizado una teoría con tu nombre y para probarla sería capaz de encerrarme en una de esas pequeñas cápsulas, superaría mi claustrofobia y me embarcaría en un viaje que quizá no complete debido a mi edad. ¿Cuánto tiempo haré si mañana salgo en camino al sol?

Tengo tantas cosas que preguntarle.
Quiero que me enseñe a convertir todo mi amor en un milagro.

Así un día despertarás y en el cielo se estará formando una nueva estrella y entonces sabrás que lo hemos conseguido...
la humanidad no tendrá que acabarse a falta de un sol, pues mientras tú y yo nos amemos, no habrá manera de apagar mi corazón.

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