domingo, 15 de diciembre de 2013

El principito desde una perspectiva Gestalt

La teoría Gestal definiría al principito como una obra literaria que nos habla acerca de nosotros mismos, nos incita a vivir el aquí y el ahora, nos invita a tomar nuestro presente, y aunque toma en cuenta experiencias pasadas, éstas son las que nos definen para vivir y ser como somos al día de hoy. Creo que el mensaje más importante que el libro nos da, es el de vivir teniendo siempre presente a nuestro niño interior, pues es él quien nos permitirá seguir teniendo aventuras, nos permitirá estar en contacto con nuestro presente.

Ya que el todo es más que la suma de sus partes, es importante señalar que son las experiencias del principito las que lo han llevado a tener una percepción diferente a los demás: llega al planeta tierra sin conocer nada acerca de éste, sin embargo, sus experiencias en planetas pasados y su propia estructura mental lo hacen actuar de manera que termina por encontrar a un hombre con quien pasar los días en el desierto, a quien compartirle su historia y de esta manera hacer un cierre de todas sus experiencias, pues su finalidad era tener aventuras más allá de su pequeño planeta.

Tomando en cuenta las leyes de la Gestalt, éstas se ven reflejadas en primer lugar al comienzo del libro, ya que el narrador nos presenta un dibujo que hizo cuando era niño: un elefante dentro del estómago de una serpiente, y aunque su percepción le indica cuál es el significado del dibujo, los adultos actúan siguiendo el principio de la buena forma, y de esta manera interpretan el dibujo de la manera más simple que encuentran: diciendo que es un sombrero. Y cuando el narrador decide que ya no quiere volver a dibujar porque nadie comprenderá sus dibujos, aquí está reestructurando su pensamiento, está creando nuevos constructos. El principio de proximidad se ve reflejado cuando el principito visita el planeta del contador, ya que él agrupa a las estrellas y de esta manera puede contarlas. Es a través de estas leyes que el principito y el narrador organizan sus experiencias para poder obtener un conocimiento.

Es necesario que volvamos a pensar como cuando éramos niños, para así poder entrar en contacto con el presente, con el aquí y el ahora. El libro nos muestra muchos ejemplos del por qué los adultos viven en un mundo creado por principios y leyes que muchas veces ni siquiera entienden, pero sin embargo los siguen, y esto ocasiona que vivan más preocupados por el cuándo, el por qué, el cómo. Una de mis partes favoritas fue cuando el principito se encontraba en el desierto y le pregunta a una flor “¿dónde están los hombres?”, y esta le contesta “A los hombres se los lleva el viendo porque no tienen raíces, y no tenerlas les causa amargura”, es decir, como los hombres hoy en día no se conectan con nada, ya no les preocupa lo que están haciendo, por lo que están pasando, prefieren dejarse llevar por el viendo y pensar en qué ocurrirá el próximo año, en qué estarán haciendo en dos meses… y en cambio podemos preguntar a un niño qué hará mañana y no sabrá qué responder, porque para él sólo existe el presente.

Cuando el zorro le dice al principito “no se ve bien sino es con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos”, se refiere a que nuestras estructuras mentales son las que nos hacen ver el mundo de la manera en que lo vemos, pero es nuestra experiencia la que dictará el camino que debemos recorrer, el cómo vamos a interpretar todo lo que pasa por nuestra mente, es por lo tanto necesario el hacer cosas nuevas y diferentes día a día, descubrir y tener momentos donde exista una conexión con el presente.

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