sábado, 18 de abril de 2015

La agonía y el ex-tasis

Acabo de ver un episodio de Sex and the city que realmente me llegó a lo profundo de mis sentimientos y me hizo llorar. Es uno donde Carrie cumple 35, le organizan una cena y nadie se presenta: ella se queda sola, esperando a que alguien aparezca, y cuando resulta obvio que nadie va a llegar, decide irse.
Cualquiera que me conozca sabe que no me gusta esperar, soy una persona que se desespera muy fácil, y cuando la gente llega más de 20 minutos tarde comienzo a enloquecer. No podría pasarme a mí algo como lo que le pasó a Carrie porque seguramente me iría a la cama llorando sin parar. Y no se trata de eso solamente, en el episodio también tocan el hecho de que ser una mujer de 30-y-más y estar soltera pareciera un pecado. ¿Dónde está el hombre ideal?, ¿se está escondiendo?, ¿y si en realidad no existe?, ¿y si no hay almas gemelas?
Veo como todos a mi alrededor parecen encontrar cosas que llenan sus vidas y los hacen felices: pero aquí estoy yo, sintiéndome vacía. Todas las mujeres en mi familia se casaron jóvenes, no hubo alguien que siguiera soltera o sin hijos después de los 20 años...hasta que llegué yo.
Y seguramente esto suena ridículo, porque, en nuestros tiempos, ¿quién quiere ser madre antes de los 20?, ¿quién quiere casarte antes de esta edad?
Yo.
Yo quería por lo menos haber encontrado a mi -alguien- especial antes de cumplir los 20, pero ese tren ya se fue hace año y medio casi, estoy en mis 21, y en un dos por tres cumpliré 22.
No sé por qué me siento ridícula diciendo esto, pero es verdad; yo quería saber quién sería esa persona con la que pasaría mi vida entera desde hace unos años. Pero las circunstancias son más grandes que yo, todo parece ser más grande que yo en este mundo.
¿Y si nunca encuentro a alguien?, ¿y si nadie puede querer a esta chica con serios problemas? Dicen que tus defectos seguramente le van a parecer encantadores a tu persona ideal, yo ya no creo tanto en eso. Nadie encuentra la ansiedad peculiarmente encantadora, nadie lo hace.
¿Y si son nuestras amigas nuestras almas gemelas? Entonces creo que yo las encontré a muy temprana edad. 
Hay algo muy profundo, un hoyo en nuestra sociedad, que nos empuja y nos hunde y nos hace creer que nunca estaremos completos a menos que encontremos con quien casarnos y formar una familia. ¿Y si no quiero eso?, ¿y si lo quiero pero nunca sucede?
¿Quién va a venir ahora a darme miradas de compasión?, ¿a quién le tengo que dar explicaciones?
No soy mayor ni soy menor, solo soy. Y si a los 35 años me encuentro a mí misma llamando a media noche a un viejo amor, diciéndole, "sé que tal vez estés en los Ángeles, pero es mi cumpleños y..."
Sabré entonces que tal vez, después de todo, sí soy Carrie, y tal vez, después de todo aún hay esperanza de que Mr. Big regrese a mí.

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