jueves, 27 de abril de 2017

Compadezco a la mujer que te ame cuando yo ya no esté.
Ella aparecerá en su primera cita con un recogedor y una escoba, lista para recoger todas las piezas en las que te habré dejado.
Ella escuchará mi nombre tan a menudo que empezará a causarle hoyos.
Allí es donde las dudas crecerán.
Ella mirará tu cuello, tus pequeñas caderas, tu boca, preguntándose la manera en que yo te tocaba.
Ella dirá todas las promesas que un día yo dije y algunas que nunca pude pronunciar.
Ella escuchará solamente las historias malas.
Cómo bebí.
Cómo mentí.
Ella se preguntará (como yo lo he hecho) como alguien tan maravilloso como tú pudo amar a un monstruo como la mujer que estuvo antes que ella.
Aun así, ella competirá con mi fantasma.
Ella comprenderá porque no miras al fondo de tu closet.
Porque le tienes miedo a lo que está bajo tu cama.


Ella sabrá que cada rincón de ti está embrujado por mí.

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