viernes, 12 de enero de 2024

Yo no me quiero ir de aquí

 


Esta es una foto de mi pequeño pueblo en 2013, cuando la playa aún no estaba llena de turistas, de sombrillas que rentan para pasar el día, de mesas, sillas y camastros de los restaurantes y de vendedores ambulantes.
Han pasado casi 11 años, yo pasé de tener 20 años a tener 30, y el mundó cambió. 
Sé que es imposible que el mundo no cambie, que las cosas no evolucionen, es la menra en que el mundo funciona, pero quisiera pararlo de alguna forma, quisiera que hubiera una manera de proteger esto que tanto amo y guardarlo del resto de la gente.
A veces pienso que México solo se está convirtiendo en un estados unidos pero donde en vez de dólares ganamos en pesos y aún así servimos a los gringos. Que vienen y se quejan de que todo está tan caro, pues cómo no iba a estarlo cuando ellos vienen y se adueñan de todo: de las casas, de los restaurantes, de las calles y las tradiciones. Ahora, es imposible vivir de la manera en que vivíamos 10 años atrás, claro. Pero me pone a pensar hasta dónde llegarán las cosas. Es importante para mí que sepan que mi pueblo es una parte que se entrelaza con la persona que soy: aquí está mi historia, aquí nací, crecí y vi todo cambiar. Solía odiarlo con todo mi ser y solía querer irme lo más lejos que me fuera posible, y hace unos años todo cambió, más gente empezó a llegar, y yo empecé a ver la magia que había en los lugares que antes no había logrado ver. Es mucha gente la que viene y dice que se enamora del pueblo por su gente, por su energía, por su playa.
Hoy en día es imposible rentar un lugar a un precio razonable, debido a la alta demanda y la poca gente que está dispuesta a rentarnos a los locales, termino pagando un precio elevado por una casa que no vale ni la mitad, pero es la única manera de vivir, incluso, tanto restaurantes como viviendas ya están poniendo anuncios en dólares, yo tuve un argumento con una señora que estaba bastante ofendida porque en mi tienda no tomamos dólares, y es aquí dónde me pregunto, ¿acaso esta gente que viene y se adueña de todo se da cuenta de dónde está y del daño que están causando?

Yo no me quiero ir de aquí,
que se vayan ellos.
Lo que me pertenece a mí,
se lo quedan ellos,
que se vayan ellos.

1 comentario:

Coŋejo pestilente dijo...

¡Amen! (Chingá no sé qué escribirle, maldito efecto embudo).