viernes, 2 de octubre de 2020

Cruzar el puente

Un día me siento lo suficientemente preparada y cruzo el puente: del otro lado está Ryan, me espera en una esquina y vamos juntos a cenar, le digo "mi comida favorita es la italiana", así que comemos pasta mientras hablamos de nuestras vidas y la noche se hace más y más oscura. A pesar de estar lejos de casa, y del otro lado, no me siento insegura en absoluto, mi amiga Ingrid me escribe "¿Y qué tal?" en algún punto de la noche, y le respondo "todo va bien", de verdad, me sorprendo con lo bien que van las cosas: Ryan es poeta, le gusta leer y se gana la vida haciéndolo, además sabe cocinar y tiene la piel perfecta, ¿su único defecto? usa los short a media nalga, como si fuera un rapero o reggaetonero, pero lo dejo pasar por todos los puntos buenos a su favor. 
Después de cenar vamos a su casa, me siento en su sillón, tomo una cerveza más, estamos hablando tan naturalmente que me sorprendo, siento que lo conozco desde hace muchísimo tiempo, siento que una primera cita no debería ser tan buena, le mando un mensaje a Ingrid: "¿estaría mal si me acuesto con él hoy mismo?", "¡NO!, tu tranquila", ya es bastante tarde y al día siguiente trabajo, empiezo a bostezar, digo que sería mejor irme y tratar de tomar un taxi, y a manera de "broma" digo: o podría quedarme en tu sillón, quiero que Ryan diga que sí, que me bese, pero en vez de eso me dice que puede acompañarme a tomar el taxi, así que nos paramos y comenzamos a caminar. 
Cruzo el puente de regreso y llego a casa y le mando un mensaje "I had a lot of fun, it was nice", me responde casi de inmediato. 
Primera cita: fucking great.

Pero, los días pasan y yo no puedo dejar de pensar en alguien más, me reprocho la tontería de no poder sacarme de la cabeza a este otro hombre. A fin de cuentas, él ni siquiera vive cerca y me manda mensajes muy de vez en cuando. 
Pero mi corazón y mi cabeza no se ponen de acuerdo, y por más mensajes que recibo de Ryan no logro contestarle nada. 
"¡Pero ya cruzaste el puente una vez!", me reprocha el corazón, "no lo habías hecho en demasiado tiempo, es una señal, estás lista"
"Van a volver a herirte", contesta mi cabeza, terca como siempre, "¿para qué vuelves a cruzar? aquí estás a salvo?"

Así que pasan más y más días. Nada. No más citas.

Hasta que un día me despierto de nuevo con la certeza de que he sorteado el problema: si espero a estar lista simplemente nunca lo estaré, tengo que lanzarme a lo desconocido, tengo que intentarlo. Así que le escribo a Ryan, pero no hay respuestas. 
Un día, y uno más, y nada.
Me reprocho lo tonta que fui al llenarme de pánico, otra vez cerebro y corazón se pelean y luego se reconcilian al darse cuenta de que a fin y al cabo estaremos a salvo: sin cruzar el maldito puente de una vez por todas. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Publica en wattpad, te iría muy bien. El otro que haces, el loveclub, sería muy leído. Yo no sabía nada de eso, pero alumnos de preparatoria me adentraron a ese mundo. Editoriales importantes ya están publicando en físico a varios de ahí