jueves, 22 de mayo de 2014

Cada martes se apodera de mí una extraña sensación, como si nada en el mundo fuese a estar bien. Este martes además recibí una noticia que me dejó atónita y sin palabras de consuelo para poder decir.
Yo no puedo imaginarme el sufrimiento de perder a un ser querido. Mucho menos a un padre, a una madre.
Me es imposible imaginar mi existencia sin la de ellos.
Ahora solo quisiera encontrar palabras de consuelo. Pero no las tengo, no sé qué decir.
Cuando se trata de pérdidas lo único que sé hacer es llorar. Y anoche lloré demasiado. Dormía una hora y después me levantaba pensando en cuánto estaría sufriendo ella, y en cómo estaría su corazón de destrozado. Me levanté a las 2.30am, después a las 4.00 y finalmente me quedé ahí, una hora...hasta que fue tiempo de alistar mis cosas para irme a la universidad.
Anoche necesitaba que alguien hablara conmigo. Que me dijera que las cosas pasan por algo, que todo encontraría su razón de ser al final del camino. Pero no hubo nadie, no encontré palabras de consuelo y nadie me las dijo. Necesitaba un abrazo, pero todo lo que encontré fueron mis lágrimas sobre la almohada.

2 comentarios:

marcelo dijo...

eres un amor un abrazo y un beso

E.Gonzalez dijo...

Que pasa,todo bien?