sábado, 12 de diciembre de 2015

El lugar que oculto

Me arruinaste tanto:
Te veo donde no debería, incluso te sigo buscando después de todo este tiempo.
Eres como un virus que infectó mi sistema, pero no eres cualquiera, eres uno poderoso, uno que deja secuelas de las que no te puedes recuperar.
Me arruinaste, me convertiste en esta persona que se desespera ante cualquier situación, me hiciste desconfiada, me prometiste tantas cosas que nunca cumpliste y aprendí a esperar lo peor de los demás.
Me controlabas todo el tiempo, incluso cuando sabía que todo lo que estaba haciendo no tenía sentido; seguía ahí, a tu lado, a pesar de todos los engaños y mentiras.
Dejé de importarte, dejaste que poco a poco me fuera muriendo, incluso pensé que sí lo haría, que terminaría por morirme y sino era por amor era por estupidez.

Me arruinaste. Quiero que lo sepas bien, quiero que nunca lo olvides: que tomaste a esta persona llena de amor para dar y la convertiste en algo que ni ella misma puede reconocer. Ya no sé cómo funcionar, no después de tanta mierda, después de haberme dado cuenta de la clase de persona que podías llegar a ser.
Mírame, llorando aún por las cosas que pasaron hace años...años. Y es que se sigue sintiendo como si hubiera sido ayer. Nunca voy a olvidar.
Porque, ¿quién olvidaría que su primer amor la engañó y le vio la cara de estúpida?
No conforme con eso, el primer amor la siguió utilizando como si fuera una muñequita de porcelana, una tonta muñeca que podía usar a su conveniencia, a la que podía mover a su antojo, la que no ponía peros. Y por mucho tiempo pensé que todo lo que hice se debió al amor, siempre me dije "lo hice por amor, todo fue por amor", pero no; aquello no era amor.

Me arruinaste.
Ahora paso los días tratando de olvidarme de todo, pienso que debería haber sanado, a veces creo haber sanado, pero en días como estos me doy cuenta de que tu recuerdo y tus secuelas me van a seguir tal vez para siempre.
Ojalá existiera una máquina que pudiera borrar recuerdos, ya sabes, como en la película de eterno resplandor...
te borraría sin pensarlo.
Y quién sabe, tal vez es el enojo el que esté hablando por mí en estos momentos; el enojo al darme cuenta de que a veces la sensación de que me van a abandonar es tan inminente, que se apodera de mí y comienzo a enloquecer como antes lo hacía. No puedo dejar de pensar en lo mucho que me dolería volver a pasar por lo mismo.

Espero que seas un hombre ahora, que te responsabilices por tus acciones, y que nunca vuelvas a hacerle a nadie lo que me hiciste a mí.
Sé un hombre.
Porque chicos hay muchos, infieles por doquier, manipuladores, mentirosos...
de esos que arruinan a la gente.
Tanto como tú me arruinaste a mí.

No hay comentarios: