martes, 15 de diciembre de 2020

De una noche sin luz

Anoche mientras me estaba quedando dormida con mi ritual de todos los días (acostarme, leer, apagar la luz, poner sonidos de lluvia en spotify), pasó algo que no había pasado en... años. Se fue la luz en la casa, y no me refiero a lo que pasa cuando hay una tormenta, que de repente se va la luz, y vuelve  a los minutos u horas, sino que esta vez se fue ¡por toda la noche!, me las arreglé como pude, y a eso de las 2 am me desperté para ir al baño y ya no pude dormir por dos razones:

1) mi celular se iba a descargar y si eso pasaba entonces no podría escuchar mi alarma en la mañana.

2) La verdad, aunque me de pena admitirlo, me da miedo la oscuridad total y casi siempre duermo con una lámpara encendida.

Me asomé por la ventana y vi con mucho asombro y enojo que todos los vecinos sí tenían luz, así que hice lo que nunca había hecho pero fue lo primero que se me ocurrió: irme a dormir a mi consultorio (que queda a unos pasos de mi casa), tomé mi celular, mi cargador, llaves y bye. 

No sé qué fue, si el dormir en un lugar inusual (el sillón), el hecho de que podía escuchar los ronquidos de la vecina o el estar muy cansada, pero me quedé dormida y tuve un sueño/revelación. En el, me veía  a mí misma a través de mis relaciones, cómo todos estos años, con todas mis parejas o -casi parejas, lo único que estaba deseando era ser vista.

Así de simple. Janeth, tú quieres ser vista.

Y una vez que lo obtengo, me voy, pierdo interés, abandono antes de ser abandonada.

Y me dije, ok, ahora entiendo muchas cosas, pero, ¿qué voy a hacer al respecto?, ¿cómo puedo dejar de estar repitiendo este patrón que no se va de mi vida por más años que cumpla? Y sí, es simple, pero a veces en la simpleza están las cosas más complicadas de hacer. 

Sino encuentro la aceptación y el amor en mí, ¿cómo rayos no lo voy a andar buscando afuera?, así que vamos paso a paso, poquito a poco. Tratando de cambiar, cómo siempre, haciéndome consciente de que mis errores son solamente míos, y de mí depende aprender de ellos y evolucionar o quedarme para siempre en este lugar de confort, de saber: ok me gusta este chico aunque sé que no es bueno para mí, pero al menos me está dando atención y me conformaré con eso hasta que ya no lo haga y entonces el corazón se rompe...

y...

y...

ya no más.

1 comentario:

Henri Briones dijo...

jaja wow! a si de fuerte son los ronquidos de tu vecina!