jueves, 17 de septiembre de 2020

Oh, qué afortunados somos

 Es un miércoles por la noche, estoy en cama, con la pijama puesta (camisa roja y extra grande y unos shorts de peluche con animal print blanco con negro), estoy leyendo Adults de Emma Jane Unsworth, termino un capítulo y checo mi celular (le quité las notificaciones así que debo abrir whatsapp para ver what’s going on), tengo dos mensajes de mis dos mejores amigos, ambos invitándome a la cervecería, me la pienso: ya me desvelé ayer y sé que hacerlo otra vez no es nada prudente. Me cambió rápidamente de shorts y salgo de casa, 5 min después estamos sentados en la calle, cerveza en mano, reímos, cantamos, nos contamos las nuevas novedades, luego llega un amigo más. Después de 3 cervezas vamos al kiosko a tratar de conseguir un pan, pero está cerrado así que optamos por tacos, pienso, estoy llena, aún así pido dos volcanes de rajas con crema y de nuevo nos sentamos en la calle a comer, pongo una playlist y sale “es una pasiva” de Willam, todos cantamos, reímos tanto que llamamos la atención. Camino a casa pienso en lo afortunada que soy: de vivir en este lugar tan mágico, de que en mi vida haya personas tan maravillosas y de que en los miércoles por la noche pueda salir y divertirme.

Abrazo a todos y nos decimos adiós, beso grupal, dice mi mejor amigo, me doy la vuelta y hago un gesto con la mano. Duermo como bebé hasta las 7am.

 

No hay comentarios: