jueves, 22 de diciembre de 2016

2016: el recuento de los daños

Cada año acostumbro a hacer un "resumen" de lo que pasó y las cosas que cambiaron y la verdad es que este año no tengo ganas ni de mirar atrás. No creo ser la única que termina el año con un sentimiento como de tristeza, con ganas de volver a empezar.
Pero eso es lo bueno, que con un nuevo año viene la oportunidad de volver a intentarlo, y 2017 ya está a la vuelta de la esquina.
No me quiero poner melancólica y hacer dramas, no, eso ya lo hice en todo el año.

Pasaron muchas cosas, pero creo que en general hubo una que estuvo presente en todo el año: mi amor - desamor por U. Ya no sabía qué estaba haciendo ni por qué, en un momento estábamos bien y al siguiente todo se venía abajo, y sí, terminé por cansarme y él terminó siguiendo otro camino. Finalmente se acabó, esta vez en serio, se terminó y con ello se terminaron los días en los que me la pasaba pensando en él y lamentándome. La libertad se siente muy bien cuando has estado atrapada por mucho, mucho tiempo.

Acabé la escuela y estoy trabajando con niños pequeños, atendiendo uno que otro problemilla, sintiéndome responsable de mis pacientes. Está bien, pero hay algo en mí que me pide a gritos que por favor me vaya, que no pertenezco a este lugar, que tengo que seguir mis sueños.
Me doy cuenta de que hasta ahora he estado en una posición privilegiada: mis papás me apoyan siempre, en todo, para todo. Y necesito comenzar a vivir la vida real, esa en la que a veces uno no puede pagar las cuentas y tiene que sacrificar cosas. Si no me mudo, voy a seguir igual, siendo la niña consentida de todo mundo y voy seguir igual y no puedo permitírmelo. Necesito cambiar. Quiero cambiar.

Y bueno, también hice muchos amigos nuevos, salí más, me divertí un montón eso sí. Me uní demasiado a mi hermano pequeño, eso me alegra. Las fiestas más increíbles sucedieron este año.

2016 se va y yo no sé a dónde me voy yo. ¿Qué hago?

Esa es la pregunta del año, quisiera tener respuestas pero es que busco y no encuentro. Quizá todo sea demasiado simple pero a mi me gusta complicarme.
No vale la pena seguir quejándome, solo voy a decir que me voy a sumergir de lleno, lo necesito, necesito renacer y convertirme de una vez en una mujer.

Me alegra que este año acabe, me alegra mucho.

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